PENSAMIENTOS PEDAGÓGICOS < I > ISABEL AGÜERA I. Maestro de oro es el que sabe, respeta y valora que un alumno más otro jamás sumen dos. II. En el juego de seguir los pasos, el maestro jamás debe ir a la cabeza. Su lugar es ser el último de la fila. III. De lo contrario, ¿cómo conocer el “paso” de cada uno? IV. Si tus alumnos bostezan, puede que hayan dormido poco o puede que tú los estés durmiendo. V. Si un día careces de ilusión, date de baja de la enseñanza. De lo contrario convertirás tu escuela en un árido paisaje donde no será posible la vida. VI. Entre educar y manipular tan sólo media un paso. Si no se vigila, la manipulación se impone VII. Hay maestros que primero deforman y después tratan de formar. VIII. La disciplina no es una amenaza de castigo. IX. La disciplina es un halo de paz y orden que brota del maestro e imanta a los alumnos. X. Si los alumnos son una copia de su maestro. ¿Qué mostrarán, cuando se les exija el original? XI. En la mirada de cada niño se esconde un futuro. El maestro no debe olvidarlo, obnubilado por el presente XII. Ser maestro es, ante todo, entender que los alumnos no son sumandos de una suma. Luego jamás se les podrá aplicar el signo del igual. Ser maestro, maestra, es ser manantial de donde fluya la ilusión y el amor como agua fresca donde beban todos. Ser maestro, maestra, es tener capacidad de inventar la escuela cada día, de crear el hábitat donde todas y cada una de las “plantas” encuentren su microsistema para crecer y multiplicarse. XIII. Un maestro debe transformar en sueño todo lo que pasa por sus manos, porque maestro es el ser humano con capacidad para transformarlo todo, de crear de nuevo...