Un motor eléctrico súper simple. Este es probablemente el motor eléctrico más sencillo del mundo...Ingredientes básicos: unos 60 cm de alambre de cobre aislado con plástico o esmaltado de 0,3 o 0,4 mm de diámetro, dos clips para papel, un imán y una o dos pilas. Nada más. Con el alambre hacemos un arrollamiento de 4 o 5 espiras sobre un palo de escoba o similar, de unos 2,5 cm de diámetro. Con un par de vueltas de cada lado con el mismo alambre mantenemos las espiras juntas, como se ve en la figura, y hacemos que los extremos del alambre formen un eje de cada lado. Sacamos la aislación en cada eje, de manera que se vea el metal brillante. Ahora desdoblamos los clips formando soportes para nuestro arrollamiento y los sujetamos con cinta adhesiva a un frasco, vaso de plástico invertido o cualquier otro objeto que sirva para armar nuestro motorcito. Conectamos dos cablecitos flexibles a los extremos de los clips, que nos servirán para conectar una o dos pilas en serie. Ver la figura. Debemos mover los alambres que forman los ejes de manera que el arrollamiento esté equilibrado y gire libremente. Falta todavía ubicar el imán. Este deberá estar sujeto a un soporte adecuado de tal manera que un extremo quede a un par de milimetros del arrollamiento, cuando este gira. También conviene que una mitad de uno de los ejes sea no conductor, pintándolo con un marcador o con esmalte de uñas a lo largo, teniendo el arrollamiento apoyado en la mesa. La idea es que cuando el arrollamiento esté cerca del imán, pase la corriente, pero después de dar media vuelta, la corriente ya no pase. Y ya está listo nuestro motor... Conectamos la pila y le damos un pequeño impulso al arrollamiento para que comience a girar. Si se resiste, veamos que los contactos eléctricos (los ejes del motor, los clips, los extremos de los cablecitos) estén bien limpios, usando lija fina si es necesario. A veces (la mayoría?...) ocurre que las cosas no funcionan la primera vez. Y eso se dá también hasta en los grandes laboratorios de investigación! Pero con un poco de sentido común y mucha paciencia, las cosas terminan por funcionar como uno quiere. No es cuestión que la materia inanimada se salga con la suya!...