30 CONVENCION Durante la Jornada contaremos con la presencia de: Sr. Mario Das Neves, Gobernador de la Provincia del Chubut. Jorge Castro, Director del Instituto de Planeamiento Estratégico. Enrique Szewach, Presidente de Evaluadora Latinoamericana. Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Corte Suprema de la Nación. Juan José Llach, Director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía del IAEUniversidad Austral. Rubén Torres, Director de la Maestría y Especialización en Sistemas de Salud y Seguridad Social de la Universidad ISALUD. Sergio Berensztein, Director de Poliarquía. 46 Ejecutivos de Finanzas Octubre 2009 Jaime Duran Barba, Presidente Fundador de Duran Barba & Asociados. Sergio Bergman, Presidente de la Fundación Argentina Ciudadana (a confirmar) Francisco De Narváez, Diputado Nacional de la Provincia de Buenos Aires. Manuel Morejón, Diputado Nacional de la Provincia de Chubut. Agustín Rossi, Diputado Nacional de la Provincia de Santa Fe (a confirmar). Ernesto Sanz, Senador Nacional de la Provincia de Mendoza. Miguel Bein, Presidente del Estudio Bein & Asociados. Ricardo Delgado, Director de Analytica. Miguel Kiguel, Director Ejecutivo de EconViews. 30 CONVENCION Cada año, una de las criaturas más asombrosas de la naturaleza –la Ballena Franca Austral- elige las aguas calmas de la Península Valdés (Chubut) para aparearse, criar a su descendencia o hacer sociales, regalándonos un espectáculo único e inolvidable. Comprendiendo que conocer es la mejor forma de empezar a querer para luego proteger, adentrémonos en la vida de estos gigantes del mar para disfrutar mejor del esperado encuentro. EN DETALLE La Ballena Franca es un mamífero acuático, como los lobos marinos y los elefantes marinos que también pueden verse en la península. Pero la ballena pertenece al orden de los cetáceos. Este grupo abarca 86 especies, divididas en dos subgrupos: el de los cetáceos con dientes u odontocetos (que incluye a delfines, marsopas, cachalotes, delfines de río) y el de los cetáceos con barbas o misticetos (que comprende a las ballenas, entre ellas la Ballena Franca) Existen tres especies de Ballenas Francas: la Ballena Franca del Atlántico Norte, la Ballena Franca del Pacífico Norte, ambas habitando ese hemisferio, y la Ballena Franca Austral, del hemisferio sur, con diferencias muy sutiles entre ellas. A pesar de que sus ancestros fueron mamíferos terrestres, los cetáceos eligieron -hace algo más de 50 millones de años- pasar una vida completa en el agua. A lo largo de su evolución, aparecieron adaptaciones al medio acuático. Entre ellas, la adquisición de un cuerpo hidrodinámico, al eliminar salientes innecesarias que provocaban turbulencias. Al avistarla embarcados u observándola desde tierra, no podemos dejar de sentirnos pequeños ante su portentosa apariencia. La Ballena Franca Austral (Eubalaena australis) alcanza un largo máximo de 16 m en las hembras y 15 m en los machos, con un peso promedio de 40 tn. Su cuerpo de color gris oscuro a negro, contrasta con manchas irregulares blancas en el vientre. Ocasionalmente nacen ejemplares más claros y hasta albinos -en realidad parciales, ya que tienen algunas manchas negras y al crecer se vuelven más oscuros. La piel es suave y lisa y del pelaje de sus antepasados, sólo Octubre 2009 Ejecutivos de Finanzas 47 30 CONVENCION quedaron unos pocos pelos cortos en la cabeza. Debajo de la piel se esconde una gruesa capa de grasa que sirve como aislante térmico cuando se mueven en aguas muy frías, pero principalmente como reserva de energía. En algunas zonas, la grasa llega a 40 cm de espesor. Si bien la mayoría de los cetáceos tiene una aleta en el lomo o dorso, esta ballena carece de aleta dorsal, lo que la hace fácil de identificar. Tampoco tiene surcos o pliegues en su vientre, como muchas otras especies de ballenas. Por otra parte, sus aletas pectorales -que se asemejan internamente a nuestros brazos, con mano incluida- son anchas y parecidas a los remos de los botes. Con ellas gira o frena, reservando la cola o aleta caudal horizontal -de 5 m de punta a punta- para impulsarse, al moverla de arriba hacia abajo. La caudal no tiene hueso dentro. Entre la gran cabeza y el resto del cuerpo no se ve cuello. Esto se debe a que las 7 vértebras cervicales -que tiene como todo mamíferoestán fusionadas, lo cual le da una forma más hidrodinámica. Desde cerca se observan en la cabeza dos pliegues cerrados. Son los respiraderos, que al abrirse por acción de sus músculos, dejan salir un fuerte y sonoro soplo de aire de hasta 4 m de alto. Y si bien llevamos desde chicos la idea de que por allí escapa un chorro de agua, la realidad es otra. Al tener pulmones como nosotros, el aire que respiran en la superficie, lo deben retener mientras bucean. Cuando es exhalado al asomar, sale húmedo y caliente – su cuerpo tiene una temperatura constante de 36º C-, encontrándose con temperaturas menores que lo condensan y vaporizan. Además, el soplo salpica el agua depositada en la zona, todo lo que da la impresión de que arrojaran agua. La boca de la Ballena Franca tiene barbas, que son láminas duras pero flexibles –de queratina, como nuestras uñas o cabellos- que cuelgan del maxilar superior, paralelas y separadas entre sí. Hay aproximadamente 225 a cada lado del paladar, dejando libre el frente de la boca. Llegan a medir 2,5 m de largo 48 Ejecutivos de Finanzas Octubre 2009 y actúan como un filtro gigante. Con la boca abierta, la ballena avanza lentamente cerca de la superficie, donde hay comida, sacando el agua entre las separaciones de las barbas, mientras el alimento queda retenido en sus terminaciones internas que están desflecadas. Finalmente, la lengua ayuda a tragarlo. Esta ballena no forma pareja, siendo el lazo más fuerte el de la madre y su hijo –el ballenato. A partir de los 9 años, la hembra ya puede procrear. Después de una gestación de 12 meses, la única cría que tienen por parto mide al nacer un máximo de 5 m y pesa hasta 3 tn. En los primeros meses, la ballena se dedica exclusivamente a atender las necesidades del recién nacido, quien se amamanta por un año con una leche con 50% de grasa, con la que crece rápidamente, sobre todo en las primeras semanas –aumenta hasta 150 kg por día. Tienen un ballenato cada 3 años. Al observar de cerca a la ballena, llama la atención las elevaciones que se encuentran en determinados lugares de su cabeza. Se trata de piel más gruesa y rugosa, conocidas como “callosidades” que ya aparecen en el recién nacido en color gris y son llevadas de por vida. En ellas se alojan los llamados “piojos de ballena”, crustáceos que le dan una coloración blanquecina, que las distingue del resto del cuerpo. Este rasgo único en la ballena franca, fue aprovechado por el Dr. Roger Payne, renombrado investigador y conservacionista de ballenas, quien diseñó un método benigno para identificarlas a través de las fotografías aéreas de sus callosidades, las que son diferentes en número, forma y tamaño en cada individuo. Esta “fotoidentificación” permite estudiarlas a lo largo de años siguiendo sus historias de vida, mediante un catálogo de las ya conocidas, que llevan número y a veces nombre. Al estar la cría junto a la madre en los primeros meses de vida, por ejemplo, la fotografía de ambas permitirá, al examinar el catálogo, saber la cría de quién es. Este estudio, iniciado en Argentina por el Dr. Payne en 1971, es continuado hoy por el Instituto de Conservación de Ballenas. 30 CONVENCION DÓNDE Y CUÁNTAS Esta ballena habita las aguas templadas y subpolares del Hemisferio Austral, en una franja comprendida entre los 20 y 64 grados de latitud sur. La población actual total de Ballena Franca Austral es de aproximadamente 11.300 ejemplares, comprendiendo las poblaciones de Argentina, Brasil, Chile, Sudáfrica, sur de Australia y Nueva Zelanda. La de Península Valdés es de las más numerosas. La Ballena Franca Austral nos visita anualmente – alrededor de 1000 por año, y no siempre las mismas del año anterior. Por ser de aguas más tranquilas que las de mar abierto, el golfo San José y Golfo Nuevo de la Península Valdés (Chubut) son los elegidos. Las primeras ballenas llegan a fines de abril y las últimas se van en diciembre, alcanzando su máxima concentración en número en septiembre y octubre, ya que entre julio y agosto se producen la mayoría de los nacimientos. Como casi todas las especies de ballenas, migra durante el año recorriendo durante el año miles de kilómetros desde los territorios de alimentación -donde abunda su alimento en verano- a los de reproducción – de aguas más aptas en invierno. Algunas ballenas vienen a nuestras aguas a aparearse, otras a tener la 50 Ejecutivos de Finanzas Octubre 2009 cría que gestaron el año anterior y las restantes a socializar. Aquí no comen, y de hacerlo, sería como un “aperitivo”, antes de la comida principal que las espera en las aguas cercanas a la Antártida y de islas subantárticas –Georgias del sur y Tristán da Cunha. Su dieta consiste en crustáceos -principalmente krill y algo de copépodos, integrantes del zooplancton. Comen hasta 2 tn por día, durante los 3 a 4 meses que durará el banquete, a fines de primavera y durante el verano austral. Al dejar esas aguas, ya habrán formado una capa de grasa bastante gruesa bajo la piel, que servirá de reserva de energía para el ayuno que las espera. COMPORTAMIENTOS Afortunadamente, como la Ballena Franca Austral no se sumerge por demasiado tiempo –apenas 10 minutos como máximo- y pasa largos períodos descansando o amamantando en superficie, ha permitido a los investigadores conocer algo más de sus comportamientos y de su vida. Al momento de nacer, la madre ayuda al ballenato a salir por primera vez a respirar y a continuación se alimentará con la leche materna, en aguas bajas, calmas y cercanas 30 CONVENCION a la costa. La cría es muy mimada por su madre, usando sus aletas pectorales para acariciarla y abrazarla o protegerla de algún peligro. Este fuerte lazo durará todo el año de amamantamiento y algo más, separándose paulatinamente. En cuanto a las ballenas juveniles (de más de un año, que no están en edad reproductiva) es común verlas jugando entre ellas. Con respecto a sus relaciones sexuales, estas ballenas son promiscuas, ya que pueden verse varios machos rodeando a una hembra, tomando sus turnos para acceder a ella. Y si la hembra no lo desea, coloca su vientre hacia la superficie como un signo de rechazo. En ese caso, algunos de los machos tratan de girarla, aunque otros sean los primeros en copular con ella. Científicamente se ha comprobado que la competencia entre machos se da a nivel interno de la hembra, entre los espermatozoides de distintos machos –el del más vigoroso sería el que llega a fecundar el óvulo. Al no formar pareja, el padre no colabora en la crianza –de hecho no se sabe quién fue el progenitor, por ser fruto de relaciones promiscuas. Exclusivo de las Ballenas Francas Australes es sacar su cola fuera del agua y mantenerla levantada, como vela de navío llevada por el viento. Puede hacerlo por minutos, nadando luego para volver al lugar de partida y elevando la cola del mismo modo una y otra vez. Otro de los comportamientos visibles en Península Valdés -tanto en crías como en animales más crecidosson los saltos y los golpes de cola, combinación de fuerza, movimiento y estruendoso ruido. En sus acrobáticos saltos las Ballenas Francas logran sacar ¾ del cuerpo fuera del agua, arqueándolo y girándolo para no caer de vientre. Se especuló que los saltos podían servir para comunicarse a distancia entre ballenas. De hecho, un salto es contestado con otro, a lo lejos. En cuanto a los golpes de cola, ésta se ve sacudida repetidas veces sobre la superficie. También golpean con las aletas pectorales. Para los científicos pueden ser una forma de librarse de parásitos, una demostración de fuerza, o un medio de comunicación a partir de los ruidos producidos con ellos. Más allá del lenguaje gestual como los saltos y golpes de aletas, estas ballenas también se comunican con “llamadas” que varían según el comportamiento que realizan. Sus fuertes sonidos pueden oírse aún fuera del agua, desde los acantilados que enmarcan las aguas donde ellas se mueven, recordándonos que hay vida bajo el agua, más allá de nuestra vista. Para observar a su alrededor, las Ballenas Francas sacan su cabeza sobre la superficie, hasta la altura del ojo, como espiando. Así, es común que se acerquen a las embarcaciones y, como es muy curiosa, que se asomen para ver de quién se trata, lo cual nos permite tenerlas muy cerca. LA BALLENA CORRECTA La Ballena Franca fue considerada en los inicios de la caza ballenera comercial, como la “ballena correcta para ser cazada”, debido a su lento andar cercano a la costa, dar un gran rendimiento en grasa corporal y por flotar una vez muerta. Esto último facilitaba acceder a ella – otras especies de ballenas se hunden al morir- para remolcarla a estaciones balleneras terrestres en épocas en que aún no se contaba con barcos factorías trabajando en alta mar. Los cazadores iban a buscar a las ballenas a las frías aguas donde ellas comían. La forma de V del soplo servía a los vigías de los barcos balleneros para divisarlas a distancia e ir por ellas, reconociéndolas además de otras ballenas. La caza se inició en el s. XI con la Ballena Franca del Norte y la diezmaron. En el s. XVIII (alrededor de 1770) los balleneros pusieron sus ojos en la Ballena Franca Austral. Nuestro país también participó en las matanzas, a través de la Compañía Argentina de Pesca, con una estación ballenera en las islas Georgias del Sur que funcionó de 1904 a 1960. En el s. XIX, las barbas eran usadas como armazón de paraguas, como “ballenas” en los corsés, o para peines. Octubre 2009 Ejecutivos de Finanzas 51 30 CONVENCION Por otra parte, las terminaciones de las barbas servían para hacer cepillos. La grasa bajo la piel era derretida para fabricar aceites, jabones, margarinas, etc. Actualmente, todos estos productos tienen sustitutos y no hay razón para seguir matando ballenas. Lamentablemente, la intensa caza que sufrieron en los siglos pasados casi lleva a las Ballenas Francas a la extinción. Y a pesar de haber sido protegidas internacionalmente desde 1936, tanto a la del Norte como a la Austral les cuesta recuperarse, especialmente a la septentrional. En cuanto a conservación, la Ballena Franca Austral es considerada una especie “vulnerable”. PROBLEMAS ACTUALES El único enemigo natural que tienen las Ballenas Francas Australes son las orcas, que sólo ocasionalmente atacan a la cría o a adultos en malas condiciones físicas. Actualmente, la Ballena Franca soporta diferentes problemas causados directa o indirectamente por el hombre: en sus largos viajes de migración quedan atrapadas en sogas y redes de pesca sueltas; a veces resultan lastimadas por los cascos o por las hélices de embarcaciones; el cambio climático reduce su fuente de comida; la contaminación marina con sustancias tóxicas baja sus defensas y afecta su reproducción; la contaminación sonora evita que se comuniquen normalmente y, especialmente en Península Valdés, sufren el ataque de las gaviotas cocineras. En los últimos años, estas aves marinas aumentaron su población al encontrar mayor disponibilidad de alimento en basurales a cielo abierto y descartes de la pesca. Algunas de ellas empezaron a alimentarse también de la piel y grasa del lomo de las Ballenas Francas. Tal es el caso de las hembras amamantando y las crías, que pasan mucho tiempo en la superficie con el dorso expuesto. Para evitarlo, estos mamíferos acuáticos se arquean o se sumergen, lo cual significa en el ballenato dejar de amamantarse –con menor peso a futuro- y las madres gastan sus energías escapando. Aunque ya se 52 Ejecutivos de Finanzas Octubre 2009 tomaron medidas en cuanto a los desechos, es difícil cambiar el comportamiento de las gaviotas. HACIA UN FUTURO MEJOR Como una forma de protegerla en Argentina, la Ballena Franca Austral ha sido declarada Monumento Natural Nacional por su valor estético y científico. Por otra parte, la Península Valdés fue considerada por la provincia de Chubut como Área Natural Protegida con Recursos Manejados. Asimismo, la UNESCO declaró a la Península Valdés como Patrimonio Natural de la Humanidad que debe ser protegido para beneficio de todos. Afortunadamente, estamos comprendiendo que es mejor observar ballenas que cazarlas. Además de su valor educativo -al permitirnos verlas de cerca y conocer sus comportamientos- las ballenas se convirtieron desde el punto de vista científico en indicadores de la salud del ecosistema acuático -al analizarse las causas de muerte de aquellas que llegan a la playa. Desde una visión económica, el avistaje de ballenas (o whalewatching) es una actividad turística creciente en todo el mundo y nuestro país puede disfrutar de sus beneficios, ya que cuenta con características geográficas únicas para el encuentro con estos gigantes marinos. Finalmente, nuestra Ballena Franca, que llega todos los años y elige las aguas de la Península Valdés para tener lo más importante de su vida, su ballenato, debe seguir encontrando un lugar apto para ello, donde el ser humano sea su admirador incansable. Actuemos entonces como buenos anfitriones para que en el futuro estas ballenas nos sigan visitando y las generaciones que siguen puedan también disfrutar de su cautivante presencia. Agradecemos la colaboración de la Sra. Liliana D. de San Gil Fuentes: Instituto de Conservación de Ballenas – www.icb.org.ar “Ballenas y delfines, vida y secretos” – Liliana D. de San Gil – (1997) - Durandeu Ediciones