Hacia el desarrollo de una nueva ciencia y filosofía para la Revolución Bolivariana

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4. Hacia el desarrollo de una nueva ciencia filosofía ara la Revolución Bolivariana
En la mencionada entrevista con el presidente Fidel Castro en el programa Dossier de Walter Martínez, fue un
verdadero placer intelectual de ver cómo Fidel, aquel estudiante práxico y teórico de la economía política
marxista, habló sin utilizar ni siquiera una sola vez el tan gastado, vacío y confuso concepto de la ‘ideología’
para identificar los fenómenos revolucionarios y de la superestructura referente a la Revolución Bolivariana.
Con precisión científica, Fidel mencionó y explicó la filosofía revolucionaria y la teoría emancipatoria. Sería
altamente recomendable, que nosotros también aprendamos cómo crear y utilizar nuestros propios conceptos
revolucionarios en términos rígidos.
En Venezuela, esto forma parte intrínseca de:
La creación de una subjetividad revolucionaria, es decir, una conciencia de clase social. De factores subjetivos
revolucionarios. Del fortalecimiento del sujeto revolucionario dentro de la Revolución Bolivariana. El
desarrollo de nuestra propia práxis y teoría revolucionaria.
Sin embargo, es importante notar que somos revolucionarios y emancipadores del tercer milenio (y
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no de la época de la edad media), y por ende nuestros problemas teóricos y metodológicos exigen acciones y
soluciones a la altura de los retos del tiempo actual. Por ejemplo, actualmente, las ciencias naturales como la
física o la química, la biología y las ‘ciencias de la vida’, todas cambian sus conceptos fundamentales casi cada
década. Por otro lado, nuestros términos básicos marxistas, políticos y económicos como ‘valor de uso’,
‘plusvalía’, ‘valor de intercambio’, fuerzas de producción, relaciones de producción, lucha de clase, conciencia
de clase y equivalencia, en sus contenidos sociales, solamente han cambiado ligeramente, a pesar del hecho de
que han ocurrido cambios dramáticos en el modo de producción capitalista desde que Marx redactó El Capital a
mitad del siglo XIX
Por la ausencia de palabras y conceptos propios para expresar los actuales procesos revolucionarios y
emancipatorios fundamentales, ya teníamos que inventar algunas palabras y términos, inter alía, términos como
práxis, transhistórico, exvolución, transvolución, exformación, triferencia y trialógica.
Antes de comentar brevemente la necesidad transhistórica de desarrollar urgentemente una nueva ciencia
revolucionaria y filosofía emancipatoria para la Revolución Bolivariana, es decir, una especie de ‘lógica y
cosmovisión sur’ para América Latina, la cual debiera reflejar los nuevos y concretos proyectos como lo son
Telesur, Petrosur, ALBA, Petrocaribe, etc., primero dejen que expliquemos de manera general las piedras de
tranca prácticas, ideológicas y religiosas, que inhiben su inmediata materialización global. En los próximos
capítulos resaltaremos además los aspectos fundamentales de tal esfuerzo revolucionario y emancipatorio
momentáneo.
Hasta ahora, dentro de la socialización y los procesos educativos, por medio del lenguaje, de las palabras y de la
lógica, las clases dominantes y los medios masivos internacionales con sus campañas de ‘información’ han
creado un medio social con el cual pueden (y de hecho lo hacen) controlar, dirigir y canalizar procesos de
pensar y sus contenidos. Además, a través de la ‘libertad de expresión’ intra-sistémica y reformista, a través del
uso de ciertas
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palabras y conceptos como por ejemplo el término ‘democracia’ y ‘terrorismo’ (acuñando su significado de una
manera determinada), es bastante fácil controlar las ideas, el pensar y los pensamientos revolucionarios,
eliminar las contradicciones, descubrir ‘crímenes de pensar’ y globalizar el newspeak (nuevo lenguaje).
Desde el kinder, a los niños se les ha enseñado a memorizar, a orar, a recitar el credo, la santa María, el santo
rosario, todo de memoria. De igual manera se les enseñó a aprender un poema de memoria, a repetir pasivo y
exactamente lo que el profesor y el cura enseñaban, de tener miedo de preguntar para no revelar su ‘estupidez’ y
de repetir como un loro cada cinco minutos ¡gracias a dios! o ‘si dios quiere’.
Como manifestó Fidel Castro, respetamos todas las creencias y todos los credos religiosos, pero también
respetamos a aquellos que no creen. Así y en un verdadero sentido cristiano, queremos saber la verdad, para que
la verdad nos haga libres. En este espíritu científico y filosófico continuamos con nuestras reflexiones.
Por ahora es muy bien conocido, que en el mundo colonial la destrucción sistemática del actuar y pensar
creativo, independiente y nativo, de la teoría simple, autóctona y natural, y de la filosofía social indígena, es
decir, el mismo cruel y brutal holocausto mental de millones era parte intrínseca de la conquista, de ‘civilizar y
cristianizar’ a los ‘no civilizados’, la ‘carga del hombre blanco’. En realidad y por razones de la venidera
extensión de la acumulación del capital a muchos continentes y para muchos siglos, la colonización estaba a
punto de conquistar nuestras propias mentes y almas, de desarrollar mecanismos y relaciones de amo y esclavo,
para que pudiéramos internar y eternizar nuestra propia explotación económica en defensa del status quo
feudalista, oligárquico, dominador, divino y papal, alcanzando la realidad global del imperialismo corporativo
del siglo XXI.
De esta manera y anacrónicamente hasta el día de hoy, millones en Asia, África y América, todavía defienden
su ‘religión personal’ o su ‘dios privado’. Fíjense que incluso éstos últimos ya hace mucho
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tiempo atrás han sido borrados por la razón filosófica, la Ilustración y la ‘civilización occidental’. Y en cuanto a
dioses no europeos se refiere, han sido degradados a la superstición, el vudú pagano o el animismo salvaje de
manera arrogante por Europa.
Es triste decirlo, pero de facto, el dios europeo colonial de la conquista (como Cesar o Napoleón) mucho tiempo
atrás ha pasado las anchas y largas del Rubicón planetario, los vastos océanos y los continentes sin fin y
actualmente celebra como la razón globalizada, es decir, como el capital, su ¡veni, vidi, vici! imperial y
espiritual sobre África, Asia y América Latina.
Al mismo tiempo, esta divinidad exportada por el cristianismo, ha causado gigantescos y complejos problemas’
para la Revolución Bolivariana de hoy, los cuales necesitan ser vencidos por una nueva ciencia revolucionaria y
filosofía emancipatoria, por el posible ‘Nuevo Socialismo del Siglo XXI’. El históricamente caído clero y la
nobleza nunca entendieron de verdad lo que pasó con ellos, no podían hacer nada contra la fuerza terrenal de la
dialéctica y de la razón.
Todas estas masacres, genocidios y mentecidios, fueron introducidos por la unión estado-iglesia feudalista
militarizado, involucrado en una ‘guerra de mil años’ por las emergentes sociedades misioneras
burgués-capitalistas, como lo es la Sociedad Misionera de Londres de Wilberforce, que reeducaba a los
campesinos, siervos y esclavos como futuros esclavos asalariados, que hasta el día de hoy han llenado nuestros
cerebros con una ideología colonial europea, con sistemas de creencia capitalistas, costumbres egoístas, valores
racistas, ritos religiosos chupasangrientes y caníbales y una ética de clase dominante que nos enseñaron cómo
convertirnos en ‘portadores de agua’ dóciles y en ‘leñadores’ pacifistas (viejo testamento) para nuestros nuevos
amos imperialistas.
Este proceso alienador y anti intelectual destruyó muchas capacidades y funciones cerebrales o por lo menos los
desactivó; funciones que más tarde difícilmente fueron recuperadas en las escuelas y universidades públicas. De
esta manera fue fabricada la falacia que pensamos en palabras y que las palabras piensan por
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nosotros. De hecho, muchos estudiantes creen que sólo basta con adquirir centenares de palabras de memoria y
acumular la mayoría de frases posibles para tener un verdadero chance de convertirse en think tanks inteligentes
o enciclopédicos caminantes. De la misma manera, leemos diariamente los periódicos buscando `información’
trasmitida por palabras. Sin embargo, si no pensamos por nosotros mismos, es decir, si no leemos entre las
palabras y líneas, entonces nunca sabremos lo que está pasando con nosotros o lo que está pasando en
Venezuela y el mundo.
Durante el último medio siglo e incluso antes, en Venezuela y el mundo, esto es precisamente lo que ha pasado
mayormente en nuestras clases universitarias de las ciencias sociales, nuestras escuelas, instituciones sociales y
culturales y en casi todos los discursos presidenciales a nuestras naciones respectivas, especialmente aquellas de
Bush, con la excepción de nuevos líderes revolucionarios como Hugo Chávez y Fidel Castro.
Antes explicábamos que para el triunfo de la revolución burgués-democrático-capitalista a nivel de la
superestructura, ésta tenía que sustituir el geocentrismo y la lógica formal con el heliocentrismo y la dialéctica,
que reflejaron la transformación de un modo de producción esclavista y agrícola en una producción industrial y
tecnológicamente superior. También se cambiaron las fuerzas productivas impulsadoras a nivel energético y con
ellas todas las relaciones naturales y sociales dentro de la sociedad capitalista moderna. También señalábamos
que el capitalismo imperialista corporativo globalizado sólo puede ser aniquilado y reemplazado por un modo
superior de creación y de creatividad micro-, meso- y macro-cósmica, con una ciencia, filosofía y emancipación
completamente nuevas.
En tendencia y latencia, esto es probablemente el contexto transhistórico de lo que tiene en mente el Presidente
Hugo Chávez y de lo que anticipa con un `Nuevo Socialismo del Siglo XXI’.
Este esfuerzo emancipatorio presupone que evaluemos nuestro actual panorama global en paradigmas
espaciales precisas y en parámetros temporales incisas, tomando en cuenta, lo que una vez he formulado como
el síndrome de los polinesios (poli-necios).
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Me permito explicar de manera muy simplificada algo fundamental para la victoria emancipatoria, que tiene que
ver con los procesos complicados y combinados de los varios niveles de la práxis científica y de los diferentes
grados de la teoría filosófica, es decir, de la complejidad del hacer y pensar humano revolucionario en el planeta
Tierra, y con la adquisición de una conciencia histórica y un conocimiento filosófico de las realidades globales
actuales.
Durante los últimos siete años, los poderes escondidos de lo anterior le han causado graves dolores de cabeza a
la administración Bush y han producido una serie de mayores fracasos en los planes intervencionistas de la
pandilla fascista de Washington. Lo que fuera que hicieron para tumbar el Gobierno Bolivariano en Caracas,
todo terminó en un fiasco total.
Nadie ha realmente estudiado este fenómeno bolivariano científica y filosóficamente, es decir, concreta y
conscientemente, para ubicarlo en el contexto de una nueva lógica, una nueva cosmovisión, un nuevo
socialismo.
Por lo tanto vamos a resumir brevemente el ‘síndrome de los polinesios’ para explicar este asunto.
Claro, lo que explicamos aquí, tiene que haber pasado a través de todo el ‘Tercer Mundo’ durante la época del
‘descubrimiento’ y de la ‘conquista’. Además, independiente del hecho si este cuento corresponde a la verdad
histórica o no, sólo nos importa aquí su relevancia simbólica.
El Capitán James Cook, el famoso explorador británico del siglo XVIII, cuyo nombre se encuentra en toda
Polinesia, una vez narraba en su diario cómo su gigantesca carabela se aproximaba a una de las islas, y que los
nativos estaban jugando y corriendo en la playa ocupados con sus actividades diarias.
Nadie de ellos notaba algo extraño. Su vida continuaba de manera normal, mientras la carabela se acercaba.
Nadie tenía una premonición del inminente peligro y del comienzo del fin de su mundo. Los nativos miraron
hacia el océano, pero no registraron nada extraño en el horizonte, de hecho, nada en absoluto. Esto es una
excelente
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indicación de que uno percibe cosas o la realidad no sólo con los ojos o los sentidos, es decir, por la acción
física, sino también a través de relaciones mentales, a través del pensar, de la teoría. Algo que no tiene relación
en absoluto con nuestro cerebro, con nuestros pensamientos y nuestro intelecto, algo que nunca hemos visto o
escuchado y que nunca nos fue comentado o enseñado, nos queda incomprensible; no lo podemos capturar con
nuestra imaginación y para nosotros simplemente no existe.
Sin embargo, como sigue narrando el Capitán Cook, su barco ancló y la tripulación se preparó a pisar tierra
firme, razón para la cual bajaron sus pequeñas canoas al agua.
En el mismo momento en que los pequeños botes tocaron la superficie del océano, se desató el caos en la playa
de los nativos. Perdieron sus cabezas corriendo, lleno de pánico, en todas direcciones y no sabían qué hacer. Era
la similitud con sus propias canoas que les hizo posible notar, que los botes de Cook se les estaban acercando.
Esto fue la relación que tuvo que establecerse para este encuentro histórico y para la perceptibilidad mutua.
Sin embargo, y en cuanto nos interesa aquí, son precisamente las cosas que no fueron y no podían ser
comentadas. Imaginémonos que en este tiempo se podía haber establecido algún tipo de comunicación social
entre la tripulación británica y los polinesios. El Capitán Cook les hubiese contado a los nativos de la existencia
de otros mundos, de continentes enteros, civilizaciones, culturas y pueblos que compartieron el mismo planeta
con los polinesios. También les hubiese contado, que los británicos ya habían `descubierto` y colonizado partes
de Asia, África y América Latina, y más importante, que la Tierra era redonda y se movía. También, que los
colonizadores practicaban una religión llamada cristianismo, en donde sus creyentes simbólicamente comen la
carne de su salvador, Jesucristo, y beben su sagrada sangre.
En cuanto a esto, los polinesios hubiesen declarado caníbales y vampiros a esos europeos totalmente locos y
listos para el manicomio. Por otro lado, si los polinesios le hubiesen explicado al Capitán Cook
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su lógica y su cosmovisión, sus acciones y creencias, él, como todos los europeos, los hubiese declarado
animales, paganos sin alma, bárbaros y salvajes.
Ahora, ¿cuál es la moral de esta historieta, en lo que a nuestra nueva ciencia y filosofía, a la práxis-teoría de
nuestra Revolución Bolivariana se refiere?
Comparado con los polinesios y con referencia a lo que realmente está pasando actualmente en la Tierra, nos
encontramos en una situación peor. Si a los polinesios los separaban centenares de años del conocimiento y el
entendimiento de la entonces actual realidad colonial y capitalista, nosotros hoy estamos peor. Juzgando desde
lo que ‘sabemos’ sobre las noticias rancias, como lo son la decodificación del genoma humano, la manipulación
del clima, el hacer cráteres del tamaño de un campo de fútbol en cometas que se encuentran volando a una
distancia de varios miles de millones de kilómetros de la Tierra, la creación de mini soles en laboratorios, la
diseminación a nivel internacional de mentiras en cuanto al ‘11 de Septiembre’, ‘Bin Laden y Al Qaeda’, y todo
lo que ocurre en Venezuela, tenemos que concluir, que miles de millones de nosotros, los polinesios modernos,
nos encontramos a años luz de las actuales realidades y peligros que amenazan nuestra propia sobrevivencia. La
NASA, el Pentágono y los servicios secretos saben de cosas, las cuales no nos pudiésemos imaginar ni siquiera
en nuestras pesadillas más apocalípticas, incluso si ocurrieran justo frente a nuestros ojos.
Finalmente, dentro del contexto de las actuales guerras de información, las campañas de desinformación, los
obsoletos sistemas educativos, las descaradas mentiras y obvios engaños de los medios masivos, las ya
inhumanas condiciones de vida en este planeta, las armas de destrucción masiva acumuladas por los países
metropolitanos y los trágicos límites de una mente lógica formal, bi-cameral y binaria, encarcelada en un
sistema universal rígido, encadenada por las garras religiosas, deberíamos darnos cuenta, que si no hacemos y
pensamos rápidamente algo realmente nuevo, entonces nuestra conciencia humana, nuestra acción
revolucionaria,
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nuestra trascendencia emancipatoria, nuestra propia transvolución humana, es decir, nuestro propio infierno,
cielo, purgatorio, limbo y nirvana, están todos en serio peligro de conflagración global y universal. Incluso más,
si pasa algún accidente en la creación experimental de unos futuros mini soles en nuestros laboratorios franceses
y chinos.
Si los ‘condenados de la Tierra’, en unión con sus aliados amenazados alrededor del globo, no deciden
inmediatamente de actuar científicamente y pensar filosóficamente, de buscar un éxodo emancipatorio del
epicentro de este perverso sistema, entonces desvaneceremos todos en este Moloch imperialista corporativo.
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