1. NATURALEZA Y CULTURA. Es indudable que una cualidad relevante del hombre, es su condición de ser cultural. Pero, ¿qué significa esto? ¿Cuál es la dimensión de esta posibilidad? El hombre emerge de la naturaleza como un ser social, con capacidad de transformar el mundo que le rodea y de transformarse a sí mismo en ese proceso. El hombre es un ser BIO-CULTURAL. Pero, lo biológico y lo cultural no son en el hombre dos aspectos independientes. El hombre es un ser totalmente biológico y totalmente cultural. No hay nada humano que escape a la vida. La afectividad, la inteligencia específicamente humanas son producto de la evolución animal y del desarrollo biológico individual. Pero al mismo tiempo, la cultura es una emergencia irreductible a lo biológico, que produce cualidades y realidades originales y que como tales retroactúan sobre todo lo que es biológico en el hombre. En cierto sentido la cultura se comprende en contraposición con la naturaleza. La cultura es creación según un proyecto humano. En cambio la naturaleza es "lo que ha nacido por sí y se entrega a su propio crecimiento". Pensemos en la imagen de un hongo que brota en la tierra después de la lluvia y contrapongámosla a la imagen de un campo cubierto de espigas de trigo. Vemos que la diferencia reside en el trabajo humano, en la intencionalidad que está por debajo de ese hecho natural que es el crecimiento de los vegetales. Pero la cultura y la naturaleza de ningún modo son ámbitos separados y mucho menos deberían ser antagónicos. Es verdad que el ser vivo "hombre" logra mediante la creación cultural una relativa emancipación frente a la naturaleza. Pero, se trata justamente de una posibilidad referida a una base natural. La emancipación total sería el fin de la vida y con ello la imposibilidad de cualquier cultura. Es decir, los hombres no pueden construir su medio y formarse a sí mismos desde la nada. Lo que sí pueden los hombres (y esto es el gran riesgo a partir del desarrollo que ha alcanzado la cultura tecnológica) es reducir la propia cultura a la nada y erradicar de la Tierra la biosfera, es decir toda forma de vida. 2. AMBIGÜEDAD DEL TÉRMINO CULTURA. En el lenguaje cotidiano se usa el término cultura de manera muy ambigua. Pensemos en estos ejemplos: - Juan es muy culto porque ha leído muchos libros y sabe mucho de música clásica. - La producción de graffitti es una manifestación de la cultura juvenil. - La cultura de los indios cheyennes es una cultura primitiva. - El Sr. García, el mecánico de la esquina, es un hombre muy inculto. - Cultura es todo lo que los hombres crean. - Los griegos desarrollaron una gran cultura. Obsérvese que a veces manejamos el término "cultura" o sus derivados como atributos de ciertos individuos, otras como patrimonio de una sociedad global o de un grupo social. Muchas veces cuantificamos el término y hablamos de individuos o etnias más o menos "cultas". Es frecuente en nuestra sociedad calificar de "cultos" a ciertas personas que poseen conocimientos sobre la historia universal, o sobre actividades artísticas o literarias del pasado o el presente, o que manejan ciertas pautas de comportamiento consideradas características de los sectores sociales más altos. De este modo, por ejemplo, nuestra sociedad considera que un individuo que sepa que un filósofo griego llamado Platón, escribió una obra denominada "La República" es más culto que otro que conozca perfectamente el funcionamiento de un motor a explosión pero que ignore lo anterior. En estos casos el calificativo de "culto" se usa con un carácter parcial pues privilegia ciertas manifestaciones de la actividad humana que son consideradas superiores. Es necesario reconocer que este tipo de juicios se enuncia desde un patrón o modelo que se considera deseable. Pero este modelo a su vez es producto de un determinado contexto socio-histórico y podría variar si se aplicara otra perspectiva. 3. Concepto antropológico de CULTURA "Cultura es lo que los hombres hacen de sí mismos y de su mundo, y lo que ellos piensan y hablan a este respecto" (MOURER) La situación del hombre en el mundo requiere de su creatividad. El hombre produce herramientas que le permiten multiplicar sus energías y potencialmente superar los límites impuestos por el ambiente. Organiza la sociedad en la que vive para realizar tareas que exigen cooperación, creando mecanismos que garanticen la cohesión del grupo y el acatamiento a ciertas normas establecidas. Crea sistemas de comunicación entre sus miembros. Concibe ideas y crea instituciones que le permiten estructurar sus vínculos con lo desconocido y manejar su angustia frente a la incertidumbre y frente a la certeza de que va a morir. El hombre acumula los conocimientos que elabora y los transmite a otros hombres. Estas creaciones humanas derivan directa o indirectamente de necesidades inherentes a la condición humana y por lo tanto hay categorías culturales que son universales, aunque asuman modalidades muy diversas. Hay necesidades básicas que parecen ser constantes. En todas las culturas y en todos los tiempos, los hombres necesitan alimento y compañía y si son privados de una cosa u otra sufren alteraciones. Pero esas necesidades se expresan y satisfacen de muy diferentes formas. La sexualidad es una clara respuesta a una necesidad. Pero la sexualidad humana siempre aparece articulada sobre gestos, normas, situaciones y conductas que difieren profundamente, según el tiempo y el lugar. Más allá de las pulsiones y de la necesidad biológica, cada cultura se presenta como una elección entre varias posibilidades La problemática de la cultura es abordada tanto desde una perspectiva antropológica, como desde una filosófica. La Antropología cultural describe y explica la diversidad de la conducta y las obras humanas mediante el estudio comparativo de la más amplia gama posible de sociedades. La Filosofía de la cultura trata problemas referentes a la creación y transformación de los bienes culturales, y referentes a los propios bienes culturales, a su estilo, forma y estructura. El surgimiento del concepto antropológico de cultura significó el abandono de la idea de la condición humana como uniforme e inmutable, independiente de las circunstancias espacio-temporales. Este concepto a su vez sufrió modificaciones, desde los comienzos de la investigación antropológica a la actualidad. "Cultura es todo ese complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquier otra capacidad o hábito adquirido por el hombre en cuanto miembro de la sociedad. " (TYLOR, Edward - l871) "Una cultura es el modo de vida de un pueblo, mientras que una sociedad es el conjunto organizado de individuos que siguen un modo de vida dado; más simplemente, una sociedad se compone de individuos, y la manera como se comportan constituye la cultura" (HESKOVITZ, Melville - 1948) "Una cultura incluye todas las expectativas, modos de ver, creencias o acuerdos que influyen en el comportamiento de los miembros de un grupo humano. No es necesario que estas ideas compartidas sean conscientes, pero siempre se transmiten por medio del aprendizaje social y constituyen un conjunto de soluciones para resolver los problemas de adaptación a que se enfrenta toda sociedad humana" (BOCK, Philip - 1969) "La cultura esta constituida por patrones explícitos e implícitos de y para el comportamiento, adquiridos y transmitidos mediante símbolos que se constituye como el trazo distintivo de los grupos humanos. Hay que incluir también la expresión de estos símbolos en los artefactos. El núcleo esencial de la cultura se encuentra en las ideas transmitidas y seleccionadas por la tradición y especialmente en los valores a ellos unidos. Los sistemas culturales pueden ser considerados como producto de la acción o como elementos condicionantes de futuras acciones" (Kroeber y Kluckohn - l960) La antropología denomina ENDOCULTURACIÓN al proceso de transmisión cultural. Consiste en la internalización progresiva de los conocimientos, modelos y valores que conforman una cultura, que se va operando en los individuos que integran el grupo social. Pero la transmisión cultural difiere profundamente de la genética. No depende de factores biológicos, sino sociales. Es reversible, en el sentido de que todo lo que se ha acumulado puede perderse. La evolución biológica es lentísima y en cambio el dinamismo cultural puede ser muy rápido. La internalización de la cultura es resultado de una interacción personalizada con otras personas, que actúan como agentes socializadores sobre las potencialidades individuales. Cada sociedad desarrolla este proceso de endoculturación, se lo proponga o no explícitamente. A través de esta incorporación que se da en forma personalizada, el sujeto humano va simultáneamente socializando su conducta y consolidando su individualidad personal. Es el proceso que llamamos educación. La cultura constituye un sistema de referencia. Le llega al individuo como un estructura preexistente y que parece indicarle un futuro ya trazado. Pero el individuo tiene la posibilidad de introducir en ese sistema la novedad, el azar.