que os adjunto aquí

Anuncio
Homosexualización: Un río de Córdoba lleno de
estrógenos
(Buenos Aires: Urgente24 de la fecha )
La noticia se publica en La Voz del Interior y da cuenta de un singular evento, que
aún no cuenta con explicaciones oficiales, que podría estar relacionado con oscuras
maquinaciones constantemente denunciadas por los teóricos de la conspiración: la
reducción de la poblción mediante la esterilización gradual.
Aparentemente el río Suquía (Primero), que atraviesa la capital cordobesa, registra altas
concentraciones de estrógenos. Una investigación que lleva ya dos años y medio
encontró en las aguas del río Suquía concentración de estrógenos por encima de lo
admitido por normativas internacionales. Ahora, los investigadores intentarán encontrar
cuál es la causa de la aparición de esas hormonas en el curso de agua.
Lo que resulta cierto es que el inexplicable hallazgo cuenta con una hipótesis sostenida
por los conspiracionistas: las elites mundiales buscan mantener su statu quo mediante el
control encubierto del crecimiento demográfico. De este modo, la homosexualización de
la población es una forma de ralentizar la explosión demográfica. Según los teóricos,
otras medidas como el matrimonio gay, la utilización de esterilizantes en los alimentos
y los productos descartables o la legalización del aborto son herramientas destinadas a
tal fin.
El trabajo sobre el río cordobés lo lleva adelante un equipo liderado por Alberto Ferral,
del Centro de Investigación y Desarrollo para el Medio Ambiente (Cidma) de la
Universidad Blas Pascal. Los primeros resultados serán presentados mañana en el
Cuarto Congreso Internacional sobre Gestión y Tratamiento Integral del Agua.
En los análisis realizados aguas abajo de la Estación Depuradora de Aguas Residuales
(Edar) de Bajo Grande, en el extremo este de la ciudad de Córdoba, se encontró una
concentración de estrógenos 10 veces mayor al límite establecido por normas
internacionales.
“Eso nos estaría indicando la presencia de estrógenos en el Suquía, sin poder ser
eliminados en su totalidad por la planta depuradora”, sostiene la investigación, aunque
aclara que no existe todavía tecnología de depuración capaz de eliminar esas hormonas
en su totalidad cuando están presentes en el agua.
Los estrógenos son hormonas sexuales femeninas. En el trabajo se indica que los
efectos fisiológicos de estas hormonas son numerosos: regulan el crecimiento celular y
tisular, la reproducción, el metabolismo, la inmunidad, mantienen los ciclos
reproductivos y aseguran un equilibrio entre los diversos sistemas y aparatos.
Además, el estudio de Ferral advierte que la presencia en el medio ambiente de
estrógenos y de compuestos con posibles efectos estrogénicos puede dar lugar a
múltiples efectos.
Entre ellos se destacan niveles anormales de hormonas en sangre, reducción de la
fertilidad, alteraciones del sistema inmunológico, feminización de machos y
criptorquidia.
También puede producir disminución del conteo de espermatozoides, tumores de
los tractos genitales masculino y femenino, malformaciones del aparato
reproductor, alteración de la estructura y densidad ósea, y desarrollo de tumores
estrógeno-dependientes.
El trabajo también cita una publicación de la Academia de las Ciencias estadounidense
que reveló que con sólo cinco nanogramos de estrógenos por litro, aproximadamente lo
que se encuentra a la salida de las plantas depuradoras de agua, se podía provocar la
desaparición de toda la población de peces foxinos de un lago.
Esto se provoca por la feminización hasta la esterilización de los machos, en un
plazo de apenas dos años.
Ferral remarcó que se encontró presencia de estrógenos en otros puntos del Suquía,
aunque la concentración más importante fue en Bajo Grande. Y que para hacerlo, se
solicitaron reactivos a un laboratorio japonés ya que no existían esos elementos para
detectarlos en agua.
“Habíamos estado más de un año sin poder detectarlos, y ahora vamos a estudiar de
dónde provienen”, dijo Ferral.
En ese sentido, las hipótesis del origen están en los anticonceptivos que toman las
mujeres y las hormonas que se usarían en la cría de pollos. También, en componentes de
otros productos como insecticidas y plásticos que se comportan igual que las hormonas.
“Lo que sí sabemos es que las concentraciones de los anticonceptivos son
extremadamente altas para que puedan actuar en el organismo. Entonces no se
asimila todo lo que se ingiere, sino que se elimina alrededor del 50 y 60 por ciento. Y
son de alta resistencia, justamente para que causen efectos, y por eso las plantas no
los depuran”, sostuvo Ferral.
La próxima etapa de la investigación incluye una encuesta a más de 500 mujeres
residentes en áreas cercanas al río para intentar conocer sus hábitos de consumo,
principalmente al uso de píldoras y parches anticonceptivos. También incluirá la
evaluación del uso del suelo en la cuenca del Suquía, inventariar asentamientos y
criaderos de animales en la zona de influencia.
Descargar