Emilio Calatayud Pérez, juez de Menores de Granada: ´No es permisible que los menores jueguen con el alcohol en la calle´

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Pontevedra, 31/01/08
Emilio Calatayud Pérez, juez de Menores de Granada: ´No es permisible
que los menores jueguen con el alcohol en la calle´
CARLOS GARCÍA
Impartir cientos de horas de clase de
informática para un joven "hacker" que estafó a varias empresas o contar en un cómic su
historial delictivo son sólo algunas de las sentencias educativas que dictó Emilio Calatayud
Pérez y que le han convertido en el juez de menores más famoso de toda España. Ayer, el
titular del juzgado de menores número uno de Granada estuvo en Pontevedra para dar una
conferencia organizada por la concejala de Educación, Margarita Castejón.
- ¿Qué nos podría contar de esas sentencias que le han hecho tan famoso?
- Yo no he inventado nada, lo contempla la ley y yo lo único que hago es aplicarla.
Quizá destaca la continuidad, que llevo muchos años, que me creo esa posibilidad y
luego la colaboración de todas las instituciones de Granada en dotar de recursos a este
tipo de medidas. Lo que ocurre es que sí se ha resaltado todo esto y soy un producto de
los medios de comunicación y del vídeo famoso (circula una conferencia suya por
internet). Es lo que me ha dado un poco más de nombre.
- ¿Con los jóvenes es quizá más importante aplicar este tipo de sentencias?
- Desde luego, pero con los mayores no va a quedar más remedio que aplicarlas también
tal y como está la situación penitenciaria en España. Ahora, con los menores es bueno y
aparte muy rentable: Se están obteniendo unos resultados del 70% de reinserción en
internamientos, lo cual demuestra que los profesionales que están trabajando en los
centros actúan bien. Además, un 80% de los que se le aplican otras medidas alternativas
no vuelven a cometer delitos.
Yo creo que en el siglo XXI hay muchas formas de reparar el delito y no
necesariamente con la privación de libertad. Ahora lo importante es la prevención y ahí
es donde hay que trabajar con los padres, escuela y con todas las instituciones. Cuando
interviene la Justicia con los menores significa que ha fracasado todo el sistema entre
los 0 y 14 años.
- En Pontevedra ahora se está tratando de regular el botellón, en Granada ya lo han
hecho ¿Cómo les ha ido?
- El botellón ha sido un problema muy grave en Granada. Hace un año o dos se empezó
a controlar, quizá por que estábamos en elecciones. Ahora mismo se está medio
controlando pero sigue siendo un problema muy serio. Por ejemplo, para marzo
tenemos otro reto muy serio ya que hay convocado otro macrobotellón, ya veremos a
ver por dónde se respira.
Yo, desde luego, soy contrario al botellón, sobre todo de los menores. Hay que buscar
soluciones puesto que no podemos permitir que los menores jueguen con el alcohol en
la vía pública. Y creo que de los mayores tampoco. Para beber, toda la vida se ha
bebido, se va uno al bar y ya está. No me vale la defensa de que es para socializarse.
Toda la vida nos hemos socializado en los bares o en las plazas o donde sea, no hace
falta ir de botellón para socializarse.
- ¿Se cometen muchos delitos en el marco del botellón?
- El alcohol, la vida nocturna, que van unidos muchas veces a drogas... Es fácil cometer
un delito en esas circunstancias.
Hemos entrado en una dinámica mala. Estamos criando unos chavales que salen para
emborracharse, se están creando problemas de absentismo laboral y escolar. El
problema no se reduce sólo los fines de semana, sino que en algunas ciudades el
botellón empieza el jueves. No pasa nada por decir que no y que se beba como toda la
vida se ha bebido: menos, mejor calidad, aunque sea más caro, pero en los sitios
destinados al efecto.
- ¿Y cuál es la solución?
- Llamar a las cosas por su nombre, educar y decir no. ¿Por qué hay que beber en la vía
pública? Si no se trata de molestar o no molestar. Es que estamos permitiendo el
consumo desaforado en sitios públicos.
- ¿Debe haber colaboración entre la escuela y la Justicia?
- Mucha. Y cada vez está habiendo más. Es necesario que la Justicia se abra a la escuela
y viceversa.
CARLOS GARCÍA
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