Cetáceos en Uruguay

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CETÁCEOS EN URUGUAY
En un principio, los ancestros de cetáceos actuales, como ballenas, delfines y marsopas,
pertenecían al mundo terrestre y presentaban características diferentes a las que hoy
conocemos. Luego, al comenzar su adaptación al medio acuático, se generaron varios cambios
evolutivos.
Un estudio de Michelle
Spaulding
(Museo
Americano de Historia
Natural), indica que los
ancestros de los cetáceos probablemente se mudaron al medio acuático primero y en un
segundo momento de adaptación cambiaron su dieta (y sus dientes) para incluir en la misma
un comportamiento carnívoro. La ballena más antigua probablemente comía presas en el agua
cuando todavía era capaz de caminar por tierra.
Hoy, a millones de años de evolución, transformación y adaptación al medio acuático podemos
constatar el siguiente extracto de una nota de un morador local (balneario La Paloma
departamento de Rocha): “… no había sido fruto de mi imaginación. Ante mí, observaba
atónito como si fuese la primera vez, uno de esos espectáculos que sólo pueden
experimentarse: las ballenas francas habían llegado. Al menos cinco resoplidos altos de casi
tres metros de altura en forma de V, quedaban flotando anaranjados mientras el sol asomaba
en el horizonte. Era apenas el comienzo de la temporada de avistaje de las ballenas francas,
una especie que se recupera y vuelve a ocupar sus antiguos nichos. El espectáculo duraría hasta
fines de Octubre, cada año son más las que llegan, se recuperan y la gente también cada vez
baja más a verlas…”
La ballena franca austral, fue la más perseguida y acosada desde el siglo XII por el
pueblo vasco. Era la “correcta” para cazar (the right whale, como su nombre en inglés lo
indica), por su carácter amistoso y costero, flota al morir, su abundante grasa y sus largas
barbas de casi 2 metros cada una (500 láminas que cuelgan de su paladar para filtrar su
alimento). El largo de una ballena franca adulta equivale al de un ómnibus y medio (15 a 18
metros). Su peso iguala al de 10 elefantes (50 mil kilos). Viven al menos 120 años.
Según registros históricos en costas uruguayas
también fue largamente perseguida durante el
siglo XVIII por la Real Corona Española hasta el
año 1920. Establecieron en la Isla Gorriti una de
las
mayores
factorías
del
Atlántico,
exterminando de esta manera la población de
ballenas francas (“en un solo mes llegaron a
cazar 20 ballenas”).
Por suerte esto ya es parte del pasado y
la ballena Franca Austral encuentra a su especie
en proceso de recuperación.
A partir de fines del otoño y hasta la
primavera, las ballenas procrean y crían a sus ballenatos. Es el único momento en el año que
se dedican a sus aspectos reproductivos. Incluye el apareamiento con todo el cortejo previo de
selección; el parto de sus ballenatos; el amamantamiento de estas crías y; para aquellas que
nacieron el año anterior, aprender los secretos de la vida de una ballena, las que permanecen
junto a sus madres hasta 2 años más. O sea tienen una sola cría cada 3 a 5 años.
Desde Julio a Octubre es común encontrarlas y cada vez será más fuerte su presencia
en nuestras costas que representa un 14% de crecimiento poblacional en esta región –el doble
del crecimiento que en Península Valdés, la meca de esta especie-.
El resoplido alto y en forma de V es único en esta especie y el escudo de Maldonado
así constata su presencia desde el siglo XVIII en nuestras costas. Las aves marinas suelen volar
sobre las ballenas y como indicador de su presencia también está toda alteración de la
superficie del agua como ser espuma o corrientes.
Cuidar su “casa” es fundamental para que continúe visitándonos. Para ello imaginemos
que entramos al hogar de alguien a quien no conocemos. Debemos pedir permiso y esperar
antes de entrar, que nos vengan a recibir. Así también la ballena es la que debería ir a nuestro
encuentro, ella es la que elije vernos… Por su seguridad y la de las personas, está permitido,
para ir a su encuentro, embarcarse únicamente en aquellas barcas autorizadas e identificadas
para hacerlo, quienes reciben capacitación previa.
Las ballenas más que ninguna otra forma
de vida, han logrado simbolizar la preocupación del
hombre por el medioambiente y, su protección se
ha transformado en una fuente de inspiración para
conservar las interrelaciones de todas las formas
de vida de este planeta. La ballena franca es
considerada una especie bandera y especie paraguasi, para desarrollar programas de
sensibilización, educación y conservación integral.
Una vez cumplidos los estudios básicos para determinar el uso del hábitat por la
ballena franca austral en costas uruguayas (cuyos resultados preliminares determinan fines
reproductivos: apareamiento, gestación, cría y lactancia), surge como asociación sin fines de
lucro, la Organización para la Conservación de Cetáceos – OCC (iniciando sus actividades en el
año 2000 y obteniendo su personería jurídica en 2007). Desde entonces además de la
Investigación básica aplicada a la conservación, sus objetivos incluyen la Educación,
Capacitación y Sensibilización Ambiental.
En este sentido se establece un circuito costero y el programa de Truismo Responsable
para la búsqueda y avistaje de ballenas “La Ruta de la Ballena Franca” mediante 9 plataformas
interpretativas (torres de avistaje), promoviendo el decreto 261/02 que reglamenta la
modalidad de turismo de avistaje. La Ballena Franca austral que visita nuestras costas ha sido
declarada “Ballena del MERCOSUR” (2000).
Procurando integrar esfuerzos regionales, donde se incluyen aspectos naturales, socioculturales y económicos (representado este último por el Turismo Responsable de Avistaje), en
el año 2008 se realizó entre Uruguay y Brasil un sobrevuelo regional para su identificación y
censo; el más grande a nivel mundial hasta ahora registrado.
Este vuelo que tuvo 2 etapas (una desde Piriápolis hasta el Chuy y, luego continuó en
Brasil desde el Chuy hasta Macaé -al norte de Rio de Janeiro-), se realizó el pasado 29 de
agosto de 2008 entre la OCC (con el apoyo de la Fuerza Aeronaval Uruguaya) y el Projeto
Baleia Franca de Brasil (Coalición Vida Silvestre Internacional-IWC por sus siglas en inglés). Con
casi 4,000 km de vuelo las Ong´s de dos países que comparten un mismo recurso y cuya
conservación trasciende las fronteras, dejaron de manifiesto la característica de una especie
insignia, promotora de la integración, la unión y la conservación transfronteriza de la vida
marina.
A través de una investigación basada en el muestreo de aparición y utilización del
hábitat de la ballena franca; así como la caracterización acústica del hábitat y registro de
vocalizaciones en Maldonado y Rocha, la OCC está creando a través de esta especie insignia,
un espacio de conexión y armonía entre el hombre y los recursos marino costeros. Dentro de
esta línea de trabajo contribuye a la educación y sensibilización ambiental hacia la toma de
conciencia sobre la importancia de estos recursos característicos de las comunidades de
Maldonado y Rocha.
Haciendo énfasis en la conservación de cetáceos y su hábitat, la OCC promueve
políticas de Estado, impulsando Acuerdos Regionales e Internacionales (Sub-Grupo Trabajo
Medio Ambiente Nº6 MERCOSUR; Campaña Nacional por el reingreso a la Comisión Ballenera
Internacional-CBI). Y principalmente, se encuentra implementando el Turismo Responsable de
Avistaje de Cetáceos, el que incluye aspectos naturales, culturales, económicos y de
responsabilidad social empresarial. Esto a través de lo que es conocido con el nombre de la
RUTA BALLENA FRANCA.
Con el objetivo de fortalecer esta política y, a iniciativa de escolares del lugar, las
autoridades locales han declarado a la Bahía de Maldonado Santuario de Ballenas. Hoy,
siguiendo esta misma línea, se está trabajando fuertemente junto a las autoridades del
Departamento de Maldonado y Rocha, en la “conversión” (declaración) de las aguas uruguayas
en un Santuario para Ballenas y Delfines.
La creación del Santuario posibilitará reconocer, educar y crear conciencia colectiva
acerca de la presencia de diversas especies de cetáceos en nuestras aguas. Creará un campo
protector que permitirá preservar las especies de Ballenas y Delfines integrando el cuidado y el
aprovechamiento responsable de los recursos naturales, a la vez patrimonio natural y el medio
ambiente social, histórico y cultural. Permitirá además fomentar la investigación científica del
vastísimo ecosistema marino y proporcionará firmes bases para un aprovechamiento turístico
responsable. En definitiva, posicionará a nuestro país a nivel mundial como protector y
defensor de su soberanía, a través de la preservación de su patrimonio natural.
099 124 144
[email protected]
www.occ.org.uy
http://www.avaaz.org/es/petition/Conservacion_de_Ballenas_y_Delfines_y_su_habita
t_en_aguas_Uruguayas/
i
Simberloff, 1997, Shararder, Frechette & McCoy, 1993
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