Capítulo 3. Conclusiones Las conclusiones de la evaluación de diseño son las siguientes: Características del Programa. El Programa responde a un problema público: existen hogares pobres en localidades dispersas sin acceso a servicios de salud y educación que no son atendidos por Oportunidades, ni por otros programas alimentarios ni de transferencias de ingresos. Sin embargo, el Programa no tiene ninguna vinculación con acciones del sector salud por lo que su impacto sobre la nutrición será muy limitado. Asimismo, el Programa se amplía a otras localidades las cuales si tienen acceso a otros programas además de Oportunidades y PAL. Contribución a los objetivos estratégicos. Con relación a los objetivos estratégicos de la dependencia, la Estrategia 1.1 del Plan Sectorial de Desarrollo Social 2007-2012 es: “Llevar a cabo una política alimentaria integral que permita mejorar la nutrición de las personas en situación de pobreza.” Dicha estrategia contribuye al logro del Objetivo 1 del Plan Sectorial: “Desarrollar las capacidades básicas de las personas en condición de pobreza”. Con respecto a los objetivos del PND, la Estrategia 1.3 es: “Asegurar que los mexicanos en situación de pobreza resuelvan sus necesidades de alimentación y vivienda digna, con pleno acceso a servicios básicos y a una educación y salud de calidad”. Esta estrategia está inmersa dentro del Objetivo 1 del Eje 3 del PND: “Igualdad de Oportunidades”. Dado que los objetivos estratégicos, tanto los sectoriales como los del PND, se refieren a la población en pobreza, y dado que el PAAZAP está dirigido también a hogares no pobres, se concluye que el Programa no contribuye de manera adecuada a dichos objetivos. Matriz de indicadores. La matriz de indicadores no presenta una lógica interna del Programa clara, ya que ni el fin ni el propósito establecen que el Programa va dirigido a hogares pobres, entonces la CIS no tiene congruencia. Además, el universo de atención no está bien delimitado ni en el fin ni en el propósito. Asimismo, los componentes y las actividades son necesarios más no suficientes para alcanzar los objetivos de Programa, y no se incorporan actividades planteadas en los lineamientos. Por otro lado, la lógica horizontal de la matriz de indicadores no se valida completamente. Los indicadores no permiten medir adecuadamente los resultados y operación del Programa. Además de que algunos indicadores no son claros ni adecuados. Los indicadores del nivel propósito no miden la mejora en la nutrición de los hogares, y no se presentan los supuestos a nivel actividad. 54 Además, no existe una línea basal para cuantificar la contribución del Programa por lo que no se puede llevar a cabo la medición de los logros del mismo. Población potencial y objetivo, y focalización. Los lineamientos, matriz de indicadores y el diagnóstico, tienen diferentes definiciones de la población potencial del Programa, a nivel de localidad y de hogar. La omisión más importante es no referirse a que la población potencial son los hogares pobres. Con respecto a la focalización, se detectaron problemas a nivel geográfico e individual. Focalización geográfica: (i) la cédula de localidad no comprueba que la localidad no tenga acceso a salud y educación, y por tanto sean susceptibles de recibir los beneficios de Oportunidades; sino sólo que en la localidad no haya los servicios. Existe una diferencia entre presencia en la localidad y acceso; (ii) determinación de nivel de marginación para localidades confidenciales, i.e. menos de dos viviendas. CONAPO no asigna niveles de marginación a este tamaño de localidades sin embargo, a solicitud de la SEDESOL, CONAPO elaboró una metodología para asignar niveles de marginación a estas localidades; ésta imputa los mismos niveles de marginación a todas las localidades confidenciales de un municipio. Esta metodología no se considera robusta para justificar la entrada del PAZAAP en esa localidad y menos para hacer inclusión universal. Focalización a nivel de hogar: (i) metodología de puntajes diferente a la de Oportunidades; (ii) niveles diferentes para grupos urbanos y rurales, según la Norma antes mencionada, aún cuando los lineamientos hacen referencia a pobreza de capacidades. Coincidencias, complementariedades, duplicidades. Puede existir complementariedad y/o sinergia con programas que fortalecen la cobertura y calidad de los servicios de salud y educación, o mejoran el acceso de los beneficiarios; y, los que mejoran la infraestructura social básica, a nivel comunitario y de hogar. Por la importancia que tiene el acceso a los servicios de salud para obtener resultados en la nutrición, el Programa debería de tener vinculación con los programas que tienen este propósito como el de Caravanas de la Salud. Con relación a los programas con los cuales podría existir duplicidad, los más importantes son por un lado, el PAL ya que tiene el mismo objetivo que el PAAZAP: Mejorar las condiciones de alimentación y nutrición de los hogares en situación de pobreza ubicados en localidades marginadas rurales que no estén siendo atendidas por otros programas alimentarios del Gobierno Federal. Así aunque los lineamientos del Programa establecen que no podrán ser beneficiarios de ambos programas, lo cual limita la duplicidad de acciones a nivel de beneficiarios; si hay una duplicidad a nivel de programas. Por el otro, con relación a 55 las acciones de mejoramiento de vivienda, existe duplicidad con diferentes programas de la SEDESOL. Por todo lo anterior, se sugiere que haya un solo programa de transferencias de ingreso a la población pobre en localidades dispersas sin servicios de salud y educación que no son atendidas por Oportunidades, ni otros programas alimentarios ni de transferencias de ingresos, en vez de dos programas que existen actualmente: el PAAZAP y el PAL. Se propone que este programa se focalice solo en esta población y no en otras localidades y que entregue apoyos en efectivo y suplementos alimenticios vinculados a acciones de salud preventiva, por lo menos para madres embarazadas y lactantes y menores de 5 años, y, con educación para la salud e higiene. Además, que se evalúe con un grupo de expertos pediatras nutriólogos el rango de edad para la entrega de los complementos nutricionales. La sugerencia de los investigadores es hacerlo de los 4 meses a los 5 años; siempre y cuando el programa se concentre en las localidades dispersas del país con mayor rezago. Asimismo, que la información que levante el Programa se sistematice y difunda para que otros programas de la Sedesol, pero también de otros sectores y niveles de gobierno la usen en la planeación de sus acciones. Asimismo, que se haga un estudio a profundidad de la problemática de la dispersión en México y de posibles intervenciones. 56