¿Cómo pasan los jóvenes españoles su tiempo libre? Lo que más les gusta es escuchar música, salir o reunirse con sus amigos e ir al cine o al teatro. También se dedican, aunque menos, a ver la televisión, estar con su pareja, escuchar la radio y leer libros o prensa. Sólo tres de cada 10 practican deporte, van de copas o a las discotecas y juegan con el ordenador. Uno de cada diez incluso sobreviviría un mes aislado con internet. Lo que menos hacen es ir a conciertos y a competiciones deportivas, visitar museos o asistir a exposiciones y actos culturales. Botellón es un término que describe la costumbre extendida en España desde finales del siglo XX, sobre todo entre los jóvenes, de consumir bebidas alcohólicas, refrescos, snacks y tabaco en grupos relativamente numerosos y en lugares públicos como parques o zonas abiertas de la vía pública. En algunas ciudades, donde el botellón se ha centralizado en algún punto en concreto, se llegan a reunir miles de personas cada fin de semana, pasando estos lugares a ser comúnmente llamados botellódromos por los medios de comunicación. Para abaratar el coste de la bebida se consume el alcohol en botellas y tetra brik de aproximadamente 1 litro, con hielo y vasos de plástico antes de dirigirse a pubs, discotecas, o conciertos, donde el precio de las bebidas suele ser considerablemente más caro. Hay quién sitúa sus orígenes en los años 80 entre jóvenes normalmente de clase obrera. Esto no era un fenómeno de masas como lo fue después, pero se puede considerar su raíz. Con el tiempo se fue generalizando en algunas ciudades, ante la tolerancia de las autoridades, hasta que sus efectos adversos motivaron críticas y en 2002 la conocida comúnmente como "Ley Antibotellón" se propuso erradicar las concentraciones masivas de personas practicando el botellón, como el conocido caso de la Plaza del Dos de Mayo de Madrid, donde por entonces cientos de jóvenes se reunían cada fin de semana para consumir alcohol.