El Hijo de Perdición. (La Causa del Mortal Remordimiento) Lectura

Anuncio
El Hijo de Perdición. (La Causa del Mortal Remordimiento)
Lectura Bíblica: Juan 13:18-30
Objetivo: Ayudar al niño a:
Saber que se puede estar cerca del amor y la verdad de Dios y aún estar
perdido para siempre.
Para Recordar.
En la clase pasada estudiamos cual es el propósito por el cual el Señor nos ha invitado para
ser parte de la iglesia; y aprendimos que la palabra iglesia viene del griego “ekklesia” que
significa “asamblea”. Esta asamblea está formada por los hijos de Dios. Pablo compara a la
iglesia con nuestro cuerpo, y así como nuestro cuerpo la iglesia que es “el cuerpo de Cristo”
también está formado por miembros. Es decir que cada persona que ama a Jesús es un
miembro del cuerpo de Cristo, en donde Cristo es la cabeza de este cuerpo. El hace que
todo se mantenga unido y lo hace fuerte.
En el cuerpo de Cristo hay algunos miembros que son apóstoles, es decir que son enviados
especiales que han sido escogidos por Dios con el propósito de formar nuevas iglesias, como
lo fue Pablo. Otros miembros del cuerpo son los profetas, ellos proclaman la palabra de
Dios. También son miembros del cuerpo de Cristo los evangelistas, ellos difunden las buenas
noticias de Dios. Otros miembros importantes del cuerpo de Cristo son los pastores, ellos
llevan a las personas a aguas frescas y verdes pastos, que son la palabra de Dios. También
en el cuerpo de Cristo están los maestros. Los maestros enseñan a sus discípulos de manera
que entiendan bien la enseñanza de la palabra de Dios.
Cada miembro del cuerpo es importante porque tiene una función que cumplir. La función de
estos miembros es dar instrucción a los santos y capacitarlos para servir en el ministerio.
La palabra ministerio significa “servicio”. Es decir que el Señor llamados a todos los santos
a servir. La palabra “santo” significa, apartado para Dios con un propósito. Santo son todos
aquellos que han sido elegidos y llamados por Dios, lo ha recibido como Salvador poniendo su
confianza en Él y tienen una relación diaria con Él. (Ef 1:4/Rom 1:7) El propósito final del
servicio es la edificación del cuerpo de Cristo; hasta llegar a ser un cuerpo bien unido y
todos los santos lleguemos a ser perfectos, como lo es Cristo. (Fil 1:6) Dejando de ser
como niños, que son fácilmente engañados por las falsas enseñanzas de gente astuta que
recurre a toda clase de trampas. Al contrario, el amor debe hacernos decir siempre la
verdad, para que en todo lo que hagamos nos parezcamos cada vez más a Cristo, quien
gobierna sobre la iglesia. Cristo es quien va uniendo a cada miembro de la iglesia, según sus
funciones, y hace que cada uno trabaje en armonía, para que la iglesia vaya creciendo y
cobrando más fuerza por causa del amor.
Versículo anterior:
“Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es Cristo” Efesios 4:15
Versículo de hoy:
“a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición”
Juan 17:12
Desarrollo del Tema:
En nuestra clase de hoy continuaremos hablando de la cena de la Pascua en la que se
encontraba Jesús con sus discípulos. Durante esta cena Jesús les enseñó a sus discípulos a
servir a otros en amor. Pero también les dijo que uno de ellos lo iba a traicionar
entregándolo a sus enemigos. (Salmo 41:9/55:12-14,20-21)
Al oír esto los discípulos se preguntaban ¿Quién es el que va a traicionar al mejor amigo que
alguien pueda tener? ¿Cómo era posible que alguien que pertenecía al grupo de amigos más
cercanos de Jesús, y que había sido escogido para que fuera uno de los 12 apóstoles y que
durante más de tres años escuchó a Jesús enseñar y lo vio hacer milagros, pudiera hacer
eso? (Juan 6:70/ Mateo 26:20-26)
Satanás no sabía que el plan de Dios para salvar al mundo del pecado era que Jesús muriera
en la cruz. Él estaba muy enojado por todas las cosas buenas que Jesús estaba haciendo.
Así que inventó un plan para deshacerse de Jesús. Satanás convenció a uno de los discípulos
de Jesús para que lo ayudara con su malvado plan. (Juan 17:12)
Ese discípulo era Judas, y fue escogió para que se cumpliera lo que la Escritura decía del
plan de Dios para salvar al mundo. (Zacarías 11:12-13)
Para Jesús era muy importante explicarles esto a sus discípulos aunque en ese momento no
lo entendieran, sino hasta después cuando sucediera, entonces ellos estarían seguros de
que Jesús es Dios.
Los apóstoles deberían recordar siempre que ellos no solamente serían mensajeros de
Cristo, sino también de Aquel que envió a Cristo. Les convenía recordar esto durante todo
su ministerio para evitar el desaliento.
Tengamos mucho cuidado de no caer bajo la influencia de Satanás, como le paso a Judas. La
palabra de Dios nos dice que en algunas personas su corazón está lleno del mal, y
desobedecen a Dios a esas personas se les conoce como “hijos de desobediencia”.
Ellos son capaces de imitar lo bueno y parecer discípulos fieles, serviciales y amorosos,
pero su corazón está controlado por el maligno. Judas es un ejemplo, pues él caminó junto a
la luz del mundo y terminó en las tinieblas (Efesios 2:2/ 2 Co 11:12-15)
¿Cómo actúa Satanás en los hijos de desobediencia? Cuando una persona es inducida a
hacer lo malo es porque los deseos que hay en su corazón lo arrastran y dominan. Los malos
deseos nos llevan a pecar; es decir que estamos desobedeciendo a Dios y obedeciendo al
maligno por lo tanto hacemos cosas malas y cuando vivimos sólo para hacer lo malo, lo único
que nos espera es la muerte eterna. (Santiago 1:13-15)
Descargar