Macizo de Brasilia

El macizo de Brasilia se extiende en la parte oriental de América del
sur, es un basamento antiguo formado por rocas cristalinas, y
predomina el relieve amesetado. Hacia el este, los rebordes de la
meseta descienden abruptamente y hacia el oeste, en cambio, se
encuentra un descenso suave, en forma de mesetas bajas
denominadas chapadas.
Relieves:
Este relieve fue fracturado por el plegamiento andino, y a lo
largo de estas fracturas o líneas de falla corren importantes ríos como
el Paraná, el Uruguay y el Iguazú. En algunos casos, también
afloraron coladas de lava que dieron lugar a la formación de suelos
rojos. Estos suelos, denominados lateríticos, son muy aptos para los
cultivos subtropicales como el café.
Entre las principales cordilleras de la meseta Brasileña están
la serra da Mantiqueira, la serra do Mar y la serra Geral. Las
elevaciones en estas y otras cordilleras no suelen sobrepasar los
1.220 m, con excepciones como el pico da Bandeira (2.897 m), en la
serra da Mantiqueira, y el Pedra Açu (2.232 m), en la serra do Mar.
El pico da Bandeira, Brasil.
El Pedra Açu, Brasil.
Climas:
En general, el clima es cálido las precipitaciones disminuyen
hacia el interior. Pero, debido a su gran extensión, el macizo presenta
notables diferencias: mientras en el norte el clima es ecuatorial y
presentan densas selvas, en el sur el clima es templado y predominan
las praderas y estepas. En las sierras próximas a la costa también
domina la vegetación tropical densa. En el ángulo nordeste de Brasil,
denominado sertón, en cambio, las precipitaciones son escasas y muy
variables de un año a otro; la vegetación aquí es xerófila, es decir,
adaptada a la escasez de agua.
Agricultura:
Alrededor de la cuarta parte del café del mundo se cultiva en las
plantaciones de São Paulo, Paraná, Espírito Santo y Minas Gerais. La
producción de café en 1998 fue de 1,56 millones de t, de las que la
mayoría se exportaron.
Minas Gerais, Brasil.
Flora:
La vegetación en la región de la meseta es exuberante,
pero en las tierras altas los bosques, constituidos en su
mayoría por especies de hoja caduca, son mucho menos
densos. Esta zona también tiene extensas zonas de arbustos
y llanuras sin árboles. Las coníferas crecen en aquellas áreas
donde predominan las condiciones de clima templado. En las
zonas áridas de la región de la meseta, los cactus y otras
plantas de espinos son habituales.