DISCURSO DE LA MINISTRA DE SALUD, BIENESTAR, FAMILIA y VIVIENDA de ANDORRA Debido a su peculiar estructura de población y a sus tendencias sociodemográficas, íntimamente relacionadas con la actividad económica del país, Andorra tiene unos niveles de envejecimiento relativamente moderados en relación a los países de nuestro entorno. En la actualidad las personas de más de 65 años suponen el 11,7% del total de nuestra población. Aún así, las características y necesidades de este sector de población han cambiado debido a factores como: la situación económica del momento, el aumento de las enfermedades crónicas y degenerativas o las características familiares de nuestro entorno, propiciando la necesidad de replanteamiento del modelo de protección social del país. La protección social en el Principado de Andorra, queda garantizada a través de dos sistemas: Un primer sistema que es, la protección social básica (salud y pensiones), estructurada fundamentalmente en la seguridad social del país, de tipo contributivo y organizada en dos ramas: enfermedad y vejez. Este sistema tiene elementos compartidos del modelo de capitalización y del redistributivo y una de sus principales características es la afiliación voluntaria de determinados colectivos, así como la posibilidad de no jubilación a los 65 años, situación que implica que las personas de esta edad no encuentren obstáculos formales en la prolongación de su vida laboral. En segundo lugar encontramos el sistema de atención social que completa la protección social del país: basada principalmente en el Plan Nacional de servicios sociales y el Reglamento de prestaciones de asistencia social. Durante el año 2004, en el marco de la II Asamblea Mundial Sobre el Envejecimiento, nuestro Gobierno tomó un fuerte compromiso en desarrollar una política social dirigida a las personas mayores basada en, la prevención para asegurar su salud y su bienestar, haciendo especial hincapié en la mejora de los mecanismos de protección social. En este sentido hemos desarrollado un programa de prestaciones económicas para las personas mayores, dirigido a garantizar la cobertura sanitaria del colectivo y a la introducción de mecanismos compensadores del sistema de pensiones con el objetivo de garantizar el principio de igualdad en el acceso a unos ingresos mínimos. Un ejemplo de ello, son las medidas impulsadas para evitar situaciones de exclusión social de las mujeres mayores. De esta manera, durante el año 2006 se destinó el 21% del total del presupuesto de nuestro ministerio en prestaciones económicas a complementar los ingresos de este colectivo, ese mismo año 1 de cada 6 ayudas de acceso a la vivienda fue destinado a mujeres mayores. Cabe decir que nuestro gobierno ha reconocido a las personas mayores como colectivo prioritario de las ayudas para el acceso a la vivienda de alquiler, asumiendo hasta el 35% de su precio total. Así mismo, desde nuestro equipo de atención integral a las mujeres víctimas de violencia de género, se está trabajando en el desarrollo de protocolos específicos de detección, atención y creación de recursos dirigidos a mujeres mayores maltratadas. Otra medida que ha impulsado nuestro gobierno en la mejora del sistema de protección social para las personas mayores, es el desarrollo de modelos de atención integral que prevean la provisión de servicios de carácter sociosanitario, centrados en dar respuesta a las necesidades del colectivo, especialmente de aquellas personas que sufren dependencia. De esta manera estamos desarrollando la implantación de un modelo de atención sociosanitaria que nace de la estrategia de atención interdisciplinar, incorporando al sector sanitario y al sector social en un único proceso de atención integral. El primer paso emprendido ha sido el desarrollo y consolidación de la red de centros de atención primaria en los que trabajadoras sociales y enfermeras desarrollan su trabajo de manera coordinada y complementaria en la atención y gestión del caso. Por otra parte, cabe destacar el apoyo facilitando apoyo técnico y económico brindado desde nuestro ministerio a: Fundaciones, entidades privadas y asociaciones no lucrativas de personas mayores, así como a su Federación, en el desarrollo de proyectos de formación y capacitación a las personas mayores. Las actuaciones han estado centradas en el acceso a las nuevas tecnologías y a la sociedad de la información y en el desarrollo de proyectos de voluntariado por y para la tercera edad. También hemos impulsado la implementación de actuaciones intergeneracionales dirigidas a la recuperación de modos de vida, al traspaso de tradiciones y de conocimientos a las nuevas generaciones, así como de revalorización de la experiencia que poseen nuestras personas mayores. No me gustaría concluir sin hacer referencia, al esfuerzo invertido por nuestro gobierno en el desarrollo de mecanismos de consulta pública y de participación de las personas mayores y de las entidades que les representan en el proceso de detección de sus necesidades, así como de concreción de las actuaciones a implementar para darles respuesta. Así en el año 2006 se inició un proceso participativo para la elaboración del nuevo plan nacional de atención social, en el que se constituyó una mesa de trabajo de personas mayores específicamente. Este es un claro ejemplo de la proximidad que tiene el político a las necesidades del pueblo en un país pequeño. Señoras y Señores, siguiendo las estrategias marcadas en la Asamblea Mundial del envejecimiento y por el II Plan de acción mundial sobre el envejecimiento, así como los principios de Naciones Unidas a favor de las personas de edad, nuestro Gobierno pretende potenciar la atención integral a las personas mayores apostando por la participación activa de nuestras personas mayores en la vida social, cultural, económica y política de nuestro país.