Queridas amigas y amigos: Hoy es un día feliz porque a partir de hoy se sumará a una de nuestras calles el nombre del Padre Cosme Muñoz. El Padre Cosme, que tan bien conoció este lugar, fue un hombre bueno que quiso y supo sembrar una semilla imperecedera de amor, de afecto y de confianza en las personas, lo que logró gracias a su hermosa labor en el campo de la enseñanza y a su apoyo a quienes más lo necesitaban. La presencia del Padre Cosme, cuatro siglos después, está muy viva en nuestra ciudad, en este hermoso barrio y, naturalmente, en el Colegio de la Piedad y en toda la comunidad educativa de Córdoba. Él fue, sin duda, un pionero, un hombre que llevó a cabo una auténtica labor social, que sentó las bases e impulsó, contra toda dificultad, un modelo de educación para las niñas huérfanas. Un modelo cimentado en la igualdad de derechos y deberes, en el respeto mutuo, en el derecho a la educación de calidad. Y supo reconocer a sus alumnas como parte esencial de la escuela, derribando las barreras entre docentes y alumnado que existían en la época en que le tocó 1 vivir. Hoy día no deja de sorprendernos que el Padre Cosme fuera un “pedagogo” adelantado a su tiempo en pleno siglo XVII. Por eso, y también por la trayectoria del Colegio de la Piedad que él fundó, por la labor continuada de las Madres de la Congregación Hijas del Patrocinio de María, por las niñas y niños que se han formado aquí a lo largo de los siglos damos a esta calle el nombre de Padre Cosme Muñoz. Y atendemos así a la justa petición del Consejo de Distrito Centro y al acuerdo plenario que aprobó por unanimidad aceptar esta petición. A partir de hoy, quienes paseemos por esta calle recordaremos su figura y su trabajo, ése que está presente en nuestra memoria y, sobre todo, en la sonrisa y los ojos de las niñas y niños de Córdoba que crecen y se educan en igualdad y en libertad. Muchas gracias. 2