Subido por Gloria Suazo

Taller de Inteligencia Emocional para adultos

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Taller de Inteligencia Emocional para
adultos
“La inteligencia emocional nos ayuda
a responder a los conflictos con los que nos encontramos en el día a día
ofreciendo recursos y habilidades fundamentales para solucionarlos de una
forma sana y efectiva”.
El coeficiente intelectual (CI) no es la única garantía de éxito en el ámbito
profesional, social o personal. La capacidad de conocernos a nosotros
mismos, de expresar nuestras emociones y de entender las de las personas
que nos rodean, ayuda a relacionarnos mejor con nuestro entorno familiar,
laboral y social en general.
Por ejemplo en el mundo comercial, la “clave del éxito” está en el grado en que
los trabajadores de una empresa conozcan y controlen sus emociones y sepan
reconocer las necesidades de sus clientes a la hora de hacer sus ventas. Así
pues, será importante que estos trabajadores sepan establecer relaciones
sociales, sepan ponerse en el lugar del comprador y asuman el reto de cumplir
con unos objetivos a partir de la motivación y la persecución de una meta.
Las personas somos seres racionales y emocionales preparados para elaborar
pensamientos y sentimientos. Capacitados para la introspección y hábiles para
comprender y responder a nuestro entorno. Todo ello, nos convierte en seres
ricos emocionalmente, únicamente tenemos que trabajar en ello para ponerlo
en práctica en nuestro día a día.
En la siguiente entrevista, Mª Teresa Mata, psicóloga colaboradora del
INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, nos
habla más detalladamente sobre el concepto de inteligencia emocional y nos
propone cómo entrenarla a partir del TALLER DE INTELIGENCIA EMOCIONAL
PARA ADULTOS.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Según Daniel Goleman, la inteligencia emocional es un conjunto de destrezas,
actitudes, habilidades y competencias que determinan la conducta de un
individuo y que puede definirse como la capacidad de reconocer nuestros
propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar
adecuadamente las relaciones sociales.
Al contrario de lo que ocurre con el coeficiente intelectual, la inteligencia
emocional no se establece al nacer, sino que se puede alimentar y fortalecer a
través de una combinación del temperamento innato y las experiencias de la
vida (sobretodo de la infancia). Así pues, desde niños, se deberían aprender
nociones emocionales básicas.
¿Cuáles son los principales componentes de la inteligencia
emocional?
Según Daniel Goleman, la inteligencia emocional se compone de los siguientes
factores:

Autoconocimiento emocional
Es el conocimiento de nuestras propias emociones y de cómo nos afectan a
nosotros y a nuestro entorno.
Esta competencia se manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí
mismas de forma realista. Que son conscientes de sus propias limitaciones y
admiten con sinceridad sus errores, sensibles al aprendizaje y que poseen un
alto grado de confianza.

Autocontrol emocional
Es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para
adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar
antes de actuar y de evitar los juicios prematuros.
Las personas que poseen esta competencia son sinceras e íntegras. Controlan
el estrés y la ansiedad ante situaciones comprometidas y son flexibles ante los
cambios o las nuevas ideas.

Automotivación
Es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en la
consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando
soluciones.
La automotivación se manifiesta en las personas que muestran un gran
entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple
recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con
gran capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.

Empatía
Es la capacidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de
los demás, poniéndose en su lugar, y respondiendo correctamente a sus
reacciones emocionales.
El reconocer aquello que los demás sienten y que se puede expresar por un
gesto o por ejemplo, por una mala contestación, nos puede ayudar a
comprender al otro, así como a establecer lazos más intensos y duraderos con
las personas de nuestro entorno.

Relaciones interpersonales (o habilidades sociales)
Es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir
e influenciar al resto.
Quienes poseen habilidades sociales son excelentes negociadores. Tienen una
gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son capaces de
trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias grupales.
Así pues, podemos resumir que a mayor inteligencia emocional: mayor
capacidad para poseer autocontrol, mayor capacidad para establecer
relaciones sociales, mayor capacidad para motivarse ante un objetivo, mayor
capacidad para comprender a los demás, y, finalmente, mayor capacidad para
echar una mirada hacia el interior y escuchar qué nos dicen nuestras
emociones y sentimientos.
Ser inteligente es mucho más que poseer un alto coeficiente intelectual. La
inteligencia emocional nos ayuda a responder a los conflictos con los que nos
encontramos en el día a día ofreciendo recursos y habilidades fundamentales
para solucionarlos de una forma sana y efectiva.
¿Cómo podemos trabajar la inteligencia emocional?
El trabajo en psicoterapia centrado en el entrenamiento de la inteligencia
emocional, tiene como objetivo mejorar nuestras habilidades en referencia a:





Autoconocimiento
Autocontrol
Automotivación
Empatía
Habilidades sociales
Aprendiendo técnicas que nos permitan lidiar con los retos que nosotros y el
entorno en el que vivimos, proponemos todos los días. Un modo interesante,
divertido y enriquecedor es el trabajo por medio de TALLERES GRUPALES
como el que realizamos en Mensalus.
La prescripción y puesta en práctica de tareas y ejercicios que potencien estas
cinco capacidades ayudarán a enriquecer nuestra inteligencia emocional, y se
convertirán en un gran instrumento para entrenarlas y aprender a mejorarlas.
Y más concretamente ¿Cuál es el objetivo del taller?
El objetivo de este taller es promover el trabajo centrado en el crecimiento
personal y mejorar nuestra calidad de vida. Aprendiendo técnicas que nos
permitan responder a los conflictos del día a día, de una forma sana, divertida y
constructiva.
De un modo más esquemático podríamos decir que los objetivos son los
siguientes:
 Mejorar el autocontrol emocional.
 Perfeccionar la capacidad de introspección.
 Mejorar la conciencia corporal.
 Mejorar las habilidades sociales y comunicativas.
 Obtener recursos para hacer frente a la ansiedad.
En definitiva, obtener recursos para mejorar la resolución de conflictos.
Técnicas para desarrollar y potenciar
la inteligencia emocional
Además de las 2 mencionadas (el filtrado atencional y la arteterapia) existen
muchas otras pequeñas acciones que ayudan a desarrollar la inteligencia
emocional. Las puedes ver a continuación:
1. Observar nuestras reacciones emocionales durante los eventos del día. Es fácil
aplazar los sentimientos de lo que se vive en el día a día, pero tomarse el tiempo
para reconocer qué te hacen sentir tus experiencias es esencial para mejorar la
inteligencia emocional.
2. Prestar atención a tu cuerpo. En vez de ignorar las manifestaciones físicas de
tus emociones, empieza a escucharlas. Nuestras mentes y cuerpos no son entes
separados, más bien se afectan entre sí a nivel muy profundo. Podrás elevar tu
inteligencia emocional aprendiendo a interpretar las señales de tu cuerpo que te
indican la clase de emociones que sientes.
3. Evitar juzgar tus propias emociones. Todas nuestras emociones son válidas,
incluso las negativas. Si juzgamos nuestras emociones, inhibiremos nuestra
capacidad para sentir plenamente, lo cual hará que nos sea más difícil aprovechar
nuestras emociones de manera positiva. Todas nuestras emociones son una pieza
nueva de información útil que están conectadas con algún acontecimiento en
tu mundo personal. Sin esa información, no tendríamos idea de cómo reaccionar
adecuadamente.
4. Ser abierto y agradable va de la mano con la inteligencia emocional. Una mente
cerrada suele ser un indicador de una inteligencia emocional más baja. Cuando se
tiene la mente abierta a través del entendimiento y la reflexión interna, es más fácil
hacerles frente a los conflictos de una manera calmada y confiada.
5. Observar el efecto que tienes sobre los demás. Para elevar la inteligencia
emocional, comprender las emociones de los demás supone la mitad del camino
andado. También tendremos que comprender el efecto que tenemos sobre los
demás.
6.
Disminuir los niveles de estrés elevando nuestra inteligencia emocional. El
estrés es un término amplio que hace referencia a la angustia que se siente debido a
una gran variedad de emociones. Hay una enorme cantidad de causas que
desencadena el estrés, cosa que podría convertir cualquier problema diario en algo
mucho más desafiante de lo que en realidad es. Si estamos muy estresados, será
difícil que nos podamos comportar de la manera que nos gustaría.
7. Empatía. Ser un oyente más activo y prestar una verdadera atención a lo que digan
los demás nos ayudará a tener un mejor entendimiento de sus sentimientos. Cuando
podamos usar esa información para tomar decisiones y m
ejorar nuestras relaciones, será un signo inequívoco de que nuestra inteligencia
emocional goza de buen estado de salud.
La inteligencia emocional implica más que controlar los sentimientos y
trabajar las emociones. También implica a la capacidad de controlarse a uno
mismo.
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