Sector público: déficit y endeudamiento

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Sector público: déficit y endeudamiento
Uno de los temas económicos más discutidos en estas últimas semanas y que se ha
convertido en tema de campaña electoral, es el manejo que ha realizado la actual
administración de las finanzas públicas, en particular el comportamiento del gasto
público y el déficit creciente que se está verificando en estos últimos meses. En estos
últimos días se ha sumando al debate el hecho de que el gobierno superó el tope legal de
incremento de la deuda pública para financiar el déficit en el año 2008 y que estaría
requiriendo del Parlamento un permiso para incrementar dicho tope en este año 2009.
La lógica que guió la actuación del anterior ministro de economía, Cr. Danilo Astori,
durante el periodo 2005-2008 fue utilizar el llamado “espacio fiscal” que el incremento
de los ingresos fiscales iba generando, producto de una economía en fuerte expansión,
destinándolo al aumento de determinados gastos que el gobierno consideraba prioritario
en el marco de su política macroeconómica y social.
Dicha estrategia ha sido duramente cuestionada por la oposición y por diversos analistas
económicos, en el entendido que habría que haber aplicado una política fiscal contracíclica y no pró-cíclica. Es decir, en épocas de auge haber ahorrado para tiempos
difíciles como el actual, y así poder apoyar en mejor medida a los sectores que están
teniendo dificultades, o haber reducido el endeudamiento público que permitiera en una
situación menos favorable recurrir a colocación de deuda sin dificultades.
El Gobierno optó por utilizar al máximo todos los ingresos que los impuestos
generaban, incluso aumentándolos con la reforma tributaria, aunque este tema se ha
discutido, a los efectos de ampliar los subsidios a la población más carenciada, mejorar
fuertemente el salario real de los funcionarios públicos y encarar determinadas
inversiones necesarias para mejorar la infraestructura de apoyo a la producción. Es
difícil saber si el mayor gasto fue gastado en forma eficiente o no, pero es muy probable
que la mejora en la eficiencia del gasto haya sido muy baja.
Iniciado el año 2009 y con un panorama externo totalmente diferente, la reversión de la
situación fiscal no se ha hecho esperar. Los ingresos se han debilitado por el freno en la
actividad económica, los gastos han aumentado y, a su vez, son rígidos, por tener un
componente permanente muy fuerte, además se comprometieron incrementos del gasto
para este año en la rendición de cuentas aprobada el año anterior, todo lo cual ha
determinado una desmejora fuerte del déficit fiscal. Los últimos datos al mes de febrero
nos confirman el deterioro de las cuentas fiscales. El déficit global del sector público se
ubica en el entorno del 2% del PBI, como consecuencia de la baja del superávit primario
al 1.1% del PBI y de pagos por concepto de intereses de la deuda por 3.1% del PBI.
Como referencia a los efectos de valorar este resultado, los doce meses cerrados a
febrero del 2008 mostraban un déficit de sólo un 0.8% del PBI.
Esta tendencia seguirá verificándose a lo largo del año 2009 dado que los ingresos no se
recuperarán este año, incluso las previsiones del comportamiento del PBI por parte del
Gobierno se han reducido del 3% al 2%, por lo que en el mejor de los casos los ingresos
permanecerán estancados, con un gasto creciendo, todo lo cual indica que las finanzas
del sector público seguirán comprometidas por este año y el siguiente, condicionando el
inicio de la próxima administración.
La importancia de mantener un déficit fiscal controlado es clave para la estabilidad
macroeconómica. Un déficit en las finanzas del sector público puede ser financiado
básicamente de tres formas: utilización de reservas, mayor endeudamiento o crédito de
la autoridad monetaria. Este último recurso termina con inflación, la utilización de
reservas está condicionada por su monto y tampoco es algo recomendable su utilización,
y el recurso de mayor deuda tiene también sus limitaciones.
Unido a esta situación, se conocieron estos días los datos referidos al comportamiento
de la deuda pública en cuanto a que en el año 2008 se superaron los topes de incremento
fijados en la Ley de Endeudamiento Público aprobada en enero de 2006. Dicha norma
establece las condiciones para que el Poder Ejecutivo pueda emitir endeudamiento
público. Ello ha motivado a que el Ministro de Economía proponga una modificación a
dicha normativa a los efectos de poder emitir mayor endeudamiento al actualmente
permitido, a los efectos de poder obtener los fondos necesarios para financiar el
incremento del déficit público.
El manejo de la deuda en estos últimos años ha sido muy profesional, mejorando los
perfiles de vencimientos y de tipo de moneda y de acreedores, y logrando una reducción
importante de la relación deuda pública sobre PBI, que en el año 2002 había superado el
100% y que en estos años fue disminuyendo, básicamente por el hecho de que el PBI se
incrementó más que el aumento de la deuda pública. La situación empieza a cambiar y
el incremento del endeudamiento, aunque fue a tasas menores a la mejora de la
actividad económica, ahora empieza a generar dificultades.
En resumen, la situación de las finanzas públicas pasa a constituirse en un tema clave
para el desarrollo de la estabilidad macroeconómica de este año y de los siguientes. El
gobierno deberá extremar sus precauciones para no deteriorar la situación, sabiendo que
será un tema muy cuestionado en este año electoral.
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