CENTROS DE INTERÉS Basándonos en la idea de Decroly, se
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CENTROS DE INTERÉS Basándonos en la idea de Decroly, se pueden definir los centros de interés como “un método pedagógico que consiste en organizar los contenidos sobre la base de un eje central elegido en función de las necesidades e intereses naturales de los niños y las niñas”. Por lo tanto, los centros de interés se convierten en las ideas-ejes, en las que alrededor de ellas se ha de programar todas las actividades para satisfacer todas las necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales de los niños/as. Los centros de interés se tienen que programar relacionados con las áreas de experiencia. El trabajo a partir de los centros de interés se sustenta en la idea que no todos los niños y niñas los satisfacen al mismo tiempo. Por esa razón deben contar con variadas posibilidades de actividades y juegos pedagógicos dentro del aula, que contribuyan al desarrollo de sus campos e intereses; las actividades planteadas deben adaptarse a los distintos niveles de madurez y a las experiencias previas de los niños/as. Los principales principios pedagógicos son: Globalización de la enseñanza: tiene en cuenta la forma global en que los niños conocen; es decir, que las percepciones abarcan el todo del objeto o el fenómeno, y ellos descubren las partes. Reconocimiento de las diferencias y necesidades de los niños y niñas: plantea la necesidad de tener en cuenta las diferencias en el desarrollo y en los ritmos de aprendizaje, en el momento de construir y abordar el currículo. Pedagogía activa: formación y educación basada en la actividad. El aprendizaje debe partir de lo concreto para llegar a lo abstracto, de lo conocido a lo desconocido. TIPOS DE CENTRO DE INTERÉS El niño y sus necesidades: - Necesidad de alimentarse: alimento, respiración, limpieza… Necesidad de luchar contra la intemperie: el frío, el calor, la humedad, el viento… Necesidad de defenderse contra los peligros y enemigos diversos: limpieza, higiene, lucha contra las enfermedades… Necesidades de actuar, de trabajar solidariamente, de descansar y divertirse, de desarrollarse. El niño y su medio: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. El niño y los animales. El niño y las plantas. El niño y la Tierra, el agua y el aire. El niño y el Sol, la Luna y las estrellas. El niño y la familia. El niño y la escuela. El niño y la sociedad. ORGANIZACIÓN Pensar en la finalidad. Fijar la finalidad que se persigue. Ejemplo, proporcionar al niño un primer conocimiento de las frutas más habituales en su dieta, mediante la observación y la experimentación. Por lo tanto la finalidad corresponde al área de medio físico. La motivación de los pequeños. Un aspecto esencial para el éxito del centro de interés es que sea de verdadero interés para los niños/as y no debemos esforzarnos en conseguir que se produzca de manera efectiva. La motivación que supone el arranque de un centro de interés puede partir con la aparición de algo diferente en el aula, que provoca la curiosidad y despierte el interés. También se motivarán si se deja organizada el aula, por un espacio de tiempo determinado, con los elementos dispuestos para la actividad, además de objetos o fotografías que utilizaremos o simplemente para decorar. El espacio y el tiempo en los centros de interés. La organización del espacio y su ambientación es de suma importancia ya que los niños a estas edades necesitan unos espacios reconocibles y amplios. Las actividades de este centro de interés se pueden hacer tanto en el aula como en otros espacios de la escuela infantil. El tiempo dependerá de la amplitud que le dé el educador/a y podrá condicionarse a la motivación que muestra los pequeños. Sin embargo, en muchas ocasiones vienen determinados y delimitados por el calendario. Preparación de las actividades. PLAN DE TRABAJO Las actividades de los centros de interés se tendrán que realizar dentro de la dinámica habitual diaria de los niños/as y estarán diseñadas según la opción de programación que se haya escogido. En un centro de interés se trabajarán los contenidos a partir de actividades de: Observación: permite al niño/a entrar en contacto directo con el mundo de los objetos reales, seres vivos, vivientes, hechos y acontecimientos, lo que posibilita la acción y la experimentación sobre el medio. Por medio de la observación el niño/a pone en funcionamiento sus capacidades perceptivas, trabaja su inteligencia, adquiere vocabulario, compara los objetos entre sí, y adquiere conocimientos de forma significativa. Por ejemplo, el pequeño experimenta la fruta a través de sus sentidos: las toca, huele, prueba su sabor, etc. Asociación: o relación de las impresiones obtenidas mediante la observación con las nuevas posibles adquisiciones: en esta fase se pretende que los recuerdos imágenes, experiencias pasadas, estén presentes en el momento de producirse una nueva presentación. Su objeto es contextualizar y dar un marco de referencia significativo al nuevo conocimiento que se pretende adquirir. Por ejemplo, se le planteará juegos con fotografías, recortes o láminas de las frutas que se hayan trabajado con ellos. Se puede cantar alguna canción de frutas, pintarse cada uno una mano de un color relacionado con la fruta, ser durante un día naranjas, etc. Expresión o experimentación: de las ideas o fase en que los conocimientos adquiridos son comunicados a los demás. Por ejemplo, hacer una compota de manzana, macedonia de frutas o mezcla de frutas, etc. Las actividades de los centros de interés en el aula infantil no pueden ser ni largas, ni exhaustivas, y deben estar incorporadas a los ritmos habituales de las rutinas o actividades cotidianas. EL DESARROLLO DE ACTIVIDADES En la realización de actividades es fundamental el hecho de poder volver a una misma acción varias veces ya que se presente, para los niños y niñas, el placer de reencontrar cosas que ya han realizado o experimentado. Hay que pensar que la repetición juega un papel importante en el desarrollo madurativo infantil. EDAD A LA QUE SE TRABAJA CON CENTROS DE INTERÉS Desde los 18 meses se puede programar actividades utilizando diferentes motivaciones o centros de interés. Dependerá el grado de dificultad en función de la edad de los niños y niñas. El trabajo con centros de interés excede la etapa infantil y continúa siendo un buen recurso de programación en etapas posteriores.
