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Estudio del control biológico en islas y en áreas continentales

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Estudio del control biológico en islas y en áreas continentales
Carmen Díez Prieto, Santiago Domínguez Bernal, Jon Enderiz Contin y María Fernández
Fernández
Todos los participantes contribuyeron igualitariamente en la realización del trabajo.
Abstracto
En esta revisión científica vamos a contrastar la información y conocimientos obtenidos por
diversos autores expertos en estudios del control biológico. Esto para dar respuesta a la
cuestión que se nos propone y concluir con las causas de porqué el éxito o el fracaso del
control biológico varía en función de la zona geográfica y de esta forma determinar entre las
dos opciones que se nos presentan; islas y continentes, las ventajas o desventajas de realizar
un estudio de este tipo en estas zonas para poder usar esta información en estudios e
investigaciones futuras.
Palabras clave
1. Control biológico - biological control
2. Continente - continent
3. Islas - islands
4. Especie invasora - invasive species
5. Plaga - plague
Introducción
El término de control biológico apareció por primera vez gracias a Harry S. Smith en 1919 en
el Journal of Economic Entomology, 12(4), 288-292.; y posteriormente fue redefinido por
diversos autores.
Algunos de estos autores lo definen como “un método de gestión de insectos, malas hierbas y
enfermedades que utiliza enemigos naturales” (Barratt et al., 2018), y otros algo más
completos como la utilización de los denominados agentes vivos en los que incluye a los virus
(aunque no sean seres vivos) para luchar contra organismos considerados “pestilentes” es
decir, patógenos, plagas y malas hierbas; en beneficio el ser humano de una manera u otra.
(Stenberg, J.A et al. 2021).
Según Stenberg, J.A et al. (2021), hay tres principios que establecen si algo es realmente un
control biológico:
1. Sólo los agentes vivos pueden mediar en el control biológico.
2. El control biológico siempre se dirige a una plaga, directa o indirectamente.
3. Todos los controles biológicos se tienen que poder clasificar en cuatro grupos o
categorías principales.
Las categorías en las que se pueden clasificar todos los controles biológicos depende de si se
usan agentes “residentes” en los que haya una intervención humana específica o si se utilizan
agentes para que estos residentes se establezcan de forma permanente o simplemente se
encuentren temporalmente. Estas categorías son:
1. Control biológico clásico: en él se añaden nuevos agentes para que el establecimiento
de estos sea permanente.
2. Control biológico natural: en él no hay una gran intervención humana.
3. Conservación de control biológico, en el cual por intervención humana se estimula a
estos residentes biológicos.
4. Control biológico argumentativo, por el cual se aumenta temporalmente el número de
estos residentes.
Estas categorías son una modificación posterior realizada por Stenberg, J.A et al. (2021) de
las anteriormente publicadas por Eilenberg, J. et al. en 2001.
Aunque el control biológico se puede aplicar en todo el mundo su éxito dependerá de varias
variables tanto independientes (las características del agente o del ecosistema) como
dependientes (como los métodos para selección propagación e introducción del agente). Para
mejorar la tasa de éxito hay que tener en cuenta las interacciones entre todos estos factores.
Una vez conocidas las características para identificar un control biológico y sus variables nos
podemos centrar en el tema que nos acontece, es decir, ¿cambia la efectividad del control
biológico según se realice en islas o en áreas continentales?
Objetivos
Nuestro objetivo principal en esta revisión es analizar diferentes artículos científicos para
discutir, a través de los resultados y opiniones de los distintos autores citados, en qué punto
geográfico, islas o áreas continentales, el control biológico es más efectivo y la causa (o
causas) de que esto sea así, para poder llegar de esta forma, a nuestra propia conclusión. Esto
nos permitirá tener en cuenta que región es más favorable a la hora de realizar futuros
estudios y experimentos relacionados con el control biológico.
Hipótesis
Se espera que el control biológico sea más efectivo en las islas que en las áreas continentales.
La causa de esto se debe a una serie de diferencias entre ambas áreas geográficas. Por un lado
se debe a que una isla está mucho más delimitada gracias a la presencia de diferentes barreras
naturales. A esto se le suma que por lo general, el área de una isla suele ser mucho menor que
el área de una región continental lo que puede aumentar la probabilidad de éxito del control
biológico reduciendo significativamente los riesgos de dispersión y propagación de la especie
introducida. Por otro lado, al hablar de islas, estudiamos regiones relativamente más aisladas
lo que hace que se disminuya notablemente la probabilidad de que en la región actúen agentes
externos a los ya existentes y a los introducidos como sí podrá ocurrir en las áreas
continentales.
Discusión
En primer lugar, la tasa de éxito en el control biológico es mucho mayor en islas que en
continentes debido al alto grado de aislamiento geográfico en comparación a un área
continental y también gracias a sus barreras naturales. Estos dos factores contribuyen
positivamente al control biológico ya que dan lugar a la aparición de regiones mucho más
favorables y aptas para poder realizar los diferentes estudios y experimentos científicos.
Además, esto permite la identificación de los componentes eficaces (e ineficaces) a la hora de
erradicar una especie no autóctona e invasora. (Mack, Lonsdale, 2002)
Por otro lado, existe una probabilidad de fracaso mayor en continentes (38,9%) que en islas
(22,5%) debido a razones climatológicas correspondiendo una tasa mayor de fracaso en
regiones templadas (38%) que en regiones tropicales (25,6%). Sin embargo, si hablamos de
otros factores como la fauna autóctona, el control biológico fracasa con mayor frecuencia
cuando los enemigos naturales (organismos introducidos) provienen de los continentes
(20,6%) siendo menor el fracaso cuando estos provienen de islas (7,3%). (Stiling, 1993)
Al comparar las islas con los continentes, observamos que estas están muy poco protegidas
por las barreras bióticas frente a la naturalización e invasión (Mack, 1996). Además, debido a
la gran vulnerabilidad de las islas por la falta de protección junto con el gran riesgo de
propagación que existe, hacen que estas se conviertan en las regiones terrestres más
modificadas en lo que a flora se refiere. A pesar de eso, el control biológico compensa pese a
presentar un gran riesgo derivado de la vulnerabilidad existente.
El control biológico en islas asegura que una vez que se ha erradicado el invasor, es menos
probable que se vuelva a infestar, haciendo que el control biológico sea mucho más efectivo
que en continentes.
De hecho, las erradicaciones con más éxito se han localizado en islas pequeñas. Estas, según
Simberloff, (1997) comparten un patrón común, que son el cumplimiento de las siguientes
características:
1. Los recursos económicos han de ser suficientes.
2. Debe existir una clara autoridad al mando de la cooperación del proyecto.
3. Se debe investigar exhaustivamente la biología del organismo.
Finalmente, cabe destacar que el control biológico será más eficaz cuanto más rápido se
actúe, esto hace que la erradicación también pueda ser exitosa en los continentes, siempre que
se actúe con rapidez, aunque en menor medida que en las islas. (Mack, Londsale, 2002).
Conclusiones
A partir de los diversos estudios realizados a lo largo de los años sobre la erradicación de
especies empleando controles biológicos, tanto en islas como en áreas continentales, los
autores (Mack, Londsale, 2002), llegaron a la conclusión de que las islas presentan numerosas
ventajas frente a los continentes principalmente por sus límites tanto ecológicos como
geográficos.
Observando y analizando estos estudios realizados por diversos autores llegamos a la
conclusión de que la hipótesis planteada anteriormente es correcta y que en las islas el control
biológico tiene éxito con mayor facilidad debido a las características expuestas con
anterioridad. Esto no quita que los controles biológicos realizados en áreas continentales no
tengan éxito.
Referencias bibliográficas:
1. Barratt, B.I.P., Moran, V.C., Bigler, F. et al. 2018. The status of biological control and
recommendations for improving uptake for the future. BioControl 63: 155–167.
2. Eilenberg, J., Hajek, A. & Lomer, C. 2001. Suggestions for unifying the terminology
in biological control. BioControl 46: 387–400.
3. Heikki, M.T.H., Reece, I.S. 1985. Success in classical biological control, Critical
Reviews in Plant Sciences 3: 35-72.
4. Mack, R.N., 1996. Biotic barriers to plant naturalisation.. Proceedings of the IX
International Symposium on Biological Control of Weeds: 39-46.
5. Mack, R. N., Lonsdale, W. M. 2002. Eradicating invasive plants: hard-won lessons for
islands. Turning the tide: the eradication of invasive species: 64-172.
6. Simberloff, D. 1997. Eradication. Strangers in Paradise: 221-228.
7. Smith, H.S. 1919. On some phases of insect control by the biological method. Journal
of Economic Entomology 12(4): 288-292.
8. Stenberg, J.A., Sundh, I., Becher, P.G. et al. 2021. When is it biological control? A
framework of definitions, mechanisms, and classifications. J Pest Sci 94: 665–676.
9. Stiling, P. 1993. Why Do Natural Enemies Fail in Classical Biological Control
Programs?, American Entomologist 39: 31–37.
10. Waage, J. K., Greathead, D. J. 1988. Biological control: challenges and opportunities.
Phil.Trans.R.Soc.Lond 318: 111–128.
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