4 Formación Escuela-Familias octubre 09.pdf

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Nº 4 - Octubre 2009
Caprichos y rabietas
UTILICE EL REFUERZO SOCIAL
Use mucho refuerzos verbales: “hoy te estás
portando muy bien”...Evite acompañar estos
comentarios positivos de otros que expresen
ironía o recelo (hoy muy bien, veremos
mañana...).
No debemos dar pequeños regalos o caprichos
de forma indiscriminada y mucho menos para
que cese una conducta inadecuada. Deben usarse
como premio por las buenas conductas.
SEAMOS MODESTOS Y POSITIVOS
Rara vez se soluciona el problema de un niño de
la noche a la mañana. Los cambios, tanto en los
niños como en los adultos tienden a producirse
lentamente y por etapas. Si un niño que antes se
negaba a hacer los deberes y empieza a hacerlos
diez minutos al día, debe usted alegrarse y
demostrarlo. Se ha logrado un progreso real. El
niño se sentirá bien consigo mismo y esto le
animará a trabajar más tiempo. Es mucho más
productivo que ambos estén encantados con
pequeños signos de progreso a que se
desilusionen cuando no se cumplan
expectativas demasiado exigentes.
IGNORE
EN
LO
POSIBLE
CONDUCTAS
DESADAPTADAS
QUE TIENDEN A LLAMAR LA
ATENCIÓN.
ATENCIÓN
Si atendemos a este tipo de
conductas,
el
niño
está
aprendiendo que para llamar
la atención del adulto debe
comportarse de ese modo (pues
consigue su objetivo aunque la
reacción de los adultos sea enfadarse o
castigarle). Debemos enseñar a sustituir esas
conductas por otras, ignorando las indeseables
en la medida de lo posible y atendiendo a las
deseables siempre, de forma que el niño
entienda que cuando se porta bien es cuando se
le va a hacer caso.
HAGA SABER AL NIÑO LO
QUE SE ESPERA DE ÉL
Después de seleccionar el
comportamiento que se desea
cambiar y elegir una estrategia o
solución entre las que se ofrecen, se
debe encontrar un momento tranquilo para
explicarle al niño lo que va a ocurrir. Describa el
objetivo en palabras sencillas, que el niño pueda
comprender fácilmente.
ANTES DE DECIR NO PIÉNSELO. LUEGO,
MANTÉNGASE
MANTÉNGASE FIRME
Si no está seguro de poder mantener la postura,
negocie. De lo contrario le está enseñando a que
tenga más rabietas.
ENSEÑAR SOLUCIONES ALTERNATIVAS A LOS
CONFLICTOS
Buscar, entre todos, posibles soluciones y
enseñar a ponerse en el lugar del otro.
LLEGUE A UN CONTRATO DE MÍNIMOS
Acuerde con el niño un contrato razonable
sobre un número reducido de cuestiones y
fijando recompensas a corto y medio plazo.
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de un comportamiento inaceptable. El niño debe
aprender que es una conducta inadecuada, que
no conduce a ninguna parte y que no le libra de
una obligación ni
modifica
la
manera de pensar
de sus padres con
respecto a algo.
USE UN SEGUIMIENTO CONTINUO Y
SISTEMÁTICO
Sea constante con el seguimiento de estas pautas.
El seguirlas unos días sí y otros no, no sirve de
nada.
SI ES NECESARIO CASTIGAR AL NIÑO, TENER
PRESENTE
No abusar de esta medida demasiado pues el
niño puede habituarse, dejando de ser eficaz. El
castigo debe ser inmediato.
Podemos hacer uso de la retirada de privilegios
pero siempre asegurándonos de que lo retirado
es de agrado para el niño.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
IGNORAR LAS RABIETAS
Es la forma más rápida de terminar con ellas,
pues en la mayoría de los casos, el objetivo de
las rabietas es llamar la atención y nada más.
Como no se puede razonar con un niño en
medio de un arranque emocional, es mejor no
hacerlo. Si se le ignora le enseñaremos que no
son eficaces y aprenderá a utilizarlas con menos
frecuencia.
Debemos RESALTAR Y CENTRAR NUESTRA
ATENCIÓN en aquellos ASPECTOS POSITIVOS
del niño, haciendo uso para ello de refuerzos
sociales (elogio, halagos,...), privilegios (más
tiempo de juego...) materiales (golosinas...)
Tener en cuenta la importancia de un
AMBIENTE
AMBIENTE RELAJADO Y TRANQUILO,
TRANQUILO ya que
los
entornos
tensos,
alborotados
y
desestructurados aumentan la tensión de los
niños.
Para ello, hay que armarse de paciencia: Nos
apartaremos. Haremos otra cosa mientras dure
la pataleta. Hay que tener cuidado y no mirar al
niño, pues incluso una breve mirada puede
prolongar la rabieta. Si no se puede ignorar la
pataleta
o el niño la prolonga mucho,
esperamos
unos minutos a que su llanto
disminuya y le decimos: Cuando hayas
terminado de llorar, vuelve y nos iremos a jugar.
Nada más. Es normal que grite más, ya que se le
ha prestado atención.
EVITE LOS REPROCHES CONTINUOS,
CONTINUOS las
descalificaciones generales; la continua referencia
a los aspectos negativos de su conducta.
Y CON
CON LOS MÁS PEQUEÑOS...
En los más pequeños, es frecuente encontrar que
los niños, a partir de los 2 años, recurran a las
rabietas
para
intentar
establecer
su
individualidad. Quieren hacer todo a su manera,
no como los papás u otros adultos les dicen. Este
tipo de comportamiento indeseable tiene
siempre un motivo: Quizá el niño, por
casualidad, se dio cuenta de que este
comportamiento daba resultados ( consiguió así
alguna vez terminar saliéndose con la suya).
Puede que el niño esté muy cansado o
sobreestimulado y no puede controlar sus
emociones.
Cuando el niño termine con su rabieta hay que
recibir al niño de vuelta como si no hubiese
pasado nada, sin mencionar el incidente.
PONDREMOS AL NIÑO EN UN RINCÓN, SI LA
RABIETA PERSISTE diciéndole que ya estamos
cansados de oírle, por lo que podrá seguir así, en
ese rincón. Lo pondremos en otra habitación,
donde no pueda vernos pero podamos
controlarlo. Deberá sentarse durante un tiempo
(un minuto por cada año de edad que tenga el
niño) y no podrá moverse de allí hasta que esté
tranquilo 30 segundos seguidos.
En cualquier caso,
sin que importen
las
razones
desencadenantes
ni la compasión
que despierte en
los padres, se trata
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cada cosa que se esperan y saben que llegaran.
Ej: el momento de alimentarse, de ir a dormir,
de darse un baño, de jugar, les permiten
aprender a comprender la noción de tiempo y
que todo no es ya, aquí y ahora. Es importante
saber que primero el LÍMITE los enoja pero
luego los tranquiliza.
Algunas pautas a tener presentes en todo
momento:
USAR EL ELOGIO PARA REFORZAR
REFORZAR LA
CONDUCTA DESEADA
Prestar atención cuando se porte bien y
felicitarle por ello. Debemos “pescarle” cuando
esté haciendo cosas buenas dándole atención
inmediata ante comportamientos deseados
durante todo el tiempo que pasemos con él.
NO PERMITIR QUE EL NIÑO RECURRA A LA
RABIETA PARA ELUDIR RESPONSABILIDADES
A veces las rabietas distraen tanto a los padres
que, al final, éstos se olvidan del motivo que las
originó. Una vez que el niño ha terminado su
rabieta, deberá llevar a cabo la posible tarea que
le llevó a ésta.
Anticiparles cuando algo va a terminar o cuando
no queremos que haga determinada cosa.
Nuestra conducta y actitudes como padres serán
el modelo y la forma en la cual comprenderán
que esperamos de ellos. Y desearán responder a
esa expectativa por el amor que nos tienen.
NO DEJAR QUE LA RABIETA CAMBIE UN NO
POR UN SÍ
El niño debe saber que se está hablando en serio
y que no se va a cambiar de idea. Debemos
continuar diciendo no como si fuésemos un
disco rayado .El comportamiento de los padres
SIEMPRE debe ser el mismo, da igual el lugar
(supermercado, casa de los abuelos, la calle...) ,
el momento y las personas que estén
delante.
TENER EN CUENTA
SUGERENCIAS QUE
PUEDEN AYUDAR A
PREVENIR
LOS
LOS
CAPRICHOS
Conocer y respetar
sus horarios sus
rutinas, los rituales
que los ayudan a
entender que hay
momentos
para
Probar y conocer cual es nuestro límite de
tolerancia.
Firmeza: Sin golpes ni castigos físicos o
psíquicos. No se aprende por humillación; de
ese modo sólo se los somete y se los lastima.
Mostrarnos seguros pero con afecto y
hablándoles mucho.
Coherencia entre papá y mamá.
No dar dobles mensajes.
Ofrecerle alternativas posibles que si pueda
realizar.
Respetar su enojo sin necesidad de intervenir.
Acompañándolo y dándole tiempo para que
se le pase.
Ser concretos.
Cumplir y sostener lo que decidimos.
Ser constante en la puesta de límites.
Poner un "NO" claro.
Aprenderán así, poco a poco a socializarse, a
crecer como personas autónomas, libres, con
normas y reglas incorporadas para
poder compartir y convivir en la
sociedad que les toca vivir Si nos
manejamos
con
premios y castigos,
solo lograremos un
adiestramiento, pero
no un verdadero
aprendizaje que los
ayude a ser felices y
libres.
ESTAS
Tomado del Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagogía General de Cañamero y
Equipo de Atención Temprana de Navalmoral de la Mata
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ESTILO EDUCATIVO DE
D. BOSCO
Hacer pensar y favorecer la reflexión…
reflexión…
Mamá Margarita (madre de D. Bosco) se preocupaba que sus hijos se
acostumbrasen a obrar siempre con reflexión, porque el descuido, aun
sin culpa, es fuente de daños morales y materiales.
Tenía Juan ocho años, cuando un día, mientras su madre había ido a
un pueblo cercano para sus asuntos, quiso alcanzar algo que estaba
colocado en lo alto del armario. Como no llegaba, puso una silla y,
subido en ella, chocó con la aceitera. La aceitera cayó al suelo y se
rompió. Lleno de confusión trató el niño de poner remedio a la fatal
desgracia fregando el aceite derramado; pero al darse cuenta de que no
lograba quitar la mancha y el olor, pensó cómo evitar a su madre aquel
disgusto. Cortó una vara del seto vivo, la preparó bien, mondó con gracia
la corteza y la adornó con dibujos lo mejor que supo. Al llegar la hora en
que sabía que tenía que volver su madre, corrió a su encuentro hasta el fondo
del valle y apenas estuvo a su lado le dijo:
- ¿Qué tal ha ido, madre? ¿Ha tenido buen viaje?
- ¡Sí, Juan de mi alma! Y tú ¿estás bien? ¿Has sido bueno?
- ¡Ay mamá, mire! - y le presenta la vara.
- ¡Vaya, hijo mío! A que has hecho una de las tuyas…
- Sí; merezco de verdad que esta vez me castigue.
- ¿Qué te ha sucedido?
- Me subí así, así…; desgraciadamente he roto la aceitera.
Cómo sé que me merezco un castigo, le he traído esta vara para que me mida las costillas y se
ahorre la molestia de ir a buscarla (…)
- Siento mucho lo que te ha sucedido, pero deduzco, por tu tono de obrar, que no has tenido
la culpa y te perdono. Y no olvides nunca mi consejo: antes de hacer algo, piensa en las
consecuencias.
Memorias Biográficas. Tomo I
D. Bosco siempre creyó más en el premio que en el castigo; así escribió: es premio o castigo todo
lo que se hace pasar por tal: la alabanza cuando se obra bien y la corrección en los descuidos,
constituyen de por sí premio o castigo.
Ambiente de Escuelas - Equipo de Orientadores de la Inspectoría Santa Teresa – Hijas de Mª Auxiliadora – Salesianas Madrid
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