La Península Valdés es un segmento patagónico que se interna en el mar, unido a tierra firme por un istmo llamado Florentino Ameghino. La Península Valdés está situada entre los paralelos 42º 5' y 42º 53' de latitud sur, y entre los meridianos 63º 35' y 65º 4' de longitud oeste perteneciente a la provincia de Chubut, República Argentina. La superficie de la península es de unos 4000 km2. De su longitud total de costa, que es de unos 260 Km., aproximadamente 150 Km. están expuestas a las aguas de los golfos y los 110 Km. restantes dan a mar abierto. Los golfos Nuevo y San José se caracterizan por ser muy cerrados y de bocas estrechas; en consecuencia sus aguas son calmas. Además presentan diferencias de temperatura y salinidad. El perfil costero de la península es variable y ofrece una gama de ambientes propicios para el desarrollo de distintas actividades biológicas. Así, pueden encontrarse plataformas rocosas de baja altura, altos acantilados que caen abruptamente sobre las aguas, llegando atener varias decenas de metros de altura, intercalados con playas de diversa extensión. También existe gran cantidad de fondos: fangosos, arenosos y de cantos rodados, y de distinta pendiente; en algunos casos, se trata de bahías de gran extensión y aguas someras, pero también pueden encontrarse zonas en las que a cortas de la costa se alcanzan profundidades bastantes importantes. El paisaje de la península es desolado y árido con una característica notable: los bajos de Salinas Grandes, situados por debajo del nivel del mar. A pesar de su aridez, la enorme extensión de la península alberga una variada gama de especies animales. La configuración peculiar de la Península Valdés, enorme reserva de mamíferos marinos, sin duda contribuye a crear condiciones favorables para la congregación de esta especie y para el cumplimiento de sus funciones vitales. Cuando llega la primavera, la Ballena Franca acude, como atraída por una fuerza irresistible al abrigado golfo de San José. Allí, en las tranquilas aguas patagónicas, van a tener lugar dos episodios trascendentes de la vida de este gran cetáceo: el apareamiento y los partos. Estamos, pues, en uno de los últimos paraísos que permite el avistaje de una de las especies más perseguidas por el hombre. CARATERÍSTICAS CLASE: MAMÍFEROS ORDEN: CETÁCEOS SUBORDEN: MYSTICETOS ESPECIE: EUBALAENA AUSTRALIS La Ballena franca Austral es de cuerpo robusto y color generalmente negro, con algunas manchas blancas en el abdomen. En promedio, los machos miden 12 metros y las hembras 13,5 metros, siendo la más grande registrada una hembra de 16 metros. Su peso oscila entre 30 y 35 toneladas. Carecen de aleta dorsal; tienen aletas pectorales grandes y la aleta caudal mide 5 metros de ancho. Respira a través de dos orificios llamados espiráculos situados encima de la cabeza y el aliento expulsado dibuja en el aire dos chorros que forman una “V”. La cabeza representa un 25 % del largo del cuerpo. En ella tiene curiosas formaciones - que son típicas de la especie- llamadas “callosidades”. Estas áreas de piel rugosa, recubiertas de diminutos crustáceos llamados ciámidos, presentan colores blanquecino, amarillo y gris. La forma y la distribución de las mismas es distinta para cada individuo y se mantiene a lo largo de la vida del animal. Esta característica es la base de los estudios que se llevan a cabo sobre la especie, para ello se ha formado un catálogo fotográfico con más de 800 ballenas que frecuentan la Península Valdés. ALIMENTO Contrariamente a lo que podría suponerse por su gran talla, la ballena se alimenta de organismos microscópicos o de muy pequeño tamaño. Básicamente, se trata de un típico animal filtrador, para lo cual se vale de sus bien desarrolladas barbas, formaciones laminares suspendidas de la quijada superior, una detrás de otra, a ambos lados del paladar. Los huesos del maxilar superior forman una curva, de la cual cuelgan entre 230 y 280 (promedio 260) barbas corneas; estas barbas reciben el nombre de ballenas (de allí el nombre de los cetáceos) y miden hasta 2,40 m de largo, hallándose cubiertas por un pelo corto y duro. Ubicadas en ángulo recto al eje longitudinal de la cabeza, las barbas tienen los borde externos lisos, mientras que los internos están deflecados para permitir un eficiente filtrado. El mecanismo de alimentación consiste en nadar lentamente a una velocidad de 2 o 3 nudos (3,7 a 5,5 Km. / h), con la boca abierta, por la superficie o por debajo de ella, de tal manera que grandes volúmenes de agua pasan a través de la inmensa boca junto con los pequeños organismos con los que se alimenta. Luego de un período de filtrado, el agua se elimina por la acción de pistón de la enorme lengua, quedando el alimento retenido por las barbas. El alimento así acumulado tiene el aspecto de una pasta o papilla que luego es deglutida. Periódicamente la ballena suele limpiar y reordenar sus barbas mediante fuertes aberturas y cierres de su boca. Se han realizado interesantes cálculos teóricos sobre la alimentación de esta ballena. Puede decirse que un ejemplar adulto de gran talla, con su boca abierta, tiene un área de filtrado de 13,5 metros cuadrados. Alimentándose sobre una concentración de plancton de 4 g/m3, a una velocidad de 3 nudos (5,5 Km/h), podría llegar a capturar aproximadamente 300 Kg. de alimento por hora. De todas formas debe tenerse presente que en la realidad probablemente son mucho menores ya que, por un lado, el área de filtrado suele ser más reducida en la mayor parte de los ejemplares y, por otro lado, las concentraciones de plancton no siempre son elevadas. Además hay que tener en cuenta que el tiempo que permanece con la boca abierta no es tan prolongado. Salto Unos de los aspectos más llamativos del comportamiento de esta especie son sus saltos fuera del agua. Parece imposible que estos gigantescos animales sean capaces de oponerse a la fuerza de gravedad; sin embargo, su poderosa cola es capaz de desarrollar la fuerza suficiente para permitir el despegue de la superficie del agua de más de 30 toneladas de peso. La ballena Franca efectúa saltos desde que es cachorro. Durante las primeras etapas de vida, los saltos son una expresión de juego que desarrolla cerca de la madre. Cuando el cachorro inicia sus cortos alejamientos, los saltos pueden cumplir la función de mantener la comunicación entre éste y su madre. En cuanto a los adultos, los saltos también pueden interpretarse como una forma de comunicación con otros ejemplares que se encuentran a distancia. Se cree que guardan relación con el desprendimiento de parásitos del cuerpo y capas superficiales de la piel. Otro probable significado es una demostración de fuerza individual o cierta expresión de territorialidad. Es bastante frecuente que estos saltos tengan lugar en zonas por donde momentos antes circulaba una embarcación. Aunque nadie ha podido observar hasta ahora la mecánica del salto en inmersión, se ha podido deducir que el mismo no se logra con fuertes enviones perpendiculares a la superficie, ya que puede tener lugar en zonas relativamente poco profundas. Aparentemente, el animal nadaría en forma oblicua a la superficie desarrollando gran fuerza con su cola. Al pasar de un medio más denso a uno menos denso la aceleración se incrementa y el animal puede proyectar casi todo su cuerpo fuera del agua. Al saltar, la ballena gira levemente su cuerpo, de manera que la caída se produce invariablemente sobre uno de los flancos o el dorso. Por lo general, efectúan varios saltos en serie y el salto de un ejemplar es a su vez seguido por el de otros que se encuentran a distancia. VER SALTO Emisión de sonidos El mar es un mundo lleno de sonidos extraños al hombre y a su realidad cotidiana. Los cetáceos son uno de los grupos de animales que aportan su sonido al mar. Aún hoy conocemos poco sobre la función del sonido de las ballenas pero podemos suponer que cumple un papel muy importante en un ambiente donde la visibilidad está notablemente restringida, y es nula en algunos lados. Podría brindar información sobre identidad, posición, sexo y estado reproductivo, tamaño de los grupos, presencia de presas y de depredadores, etc. Los distintos sonidos producidos por la Ballena Franca Austral se relacionan con la composición, el tamaño, el sexo y el tipo de actividad que realizan. Algunos autores suponen que el sonido, emitido por ellas, tiene como objetivo lograr establecer comunicaciones entre individuos separados por distancias grandes. Suponen que no sólo se comunican activamente sino que también son capaces de emplear distintos sonidos para comunicar mensajes de diversa naturaleza, aún no conocidos en detalle. Se sabe que los ejemplares solitarios que se encuentran en reposo emiten pocos sonidos, mientras que los individuos que necesitan comunicarse emiten ciertos llamados que son respondidos; ésta situación es frecuente entre madre y cachorro cuando se separan circunstancialmente y pierden contacto visual. Dentro del complejo campo de la emisión de sonidos, tienen también importancia aquellos que son consecuencia de la interacción con el agua, como golpes de aletas pectorales, de cola y de otros producidos por saltos. Estos sonidos tienen un significado social y una estructura tal que pueden ser detectados e interpretados por otros animales a grandes distancias. Finalmente, digamos que la Ballena Franca no es capaz de estructurar la unión de sonidos en forma de canciones, como la ballena jorobada. El concepto de "canción" implica una estructura de sonidos que posea inicio, desarrollo y final; esta secuencia se repite indefinidamente por cada ejemplar a lo largo de cada temporada. ESCUCHAR SONIDOS Reproducción La actividad sexual de esta especie puede observarse desde la llegada de los primeros ejemplares a la Península Valdés y perdura hacia final de la temporada (diciembre). Las relaciones sexuales son de tipo promiscuo, pudiendo una hembra aparearse con distintos machos en un mismo día. La cópula generalmente está precedida por una gran actividad de cortejo en la La actitud de la hembra es evitar los asedios sexuales de los machos; para ello, el comportamiento más habitual es ubicarse en la superficie con el vientre hacia arriba. Ante esta actitud, dos machos o más suelen unirse empleando una estrategia conjunta, obligando a la hembra a girar su cuerpo hasta quedar con el vientre hacia abajo y permitir que uno de ellos concrete la cópula. En otras ocasiones, las hembras evaden a los machos dirigiéndose a zonas de muy poca profundidad donde la cópula resulta imposible. Conservación de la especie La Ballena Franca es una de las especies de fauna de distribución mundial, que más cerca ha llegado a la extinción por la matanza directa llevada a cabo por el hombre. Fue la especie más buscada por los balleneros por varios motivos: nadaba lentamente, flotaba una vez muerta y rendía abundante aceite y barbas. Al principio en pequeños botes, luego en veleros y más recientemente en buques factorías, fueron perseguidas en todos los mares. De una población mundial inicial calculada en centenares de miles, fueron casi aniquiladas. Debido a ello, desde hace más de 50 años, la especie se halla protegida por acuerdos que regula la Comisión Ballenera Internacional. A pesar de ello la recuperación es lenta y la población total actual no supera los 4000 o 5000 individuos. Qué es un Monumento Natural Los Monumento Naturales son aquellas áreas, cosas, especies vivas de animales o plantas de interés estético, valor histórico o científico que merecen protección absoluta, siendo por lo tanto inviolables; las únicas actividades permitidas son las visitas explicadas y las científicas debidamente autorizadas. La Argentina cuenta con tres Monumentos Naturales Monumento Natural Bosques Petrificados, en la Provincia de Santa Cruz. Monumento Natural Laguna de los Pozuelos, en la Provincia de Jujuy. Monumento Natural Ballena Franca Austral. La Ballena Franca Monumento Natural En 1984 fue sancionada la ley 23.094 que declara Monumento Natural a todas las ballenas francas que se encuentren en aguas jurisdiccionales de la Nación. Tal decisión se fundamenta en la imperiosa necesidad de otorgarle la debida protección a esta especie animal, uno de los mayores cetáceos que pueden observarse en nuestro territorio. Por otra parte, dentro del ámbito de la Provincia de Chubut, la ley 2.381 sancionada en 1984 prohíbe expresamente el buceo junto a las ballenas. En su artículo primero prohíbe toda actividad de persecución a cualquier especie de mamífero marino y sus crías, como así también la navegación, natación y buceo en las costas y mar de jurisdicción provincial durante todo el año calendario. La ley establece multas y sanciones a los prestadores turísticos que violen algunos de sus artículos. Es una ley que tiene por objeto preservar el recurso que en el caso de las ballenas es el más importante de toda la oferta turística de la costa chubutense.