“CAPRICHOS Y RABIETAS EN LOS NIÑOS/AS “ Resumen Las rabietas son una forma en la que un niño/a de corta edad expresa sus emociones fuertes antes de aprender a expresarlas de una forma socialmente aceptable. Aunque puede parecer que el niño/a está totalmente fuera de control, estas demostraciones de furia, el dar patadas, gritar o tirarse al suelo son una parte normal del desarrollo infantil. Las rabietas a menudo se producen sólo con los padres. Es una forma por la que el niño/a comunica sus sentimientos. Los padres pueden aprender de sus hijos/as comprendiendo la situación que provocó la rabieta. Las rabietas empiezan aproximadamente a la edad de 1 año y continúan hasta los 3 años. Casi todos las tienen, pero a la edad de 4 años la mayoría de los niños/as desarrolla el autocontrol necesario y éstas cesan. Son conductas que obtienen toda la atención de los padres y de todos los que le rodean. Se convierten en protagonistas. Con ellas suelen conseguir sus deseos. Palabras clave Caprichos Rabietas Frustración Normas Castigos Ejemplos Paquito se ha enrabietado porque la maestra no le deja seguir jugando con la pelota y se la ha dado a otro niño. Primero se ha ido a una esquina del patio y se ha quedado quieto. Luego se ha puesto a gritar y protestar. La maestra observa de reojo pero no interviene. Cuando se le ha pasado le invita a jugar con los aros en otro grupo de niños/as. Paquito acepta y recibe un abrazo por su buen comportamiento. Ana, una niña de 5 años está en el restaurante con sus padres y su hermano mayor. Se niega a tomar la sopa. Cierra la boca, baja la cabeza y cruza los brazos. Quiere patatas fritas. Sus padres le riñen e insisten para que coma porque “ no va a haber otra cosa “. Finalmente deciden pedir patatas fritas. Ana sonríe y cambia su actitud. Los dos ejemplos son representativos de los comportamientos llamados rabietas. Son comportamientos ( llantos, gritos, tirarse al suelo, encerrarse, quejarse…) que aparecen cuando no se satisface alguna de las demandas del niño/a y que, pretendidamente buscan “ salirse con la suya “ y conseguir aquello que no han conseguido de otro modo. Las rabietas no son iguales en todos los casos ni en todos los niños/as. Influyen múltiples variables que pueden favorecer o dificultar su desarrollo y desaparición. Tratar las rabietas no es castigar las rabietas ni al niño/a. Se le pueden dar explicaciones, razones y consejos pero debemos saber que normalmente no funcionan para cambiar este comportamiento , pues son niños/as, tienen mentalidad de niños/as, visiones de niños/as y experiencias de niños/as. Motivos de las rabietas La frustración del niño/a por no poder hacer o conseguir algo con inmediatez Su deseo de controlar el ambiente, su deseo de omnipotencia El deseo de llamar la atención, de ser el centro de atención, para recibir cariño. Algunos niños/as descubren que portándose mal reciben mucha atención y cuando se portan bien nadie les hace caso. Prefieren correr el riesgo de recibir un cachete, para que se les haga caso Cuando las normas de comportamiento son poco claras o incoherentes, el niño/a trata de descubrir dónde están los límites Cuando los padres dan otras muestras de incoherencia o inconsistencia Cómo aparecen las rabietas ( proceso ) 1. Se da atención natural al bebé cuando llama la atención. Se repite durante años. Hay que atenderle y protegerle 2. Aprende que “ me atienden ciertos comportamientos “ 3. Usa esos comportamientos para que le atiendan ( de manera natural el niño hace uso de esos comportamientos llamativos (lloros, quejas…) cuando quiere que le atiendan. En muchas ocasiones no hay un peligro real, pero consigue que le atiendan) 4. “ Reaprende “ cómo conseguir algo ( el niño/a sigue “ reaprendiendo “ que esos comportamientos consiguen atención 5. Usa la rabieta para conseguir algo ( chuchería, tv…) 6. Aprende que puede doblegar a los adultos. Las rabietas se complican 7. Le explicamos. Dice que sí y hace lo contrario 8. Nos preocupamos. ¿Qué podemos hacer? Acciones que no dan resultado No debemos: Darle un cachete. Solo ayudará a que empeore la rabieta. ( Indica que el niño/a y los padres han perdido el control ) Gritarle. Serán dos personas gritando a dúo, sin escucharse. Subirán el tono Ceder al capricho, “ para que no monte el numerito “. Esto equivale a premiar al niño/a por el berrinche. Y por tanto aprenderá que, la próxima vez, solo tiene que llorar un poquito mas. Y volverá a intentarlo Ceder por las presiones de la pareja, los abuelos o las personas que estén presentes. Es una situación incómoda, pero somos nosotros quien debemos manejarla ahora y en el futuro. Normas para prevenir las rabietas Fijar normas claras. No sirve decir “ tienes que portarte bien “. Es muy ambiguo. Se debe especificar: “ no se pueden comer chucherías, no se puede pegar…” Acostumbrarlo/a a cumplir las normas, respetar el turno, esperar… Padres y madres han de ser coherentes en las normas, estar de acuerdo entre ellos y ser sistemáticos en su cumplimiento Igualdad de criterios entre los padres. No desautorizarse No cambiar las decisiones por presiones: pataletas, llantos… Estar abiertos a razonamientos y cambiar si hay razones objetivas y poderosas Fortalecer la autoestima del niño/a, proporcionándole amor, cariño, seguridad. Si el niño/a recibe mucha atención cuando está tranquilo, no necesitará recurrir a los berrinches Hablar de los sentimientos antes de que se lleguen a descontrolar. La tristeza y la rabia conducen a menudo a rabietas Evitar situaciones críticas y saber interpretar las reacciones del niño/a Observar cuales son las situaciones que más enfadan al niño/a para así poder prevenirlas o enfocarlas de otra forma Vivir sin estrés. Empezar el dia con sonrisas, abrazos y tranquilidad. Evitar hacer las cosas con prisas, no dejar que el niño/a se altere demasiado, que esté estresado y acabe agotado, sobretodo antes de irse a dormir Mostrarle nuestro cariño. Si se está en un ambiente tranquilo los niños estarán mas calmados y tendrán comportamientos menos agresivos. Prestarle atención. Si pide atención se le dará, así estará de buen humor y se evitará que se lleve a cabo rabietas con la finalidad de llamar la atención. Hay que darle importancia a las cosas que son importantes para él/ella Dar pocas órdenes y normas, pero tajantes y precisas. Ser consecuente con lo que dice, no ceder si no existen razones poderosas, así se evitará que el niño/a se desoriente y se le ayudará a tener un comportamiento más uniforme No hay que dar importancia a la terquedad, rabietas y pataletas, está afirmando su YO ante los demás Cuidado cuando se utiliza el No ya que suele dar al niño/a poca información. Evitar el NO y expresar directa y exactamente lo que se desea que haga Utilizar el juego como herramienta. Si el cambiar de actividad ó de lugar es todo un reto, se le puede permitir que se lleve el juguete con el que está entretenido/a para que continúe con su juego allí donde vaya. También se le puede hacer olvidar al niño/a la causa de su enfado inventándonos una historieta corta que tenga que ver con la solución al conflicto o con lo que le haya provocado el enfado. Hay que permitirle elegir. Otorgar el poder de decidir. Preguntarle que elección prefiere dándole a escoger dos opciones de las que se proponen No premiar el buen comportamiento con cosas materiales, vale un simple “ me alegra que te portes bien “ o algún otro elogio Ponerlo en contacto en casa con unos adecuados patrones educativos evitando ser excesivamente autoritario o excesivamente sobreprotector Intentar ser padres “ AUTORIZADOS “, padres que ejercen su autoridad de forma responsable, razonada, con sentido común, dialogando pero a su vez de forma firme y serena Tratar a los niños/as con respeto y consideración. Gritos, insultos y malos modos no son aconsejables. En vez de firmeza indican debilidad Técnica para tratar las rabietas Tener muy claro el plan de trabajo: qué voy a hacer, cómo y por qué Estar muy atento y atender bien los comportamientos correctos La rabieta no debe tener éxito Constancia. La rabieta no debe tener éxito nunca ( o casi nunca ) Que todas las demás personas hagan lo mismo: pareja, abuelos, maestros… Calma. No debe ver que nos alteramos Debemos darle claramente otra alternativa para conseguir lo que quiere ( ej: pedirlo por favor, pedir menos, esperar a que se termine de hablar…) Si lo pide mejor que anteriormente debemos ser generosos Después de que pase la rabieta actuar con toda naturalidad, como si no hubiera pasado nada. Tampoco hablar del tema de la rabieta Si al no atender la rabieta, el niño/a inicia comportamientos muy incorrectos o peligrosos que no son la rabieta, corregirlos como se haría en cualquier otra situación . Y no se está en una rabieta, se está en agresiones, falta de respeto, insultos, peligros… En algunos casos estaría indicado aplicar una sanción suave, por ej: “ quédate sentado/a hasta que se te pase “ Si por circunstancias determinadas, hay que atenderle, hacerlo de una manera prudente y no de forma efusiva Premios y castigos Explicitarle que confiamos en él, que es querido: besos, abrazos Reforzarlo frecuentemente con elogios, en sus avances, cuando se esfuerza El/la niño/a necesita que se le valore y felicite frecuentemente. No hay que confundirlo con los premios. Si se acostumbra a ser premiado/a por todo lo positivo que hace recurrirá al “ chantaje “ y “ pasará factura por todo “ “ Si haces esto te doy… “ es una forma de “ chantaje “ inadecuada. Premios y castigos han de ser pocos y siempre productos de la reflexión Reforzar con elogios. Los premios a veces y por sorpresa. Evitar chantaje Mostrar interés cuando el/la niño/a realiza su trabajo. Cuando no hace algo bien se le indica, pero hay que tener en cuenta que se critica el fallo, no la persona ( debemos decir “ te has salido al colorear “ , nunca decir “ eres un inútil “ Evitar muletillas insultantes: “ eres tonto/a “y las comparaciones: “ tu hermano es más listo que tú “. Comentarle lo que ha hecho mal y sugerir como hacerlo mejor Problemas del castigo Castigo = presentar algo desagradable o quitar algo agradable Puede crear habituación. El niño/a se acostumbra y no surte efecto Puede que se haga conformista, “ paga un precio “ y sigue haciéndolo mal Suele provocar un efecto “ escalada “ o “ circulo vicioso “. Cada vez hay que recurrir a un castigo mas fuerte Puede crear un sentimiento de rebeldía. Agresividad Educa poco por su escaso valor informativo. Suele informar al niño/a lo que no debe hacer sin ofrecer alternativas adecuadas Es una medida muy utilizada. Procurar buscar otras alternativas, ni no se encuentran, usarlo lo menos posible y correctamente: que sea proporcional, tenga relación con la falta cometida y se cumpla en su totalidad. Procurar preservar el máximo respeto y afecto, actitud calmada y firme evitando voces y la perdida de control El niño/a debe saber siempre la causa del castigo, así como la alternativa adecuada En ningún caso esta justificado usarlo si no remite o se reduce la conducta que queremos cambiar Distinguir entre: Castigo a destiempo, con alguna medida que nada tiene que ver con la conducta realizada ( castigar sin dejar salir por haber roto algo, sin exigir reparación ). Suele verse como algo arbitrario, como una venganza Sanciones directamente relacionadas con la conducta que se desea cambiar ( reparar lo que ha roto, y como consecuencia quizá no le quede tiempo para salir ) Algunos tipos de castigo: Tiempo fuera. Sacar al niño/a de la situación en que crea el problema e indicarle qué hacer para restituir la situación normalizada y dejarle que pueda decidir cuando hacerlo Costo de respuesta. Privarle de algún privilegio. “ Pagar un precio por la falta cometida “ Sobrecorrección. Hacer varia veces bien lo inadecuado Regañinas. Expresarle nuestro disgusto o desaprobación Alternativas al castigo Ignorar todos aquellos comportamientos inadecuados poco importantes y que suelen tener la intención de llamar la atención de los padres Reforzar prestando atención, un beso, un “ muy bien “… los comportamientos adecuados Alabar cualquier avance que se produzca en relación con la conducta que deseemos realicen Hacer despacio, paso a paso, para que ellos lo observen, lo que deseemos que ellos realicen tal y como consideramos debe hacerse Reforzar, prestando atención o premiando, cualquier conducta incompatible con la no adecuada Llegar a un acuerdo sobre sus obligaciones. Ir anotando cuando se cumplen y cuando se realicen un determinado numero de veces conseguir privilegios acordados previamente Ofrecer alternativas. En vez de decirle “ haz los deberes de matemáticas “ proponerle “ ¿Qué prefieres hacer primero los deberes de lenguaje o los de matemáticas ? Adoptar una actitud constructiva ante el conflicto: -Aceptarlo como algo normal -Anticiparse, tomar la iniciativa, prevenirlo, cuando sea posible, antes de que ocurra _No caer en provocaciones , en situaciones de poca importancia. Ignorarlos _Mantener siempre una actitud calmada. Evitar los gritos y las decisiones precipitadas _No ceder nunca ante el chantaje. Pensar la respuesta adecuada, darla con un mensaje corto y claro y mantenerla siempre a pesar de que el niño/a plantee un conflicto _Tratar de evitar siempre la pasividad y la agresividad Referencias bibliográficas Bassedas, E, Huguet, T, Solé,I. Aprender y enseñar en educación infantil. Barcelona: Graó. Savater, F. El valor de educar.Madrid: Ariel Cerezo, F. ( 1997 ). Conductas agresivas en la edad escolar. Aproximación teórica y metodológica. Propuestas de intervención. Madrid : Pirámide