Visión COPARMEX Ciudad de México Abatir la informalidad, condición ineludible para la competitividad. Más de 1 millón 200 mil personas trabajan en condiciones de informalidad en la Capital, de los cuales, 77 mil 197 declaran ser empleadores. Proponemos se genere un censo del comercio informal para entender el fenómeno y generar incentivos precisos. Ciudad de México, a 5 de marzo de 2014.- Para la Ciudad de México no existe viabilidad posible, en cuanto a competitividad se refiere, si no se articulan políticas públicas eficaces para abatir de manera integral el complejo fenómeno de la informalidad. A nivel nacional, se reconoce que son cerca de 30 millones de trabajadores los que no cuentan con la protección de la seguridad social o el reconocimiento oficial por parte de sus centros de trabajo. En el Distrito Federal, los datos confiables disponibles nos indican que existen 1 millón 217 mil personas en condiciones laborales de informalidad, de las cuales 77 mil 197 son empleadores, mientras que los trabajadores “asalariados” informales llegan a 268 mil y los no asalariados casi a los 120 mil. Además, los trabajadores por cuenta propia se cuentan en más de 666 mil y aquellos 1 trabajadores no remunerados representan más de 85 mil personas. Así, según el INEGI, la tasa de informalidad laboral en el cuarto trimestre de 2013 ascendió a 49.42 por ciento de la población 2 ocupada en la Ciudad de México. Con tales niveles de informalidad, la Ciudad de México pierde opciones para crecer de acuerdo a su potencial. El problema es grave y poco se está haciendo de manera creativa para resolver este problema de fondo. De hecho, las acciones que se han implementado por el Gobierno del Distrito Federal han sido insuficientes e incluso, inequitativas. Si no, ¿cómo entender que por un lado, un sector que incluso, formaba parte de los canales de distribución de productos ilegales, como lo eran los “vagoneros” del Sistema de Transporte Colectivo Metro, hayan sido premiados con bastos recursos públicos para dejar de operar – lo que hasta la fecha no se ha concretado al 100 por ciento mientras que los negocios bien establecidos, aquellos que cumplen siempre con la ley, hoy padecen los efectos del aumento de 2.5 a 3% en el impuesto sobre nóminas, avalado por la Asamblea Legislativa en diciembre pasado, además de las muy complejas disposiciones derivadas de la reforma fiscal avalada por el Congreso de la Unión? Pareciera que ni siquiera la autoridad encuentra opciones reales para enfrentar y detener este fenómeno que afecta la competitividad de la Ciudad de México de manera sistemática. Las cifras nos indican que estamos en deuda con un sector de capitalinos que está desprovisto de servicios y seguridad social y que incorporándose a la formalidad, podríamos aprovechar de diversas maneras, sus aportaciones al espectro de contribuciones para beneficio de todos y por que no, también al de innovación de nuevos productos y servicios. No nos confundamos. La informalidad debe ser abatida a través de mecanismos que propicien su incorporación a la formalidad. La economía ilegal, aquella que se fortalece de productos provenientes de la piratería o robados, debe ser atacada de manera frontal en todos sus canales de distribución a través de las instancias judiciales con las que el Gobierno de la Ciudad cuenta. En ello, no debe haber discusión. 1 Se refiere a todas aquellas personas que en el desempeño de su actividad reconocen depender de un jefe o superior, pero sin recibir un salario como forma de pago, percibiendo otras modalidades tales como comisiones, honorarios, destajo, propinas, etcétera. 2 INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Informalidad laboral. Matriz Hussmanns. Cuarto trimestre de 2013. Empresarios unidos por la competitividad de la Ciudad de México Página 1 de 2 Visión COPARMEX Ciudad de México Sí…el problema es complejo, pues no debemos olvidar que para muchos ciudadanos, optar por la informalidad fue la única opción consecuencia de no encontrar espacios formales derivado de la falta de competencias o conocimientos que el mercado demandaba. Pues bien, algo tenemos que hacer…al respecto ¿qué proponemos en la Coparmex Ciudad de México? En el corto plazo, exigimos que el Gobierno del Distrito Federal realice un censo del comercio informal en toda la Ciudad, a fin de que se conozca con exactitud el alcance real de esta problemática. Proponemos un sistema parecido al de los "cuadrantes" que se ha utilizado con eficacia en las áreas de seguridad pública y que divide al D.F. en más de 800 zonas, a fin de establecer semáforos que nos indiquen en dónde avanza con mayor celeridad la informalidad. Censar la problemática nos permitirá detonar con precisión incentivos que impliquen acceso a créditos productivos desde las diversas áreas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas del Gobierno Federal y Local; acceso a seguros de vida y garantías por mercancías; asesoría legal en temas de herencia y pertenencia (testamentos) y obviamente, planes de pago de impuestos diferenciados que les permita contribuir por los servicios que les brinda el Estado. Es justo. Además, a través del entendimiento del fenómeno, dónde se localiza y cómo se interrelaciona con otros factores, se podrían establecer programas formales que permitan la inserción de grupos y sectores muy relevantes para la productividad de la Ciudad de México, como lo son jóvenes, los adultos mayores y personas con capacidades diferentes. En el mediano plazo, no hay duda que la ruta está en avanzar hacia una reforma educativa que incorpore a los jóvenes en edad de estudiar y trabajar a procesos de certificaciones técnicas que empaten la oferta y demanda laboral que está pidiendo el mercado. Abatir la informalidad demanda acciones decididas y transversales de política pública para el desarrollo económico de la Ciudad. Por ello, en COPARMEX DF proponemos que sea la Comisión Interdependencial para el Fomento y Promoción del Desarrollo Económico que contempla la recién aprobada Ley para el Desarrollo Económico de la Ciudad, la que asuma el compromiso, para convocar a las diversas dependencias del Gobierno de la Ciudad y al sector productivo en el DF para colocar este tema como estratégico y encontrar juntos rutas de fondo que nos permitan resolver este problema. Al final del camino, es claro que la ruta probada, la más eficaz para abatir la informalidad, es la que podamos construir en conjunto los sectores productivos y el Gobierno de la Ciudad para propiciar condiciones que permitan crear más empresas y más empleos dignos y bien remunerados, como consecuencia de actividades productivas de alto valor agregado. Así y sólo así, acabaremos con la informalidad. Atentamente, José Luis Beato González Presidente COPARMEX Ciudad de México. 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