p.cosme muñoz.pdf

Anuncio
quienes deberían apoyarle: sus mismos compañeros de
parroquia. El permanece sereno.
EL P. COSME MUÑOZ
Fundador de la congregación
Hijas del Patrocinio de María
Nació en Villar del Río (Soria) en 1573, de padres nobles, no
ricos. A los cinco años le dieron maestro para enseñarle las
primeras letras e instruirlo en las costumbres cristianas. A los 16
años se siente inclinado a las armas y se dirige a Málaga,
célebre y famoso puerto de Andalucía. Sentó plaza de soldado
en las Galeras de España. Al perder la salud, trabaja, primero
como amanuense de un escribano público, después como
secretario de la provisión de las galeras. Una grave
enfermedad le hace acudir a la Virgen de la Victoria de Málaga
a la que pide fervorosamente que le alcance de su Hijo la salud
perdida, prometiendo emplear la vida a su servicio. Recobra la
salud, vende sus posesiones y reparte entre los pobres el dinero
y se marcha Córdoba. Su meta es llegar al sacerdocio y lo
alcanza, a pesar de las dificultades que encuentra. Pasa
hambre, duerme en el suelo, se disciplina por los pecadores,
resiste mil tentaciones que atentan contra su vocación. Mendiga
para los pobres, para las mujeres caídas y recogidas en el
convento de Santa María Egipciaca. Se le echan encima
1. Hacia 1607, el Obispo de Córdoba, Fray Diego de
Mardones le pone al frente de una hermosa obra que, pocos
años antes, había comenzado Isabel de la Cruz con dedicación
de su vida y hacienda y que se ve truncada por su muerte: un
hogar para recoger, alimentar y educar a niñas huérfanas. El
P. Cosme acepta el encargo y se dedica en cuerpo y alma a
levantar, organizar y dar nueva forma al colegio de niñas
huérfanas de Ntra. Sra. de la Piedad. Para ello se informa de
los escasos establecimientos dedicados a la formación de la
mujer que hay en España, busca constituciones y reglamentos
en Santiago de Compostela y Toledo, pone en juego todas sus
dotes de sacerdote y educador.
No hay colegios para mujeres y la escasa formación cultural
que se brinda a las niñas es en el seno de las familias
acomodadas. Cosme es consciente que las niñas huérfanas y
pobres están abocadas a la total marginación, a la explotación
social y, como única salida, la prostitución. Ve que Dios ha
puesto en sus manos un tesoro y se consagra, sin abandonar
los otros apostolados encomendados, a organizar un colegio
para la educación de niñas, adelantándose dos siglos a lo que
en la Iglesia y la sociedad será una conquista: la educación y
promoción de la mujer.
La educación que se imparte en el Colegio Ntra. Sra. de la
Piedad es una educación integral, de calidad y muy completa,
partiendo siempre de una pedagogía preventiva. Es graduada,
según la edad, y se enseña la lectura, escritura, matemáticas,
música y canto, con práctica de órgano y arpa para las que
tienen cualidades; sin dejar las labores de mano, dechados,
bordados y toda lo relacionado con la casa, que en una familia
las madres enseñan a sus hijas. Como dato de la preparación
que recibían las jóvenes para poder insertarse posteriormente
en la sociedad, se les enseña a valorar su trabajo, ponerle
precio, gestionarlo con el exterior del Colegio y administrar el
50% de su importe que la comunidad les da. En los diez años
de permanencia en el colegio se preparan totalmente y salen
para tomar estado, para lo cual el colegio les entrega una dote
de 200 ducados.
Para el P. Cosme, el colegio de la Piedad es la causa de sus
desvelos. En la que hoy es la Plaza de las Cañas comienza la
obra que pone bajo el patrocinio de Nuestra Sra. de la Piedad.
Busca mujeres buenas, decididas y cultas para educar y formar
a las niñas huérfanas.
Hombre intrépido y valiente sabe resistir y acometer. Envuelto
en la oración, fortalecido con el sacrificio y la penitencia,
transformado todos los días con la fuerza y el amor en la
celebración de la Eucaristía, no teme a nada ni a nadie. En los
momentos más duros, cuando sus hermanos de sacerdocio le
ponen trabas, sabe que la Virgen, Madre de Dios, está con él
y que por el Hermano Francisco de Santa Ana le transmite este
recado: "Dile a Cosme que persevere, que ahora comienzo yo".
Muere el día 3 de diciembre de 1636 y la ciudad de Córdoba
sabe reconocer su singular vida y así lo muestra el día de su
muerte y los siguientes hasta su entierro, según hay constancia
por un acta fidedigna.
Si hubiera que definirlo con pocas palabras, éstas podrían ser
AMOR Y SERVICIO; amor desde María, la Virgen de la Piedad
y servicio como Cristo, Maestro y Redentor, a todos, pero
especialmente a los más necesitados, las niñas huérfanas y
pobres.
ACTUALIDAD DE LA OBRA DEL P. COSME
En los siglos XVIII y XIX, en la provincia de Córdoba se produce
un movimiento socio-cultural a favor de la educación de la
mujer y se toman como modelo los colegios fundados en
Córdoba y Villafranca por los PP. Cosme Muñoz y Luis Pérez.
El paso del tiempo y, sobre todo, los bruscos cambios
religiosos, culturales y políticos del siglo XIX en España, crean
una situación de precariedad para estos colegios. El Obispo de
Córdoba interviene proponiendo la unión de estas
comunidades con el fin fortalecerlas y darles perspectivas de
futuro. D. Ramón Guillamet y Comá, (1913-1920) culminó la
obra comenzada por D. Sebastián Herrero Pozuelo, de unir los
colegios diocesanos dedicados a la enseñanza, procedentes de
las fundaciones de los PP. Cosme Muñoz y Luis Pérez, en una
Congregación. Promulga el decreto el 24 de junio de 1918 y
aprueba las nuevas constituciones el 9 de enero de 1919, que
comienzan a regir el 19 de marzo, festividad de San José.
Nombra Superiora General a la M. Amalia Cea y García del
Sagrado Corazón (1860-1950). La nueva Congregación se
denominó "Religiosas de Enseñanza bajo el Patrocinio de la
Bienaventurada Virgen María".
Esta Congregación con el paso del tiempo fue más allá de las
fronteras de la provincia de Córdoba, haciéndose presente en
otras provincias españolas donde llevaron el estilo educativo
del P. Cosme Muñoz. De igual forma fundaron centros
educativos en América latina, en Venezuela y Colombia, hasta
donde se ha extendido la devoción y el cariño hacia la figura
de Cosme Muñoz.
Descargar