Cumbre europea de las regiones y ciudades Declaración final Los presidentes de las regiones y los alcaldes de las ciudades y municipios de Europa, reunidos en la Cumbre de Amsterdam el 15 y 16 de mayo de 1997, declaran lo siguiente: La integración europea ha aportado a los ciudadanos inmensas ventajas en los últimos cuarenta años. Allí donde hubo guerra, hay paz. Donde dictaduras, libertad. Donde pobreza, prosperidad. Allí donde se multiplcaban barreras y aduanas, hay un mercado interior por el que circulamos los ciudadanos, las mercancías, los servicios y los capitales. Donde el abismo entre clases y grupos fracturaba la sociedad, nació la política de cohesión económica y social. E stos progresos son inmensos. Pero plantean nuevos problemas. Nuevos retos. Europa se enfrenta hoy a la necesidad de reformar sus instituciones, para decidir más rápidamente y funcionar mejor. Afronta la unión económica y monetaria, un desafío sin precedentes. Pretende ampliarse sin perder su cohesión. Estamos convencidos de que para recoger estos desafíos Europa necesita el pleno apoyo de las regiones, ciudades y municipios, con toda su diversidad y autonomía. Estamos decididos a asumir nuestra responsabilidad y a poner nuestras competencias al servicio de Europa, participando más de cerca en el elaboración de comunitarias. proceso de las políticas La Unión Europea sólo encontrará la capacidad necesaria para preparar un futuro mejor para sus ciudadanos si emprende la reforma por esta vía. La reforma implica una simplificación y clarificación del proceso de adopción de decisiones, dos factores que son vitales para el funcionamiento de la Unión y para garantizar su legitimidad y credibilidad. Consideramos que la Unión Europea debe desarrollar su capacidad de acción y acercarse a los ciudadanos. Queremos contribuir a la creación de una unión política de los pueblos de Europa en la que las decisiones se tomen en el nivel más idóneo y más próximo posible al ciudadano, de conformidad con el principio de subsidariedad. esencial para una Europa promotora de la unidad y garante de la diversidad cultural. Las regiones y los municipios son la respuesta necesaria y el complemento indispensable a la globalización y la europeización. Son el espacio donde los ciudadanos encuentran una identidad, un sentimiento de pertenencia y de seguridad. Las regiones y las ciudades europeas dirigen a la Conferencia Intergubernamental reivindicaciones concretas: A. La participación de las regiones, ciudades y municipios debe aumentarse notablemente a través de un reforzamiento de la función consultiva del Comité de las Regiones, introduciendo para ello, entre otras cosas, los siguientes cambios: Cuanto más participen las regiones, las ciudades y los municipios en la construcción europea, mejor podrán desempeñar, en concertación con los parlamentarios europeos, el papel de mediadores ante el ciudadano. • reconocerle la autonomía administrativa y presupuestaria respecto al Comité Económico y Social y la posibilidad de establecer su propio reglamento interno; Cuanto menor sea la participación de las ciudades y regiones, menos podrán ayudar a evitar el escepticismo basado en los recelos de la distancia. • ampliar la lista de consultas obligatorias prioritariamente a los ámbitos del empleo, la formación profesional, la política social, el medio ambiente y la energía, y otorgar al Parlamento Europeo la facultad de consultar al Comité de las Regiones; Esperamos que el Consejo Europeo del 16 y 17 de junio en Amsterdam, que cerrará la Conferencia Intergubernamental de 1996/ 97 y en el que se adoptarán modificaciones fundamentales al proyecto de Tratado, constituya un primer paso en el camino para aproximar las instituciones europeas al ciudadano. La existencia de regiones responsables y de entes locales autónomos es la condición interacción entre todos los niveles. Las políticas no se pueden trazar sino a través de la concertación —que no la confrontación— entre los niveles local, regional, nacional y supranacional. Una concertación que debe basarse en la subsidariedad como principio ordenador según las características de cada Estado miembro. La Europa del futuro no puede tomar forma sino a través de la • hacer que el inicio del mandato del Comité se corresponda con el de las demás instituciones políticas europeas y exigir que sus miembros pertenezcan a órganos elegidos a nivel regional o local o sean mandatarios con responsabilidad ante órganos políticos elegidos; • reconocer al Comité el derecho de recurso ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, al menos en lo que atañe a la salvaguardia de sus prerrogativas. B. El principio de subsidariedad debe aplicarse estrictamente, en interés, entre otras cosas, de la autonomía regional y local. Las regiones dotadas de competencias legislativas deben así disfrutar del derecho de recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo. El texto, poco claro, del artículo 3 B del Tratado CE debe ser modificado o al menos clarificado mediante la anexión de un protocolo al Tratado CE. Es preciso definir mejor las misiones de la Unión Europea. Es necesario asimismo garantizar la autonomía regional y local frente a las intervenciones de la Unión Europea. La semilla de la Unión la pusieron seis países. Hoy ya somos quince. Pero la Unión Europea está incompleta. La ampliación a los países de la Europa central y del Este —y a Chipre— es una oportunidad histórica. Para ellos y para nosotros. Es un deber moral. Nosotros estimulamos su democratización; y ahora la gran democracia europea debe hacerles un sitio. Su sitio. Europa quiere ser amplia y sólida a través de políticas firmes e instituciones democráticas fuertes. Pero no pretende convertirse en una fortaleza aislada. Debemos estimular la apertura y la colaboración con otros países, empezando por los vecinos del Mediterráneo y de Rusia. La cohesión económica, social y territorial es un elemento indispensable de una Unión Europea ampliada. La necesaria reforma de las políticas estructurales, que debe conducir a un refuerzo de la cohesión económica y social, debería ser la ocasión para garantizar que, con vistas a reforzar la autorresponsabilidad de las regiones y ciudades, se consoliden y refuercen el principio de cooperación y de complementariedad y se extiendan a todas las políticas que competen a las instituciones de la UE, los Estados miembros, las regiones, las ciudades y los municipios. La preservación del modelo social europeo y la realización del mercado interior exigen la incorporación del protocolo social al Tratado con el fin de constituir unos cimientos sociales europeos que garanticen la solidaridad, un desarrollo económico armonioso y la igualdad de oportunidades. A esos efectos, es preciso añadir al Tratado un nuevo título en el que la Comunidad y los Estados miembros y las regiones dotadas de competencias legislativas hagan de la promoción del empleo una cuestión de interés general que exige una coordinación permanente en el marco comunitario. Las regiones, las ciudades y los municipios europeos desean hacer una contribución decisiva a la idea europea. Para el ciudadano, Europa también cobra vida a través de la cooperación transfronteriza, la cooperación interregional y la cooperación municipal. Las regiones, ciudades y municipios europeos, reunidos en Amsterdam, solicitan a los Estados miembros, garantes de la Unión, más Europa, pero también más regiones, más ciudades y municipios, más proximidad. El Comité de (Amsterdam’97). las Regiones Firmado en Amsterdam, el 16 de mayo de 1997.