Localización : Localización histórica: La Inglaterra isabelina Durante el reinado de Isabel I, Inglaterra vivió profundas transformaciones sociales, religiosas y políticas que afectaron la vida pública y privada de sus súbditos. La concepción de la autoridad y de los vínculos que unían los distintos estamentos de la sociedad se vio trastornada, y circunstancias como el aumento en la población, el empobrecimiento de las clases bajas, la consolidación de la Iglesia anglicana y un alto índice de criminalidad se integraron en la revolución intelectual del renacimiento, generando una profusa actividad artística en medio de grandes tensiones. La influencia del humanismo y de las refinadas letras italianas incentivó en la isla la necesidad de ponerse al día con los avances estéticos y filosóficos del continente, dando paso, con el tiempo, a un nuevo público, muy heterogéneo y cada vez más consciente de las posibilidades del lenguaje. El uso coloquial del idioma contribuyó de este modo a la lengua literaria, que vivía una intensa maduración. Los distintos géneros se fecundaron entre sí y su desarrollo se enriqueció con la práctica de la traducción, cultivada con entusiasmo por los autores de la época. La evolución de la imprenta, sumada a importantes reformas en la educación, cimentó una vasta producción en prosa y poesía. A través de la prosa se explotó el poder de las letras en la vida pública y se tomó conciencia de la posibilidad expositiva de la lengua inglesa, posteriormente afianzada con la obra de Francis Bacon. Proliferaron la escritura teórica y vertientes alternativas a la prosa literaria como los libros de viajes, la sátira y la crónica. En cuanto a la ficción, aparecieron varias colecciones de relatos importados de Francia e Italia. La poesía, impulsada por la adaptación de modelos italianos, la traducción, la música renacentista, y las obras seminales de Spenser y Sidney, experimentó a niveles de forma y contenido caracterizándose por la espontaneidad, la suavidad y la economía de las imágenes. El soneto marcó una importante tendencia con autores como Shakespeare y Gleville, mientras que la poesía bucólica ganaba adeptos y la sátira se convertía en una de las artes inglesas por excelencia. Sería el teatro, sin embargo, accesible a todos los públicos y sintetizador de todos los géneros, el espacio más propicio para representar las transformaciones individuales, nacionales e históricas que vivía la Inglaterra isabelina. La escena recibió la influencia del drama clásico, las tradiciones autóctonas y la mascarada de la corte, y fue un laboratorio para la reflexión, la lengua y las formas literarias. Entre los muchos dramaturgos de calidad del período, se destacaron Christopher Marlowe, Ben Jonson y el genial William Shakespeare, quien armonizó en su verso belleza e inteligencia y llevó a las tablas el dilema del hombre en sus pasiones, sentimientos y dudas, provocando una revolución ligüística y estética. Autor: William Shakespeare 1564, Stratford−upon−Avon, Inglaterra 1616, Stratford−upon−Avon, Inglaterra Considerado el mayor dramaturgo de todos los tiempos y el principal escritor en lengua inglesa, William Shakespeare logró, como era su intención manifiesta, que el teatro sostuviera un espejo frente a la naturaleza. Su representación de los conflictos del ser humano fue tan sublime en su forma y su visión poética como en su alcance intelectual e intuitivo. Exploró en su producción las pasiones del alma, el reverso de situaciones cotidianas e históricas y, eminentemente, el poder del lenguaje. Poco se conoce sobre su existencia como individuo, y cuanto se ha podido establecer acerca de él se basa en escuetos documentos oficiales y algunas alusiones de sus contemporáneos. Se sabe que fue hijo del 1 funcionario burgués de Stratford−upon−Avon John Shakespeare y de Mary Arden, ésta proveniente de un antiguo linaje. No concurrió a la universidad y, según consta en los registros, contrajo matrimonio a los dieciocho años con Ann Hathaway, con la que tuvo tres hijos: Susanna y los gemelos Judith y Hamnet, el último de los cuales había de morir en la infancia. Shakespeare trabajó en el teatro desde su juventud bajo el patrocinio del conde de Southampton, a quien dedicó sus primeros poemas publicados, Venus y Adonis y El rapto de Lucrecia. En Londres triunfó rápidamente gracias a su papel como actor protagonista, autor y ocasionalmente director de la Lord Chamberlain's Company of Players, una compañía llamada también The King's Men y que se desempeñaba tanto ante el gran público como ante la corte. Maestro sublime del idioma inglés, William Shakespeare experimentó con los sonidos, significados y ritmos de su lengua natal; recibió la influencias de Plauto, Ovidio, Séneca, Marlowe, Philip Sidney, la Biblia y de diversas tradiciones escénicas, y basó casi todos sus argumentos en piezas ajenas, por ejemplo originadas en Boccaccio, Montemayor, Plutarco, cronistas de la antigüedad e historiadores británicos, enriqueciendo la literatura universal con su amplísimo vocabulario, su talento incomparable para el planteamiento dramático y su genio inagotable para la creación de personajes arquetípicos. Sus obras tempranas incluyen La comedia de las equivocaciones, Tito Andrónico, Los dos caballeros de Verona, Romeo y Julieta y Trabajos de amor perdidos. Entre sus dramas históricos figuran Ricardo II, La tragedia del rey Ricardo III, Enrique IV, Julio César, Antonio y Cleopatra y Pericles, así como entre sus comedias, famosas por su fantasía, transformaciones y juegos de ingenio y ambigüedad, se destacan El mercader de Venecia, Mucho ruido y pocas nueces, Como gustéis, Las alegres casadas de Windsor y Sueño de una noche de verano. Sus tragedias principales son Hamlet, Otelo, Macbeth, El rey Lear y Timón de Atenas, y de su repertorio tardío sobresalen La tempestad, Cymbeline y Cuento de invierno. Además de estos monumentos del teatro mundial, Shakespeare escribió una exquisita colección de sonetos, poemas líricos en ocasiones desencantados y crípticos, caracterizados por su profundo análisis de los sentimientos amorosos y por su excelencia estilística. La escasa información disponible sobre la vida del gran poeta, por ejemplo el hecho de que no haya sobrevivido hasta nuestros días ningún manuscrito suyo, ha llevado a la crítica, sobre todo a partir del siglo XIX, a barajar la posibilidad de que sus creaciones fueran de la autoría de Francis Bacon, Christopher Marlowe, el sexto conde de Derby o de un colectivo formado por las plumas de Ben Jonson, Marlowe, Kyd, Beaumont, Greene, Chapman y otros escritores isabelinos. Localización literaria: Sueño de una noche de verano fue escrito alrededor de 1595 y representada hacia la misma época; publicada in−quarto en 1600 y en 1619, e in−folio en el año 1623. Como historia interna de esta obra, mencionada sólo en 1598, pero que, por ciertas alusiones del texto, pudo empezar a escribirse en otoño de 1594 y estrenarse en la primavera de 1595, es evidente que se destinaba a los festejos de una boda ilustre; además, según J. Dover Wilson, habría en ella rememoraciones de una gran fiesta ofrecida en 1575 por el Conde de Leicester a la Reina Isabel, con la cual intentó casarse, sin lograr hacerle abandonar su pertinaz soltería. Al ser una obra de encargo hace que se trate de la más alegre de Shakespeare. Resumen: Hermia, hija de Egeo, es una joven que está enamorada de Lisandro y que es correspondida. Pero su padre quiere que se case con Demetrio. Esta se niega, y ante la decisión de Teseo, duque de Atenas que además se va a casar con Hipólita la reina de las Amazonas, de elegir entre dedicarse a la castidad religiosa o a morir, huye con su amado al bosque. Enterada de esto, su amiga Elena decide contárselo a Demetrio pensando que él al fin se fijará en ella. Así comienza una comedia en la que predomina un divertido enredo de personajes que se acentúa con la presencia de una discusión entre los reyes de las hadas, Oberón y Titania, y la incorporación de unos vulgares trabajadores que pretenden representar Píramo y Tisbe para la celebración de la boda de 2 Teseo e Hipólita. Finalmente reina el buen sentido y todo vuelve a su normalidad. Personajes: No he considerado que haya protagonistas porque son varias historias dentro del mismo marco, y creo que todos los personajes tienen igual importancia. Hermia, Lisandro, Elena y Demetrio: Hermia y Lisandro están enamorados, pero Demetrio lo está de la primera también. Y a la vez, a Elena le gusta Demetrio porque éste la había cortejado anteriormente. Egeo manda a su hija a casarse con Demetrio, en contra de la voluntad de ella. Esto y la orden de Teseo, hacen que los dos amantes queden en un bosque a las afueras de Atenas. Sin embargo Hermia se lo había contado a su amiga Elena, que se lo dice a Demetrio para que al menos se lo agradezca. Una vez ya en el campo, Hermia y Lisandro se quedan dormidos. Cuando el joven despierta queda enamorado al instante de Elena, debido a un hechizo que le había echado el duende Puck por equivocación. Para remediarlo, también lo hace en el otro muchacho, cambiándose las tornas. La chica, indignada, cree que todo es una broma pesada y que en realidad ninguno de los dos la quiere. Esto hace que los chicos se enfaden entre ellos por la joven, y que las dos amigas también se irriten. Finalmente todo vuelve a ser solucionado por Puck, y los jóvenes creen que todo ha sido un extraño sueño en una simple noche de verano. Egeo: es el padre de Hermia. Quiere que su hija se case con Demetrio, pero como ella no acepta por las buenas, acude a Teseo para que le ayude. Teseo e Hipólita: él es el duque de Atenas y ella la reina de las Amazonas. Van a casarse y han decidido invitar a todos los jóvenes de la ciudad a la fiesta. Ésta durará cuatro días y cuatro noches. Cuando Egeo viene a pedir ayuda a Teseo con respecto al asunto de su hija, él es muy rotundo: o permanece virgen y fiel a los votos religiosos, o tiene que morir por desobedecer a su padre. Al final del libro, cuando los dos ven la representación teatral realizada por los artesanos para los festejos de la boda, quedan muy contentos. Cartabón, Berbiquí, Lanzadera, Flauta, Hocico y Hambrón: son respectivamente un carpintero, un ebanista, un tejedor, un remiendafuelles, un calderero y un sastre, artesanos de la ciudad de Atenas. Con motivo de los desposorios de Teseo e Hipólita, deciden representar teatralmente Píramo y Tisbe. Para ensayar van a un bosque a las afueras de la ciudad. Allí, Titania se enamora de Lanzadera, que en ese momento lleva puesto una cabeza de asno, y hace que sus hadas le sirvan como a un rey. También todo esto debido a Puck. Cuando el encantamiento termina, a Lanzadera se le hace quitar el disfraz y creer que ha estado soñando, y vuelve con sus compañeros de función. Todos ellos representan la obra, y aunque de un modo un poco rústico, gusta a los soberanos. Oberón y Puck: el primero es el rey de las hadas, y el segundo un duende a su servicio. El monarca está enfadado con Titania, que es su mujer. Esto es debido a que ella lleva de paje a un doncel robado de India. Oberón, celoso, lo quiere para él, pero su esposa lo retiene a la fuerza. Él decide mandar a Puck echar un líquido de una flor sobre ella cuando esté dormida. De este modo, conseguirá que al abrir los ojos se enamore de lo primero que vea, y como estará tan atontada le pedirá el paje y ella aceptará. En ese momento se encuentran con Elena y Demetrio, y Oberón decide que también le eche el jugo al joven ateniense de modo que se vuelva loco por la joven. Sin embargo, el duende se equivoca y lo vierte sobre Lisandro, de modo que se enamora de Elena. El rey de las hadas regaña a su sirviente y le hace buscar a Demetrio para hechizarle. Puck lo consigue, haciendo que los dos jóvenes se sientan atraídos por la misma dama. Por otra parte, Oberón ha restregado el líquido sobre los ojos de Titania. Finalmente, él mismo manda deshacer los encantamientos y hacer creer a todos que han estado soñando, y él y su mujer se vuelven a reconciliar. 3 Chicharrillo, Telaraña, Polilla, y Mostaza: son hadas al servicio de Titania, que cuidan y llenan de lujos a Lanzadera por orden de su dueña. Titania: es la reina de las hadas, y está casada con Oberón. Lleva de paje a un doncel robado de la India. Se enfada con su marido porque éste quiere al joven criado para él, pero ella no está dispuesta a dárselo. Se enamoró de un artesano de Atenas llamado Lanzadera que lleva puesta una cabeza de asno. Manda a sus hadas que le colmen de regalos y delicias. Oberón, más tarde, deshace el hechizo, y Titania se vuelve a reconciliar con él. Espacio: La historia sucede en la ciudad y en un bosque contiguo a una milla. En la ciudad se encuentra el palacio de Teseo e Hipólita. Inicialmente, casi todos los personajes recurren al bosque para encontrar refugio, tranquilidad o inspiración. Pero este campo se convierte en una especie de escondite donde reinan los personajes fantásticos y en el que todas las personas están bajo sus dominios. El espacio es mayoritariamente abierto ya que casi toda la obra sucede en el bosque. Esto hace que podamos leer varias historias ya que es un lugar amplio donde caben muchos personajes. A la vez esto provoca la mezcla de personas y la comedia. Tiempo: Los hechos suceden cronológicamente, es decir, avanza de un modo progresivo hasta el final. No hay saltos en el tiempo ni hacia delante hi hacia detrás. Sin embargo, el enredo de personajes hace que las historias estén entremezcladas en el tiempo. Estructura: Posee una estructura lineal porque los hechos se desarrollan progresivamente. Género y subgénero literarios: Sueño de una noche de verano pertenece al género teatral o dramático. El autor cede la palabra a los personajes de la ficción para que ellos mismos expongan sus conflictos ante le lector. Su subgénero teatral es la comedia, que desarrolla conflictos amables, a veces tratados con humor, que suelen tener un final positivo. Significado de la obra: No sé si realmente la obra tiene una moraleja. Quizás intente decir que el amor es algo difícil y confuso, y que nos mantiene los ojos cerrados como si estuviésemos en un sueño, pero que al final despertamos y encontramos su verdadero significado en la persona determinada y apropiada. Extracción y comentario: Puck. Si nosotros, vanas sombras, os hemos ofendido, pensad sólo esto, y todo está arreglado: que os habéis quedado aquí durmiendo 4 mientras han aparecido esas visiones. Y esta débil y humilde ficción no tendrá sino la inconsistencia de un sueño, amables espectadores, no nos reprendáis; si nos concedéis vuestro perdón, nos encomendaremos. En este fragmento está hablando Puck, el duende del rey Oberón. Es el final de la obra, y se dirige a los espectadores diciendo que espera que no se hayan tomado a mal la historia y que piensen que todo ha sido un sueño. Opinión: Me ha gustado el libro porque ha sido fácil de leer. Aunque había referencias mitológicas como la historia de Píramo y Tisbe, lo he sabido comprender ya que me sé la historia. Me ha parecido un relato entretenido y divertido. No tardé apenas en leérmelo. Lo que más me ha gustado es que no tiene partes trágicas ni dramáticas, porque cuando me gustan los personajes y se mueren no me hace gracia. Sinceramente, tenía ganas desde hace bastante tiempo de leerme éste libro, porque cuando era más pequeña creo que salió una película de esta obra. Y como no pude ir a verla me propuse leerla alguna vez. Con respecto a la localización literaria del libro, ni yo misma creo que esté bien ya que estuve buscando por muchos libros pero no encontré nada coherente. También creo que de todos los textos que he comentado este ha sido el más difícil al haber tantas historias entremezcladas. Bibliografía: Shakespeare, William, Sueño de una noche de verano, Club Internacional del Libro, Madrid, 1993. VVAA, Historia Universal de la Literatura, Alphabetum Multimedia, 2000. VVAA, Diccionario literario, tomo IX, Hora, S.A. Shakespeare, William, Sueño de una noche de verano, RBA, Barcelona, 1994. 5