10. Venezuela: De la Producción Capitalista

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10. Venezuela: De la Producción Capitalista a la Creación Humana
En varias publicaciones hemos enfatizado la quintaesencia de la Revolución Bolivariana en Venezuela. Hemos
explicado la razón por la cual representa un paradigma emancipatorio para todos los pueblos explotados,
dominados, discriminados y alienados en el mundo.
El pasado domingo, 31 de octubre de 2004, una vez más los venezolanos le hemos demostrado al mundo de
qué se trata con el kratos (gobierno) de, por y para el demos (pueblo), de qué se trata con la verdadera
democracia, es decir, con la emancipación revolucionaria.
En las próximas semanas se va a escribir y analizar con mucha intensidad sobre esta victoria abrumadora en las
elecciones regionales de Venezuela, sobre cómo lo "nuevo" acaba de nacer y lo "viejo" en agonía pasa
tenazmente al olvido en América Latina (Gramsci y Chávez).
También es verdad que Venezuela y América Latina han cambiado para siempre, han sobrepasado el punto de
no regreso y que los partidos principales de la vieja élite dominante y su reaccionario bipartidismo se fueron
para siempre. Uruguay pavimenta el camino para la alternativa revolucionaria, el futuro del "ni-ni", la tendencia
de las serpentinas políticas. Sin embargo, lo que queremos resaltar aquí es el contexto global transhistórico de
esta victoria Bolivariana majestuosa: después de tantas batallas heroicas tenemos que prepararnos para la gran
guerra mundial, para la emancipación global.
Charles Dickens, el famoso autor británico en su obra "Cuento de dos ciudades", retratando a Paris, la
Revolución Francesa, y a
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Londres, la Revolución Industrial, nos indicó lo que realmente pasa en tiempos turbulentos, durante las
revoluciones sociales intra sistémicas. Alí Primera eternamente nos canta el próximo paso: la Revolución
Bolivariana transhistórica.
Utilizando la terminología de Marx, Dickens sencillamente describió lógico-formalmente las feroces
contradicciones generadas por una era de revoluciones sociales, que surgen todas las veces que las nuevas
y fértiles fuerzas de producción son sofocadas por las relaciones productivas viejas y estériles, en un
modo de producción en agonía. Así que sucede una feroz lucha de clases violenta y despiadada,
rompiendo el cascarón anticuado y de esta manera empujando hacia delante una creación nueva, llena de
fuego creativo. Esto es lo que actualmente pasa en Venezuela, Uruguay, al fin, en toda América Latina y a
través del mal llamado "Tercer Mundo".
Sin embargo, antes de continuar, vamos a actualizar a Charles Dickens (1812-1870):
"Ni eran los mejores de los tiempos ni los peores de los tiempos; ni era la época de la Sabiduría ni la época de
la Tontería; ni era la época de la Creencia ni la época de la Incredulidad; ni era la temporada de la Luz ni la
temporada de la Oscuridad; ni era la primavera de la Esperanza ni el invierno de la Desesperación. Ni
teníamos Algo delante de nosotros, ni teníamos Nada delante de nosotros; ni fuimos todos directo al Cielo ni
fuimos todos directo al Lado Contrario. En pocas palabras es el Amanecer de la Emancipación trascendental,
histórica; es la Aurora de la Naturaleza y la Sociedad, de la Historia. Transcendemos, sobrepasamos,
superamos lo que sus autoridades más estruendosas llaman la Globalización. "
¿En qué manera se diferencia la actual Revolución Bolivariana Latinoamericana de todas las
revoluciones sociales anteriores, de la Revolución Francesa, de la Revolución de Octubre, de las valientes
revoluciones coloniales anteriores?
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En tendencia revolucionaria y en latencia emancipatoria es el producto transhistórico de todos los
intentos anteriores de resistir a la explotación y hegemonía capitalista, imperialista y corporativa. Nació
en la época de la "globalización", del propio sistema capitalista mundial en crisis severa, en agonía
mortal, fatal y letal, donde la propia existencia de la humanidad se ve amenazada por la extinción.
Esto significa simplemente que el trabajo, el capital y el poder militar han llegado a su omega, a los
límites extremos de su propia existencia terrenal; internamente, salvo si hacemos y pensamos algo
invencible, dentro del sistema mundial, ya no hay manera más para evitar un colapso global económico
político social. Esto puede pasar en cualquier momento, mañana, la próxima semana o dentro de las
próximas décadas.
El mismo modo de producción capitalista se ha convertido en un modo de destrucción y como dijo Kant,
se ha vuelto completamente reconocible, muestra su verdadera mueca esencial fascista y terrorista.
También se convirtió en verdad lo que resaltó Hegel: Todo lo que nace, merece perecer.
La Revolución Bolivariana toca firmemente a la puerta de la trascendencia emancipatoria, desafiando la
tercera ley de la lógica formal; buscando su propia trinidad creativa humana, su ser, existencia y
trascendencia humana, todo en uno, uno en todo. Esto significa un éxodo del actual proceso de trabajo,
del capitalismo, dejando para siempre bien atrás las "siete plagas" del imperialismo corporativo.
Esto es la señal cambiante de los tiempos, esto es lo verdaderamente nuevo, lo auténtico, es trascendencia
revolucionaria, es emancipación trascendental. Las contradicciones principales del mundo, las guerras
económicas a escala global, el Petro-Dólar versus el Petro-Euro, el ALCA versus el ALBA, los EE.UU.
versus Eurasia, todo indica que es ahora o nunca.
Esta vez no nacerá ningún nuevo modo de producción, al contrario, el mismo sistema de producción,
reflejado en las guerras mundiales de Bush, se destruye a sí mismo, se ha convertido en un modo de
destrucción improductivo y apocalíptico.
Cientos de miles de vidas civiles inocentes fueron aniquiladas
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en Irak, ahora Bush anhela de chupar sangre inocente iraní. No obstante, de esta sangre masacrada, llena de
juventud y femenina, algo nuevo, un modo de creatividad y de creación está naciendo; estamos sintiendo su
"contra-trabajo" de parto en la bomba de tiempo espacio de América Latina misma.
Esta guerra global emancipatoria, que será más violenta que cualquier cosa jamás visto en el mundo, ahora está
en el orden del día en Venezuela y otras partes del mundo. Los venezolanos y latinoamericanos ya hemos
demostrado una y otra vez, que somos capaces de vencer y trascender cualquier batalla o guerra.
Claro, oficialmente debemos y tenemos que pedir paz y democracia, sin embargo, también debemos saber que
aún no somos verdaderamente libres y que, como enfatizó Georges Sorel, nacimos, vivimos y morimos en un
mundo violento capitalista imperialista corporativo. Nosotros no "descubrimos" la violencia, de esto se encargó
Cristóbal Colón aquí en las Américas. También Frantz Fanon nos contó categóricamente qué es la auto-defensa
emancipatoria. Sin embargo, esas verdades no deberían robarnos nuestras celebraciones victoriosas, solamente
son advertencias contra un triunfalismo reformista y reaccionario.
Así que, camaradas en armas, llenemos nuestras lámparas resplandecientes con el petróleo más fino, estemos
preparados de enfrentar la batalla final; preparémonos bien con práxis y teoría revolucionaria, con ciencia y
filosofía, con Creatividad Emancipatoria y con Emancipación Creativa. ¡Sí, acaban de comenzar las verdaderas
luchas de Dien Bien Phu y de Waterloo!
Despertemos de verdad de nuestro sueño durante siglos, sacudámonos verdaderamente del "rocío" contaminado,
de los mecanismos del control mental, que nos han caído encima durante nuestras largas noches oscuras de
esclavitud colonial y neocolonial, y como el caballo transhistórico de Bolívar, quitémonos de encima para
siempre las moscas Orwelianas que nos han molestado y que nos siguen importunando nuestra "larga marcha"
hacia la libertad humana.
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