Análisis lingüístico

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5. ANALISIS TEXTUAL
INTRODUCCION
Los textos son unidades de comportamiento comunicativo. Un texto es una estructura simbólica formada por
unidades menores que se emiten con un propósito genérico común.
Estas unidades se pueden considerar instrucciones que permiten construir un mensaje. El propósito genérico
común de un texto puede ser complejo, es decir, puede consistir en funciones menores que colaboran para
satisfacerlo.
Las estructuras textuales, dada la longitud y diversidad de textos, no son tan precisas como las oracionales,
pero son tan obligatorias como estas porque permiten predecir la oferta de información. De este modo
contribuyen a mantener baja la carga cognitiva durante el procesamiento del texto, posibilitando o facilitando
la comprensión.
El concepto de textualidad: coherencia y cohesión
Los valores fundamentales de una cultura tienden a ser coherentes con la estructura metafórica de los
conceptos más básicos de esa cultura.
Las metáforas pueden combinarse entre sí dando lugar a conceptualizaciones distintas, a veces opuestas.
La coherencia no implica un modo monolítico de entender las cosas. Una cultura puede disponer de mas de
una metáfora para conceptualizar una determinada esfera de la experiencia y el pensamiento. Es el caso del
tiempo; las unidades temporales se pueden concebir como espacios de los que los humanos entramos y
salimos. En la mayoría de lenguas occidentales esta metáfora básica permite dos conceptualizaciones
distintas:
De acuerdo con A, las unidades temporales o los eventos se presentan como objetos que se aproximan
frontalmente de modo ordenado y sucesivo hacia quien experimenta el tiempo, y se alejan por su espalda.
En la opción B, las unidades temporales están quietas y es la persona que experimenta el tiempo la que se
mueve hacia delante, pasando de una a otra sucesivamente.
Algunas metáforas sirven para estructurar muchos dominios distintos. Los hablantes tienen la libertad
conceptual de construir metafóricamente una situación de muchas maneras, de modo que no se puede predecir
que metáforas se van a elegir.
Muchas de las expresiones están fosilizadas, de tal modo que al usarlas no somos conscientes de que estamos
usando una metáfora, es decir, no reparamos en la conexión establecida entre dos ideas diferentes o dos
dominios distintos de la experiencia. De las metáforas que las sustentas se dice que están muertas o
fosilizadas. El léxico se compone en gran parte de derivaciones de metáforas muertas. Sin embargo, la mayor
parte de las metáforas permanecen activas lo suficiente como para permitir que expresiones nuevas derivadas
de metáforas antiguas se comprendan sin dificultad.
La cohesión es parte del sistema de la lengua, de su gramática.
Conexiones entre elementos léxicos
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La anáfora es la relación que se establece entre una proforma y algún segmento previo al que esa proforma
hace referencia. La proforma puede remitir a una sola forma léxica o a un segmento textual más largo. A pesar
de que las proformas pueden ser ambiguas, su interpretación en contexto suele dar lugar a pocas dudas. Sin
embargo, las diferencias en las proformas entre las lenguas fuerzan muchas adaptaciones.
La catáfora es esencialmente el mismo procedimiento que la anáfora, con el orden inverso de los elementos
conectados: la proforma antecede al antecedente.
La elipsis consiste en eliminar elementos de oraciones o frases cuya estructura nos lleva a sobreentender el
elemento eliminado, presente o no en un segmento previo del texto. Se podría considerar, pues, un tipo de
anáfora cuyo elemento sustitutorio es cero.
La anáfora y la elipsis son a menudo obligatorias. Si intentamos recomponer las oraciones insertando los
elementos omitidos o sustituidos por pronombres, el texto suene extraño o incorrecto gramaticalmente.
Conexiones entre segmentos textuales
Los elementos conjuntivos pueden establecer conexiones entre elementos de la misma oración o de oraciones
distintas.
La aposición, la comparación, la repetición de estructuras y otros recursos sintácticos establecen también
relaciones entre segmentos de longitud variable.
Reiteración léxica
La reiteración léxica puede llevarse a cabo mediante la repetición de palabras o sustitución de sinónimos,
superordinados o palabras genéricas como así, cosa, entonces, hacer, etc.
Otros ejemplos de reiteración son la referencia a una misma entidad desde una perspectiva distinta o la
repetición de morfemas, como en la rima. En español se considera poco estético repetir un vocablo o raíz en
una misma oración. Por el contrario la prosa en ingles, especialmente la científica, insiste en mantener el
mismo termino para evitar malentendidos.
La organización de la información
Además de encadenar sus elementos, los textos tienen características estructurales que atañen a su
organización completa. Algunas de estas características son psicológicas; otras están normalizadas, por el uso
o por manuales especializados.
La estructuración psicológica
La estructuración psicológica se basa en tendencias que responden a la generalidad de la experiencia humana.
Estos son algunos de los ordenes habituales:
ANTES DESPUES
• General particular
• Todo parte o componente
• Conjunto miembro
• Grande pequeño
• Fuera dentro
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El modo mas claro de estructuración psicológica es la temporalidad. A pesar de que la organización temporal
no es una cuestión gramatical, si tiene su reflejo en algunos elementos gramaticales. La ruptura de la
secuencia temporal de las oraciones suele estar marcada por adverbios y otros recursos, como el pretérito
pluscuamperfecto.
Los eventos expresados en distintas oraciones no tienen que ser actividades habituales que podemos recordar,
sino que pueden estructurarse de acuerdo con relaciones cronológicas y causales que pueden calibrarse, literal
o metafóricamente de modo intuitivo.
Otro modo psicológico de estructuración es la secuencia lógica, que puede estar organizada con ordinales,
locuciones y adverbios, incluidos los temporales, que aquí no cumplen estrictamente una función temporal,
sino que indican la progresión lineal del texto.
Macroestructuras y superestructuras
La macroestructura esta relacionada con el contenido como conjunto de unidades de sentido. Es el contenido
del texto en general. Un sinónimo de macroestructura es resumen del texto, dejando de lado la información
que se repite, irrelevante, dando importancia a la información más importante (relevante).
Cuando un autor construye un texto, construye una serie de información jerarquizada. La información para
que el texto avance es la información focalizada; hay otra que no esta iluminada por el foco, que solo ayuda,
es la topicalizada.
Topicalizada Focalizada
*Menos relevante *más relevante
*Información de fondo *hace que el texto avance
*Ayuda a que un texto avance *información nueva, destacada
La superestructura es la forma. Todo texto tiene un contenido, pero también tiene una forma, elementos
palpables. Todas aquellas formas que tengan que ver con la semiótica y también con la estructura retórica (la
forma de presentar la información), forma del contenido y del continente de la información.
Macro y superestructura se relacionan mutuamente.
Tópico y Foco
En la lengua hablada la entonación o el acento tónico permiten indicar un foco de atención, un segmento que
quien habla marca como particularmente relevante dentro de un enunciado.
Una oración puede tener dos focos marcados por la misma construcción sintáctica. El foco y la división
tema/rema se pueden usar para producir algunos efectos particulares.
La lengua escrita puede tener en cuenta la entonación. Los mediadores suelen ser conscientes de las posibles
diferencias significativas de los distintos patrones de entonación habituales, especialmente en la traducción
subordinada.
La metáfora
La esencia de la metáfora es comprender y experimentar un concepto en términos de otro.
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No solo se trata de una forma de hablar. Lo que hacemos, pensamos y sentimos cuando discutimos se basa en
la metáfora una discusión es una lucha.
Ese modo de hablar es habitual en nuestra cultura. No se trata de un recurso literario, sino más bien de un uso
literal del lenguaje.
Las extensiones metafóricas son posibles gracias a nuestra capacidad de abstraer similitudes entre entidades y
al carácter prototípico de los conceptos, que no tienen que estar estructurados metafóricamente en su totalidad.
La superposición de dos conceptos suele ser parcial, porque solo se aplica a las partes que pueden ser útiles
para pensar o entender un concepto.
Las extensiones metafóricas parten de conceptos desarrollados por experiencia directa, que llamaremos
básicos. Sin embargo, la percepción esta mediatizada por presupuestos culturales, por lo que toda experiencia
directa es realmente cultural.
Los seres humanos nos concebimos como un contenedor con un espacio interior limitado por unas fronteras
(la piel). Del mismo modo concebimos el resto de las entidades que percibimos como contenedores con unos
limites. Una vez acuñado el concepto como un espacio delimitado por unas fronteras, podemos establecer
nosotros mismos conceptos relativos a entidades y desarrollar extensiones metafóricas que contemplan
conceptos abstractos y actividades como objetos. También podemos pensar en unidades temporales o estados
como espacios, objetos vistos desde el interior.
De este modo, el pensamiento se organiza en sistemas metafóricos coherentes con la experiencia perceptual.
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