Juan 14- Guía de estudio

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Juan 14- Guía de estudio
“YO SOY EL CAMINO”
Juan 14: 1-31
Versículo Clave: 14:06
Al principio de este capítulo, los discípulos de Jesús están muy preocupados. ¿Por qué se sienten así? Es
porque Jesús los iba a dejar. Se sentían como huérfanos; su futuro era incierto y no tenía sentido sin él.
Al mismo tiempo, su falsa esperanza, la cual era el establecimiento de un reino mesiánico, quedo
expuesta. Estaban confundidos, ansiosos, inseguros, temerosos y vacíos. Estos son los problemas de
todos los seres humanos que carecen de fe y confianza en Jesús. En este pasaje Jesús nos da respuestas
claras a todos estos problemas, diciendo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.”
En primer lugar, Jesús es el camino, la verdad y la vida (1-6).
Jesús sabía la condición espiritual de sus discípulos y los consoló. En el versículo 1, Jesús planto la fe y la
confianza en Dios y en Jesús mismo. La raíz de su ansiedad era una falta de confianza en Dios. Jesús
quería que creyeran en Dios y en él en cualquier situación. En el versículo 2, las palabras de Jesús, “La
casa de mi Padre tiene muchas moradas” implica que Dios cuida de cada uno de ellos y ha preparado un
lugar especial para cada uno de ellos para que vivan con él para siempre. Esto puede ser una verdadera
esperanza, independientemente de los problemas que con los que se enfrentaban en el mundo. Las
esperanzas mundanas perecen, se destruyen y desaparecen, no pueden dar una verdadera seguridad.
Jesús iba a la casa del Padre a preparar un lugar para ellos. Jesús prometió volver por ellos para
llevarlos con él para siempre (3).
Cuando Jesús dijo: “¿Sabes el camino?”, Tomás le preguntó: “No sabemos a dónde vas, ¿Cómo podemos
saber el camino?” (4-5) En el versículo 6, Jesús responde, “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie
viene al Padre, sino por mí. “Jesús nos enseña que nuestro destino final es el Padre. En estos días, al
igual que los discípulos de Jesús, muchas personas se preguntan a donde van y como llegan allí. Los
humanistas y las ideas relativistas los confunden. Jesús declara que él es el único camino al Padre
porque el vino de Dios y regresará a Dios; Jesús es el único mediador entre Dios y nosotros por medio
de su muerte y resurrección.
¿Qué es la verdad? Esa es la pregunta de muchas personas hoy en día. La vedad no es más que un
conjunto de idas y principios teóricos o filosóficos, la verdad es Jesús mismo. Jesús es Dios. Conocer la
verdad es conoce a Dios. Jesús es la vida, la fuente y el dador de la vida eterna.
En segundo lugar, Jesús y el Padre son uno (7-14).
Jesús dijo que los discípulos habían visto al Padre porque lo habían visto a él (7). Entonces Felipe le
preguntó: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta” (8). Muchas personas piensan que creer sin
ver parece una tontería, irracional y poco científica como creer en cuentos de hadas. Esperan que
algunos grandes milagros les sucedan a ellos de una manera dramática y dinámica. A pesar de que A A
pesar de que Felipe había estado con Jesús durante mucho tiempo, no reconoció a Dios Padre en Jesús.
Al igual que Felipe, muchas personas quieren ver a Dios con sus ojos sin creer en Jesús como Dios. Jesús
plantó la fe en Felipe, diciendo: “El que me ha visto, ha visto al Padre” (9). Entonces Jesús explicó la
base para creer que Jesús y el Padre son uno. La primera evidencia eran las palabras que Jesús había
dicho (10). La segunda prueba es la obra que Jesús había hecho (11). El propósito de Jesús en la
realización de signos milagrosos era plantar la fe de sus discípulos que él es el Hijo de Dios (20:30-31).
Jesús prometió que todo aquel que creyera en él haría aún más cosas que lo que hizo Jesús (12). Estas
obras mayores se pueden hacer solo con la oración en el nombre de Jesús (13-14).
Tercero, Jesús promete estar con ellos a través del Espíritu Santo (15-31).
Mientras Jesús estaba con sus discípulos, les prometió que el Espíritu Santo estaría con ellos y en ellos
(15-18), pero el mundo no puede aceptar al Espíritu Santo (17). Jesús llama al Espíritu Santo “otro
Paráclito” (16, al igual que Jesús). Cuando el Espíritu Santo morara en ellos sabrían que Jesús está en el
Padre, que están en Jesús y Jesús está en ellos (19-20). El Espíritu Santo se uniría a todos juntos en el
amor al obedecer los mandamientos de Jesús (21). El que ama a Jesús, será amado por el Padre y por
Jesús.
Judas (no el Iscariote) le pregunto: “Señor, ¿Por qué va a manifestarse a nosotros y no al mundo?” (22)
La pregunta de Judas sugiere que él quería que Jesús mostrarse al mundo y tener éxito y fama. Aquí “el
mundo” se refiere al reino bajo, el reino del diablo (30). Este mundo está en enemistad contra Dios y
Jesús. En su sabiduría, Dios se revela solo a los que le aman y obedecen. El Padre ama a alguien que
ama a Jesús y obedece a su enseñanza (23).
Jesús se dio cuenta de que sus discípulos no entendían plenamente su enseñanza. Así que el prometió
que el Padre enviaría el Espíritu Santo en el nombre de Jesús que les enseñará todas las cosas, y les
recordará todo lo que Jesús les había enseñado (25-26). Jesús dió su paz a sus ansiosos discípulos (27).
Antes de morir en la cruz, Jesús plantó fe en que todo lo que hizo fue hecho por amor a Dios, y era
exactamente lo que Dios el Padre le había mandado hacer. La muerte de Jesús en la cruz no fue un
fracaso, sino la victoria final sobre Satanás (28-31). Jesús es el camino, la verdad y la vida.
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