PALABRAS FINALES Como Superiora de la Comunidad del Colegio Ntra. Sra. de la Piedad, me toca decir las palabras finales de este Congreso, dejando para el cierre definitivo la celebración de la Eucaristía, acción de gracias por excelencia. Con gozo hemos asistido a las distintas ponencias, según el programa del Congreso. Quedan en nuestra memoria y, sobre todo, en el corazón las palabras y el cariño de : D. Juan Aranda, Dª Rosa Aguilar, D. Sebastián Cano, D. Antonio Dorado, la Hna. Antonia García, la Hna. Mª Isabel Quirós, Dª Rosa Pulido y la Postuladora de la causa del P. Cosme, Dª Silvia Correale. Han sido dos días plenos de contenido, de comunicación de saberes, de experiencias de vida desde el espíritu y carisma del P. Cosme, de convivencia y encuentro. En nombre de la Congregación y del CEP damos las gracias a cada uno de los ponentes, a las autoridades religiosas y educativas, a las familias y a los docentes que han estado presentes en este Congreso. Agradecemos, igualmente, a las instituciones como la Diócesis de Córdoba, que en todo momento nos ha dado su apoyo y colaboración desinteresada, al Ayuntamiento de Córdoba, a la Diputación Provincial, y a las demás empresas de las que hemos recibido ayuda y que quedan recogidas en el programa. Gracias a todos ha sido posible este I Congreso. Pedimos a Dios que la vida del P. Cosme, su intuición para aportar soluciones liberadoras a la realidad de su tiempo y su experiencia como hombre de Dios, iluminen nuestra acción educadora y sepamos dar en cada momento la respuesta más adecuada a los retos que la sociedad actual demanda, siempre enviadas por la Iglesia a hacer presente el mensaje de Jesús en los lugares en que estamos, sintiéndonos especialmente comprometidas en aquellos espacios en los que los derechos humanos, la igualdad, la justicia.. son, todavía, una meta a conseguir. En este año del Centenario, todos los que formamos las comunidades educativas H.P.M. estamos viviendo una renovación y fortalecimiento en nuestra identidad, que se hace presente en la educación que transmitimos a nuestros alumnos, impregnándola de la pedagogía del amor, hilo conductor de la obra del P. Cosme. Deseamos hondamente que la santidad del Padre Cosme se vea reconocida oficialmente por la Iglesia, para que siga siendo ejemplo de vida para los cristianos. Hacemos nuestra la petición del P. Cosme y nos dirigimos a María con sus mismas palabras y deseo: “ Y mirad, Señora mía, que quiero que, de hoy más, corra por vuestra cuenta mi vida” Quedan terminados los actos académicos del Congreso y estamos todos invitados a la celebración de la Eucaristía en el colegio de la Piedad y a la copa de vino ofrecida por Bodegas Campos. Buenas tardes y, de nuevo, ¡GRACIAS! Mª Dolores Torres Delgado