Ciudad y urbanización en España 1. El proceso de urbanización 1.1.- La época preindustrial Ciudad romana. A pesar que no debemos olvidar asentamientos ibéricos,fenicios, griegos o cartagineses, destacan, por encima de todas, las ciudades romanas. La mayoría surgen a partir de la instalación de campamentos romanos en forma de damero y con dos calles principales, el cardo de Norte a Sur y el decumano de Este a Oeste, que se cruzaban en una plaza o foro. Ciudad medieval cristiana. Tienen un carácter defensivo, rodeadas por murallas y de forma irregular debido a su crecimiento desordenado. Las calles son estrechas y tortuosas y en forma radiocéntrica (Ávila, Salamanca, etc.). Alguna surgen por motivos religiosos y se sitúan a lo largo de caminos como ocurre en la ruta de Santiago con Logroño, Burgos y destacando en ellas la catedral. Ciudad medieval musulmana. Es un recinto amurallado y con una zona central, la medina, donde se sitúan la mezquita y el mercado. A parte de este núcleo surgen barrios amurallados con mezquitas menores y con calles radiales. Todas las calles tienen un trazado irregular. No hay plazas ni calles importantes y las casas no tienen fachadas relevantes aunque sí patios interiores. Ciudad moderna (renacentista y barroca). El crecimiento de la población implicó la ampliación de las ciudades medievales. Se construyeron nuevos edificios: ayuntamientos, palacios, conventos e iglesias, y grandes plazas que se convertirían en el centro de la ciudad. Fuera de las murallas aparecieron nuevos barrios. En el siglo XVIII importantes cambios urbanísticos mejoraron las condiciones de vida e higiene: el alcantarillado, alumbrado... y embellecieron las ciudades. 1.2.- La ciudad industrial Desde mediados del siglo XIX la industrialización que atrajo gran cantidad de gente a las ciudades. Esto obligó al derribo de las murallas que, por otra parte, ya habían perdido su función defensiva y las ciudades se ampliaron con los Planes de Ensanche y Grandes Vías que continuaron hasta vísperas de la Guerra Civil Española. Junto a estas realizaciones que planificaron las zonas residenciales de la burguesía, en la periferia de las ciudades surgirán arrabales y barrios obreros de plano caótico, viviendas con escasas condiciones de salubridad situadas junto a las instalaciones fabriles. Para paliar esta situación se publican, a partir de 1908, leyes de Casas Baratas para iniciar la construcción de viviendas situadas en las afueras pero con los servicios mínimos de higiene y servicios públicos. La falta de medios económicos y la Guerra Civil dieron al traste con muchos de estos proyectos. En 1939 surge el Instituto Nacional de la Vivienda para reconstruir las viviendas dañadas durante la contienda e impulsar la construcción de nuevas concediendo créditos y exenciones fiscales a ayuntamientos y a particulares. En 1957 se crea el Ministerio de la Vivienda. Los nuevos barrios creados con tanta rapidez generaron graves problemas. Se produjo una tremenda especulación del suelo urbanizable y muchas de estas construcciones se realizaron sin planificación integral de la zona: ausencia de alumbrado público, de medios de transporte que conectara el barrio con el centro de la ciudad; inadecuada red de alcantarillado, carencia de escuela, mal asfaltado de las calles, etc. El proceso de urbanización español ha continuado imparable y en 1996 un 78,7% de los españoles vivían en ciudades de más de 10.000 habitantes. 2. Morfología urbana En la ciudad la calle es el espacio que actúa como elemento organizador; crea los barrios y permite el acceso a todos los lugares de la ciudad. El trazado viario forma la trama urbana. Según él podemos distinguir diferentes planos, incluso dentro de la misma ciudad: •Plano irregular, con calles estrechas y sinuosas. Se origina por la situación geográfica del terreno. Suele corresponder a la parte antigua de la ciudad que crecía dentro de un recinto amurallado. •Plano ortogonal o cuadrícula, son calles rectas y se cruzan en ángulo recto formando cuadrículas. Corresponde generalmente a trazados viarios de nueva creación, como los ensanches. •Plano radiocéntrico, en donde las calles parten de un punto central que suele corresponder al centro de la ciudad o plazas. Este plano también se desarrolló en la Edad Media donde las calles partían del castillo, Iglesia o catedral. •Plano lineal, se forma a lo largo de una vía principal o río creciendo a ambos lados, por ejemplo algunos núcleos nacidos a lo largo del Camino de Santiago. La estructura urbana hace referencia a los distintos espacios de la ciudad: •Centro histórico llamado también casco antiguo. Se corresponde con las etapas preindustriales de la ciudad presentando un plano irregular con edificios antiguos de pocas plantas y en algunos casos muy deteriorados. Ahí se suelen encontrar los edificios históricos y el patrimonio artístico de la ciudad. En muchas ciudades: Toledo, Cuenca, Valencia, etc. están siendo rehabilitados y recuperados como residencia para la clase media, y centros culturales y de ocio, con museos, teatros, dependencias universitarias, restaurantes, etc. •Ensanche. Construidos a finales del siglo XIX Y XX. Con calles anchas y rectas cortándose en ángulo recto y manzanas amplias con patios interiores y de fácil acceso. Edificios de varios pisos y con múltiples viviendas. La planta baja se destina a comercio o pequeñas industrias. Los proyectos de ensanches como Madrid y Barcelona y más tarde Valencia, Bilbao... proyectaban proporciones de superficie construida y zonas ajardinadas que no se respetaron pues se aumentó el espacio construido. En la actualidad presentan una gran actividad económica y son lugar residencial de las clases medias y altas. •Áreas de negocios destinados a albergar oficinas. Están situados en los ensanches o alrededores y cerca de grandes vías de comunicación. Edificios de nueva construcción y bastante altos. •La Periferia, las afueras de la ciudad. Contempla barrios residenciales con polígonos de viviendas, chalets o incluso barroquismo, los polígonos industriales y los nuevos centros comerciales. 3. La ciudad del siglo XXI 3.1.-La red urbana española La red urbana española tiene su centro en Madrid que, pese a la descentralización actual del Estado de las Autonomías, sigue teniendo un gran poder político, financiero e industrial. Después se encuentran las metrópolis regionales, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza y Valladolid. Los niveles inferiores de la jerarquía urbana están representados por las capitales de provincia (Alicante, Santander, La Coruña) y algunos centros comarcales como Talavera de la Reina, Astorga o Medina del Campo. La estructura espacial del territorio español presenta cuatro grandes conurbaciones: Madrid, Barcelona, Valencia y País Vasco. Las tendencias actuales apuntan a una mayor concentración de actividades económicas en estas áreas. El reverso de la moneda son los grandes vacíos territoriales. 3.2.- Las funciones de las ciudades españolas Las ciudades pueden clasificarse según la actividad principal que se ejerce en de ellas. Así, junto a la actividad fundamental de centro comercial encontramos ciudades en las que predomina: 1) La actividad industrial, como Alcoy, Vitoria, o Pamplona. 2) Las funciones administrativas. Suelen coincidir con la capitalidad del Estado o de la autonomía (Madrid). 3) Actividades del sector turístico, como Benidorm, Toledo o Marbella. 4) Algunas, como Salamanca o Santiago de Compostela, son eminentemente núcleos universitarios. 5) Sin embargo, la mayor parte no tienen una actividad predominante y se catalogan como de funcionalidad diversificada: Barcelona, Valencia, Albacete, Palencia, Sevilla etc. En general las pequeñas ciudades tienden a estar especializadas en una función en particular mientras que las grandes ciudades suelen ser más heterogéneas. 3.3.- Las políticas urbanas Los diversos organismos oficiales a nivel municipal, provincial, autonómico o estatal, programan sus actuaciones urbanísticas a través de los PGOU (Planes Generales de Ordenación Urbana). Su cometido sería frenar la especulación, señalar los diversos usos que puede tener el suelo urbanizable y no urbanizable, evitar el caos urbanístico especificando en el plano de la ciudad el espacio dedicado a calles, jardines, plazas, vías de acceso rápido, cinturones de ronda, y salvaguardar el patrimonio histórico-artístico (protección y restauración de monumentos). Una acertada política urbana debería pasar por: a. Mejora del medio ambiente. El más preocupante de los problemas urbanos actuales es la contaminación, bien sea atmosférica (producida por el masivo uso del automóvil, por las calefacciones y por industrias contaminantes), acústica (fundamentalmente producida por vehículos o actividades molestas) y del suelo, por vertidos inadecuados sólidos y líquidos (basuras domésticas, escombros, vertidos industriales incontrolados). La limitación del tráfico rodado en ciertas zonas de la ciudad declarándolas peatonales, ayudaría a solucionar alguno de estos problemas. b. Erradicación de las bolsas de pobreza. Se debería también mejorar la calidad de vida de los ciudadanos más desfavorecidos y que suelen ocupar o bien los barrios de chabolas periféricos o los centros históricos, muchas veces degradados. En estas zonas buscan refugio las minorías marginales (drogadictos, prostitutas, emigrantes ilegales, etc.) ocasionando problemas de delincuencia y de inseguridad ciudadana. La rehabilitación de estos centros históricos podría ser la solución pero no cuenta, en la mayoría de las ocasiones, con los fondos necesarios. c. Mejora de infraestructuras y servicios públicos. El aumento del terreno dedicado a jardines, parques, centros de recreo (teatros, salas de conciertos, pabellones polideportivos), el incremento de los transportes públicos que no agredan el medio ambiente (autobuses o tranvías ecológicos, líneas de metro), mejora de la red de alcantarillado y de suministro de agua potable, etc. 3.4.- La morfología de las ciudades del futuro La industrialización, que fue el motor del desarrollo urbano en el pasado, va abandonando las ciudades convertidas ya en centros dedicados casi exclusivamente al sector terciario. En las ciudades del futuro los especialistas tienden a distinguir: 1) Centro de negocios (C.B.D., Central Business District). Será la zona de rascacielos o ciudad vertical, ocupada por despachos dedicados fundamentalmente a actividades terciarias (bancos, oficinas) o apartamentos de lujo. 2) Suburbios y barrios obreros junto a los polígonos industriales. Los polígonos industriales, con un estricto control de las emisiones contaminantes o vertidos indeseables, se asentarán en las afueras. En sus proximidades, en forma de ciudades dormitorio masificadas, vivirá la clase obrera. 3) Cinturón verde con viviendas unifamiliares. Estará ocupada por familias de clase media alta que habitarán en chalets independientes, viviendas unifamiliares adosadas, o bloques de apartamentos de escasa altura y con servicios comunes (piscina, jardín, salón social, etc.). 4) Grandes almacenes y zonas de servicios, junto a vías rápidas de comunicación y con fácil acceso con transporte público (metro, autobús). 5) Polígonos industriales en el medio rural. Aunque muy alejados del CBD surgirán, en el medio rural, nuevas zonas industriales conectadas a carreteras o líneas férreas, lo que evitará la emigración y revitalizará el mundo rural.