INTRODUCCIÓN El Tratado de Amsterdam supone un antes y un después en cuanto a política europea. Vista la participación de los jóvenes en las elecciones europeas y los conocimientos que tenían los ciudadanos de la Unión sobre sus instituciones, los dirigentes decidieron que había que evitar el peligro de reducirse a sólo un pequeño círculo de colaboradores, había que evitar “subirse a un pedestal”. Por ello uno de los principales objetivos del tratado de Amsterdam es pasar de la Europa de los Dirigentes a la Europa de los Ciudadanos. A partir de los acuerdos del Tratado los representantes de la Unión Europea han centrado su labro en acercarse a los ciudadanos y en conseguir la mayor cohesión entre los estados miembros. En este trabajo hemos intentado centrarnos en la política social tras el Tratado de Amsterdam. Esta política social abarca campos tan fundamentales como la formación profesional, la educación, la cultura y la juventud. El construir unas bases sólidas para el desarrollo de estos campos será la mejor garante de futuro que nos pueden ofrecer nuestros representantes europeos. Faltan seis meses para la entrada en vigor de la moneda única y aún existe una gran parte de la población que no se siente vinculada a la Unión Europea y, es más, muestran un gran desconocimiento en cuanto a sus instituciones, funcionamiento y funciones. Esto es algo que no puede continuar. El Tratado de Amsterdam es el paso adelante que hacía falta para que todos nos vinculáramos a la unión. EL TRATADO DE AMSTERDAM. GENERALIDADES. El Tratado de Amsterdam fue acordado el 17 de junio de 1997 y firmado el 2 de octubre del mismo año. Es el resultado de dos años de estudios y de posteriores negociaciones de una Conferencia de representantes de los Gobiernos de los Estados miembros. La convocatoria de la Conferencia Intergubernamental se había previsto explícitamente en el Tratado de la Unión Europea para revisar algunas de sus disposiciones. En el primer semestre, de 1995 cada institución elaboró un informe sobre el funcionamiento del Tratado de la Unión Europea, el segundo semestre se dedicó a un estudio de posibilidades. Previa consulta a la Comisión y al Parlamento Europeo, el Consejo Europeo de Turín pudo abrir oficialmente las negociaciones el 29 de marzo de 1996, con ambiciosos objetivos centrados en la Europa de los ciudadanos. Sucesivamente, los Consejos Europeos de Florencia (21 y 22 de junio de 1996), Dublín I (5 de octubre de 1996) y Dublín II (3 y 14 de diciembre de 1996), así como el Consejo informal de Noordwijk (23 mayo de 1997), analizaron y negociaron las diferentes propuestas. Así, tras quince meses de trabajo, se logró un acuerdo sobre el Tratado de Amsterdam. OBJETIVOS DEL TRATADO DE AMSTERDAM. Se trata de capacitar a la unión Europea, política e institucionalmente, para responder a los distintos desafíos del futuro: la rápida evolución de la situación internacional, la mundialización de la economía y sus consecuencias sobre el empleo, la lucha contra el terrorismo, la delincuencia internacional y el tráfico de estupefacientes, los desequilibrios ecológicos y las amenazas para la salud pública. ESTRUCTURA DEL TRATADO. Se compone de tres partes, un anexo y trece protocolos. Al mismo tiempo, la Conferencia Intergubernamental adoptó cincuenta y una declaraciones que se unieron a su Acta final. Por otra parte, la Conferencia tomó nota de ocho declaraciones presentadas por diversos Estados miembros, que se unieron igualmente al Acta final. La primera parte contiene las modificaciones de fondo, con los cinco artículos siguientes: · Artículo 1: contiene las modificaciones del Tratado de la Unión Europea. · Artículo 2: contiene las modificaciones que se introducirán en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. · Artículo 3: contiene las modificaciones que se introducirán en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. · Artículo 4: contienen las modificaciones que se introducirán en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica. · Artículo 5: contiene las modificaciones en cuanto a la elección de los representantes en el Parlamento Europeo por sufragio universal directo. La segunda parte consta de los artículos 6 a 11, y se refiere a la simplificación de los Tratados constitutivos de las tres Comunidades Europeas, incluidos los anexos y protocolos, para eliminar las disposiciones caducas y adaptar los textos de algunas disposiciones. La tercera parte contiene los artículos 12 15, que constituyen las disposiciones generales y finales del Tratado. El Anexo al Tratado de Amsterdam contiene los cuadros de equivalencias de la numeración de las respectivas disposiciones del Tratado de la Unión Europea y del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea. LOGROS DEL TRATADO. Los logros conseguidos tras el Tratado de Amsterdam, se pueden agrupar en cuatro partes: Libertad, seguridad y justicia: El Tratado de Amsterdam aporta grandes innovaciones en cuanto a la protección de los derechos fundamentales dentro de la unión europea, fundamentalmente en lo que respecta a la igualdad entre el hombre y la mujer, la igualdad de trato y el tratamiento de los datos personales. También se reseñan en él las novedades en el ámbito de la libre circulación de las personas dentro de la Unión Europea, y en concreto la introducción de un título nuevo en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea sobre visados, asilo, inmigración y otras políticas relacionadas con la libre circulación de las personas. Se presenta también el nuevo título VI del Tratado de la Unión Europea, dedicado a la cooperación policial y judicial en materia penal, así como las condiciones de integración del acervo de Schengen en el marco jurídico de la Unión Europea. La Unión y el ciudadano: En este plano se realizan las siguientes reformas: - Desarrollo del concepto de ciudadanía europea, para completar la lista de los derechos civiles de los que se beneficiarían los ciudadanos de la Unión y precisar la relación entre ciudadanía nacional y ciudadanía europea. - Introducción en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de un capítulo sobre el empleo, en el que se prevé el establecimiento de estrategias comunes a favor del empleo y la coordinación de las políticas nacionales. - Integración en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de un acuerdo social reforzado que prevé, entre otras cosas, la lucha contra la marginación social, y que consolida la igualdad de trato entre el hombre y la mujer. - Consolidación de la política de medio ambiente, haciendo hincapié en un desarrollo sostenible, en la toma de consideración del medio ambiente en todas las políticas sectoriales y en la simplificación del proceso comunitario de toma de decisiones. - Mejora de los instrumentos de que dispone la unión Europea para promover un alto nivel de salud pública. - Aclaración de los objetivos en materia de protección de los consumidores, mejora de la integración de estas medidas en el resto de las políticas. - Garantía del derecho de todos los ciudadanos a acceder a los documentos de las instituciones de la unión Europea ya comunicarse con ellas en su propia lengua. Además se hace hincapié en una mayor calidad de la redacción de las leyes, para que se comprendan y apliquen mejor. Una política exterior eficaz y coherente: El objetivo de esto es que la Unión Europea pueda defender mejor sus intereses en la escena internacional. Comprende una parte económica, sobre la ampliación del ámbito de la aplicación de la política comercial común, y una parte política, sobre la reforma de la política exterior y de seguridad común (PESC). En el plano económico, se presentan los retos y procedimientos necesarios para ampliar el ámbito de aplicación de la política comercial común, para así integrar los acuerdos internacionales sobre servicios y derechos de propiedad industrial e intelectual. En cuanto a la PESC se describen las siguientes reformas: - Creación de un nuevo instrumento de acción: la estrategia común. - Mejora del procedimiento de toma de decisiones, mediante una mayor utilización de la votación por mayoría cualificada en el seno del Consejo. - Creación de la función de Alto Representante para la PESC, al objeto de dar mayor visibilidad y coherencia a esta política. - Establecimiento de una unidad de programación de la política y de alerta rápida, para fomentar el análisis colectivo de los acontecimientos internacionales y de sus consecuencias. - Introducción de las misiones denominadas de Petersberg en el título V (PESC) del Tratado de la Unión Europea, para reflejar la voluntad común de los Estados miembros de garantizar la seguridad en Europa mediante operaciones tales como las misiones humanitarias o de restablecimiento de la paz. - Simplificación de los procedimientos relativos a la financiación de la PESC. Cuestiones institucionales: Se aclaran las cuestiones dudosas en cuanto a la perspectiva de la ampliación de Unión Europea, sirvan de ejemplo: - El ámbito de aplicación y el funcionamiento del procedimiento de codecisión, que refuerza la función del Parlamento Europeo. - La ponderación de los votos del Consejo de la Unión Europea, y la ampliación de la votación por mayoría cualificada. - La estructura y el funcionamiento de la Comisión Europea, y concretamente la dimensión óptima del colegio de comisarios, su capacidad de iniciativa y la función de su presidente. - La función del Tribunal de Justicia en ámbitos tales como los derechos fundamentales y en varios aspectos relacionados de cerca con la seguridad interior de la Unión Europea. - El refuerzo de la función del Tribunal de Cuentas, del Comité Económico y Social y del Comité de la Regiones. - Una mayor participación y una mejor información de los Parlamentos nacionales en las actividades de la Unión Europea. - La consolidación del principio de subsidiariedad mediante la inclusión de un protocolo que contiene líneas directrices jurídicamente vinculantes. - La posibilidad de que los Estados miembros que así lo deseen profundicen en la cooperación entre sí. EL TRATADO DE AMSTERDAM. LO QUE HA CAMBIADO EN EUROPA. En este epígrafe nos vamos a centrar en el TÍTULO XI (antiguo título VIII), que versa sobre: POLÍTICA SOCIAL, DE EDUCACIÓN, DE FORMACIÓN PROFESIONAL Y DE JUVENTUD. CAPÍTULO 1: DISPOSICIONES SOCIALES. Artículo 136. Nos dice que la Comunidad y los Estados miembros, siempre teniendo presentes derechos sociales fundamentales como los que se indican en la Carta Social Europea, firmada en Turín el 18 de octubre de 1961, y en la Carta comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores, de 1989, tendrán como objetivo el fomento del empleo, la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, a fin de conseguir su equiparación por la vía del progreso, una protección social adecuada, el diálogo social, el desarrollo de los recursos humanos para conseguir un nivel de empleo elevado y duradero y la lucha contra la exclusiones. Con dicho fin, la Comunidad y los Estados miembros emprenderán acciones en las que se tenga en cuanta la diversidad de las prácticas nacionales, en particular en el ámbito de las relaciones contractuales, así como la necesidad de mantener la competitividad de la economía de la Comunidad. Artículo 137. Se compone de seis apartados: 1. Para conseguir todos los objetivos del artículo 136, la Comunidad apoyará y completará la acción de los Estados miembros en los siguientes ámbitos: - La mejora del entorno de trabajo para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores. - Las condiciones de trabajo. - La información y la consulta a los trabajadores. - La integración de las personas excluidas del mercado laboral. - La igualdad entre hombres y mujeres por lo que respecta a las oportunidades en el mercado laboral y al trato en el trabajo. 2. Para ello, el Consejo podrá adoptar, mediante directivas, las disposiciones mínimas que habrán de aplicarse progresivamente, teniendo en cuenta las condiciones y reglamentaciones técnicas existentes en cada uno de los estados miembros. Tales directivas evitarán establecer trabas de carácter administrativo, financiero y jurídico que obstaculicen la creación y el desarrollo de pequeñas y medianas empresas. El Consejo podrá adoptar medidas destinadas a fomentar la cooperación entre los estados miembros mediante iniciativas para mejorar los conocimientos, desarrollar el intercambio de información y de buenas prácticas, y promover fórmulas innovadoras y experiencias de evaluación con el fin de luchar contra la exclusión social. 3. El Consejo decidirá, por unanimidad, a propuesta de la Comisión y previa consulta al Parlamento Europeo, al comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, en los siguientes ámbitos: - Seguridad social y protección social de los trabajadores. - Protección de los trabajadores en caso de rescisión del contrato laboral. - Representación y defensa colectiva de los intereses de los trabajadores y de los empresarios, incluida la cogestión. - Condiciones de empleo de los nacionales de terceros países que residan legalmente en el territorio e la Comunidad. - Contribuciones financieras dirigidas al fomento del empleo y a la creación de empleo, sin perjuicio de las disposiciones relativas al fondo Social Europeo. 4. Todo Estado miembro podrá confiar a los interlocutores sociales, a petición conjunta de estos últimos, la aplicación de las directivas adoptadas en virtud de los apartados 2 y 3. 5. Las disposiciones adoptadas en virtud del presente artículo no impedirán a los Estados miembros mantener o introducir medidas de protección más estrictas compatibles con el presente Tratado. 6. Las disposiciones del presente artículo no se aplicarán a las remuneraciones, al derecho de asociación y sindicación, al derecho de huelga ni al derecho de cierre patronal. Artículo 138. Este artículo se compone de cuatro apartados. 1. La Comisión tendrá como cometido fomentar la consulta a los interlocutores sociales en el ámbito comunitario y adoptar todas las disposiciones necesarias para facilitar su diálogo, velando siempre porque ambas partes reciban un apoyo equilibrado. 2. Por ello, antes de presentar propuestas en el ámbito de la política social, la Comisión consultará a los interlocutores sociales sobre la posible orientación de una acción comunitaria. 3. Si tras esa consulta, la Comisión estimase oportuna una acción comunitaria, consultará a los interlocutores sociales sobre el contenido de la propuesta contemplada. Los interlocutores sociales remitirán a la Comisión un dictamen o una recomendación. 4. Con ocasión de dicha consulta, los interlocutores sociales podrán informar a la Comisión sobre su voluntad de iniciar el proceso previsto en el artículo 139. La duración de procedimiento previsto en el presente artículo no podrá exceder de 9 meses, salvo si los interlocutores sociales afectados decidieran prolongarlo de común acuerdo con la Comisión. Artículo 139. Los interlocutores sociales podrán dialogar siempre que lo deseen para establecer relaciones convencionales, acuerdos incluidos. La aplicación de los acuerdos celebrados en el ámbito comunitario se realizará a petición conjunta de las partes firmantes. El Consejo decidirá por mayoría cualificada, o bajo condiciones especiales, por unanimidad. Artículo 140. Para alcanzar los objetivos expuestos en el artículo 136, y sin prejuicio de las demás disposiciones del presente Tratado, la Comisión fomentará la colaboración entre los Estados miembros y facilitará la coordinación de sus acciones en los ámbitos de la política social tratados en este capítulo, particularmente en las materias relacionadas con: - El empleo. - El Derecho del trabajo y las condiciones de trabajo. - La seguridad social. - La protección contra los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. - La higiene del trabajo. - El derecho de sindicación y las negociaciones colectivas entre empresarios y trabajadores. Por ello, la Comisión actuará en estrecho contacto con los Estados miembro, mediante estudios, dictámenes y la organización de consultas, tanto para los problemas que se planteen en el ámbito nacional como para aquellos que interesen a las organizaciones internacionales. Artículo 141. Se compone de cuatro apartados: 1. Cada Estado miembro garantizará la aplicación del principio de igualdad de retribución entre trabajadores y trabajadoras para un mismo trabajo o para un trabajo de igual valor. 2. Se entiende por retribución el salario o sueldo normal de base o mínimo, y cualesquiera otras gratificaciones satisfechas, directa o indirectamente, en dinero o en especie, por el empresario al trabajador en razón de la relación de trabajo. La igualdad de retribución sin discriminación de sexo, significa: a) que la retribución establecida para un mismo trabajo remunerado por unidad de obra realizada se fija sobre la base de una misma unidad de medida. b) que la retribución establecida para un trabajo remunerado por unidad de tiempo es igual para un mismo puesto de trabajo. 3. El Consejo adoptará medidas para garantizar la aplicación del principio de igualdad de oportunidades e igualdad de trato para hombres y mujeres es asuntos de empleo y ocupación, incluido el principio de igualdad de retribución para un mismo trabajo o para un trabajo de igual valor. 4. Con objeto de garantizar en la práctica la plena igualdad entre hombres y mujeres en la vida laboral, el principio de igualdad de trato no impedirá a ningún Estado miembro mantener o adoptar medidas que ofrezcan ventajas concretas destinadas a facilitar al sexo menso representado el ejercicio de actividades profesionales o a evitar o compensar desventajas en sus carreras profesionales. Artículo 142. Los Estados miembros procurarán mantener la equivalencia existente entre los regímenes de vacaciones retribuidas. Artículo 143. La comisión elaborará un informe anual sobre la evolución en la consecución de los objetivos del artículo 136, que incluirá la situación demográfica en la Comunidad. La Comisión remitirá dicho informe al Parlamento Europeo, al Consejo y al Comité Económico y Social. El Parlamento europeo podrá invitar a la Comisión a que elabore informes sobre problemas específicos relativos a la situación social. Artículo 144. El Consejo, previa consulta al Comité Económico y Social, podrá atribuir a la Comisión funciones relacionadas con la aplicación de medidas comunes, en especial por lo que respecta a la seguridad social de los trabajadores migrantes; siempre que esto se decida por unanimidad. Artículo 145. La Comisión dedicará un capítulo especial de su informe anual al Parlamento Europeo a la evolución de la situación social en la Comunidad. CAPÍTULO 2: EL FONDO SOCIAL EUROPEO. Artículo 146. Para mejorar las posibilidades de empleo de los trabajadores en el mercado interior y contribuir así a la elevación del nivel de vida, se crea, en el marco de las disposiciones siguientes, un Fondo Social Europeo destinado a fomentar, dentro de la Comunidad, las oportunidades de empleo y la movilidad geográfica y profesional de los trabajadores, así como a facilitar su adaptación a las transformaciones industriales y a los cambios de los sistemas de producción, especialmente mediante la formación y la reconversión profesionales. Artículo 147. La administración del Fondo corresponderá a la Comisión. Ésta será asistida por un Comité, presidido por un miembro de la Comisión y compuesto por representantes de los Gobiernos, de las organizaciones sindicales de trabajadores y de las asociaciones empresariales. Artículo 148. El Consejo adoptará las decisiones de aplicación relativas al Fondo Social Europeo. CAPÍTULO 3: EDUCACIÓN, FORMACIÓN PROFESIONAL Y JUVENTUD. Artículo 149. Estás dividido en cuatro supuestos: 1. La Comunidad contribuirá al desarrollo de una educación de calidad fomentando la cooperación entre los Estados miembros y, si fuere necesario, apoyando y completando la acción de éstos en el pleno respeto de sus responsabilidades en cuanto a los contenidos de la enseñanza y a la organización del sistema educativo, así como de su diversidad cultural y lingüística. 2. La acción de la Comunidad se encaminará a: - Desarrollar la dimensión europea en la enseñanza, especialmente a través del aprendizaje y de la difusión de las lenguas de los Estados miembros. - Favorecer la movilidad de estudiantes y profesores, fomentando en particular el reconocimiento académico de los títulos y de los períodos de estudios. - Incrementar el intercambio de información y de experiencias sobre las cuestiones comunes a los sistemas de formación de los Estados miembros. - Favorecer el incremento de los intercambios de jóvenes y de animadores socio-educativos. - Fomentar el desarrollo de la educación a distancia. 3. La Comunidad y los Estados miembros favorecerán la cooperación con terceros países y con las organizaciones internacionales competentes en materia de educación y, en particular, con el Consejo de Europa. 4. Para contribuir a la realización de los objetivos contemplados en el presente artículo, el Consejo adoptará: - Medidas de fomento, con exclusión de toda armonización de las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados miembros. - Recomendaciones por mayoría cualificada y a propuesta de la Comisión. Artículo 150. Se divide en cuatro supuestos. 1. La Comunidad desarrollará una política de formación profesional que refuerce y complete las acciones de los Estados miembros, respetando plenamente la responsabilidad de los mismos en lo relativo al contenido y a la organización de dicha formación. 2. La acción de la Comunidad se encaminará a: - Facilitar la adaptación a las transformaciones industriales, especialmente mediante la formación y la reconversión profesionales. - Mejorar la formación profesional inicial y permanente, para facilitar la inserción y la reinserción profesional en el mercado laboral. - Facilitar el acceso a la formación profesional y favorecer la movilidad de los educadores y de las personas en formación, especialmente de los jóvenes. - Estimular la cooperación en materia de formación entre centros de enseñanza y empresas. - Incrementar el intercambio de información y de experiencias sobre las cuestiones comunes a los sistemas de formación de los Estados miembros. 3. La Comunidad y los Estados miembros favorecerán la cooperación con terceros países y con las organizaciones internacionales competentes en materia de formación profesional. 4. El Consejo adoptará medidas para contribuir a la realización de los objetivos establecidos ene l presente artículo, con exclusión de toda armonización de las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados miembros. POLÍTICA SOCIAL El Tratado de Amsterdam introdujo en la política social de la Unión Europea una serie de cambios entre los que cabe destacar la importancia de la integración de un Acuerdo sobre la política social reforzado en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. En aquellos momentos sólo fue firmada por catorce pero ya se han ampliado las medidas al Reino Unido, el único que no firmó. La finalidad del Acuerdo es restablecer la unidad y la coherencia de la política social de la Comunidad. Además debería permitir utilizar con mayor frecuencia las disposiciones del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea en materia social y ampliar los ámbitos de acción de esa política comunitaria. En lo esencial, la integración del Acuerdo sobre la política social no ha modificado lo dispuesto en el Tratado pero si que ha reforzado algunas disposiciones, en concreto las que se refieren a la igual de oportunidades y a la lucha contra la marginación social. BASES DE LA POLÍTICA SOCIAL El Tratado prevé la fusión de los dos fundamentos jurídicos en los que se basaba hasta ahora la política social: El Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, que contiene disposiciones relativas a todos los Estados miembros. El Acuerdo sobre la política social anexo al Protocolo social, que contiene disposiciones relativas sólo a los catorce estados miembros que lo firmaron. En el Artículo 136 se recuerda que la política social es competencia común de la Comunidad Europea y de los Estados miembros. Sin embargo, aunque el papel principal de la Comunidad es apoyar y completar la acción de los Estados miembros, la integración del Acuerdo sobre la política social extiende de manera sustancial sus competencias en la materia. Además, la Comunidad y los Estados miembros han definido los derechos sociales considerados fundamentales basándose en dos textos: La Carta Social Europea, firmada en Turín el 18 de octubre de 1961. La Carta comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores de 1989. Estos derechos sociales fundamentales se refieren principalmente al empleo, alas condiciones de vida y de trabajo, a la protección social, al diálogo social y a la lucha contra las exclusiones. INTEGRACIÓN DEL ACUERDO SOBRE LA POLÍTICA SOCIAL En la Conferencia Intergubernamental de 1992 sobre la Unión política se celebró también un Acuerdo sobre la política social en el cual el Reino Unido no quiso participar. No obstante, los doce Estados miembros de entonces adoptaron un Protocolo, anexo al Tratado de Maastricht, por el que se autoriza a los once Estados miembros restantes a aplicar sin el Reino Unido un texto más ambicioso que el capítulo relativo a la política social en la Comunidad. Dicho texto se basaba en la Carta social adoptada en 1989 por todos los Estados miembros excepto el Reino Unido. Este Protocolo en materia social ha sido suprimido y el Acuerdo sobre la política social se ha integrado en las disposiciones del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. La Comunidad puede ahora actuar o reforzar su acción en los siguientes ámbitos: Mejora del lugar de trabajo para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores. Condiciones de trabajo. Información y consulta de los trabajadores. Integración de las personas excluidas del mercado laboral. Igualdad de trato entre hombres y mujeres. El Tratado de Amsterdam añade a esta lista, que ya figura en el Acuerdo sobre la política social, la posibilidad de adoptar medidas de fomento para luchar específicamente contra la marginación social. Sin embargo, como en el pasado, no se abordan a escala comunitaria las remuneraciones ni el derecho de asociación, de huelga o de cierre. Como se ve, este acuerdo amplía relativamente poco el ámbito de acción de la Comunidad. En cambio sí que se ha modificado el proceso legislativo para los ámbitos anteriormente mencionados. Teniendo en cuenta las condiciones y normativas existentes en cada uno de los Estados miembros, el Consejo adopta directivas por mayoría cualificada, mediante el proceso de codecisión, previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las regiones. Además, el Consejo adopta medidas utilizando el mismo procedimiento a fin de fomentar la cooperación entre los Estados miembros para desarrollar los intercambios de información, promover enfoques innovadores y evaluar las experiencias a fin de luchar contra la marginación social. Tampoco experimenta cambios el procedimiento decisorio en estos ámbitos. El Consejo se pronuncia por unanimidad a una propuesta de la Comisión, previa consulta al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social. La única modificación respecto al procedimiento definido por el Acuerdo sobre la política social consiste en que ahora se consulta al Comité de las Regiones. Estos procedimientos se aplicarán en los siguientes ámbitos: Seguridad y protección social de los trabajadores. Protección de los trabajadores en caso de resolución del contrato de trabajo. Representación y defensa colectiva de los intereses de los trabajadores y de los empresarios (incluidas la cogestión) Condiciones de empleo de los nacionales en terceros países en estancia regular en el territorio de la Comunidad. Contribuciones financieras dirigidas a la promoción del empleo y a la creación de empleo (sin perjuicio de las disposiciones relativas al Fondo Social) Por último, cabe destacar que las medidas adoptadas a escala comunitaria no impiden a los Estados miembros establecer medidas nacionales de protección estrictas, siempre que éstas sean compatibles con el Derecho comunitario. LOS INTERLOCUTORES SOCIALES Su papel fundamental se halla reconocido en el Acuerdo sobre la política social, cuyas disposiciones están íntegramente recogidas en el Tratado de Amsterdam. La comisión facilita el diálogo entre los interlocutores sociales y se compromete a consultarlos antes de presentar propuestas en el ámbito social y después sobre el contenido de dichas propuestas. Los interlocutores sociales intervienen en las distintas etapas del proceso legislativo, lo cual les permite desempeñar un papel considerable, tanto en la elaboración de nuevas medidas como en la aplicación de las mismas. Los estados miembros pueden llegar incluso a confiar a los interlocutores sociales la aplicación de las nuevas directivas. IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y DE TRATO Antes, el Tratado mencionaba que los Estados miembros debían garantizar la igualdad de retribución entre ambos sexos por un mismo trabajo. Con el Tratado de Amsterdam se introdujo una nueva base jurídica para las medidas relativas a la igualdad de hombres y mujeres en lo que respecta a las oportunidades en el mercado laboral y al trato en el trabajo. Consultando antes al Comité Económico y Social, el Consejo puede adoptar, mediante el proceso de codecisión, medidas positivas destinadas a garantizar la aplicación de este principio. Además, los Estados miembros tienen la posibilidad de otorgar ventajas específicas al sexo menos representativo, con el fin de facilitarle el ejercicio de una actividad profesional. Estas medidas no pueden adoptar la forma de cuotas rígidas, ya que el Tribunal de Justicia las rechazó en 1995 en la sentencia Kalanke. PUNTOS FUNDAMENTALES DE LA POLÍTICA SOCIAL Se pueden establecer una serie de puntos fundamentales del programa de la política social: Utilización más eficaz del Fondo Social Europeo para promover el empleo. Fomento de la información general y profesional. Facilitar la libre circulación dentro de la Unión. Creación de una estructura de normas mínimas en todos los ámbitos de la política social. Regulación de la compatibilidad de la vida familiar y profesional y del trabajo a tiempo parcial. Aplicación del principio de igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la política social. Asistencia para los pobres, minusválidos y ancianos. Profundizar en el diálogo social. Actuación conjunta para luchar contra el racismo y la xenofobia en la sociedad. Intensificar la colaboración con organizaciones no gubernamentales (ONG) Analizar las repercusiones sociales de la sociedad de la información. EDUCACIÓN Y JUVENTUD En el Tratado de Amsterdam se presta especial atención una serie de programas para la educación dirigidos a cualquier persona, incluso a los inmigrantes. Con ellos pretenden formar a los ciudadanos para que puedan trabajar en cualquier país de la Unión Europea. Se pretende con esto favorecer también la libre circulación de personas por el territorio europea y conseguir una mayor participación de los ciudadanos. Se pretende con esto crear un programa educativo justo y que fomente el intercambio de información entre los países y que además rompa todas las barreras que impiden la movilidad de los ciudadanos. Este fue una de las áreas del tratado a las que más se opuso el Reino Unido, ya que forma parte de la política social. Con esto se intentará poner freno a la cada vez mayor privatización de los estudios desde preescolar hasta el nivel universitario. Otro de los puntos clave es el deseo de fomentar la investigación en la educación, algo que consideran una prioridad social y económica. Otro de los objetivos de este programa consiste en combatir el desempleo y la delincuencia juvenil, además de promover la igual entre todos los ciudadanos. La Unión europea garantiza en todo momento una plaza educativa a cualquier persona menor de 18 años. Pretende que cada joven desarrolle su vocación y poder crear una Europa competitiva a escala mundial. Para esto recompensará económicamente a cualquier empresa que acoja en prácticas a algún estudiante. PROBLEMAS CON LAS TITULACIONES Pero para que todo esto pueda darse es necesario que antes se solucionen algunos problemas como el de la convalidación de los títulos. Hasta hace poco los estados miembros no estaban obligados a reconocer muchos de los títulos que se obtenían en otros países de la Comunidad europea, lo que representa un fuerte obstáculo para la libre circulación de personas. Muchas veces una persona debía de volver a obtener un título para ejercer su profesión en otro Estado miembro. Para eliminar este obstáculo, la comunidad ha aprobado una serie de directivas con el propósito de conseguir que los títulos y la experiencia práctica obtenidos en un país sean considerados válidos en toda la Comunidad. Para este reconocimiento se aplican ciertos principios básicos. Las disposiciones europeas se encargan de fijar criterios profesionales mínimos y niveles equivalentes de conocimientos especializados para todos los estados miembros, ya que los sistemas de enseñanza y de formación presentan aún diferencias importantes entre unos países y otros. Uno de las medidas que se ha tomado es la de reconocer como título de enseñanza superior todo aquel que hay sido obtenido después de tres años de estudio, aun cuando las materias y la duración hayan sido diferentes en cada país. Pero también están lo que se conoce como profesiones reguladas. Son aquellas que están reguladas de algún modo por leyes o disposiciones administrativas. Entre estas profesiones suelen encontrarse las de abogado, contable, ingeniero, maestro, topógrafo, fisioterapeuta, químico, geólogo y psicólogo. Si una profesión no está regulada en el país de origen del ciudadano pero sí en el que desea ejercer, podrá hacerlo siempre y cuando demuestre que, después de obtener su título de enseñanza superior a tres años, ha trabajado en la profesión al menos durante dos de los diez años anteriores. En principio no habrá ningún problema, a lo sumo se le podrá exigir a esa persona una prueba de aptitud o que adquiera una mayor experiencia profesional. Ya se ha conseguido armonizar a escala europea los requisitos de formación necesarios para algunas profesiones como las de médico (generalista o especialista), dentista, enfermera, matrona, veterinario, arquitecto y farmacéutico. En el caso de otras profesiones y oficios, los Estados miembros están obligados a autorizar el ejercicio profesional a cualquier ciudadano comunitario que cuente con una experiencia profesional suficiente. Solo se necesita un certificado expedido en el país de origen y que justifique que se tiene una experiencia práctica mínima de entre tres y seis años. Entre estas profesiones figuran las del comercio minorista y mayorista, la construcción, la hostelería, el transporte, correos, telecomunicaciones, agencias de viajes, comercio y distribución de productos tóxicos, prendas de vestir y textiles, agencias y corredores de seguros, silvicultura y horticultura. ESTUDIAR EN OTROS PAÍSES DE LA UNIÓN Otro de los puntos importantes es fomentar la movilidad de los estudiantes para que estudien fuera de su país, algo que ha obtenido una muy buena respuesta por parte de los jóvenes. En principio cualquier estudiante que decide estudiar en otro Estado miembro tiene acceso a todas las prestaciones del seguro de enfermedad que establezca la legislación nacional. En estos casos se les recomienda que lleven consigo el formulario E109. Por otra parte los estudiantes que permanezcan temporalmente en otro Estado miembro tienen acceso a la atención sanitaria de urgencia o de primera necesidad previa presentación del formulario E111. Para beneficiarse de todas las demás prestaciones, es decir, las que no sean inmediatamente necesarias, tienen que solicitar una autorización previa mediante el formulario E112. Aparte solucionar estos problemas la Unión Europea también ha realizado varias inversiones para que los ciudadanos puedan beneficiarse plenamente del mercado único. Con esto la Unión desarrolla una serie de programas de educación y de formación profesional destinados a aumentar las posibilidades de empleo. Estos programas se dividen entras categorías principales: Movilidad de los estudiantes. Programas de formación. Intercambios de jóvenes. De entre todos los programas existentes conviene destacar tres: 1. SÓCRATES: es un programa que se encarga de fomentar la movilidad y que contó con un presupuesto de 850 millones de euros entre los años 1995 y 1999. Financia proyectos que promueven la cooperación y el intercambio de ideas y conocimientos entre científicos, investigadores y personal docente. También concede subvenciones a las universidades para organizar programas de estudios conjuntos y enviar estudiantes a universidades de los países asociados de la UE. 2. LEONARDO: es el programa de la Unión Europea destinado a fomentar que los trabajadores europeos adquieran los conocimientos y las aptitudes necesarios. Este programa promueve la formación profesional para las mujeres y los jóvenes, apoya proyectos destinados a impulsar la cooperación entre las universidades y la industria en la esfera de la formación tecnológica y fomenta la formación en materia de nuevas tecnologías. El presupuesto de LEONARDO asciende a 620 de euros. 3. YOUTH: este programa se encarga de ayudar a aquellos jóvenes que no reúnen los requisitos exigidos por los programas SOCRATES y LEONARDO a adquirir experiencias sobre la vida y las condiciones laborales en otros Estados miembros. Existe, por ejemplo, un Programa de Intercambio de Jóvenes Trabajadores, que da preferencia a los titulados universitarios. El programa "Juventud con Europa" permite a los jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años participar en una gran diversidad de actividades de intercambio. La Unión Europea acaba de lanzar con carácter experimental un "Servicio europeo de Voluntarios" que permitirá que los jóvenes tengan la oportunidad de dedicarse a una actividad de interés general en otro Estado miembro. Podrán tener acceso a este programa unos 2500 jóvenes europeos de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años con o sin títulos académicos, pero tendrán carácter prioritario a los más desfavorecidos. Con esto se propone fomentar la integración social y profesional con objeto de preparar el terreno para el establecimiento de un marco jurídico que permita a los voluntarios superar los problemas que se les plantean actualmente en materia de permisos de residencia y protección social. Las actividades de los voluntarios deben responder a las necesidades de la sociedad, como la organización de servicios para jóvenes, la asistencia a las personas de edad, a los discapacitados, a los refugiados, a las personas sin hogar y a los enfermos, y la realización de proyectos educativos. Los jóvenes pueden presentar las solicitudes a través de una organización no gubernamental (ONG) o de la administración local. CONCLUSIÓN El 1 de mayo de 1999 entró en vigor el Tratado de Amsterdam, que modifica el Tratado de la Unión Europea. La Unión Europea resulta con ello transformada. Se le confían nuevas tareas, se destaca el papel de los ciudadanos, se refuerza el carácter democrático de las instituciones. Mientras que la construcción europea se ha desarrollado históricamente en torno a objetivos económicos, a partir del Tratado de Amsterdam se hace hincapié en las responsabilidades políticas de la Unión, tanto en su interior como hacia el resto del mundo. Tras un estudio del Tratado de Amsterdam, hemos observado que éste ha sido el gran paso adelante en todos los ámbitos en que se pueden aplicar las políticas comunitarias. A partir del Tratado de Amsterdam se empieza a pensar en los ciudadanos de la Unión, como parte fundamental y principal objetivo de la misma. Analizando el tema, nos hemos dado cuenta que en Europa todo está avanzando a pasos agigantados para que la gente se habitúe a algo que todavía ven como ajeno. Es palpable la campaña publicitaria que se está haciendo en nuestro país de cara a la llegada del Euro. Es algo que mucha gente va a agradecer porque, debido al corto período de tiempo que vamos a tener para adaptarnos, se estaba haciendo más que necesaria una puesta al día. Sin embargo creemos que aún hay mucho camino por andar, el Tratado de Amsterdam lo que ha hecho además ha sido abrir el debate sobre cuál será el futuro de la Unión y hacia dónde debe dirigirse. A los ciudadanos europeos aún nos queda mucho que exigirles a las instituciones y éstas tienen también mucho que ofrecernos. BIBLIOGRAFÍA Folleto de la Colección "Europa en movimiento": Por una Europa social. Oficina de publicaciones oficiales de las Comunidades Europeas, 1996, Luxemburgo. Folleto de la colección "Europa en movimiento": Europa: preguntas y respuestas. Orígenes, funcionamiento y objetivos de la UE. Oficina de publicaciones oficiales de las comunidades europeas, 1997, Luxemburgo. Folleto de la colección "Europa en movimiento": Tratado de Amsterdam: lo que ha cambiado en Europa. Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, Madrid, 1999. Folleto de la colección "Europa en movimiento": El Tratado de Amsterdam: instrucciones de uso. Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, Madrid, 1999. Guía Práctica sobre las políticas de la Unión Europea, Volúmenes I y II, Edita la Comunidad de Madrid, Madrid, 2000. OREJA AGUIRRE, MARCELINO: “El Tratado de Amsterdam. Análisis y comentarios” Volumen I y II. Coordinado por Francisco Fonseca Morillo, Ed. McGrawHill/Interamericana de España, Madrid. 1998. ROGERS, BILL: Crisis or opportunity? Social Policy, Education and Training: towards Social Citizenship. Published by the “Centre for European Union Studies", 1996, United Kingdom. ÍNDICE INTRODUCCIÓN……………………………………………………………… ….. PÁG.1 EL TRATADO DE AMSTERDAM. GENERALIDADES………………………… PÁG.2 EL TRATADO DE AMSTERDAM. LO QUE HA CAMBIADO EN EUROPA….. PÁG. 6 POLÍTICA SOCIAL………………………………………………………………… PÁG.12 EDUCACIÓN Y JUVENTUD…………………………………………………….... PÁG.16 CONCLUSIÓN……………………………………………………………...…… … PÁG.20 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………. …. PÁG. 21