Descargar PDF completo

Anuncio
BOLETÍN • 2013 •
1
SUMARIO
Gracias Su Santidad
Benedicto XVI
Número 144 • Año XIII • Marzo 2013.
RESUCITÓ MI
AMOR, MI FE Y MI
ESPERANZA
Canónigo Dr. Eduardo Chávez
4
OBRAS DE
MISERICORDIA PARA
VIVIR EL AÑO DE LA
FE
10
SANTA MARíA DE GUADALUPE
“GRACIAS SANTO PADRE”
Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
LAS IGLESIAS CRISTIANAS SE REUNIERON
EN LA BASÍLICA DE GUADALUPE
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega y Lic. Marcela Vallecillo G.
2 • BOLETÍN • 2013
5
6
MUJER EUCARÍSTICA,
“SU PARTICIPACIÓN
EN EL TRIDUO
PASCUAL”
Mons. Salvador Diez de Sollano y O.
SEMANA SANTA
Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela
17
21
DIRECTORIO
PRESIDENTE DEL BOLETÍN
Cango. Mons. Enrique Glennie Graue
BASÍLICA DE
NUESTRA SEÑORA DE
LOS DOLORES...
Cango. Lic. Juan Castillo H.
31
PARROQUIA DE INDIOS
SITIO SAGRADO
Cango. Lic. Juan Castillo H.
BREVES
LA FE DE SAN JOSÉ Y EL
AÑO DE LA FE
María de Guadalupe González
Pacheco
DIRECTOR
Cango. Juan Castillo Hernández
COORDINADORA GENERAL
Lic. María Natividad Correa Beltrán
JEFE DE FORMACIÓN
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
24
EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO
Cinthia Huelgas Moreno
34
FOTOGRAFÍA
Departamento de Comunicación
Social Basílica de Guadalupe
DISEÑADOR
Pbro. Omar Sotelo Aguilar
Ricardo Vázquez Hernández
38
COLABORADORES
SANTA MARÍA DE
GUADALUPE, SEÑALCÓDICE DEL AMOR DE DIOS
Canónigo Dr. Eduardo Chávez
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
Cango. Lic. Juan Castillo Hernández
Cango. Dr. Gustavo Watson Marrón
Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega
Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega
Pbro. Salvador González Morales
Dra. Lidia Guerberof Hahn
Dra. Ana Rita Valero
Lic. Nydia M. Rodríguez Alatorre
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
Lic. Carlos Iván Arcila
Lic. Mercedes Aguilar Lara
María de Guadalupe González Pacheco
Arq. Oscar Jiménez Gerard
Sr. Ricardo Galindo Melchor
FOTÓGRAFOS
Lic. Marcela Vallecillo
Cinthia Huelgas Moreno
Elizabeth Moreno Trejo
12
27
LAS INCÓGNITAS DETRÁS DE
UNA OBRA: EL ENTIERRO DE
CRISTO
Lic. Carlos Iván Arcila Berzunza
Boletín Guadalupano, es una revista de publicación mensual número 144, marzo de 2013. Editor Responsable: Lic.
Marintay Correa de De la Mora. Número de Certificado de
Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de
Autor 04-2004-102812475400-106. Número de Certificado de
Licitud de Título: 12972. Número de Certificado de Licitud
de Contenido: 10545 Domicilio de la Publicación: Basílica
de Guadalupe, Plaza de las Américas No. 1 Colonia Villa
de Guadalupe, Delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07050
México, D. F. Imprenta: Sr. Eduardo Martínez. Calle ciruelo N. 4 Col. El Paraje Tultitlán Edo. De Mex. C.P 54900, Tel:
53535270, Distribuidor: Basílica de Guadalupe, Plaza de las
Américas No. 1 Colonia Villa de Guadalupe, delegación
Gustavo A. Madero, C.P. 07050 México, D. F. Teléfono 55 77
60 22 web www.virgendeguadalupe.org.mx correo electrónico: boletí[email protected].
BOLETÍN • 2013 •
3
EDITORIAL
RESUCITÓ MI AMOR,
MI FE Y MI ESPERANZA
Canónigo Dr. Eduardo Chávez
L
a Pascua Florida es central
en nuestra Iglesia Católica,
ya que gracias a la entrega
total, plena y llena de amor
de Jesucristo, en su Pasión, Muerte
y Resurrección, nosotros somos salvados y redimidos, por ello, en Él
pongo mi fe y mi esperanza. Este es
el objetivo fundamental de la Encarnación del Verbo. Jesús ha tomado la
iniciativa para encontrarse con cada
uno de nosotros para redimirnos y
salvarnos.
Es tal la fuerza de esta verdad plena
que nos abruma, pues nuestra mente no es capaz de comprender en su
plenitud este inmenso amor de parte
de Dios por el ser humano, como se
expresa en el Salmo 8: “Señor, Dios
nuestro, que admirable es tu nombre
en toda la tierra, en toda la tierra.
Cuando contemplo el cielo, obra de
tus dedos, la luna y las estrellas que
has creado. Qué es el hombre para que
te acuerdes de él; el ser humano, para
darle poder.”
de angustia por la enfermedad letal
que destruía la vida de su tío paterno, Juan Bernardino, le expresó a la
Madre del “verdaderísimo Dios por
quien se vive”: “porque en realidad
para esto nacimos, los vinimos a esperar el trabajo de nuestra muerte”
(Nican Mopohua, v. 114). Y es en
ese dramático momento, cuando
la Virgen de Guadalupe le asegura:
“No tengas miedo ¿Acaso, no estoy
yo aquí, que tengo el honor y la dicha de ser tu madre?” (Nican Mopohua, v.119)
El beato Juan Pablo II, en 2003, estando él mismo sumamente enfermo decía: “En definitiva, la vocación
del hombre es la «vocación celestial»
(3,1). Dios quiere llevar «a muchos
hijos a la gloria» (2, 10). Para que se
pudiera realizar este proyecto divino era necesario que la vocación del
hombre encontrara su primer cumplimiento perfecto en un «pionero»
(Cf. Ibídem). Este pionero es Cristo
[…] Dios prepara para nosotros esa
«corona de justicia» (2 Timoteo 4, 8)
Dios nos ha creado, no para la muer- con la que recompensará nuestra fite, sino para la vida eterna. De he- delidad que le demostramos incluso
cho, cuando San Juan Diego lleno en los momentos de tempestad que
sacuden nuestro corazón y nuestra
mente. Pero en todo momento él
está atento para ver qué es lo que le
pasa a su criatura predilecta y quiere que en ella brille para siempre la
«imagen» divina (Cf. Génesis 1, 26)
de modo que sea en el mundo signo
de armonía, de luz y de paz”
Santa María de Guadalupe trae en su
inmaculado vientre a su Hijo, quien
es el Camino, la Verdad y la Vida;
nos manifiesta, nos ofrece a su Amado Hijo, quien se ha ofrecido desde
esa pasión cruel y terrible como único y eterno sacrificio, el Dueño de la
vida la entrega totalmente para que
nosotros tengamos vida, y la entrega en una cruz ofreciendo su sangre, carne y corazón eucarístico, por
amor a cada uno de nosotros y ha
Resucitado, no sólo para manifestar
que es el Dueño de la vida y que ha
vencido a la muerte, sino para que
nosotros participáramos de esta misma Resurrección, Pascua Florida.
Por ello, Santa María de Guadalupe
fortalece nuestra fe, sustenta nuestra esperanza, para poder vivir en su
Amor.
“Señor, Dios nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado.
Qué es el hombre para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder.”.
4 • BOLETÍN • 2013
ESPECIAL
“GRACIAS SANTO PADRE”
“Imploramos a María Santísima de Guadalupe para que lo llene de su dulzura y consuelo, para que sepa que está
en su regazo, que nada más ha de desear y que no tiene por qué temer. ¡Gracias! ¡Una y mil veces mas, gracias!
Que el Señor mismo sea su recompensa y, llegado el feliz momento del retorno a la Casa del Padre,
reciba el premio a todas sus fatigas y desvelos, y sean así colmados todos sus anhelos.”
+ Norberto Card. Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
BOLETÍN • 2013 •
5
AÑO DE LA FE
LAS IGLESIAS CRISTIANAS
SE REUNIERON EN LA
BASÍLICA DE GUADALUPE
Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
la Basílica de Guadalupe convocó a los representantes del Movimiento Ecuménico,
para dar gracias a Dios por el don de la fe cristiana en México
6 • BOLETÍN • 2013
E
n el contexto del Año de la
Fe, y valorando la importancia que el Santuario de
Guadalupe tiene para la fe
y la identidad del pueblo mexicano,
la Basílica de Guadalupe convocó
a los representantes del Movimiento Ecuménico, para dar gracias a
Dios por el don de la fe cristiana
en México y orar juntos para que
el ideal de la unidad entre los cristianos sea toda una realidad.
El Santuario de Santa María de
Guadalupe, como la Casa Regia
de México y el lugar donde se ha
transmitido la fe de generación en
generación, ofreció un espacio de
encuentro fraterno y reflexión en
el empeño común de las diferentes
iglesias cristianas, por la implantación de los valores del Evangelio en
nuestra Patria.
La Iglesia Católica Romana, las
Iglesias Ortodoxas y las Iglesias
Cristianas nacidas de la Reforma
Protestante del Siglo XVI, integradas en el Movimiento Ecuménico,
mantienen el diálogo teológico y
durante una semana al año, en el
mes de enero, oran juntos por la
unidad en la fe y en el amor.
En el Encuentro Ecuménico pasado estuvieron presentes: el Emmo.
Sr. Athenagoras Anesti, de la Iglesia Ortodoxa Griega; el Emmo. Sr.
Antonio Alejo, de la Iglesia Ortodoxa en América; Su Gracia Carlos
Touché, de la Iglesia Anglicana; el
Excmo. Pastor Álvaro López, de la
Iglesia Luterana; el Excmo. Pastor
Javier Ulloa, de la Iglesia Bautista;
un representante de la Iglesia Ortodoxa Antioquena y el Emmo. Sr.
Cardenal Norberto Rivera Carre-
ra de la Iglesia Católica Romana,
como anfitrión.
El patrimonio de la Fe es ante
todo un don que el Señor nos ha
dado pero en la historia de la Iglesia han existido momentos en los
que los creyentes en Cristo Jesús
han tenido serias diferencias que
les han llevado por caminos diversos. Por lo anterior y siguiendo
el deseo de Jesucristo en la noche
del Getsemaní: “Que sean uno,
como tú y yo, Padre, somos uno,
para que el mundo crea”, después
del Concilio Vaticano II, con el
decreto derivado del mismo denominado Unitatis Redintegratio, la Iglesia Católica en todo el
mundo se ha unido al esfuerzo de
las diversas confesiones cristianas
para lograr la unidad deseada por
el Señor.
BOLETÍN • 2013 •
7
En este sentido se mantiene el
diálogo a nivel teológico entre las
iglesias cristianas para alcanzar
acuerdos en la recta comprensión
de las Sagradas Escrituras y de la
Venerable Tradición de la Iglesia,
hasta llegar a la unidad visible en
la única Iglesia de Cristo. Además, también se realizan diversos
encuentros de oración para que el
ideal de la unidad sea pronto una
realidad. A este diálogo y a este encuentro hacia la unidad entre las
iglesias cristianas es a lo que se le
denomina “Ecumenismo”.
Padre Nuestro; el gesto de la Paz y
la bendición y aspersión del agua
que nos ha recordado el Bautismo,
finalmente la bendición que pronunciaron los representantes de las
comunidades eclesiales tomada del
libro de los Números donde Dios
le indica a Moisés como han de
bendecir los sacerdotes al pueblo.
Los diferentes momentos fueron acompañados por el Coro de
la Iglesia Luterana, el Coro de la
Iglesia Ortodoxa en América y el
Coro de la Basílica de Guadalupe
quienes entonaron la alabanza a la
El encuentro pasado incluyó el acto Trinidad, el Kyrie, y el canto del
penitencial; la Proclamación de la Akhatistos.
Palabra en donde el Evangelio se
leyó en griego y español; la solem- La Homilía estuvo a cargo de
ne Profesión de Fe con el canto del Mons. Carlos Ruiz y Alvarado, ViSímbolo de los Apóstoles; la Ora- cerrector de la Basílica de Guadalución Universal que concluyó con el pe. En ella destacó que la vida del
8 • BOLETÍN • 2013
discípulo es reproducir las obras
del Maestro con lo cual se da gloria
a Dios y hace creíble el testimonio
de la fe por medio de una caridad
para con todos, hacia dentro de la
Iglesia y hacia el mundo.
Aludió al texto de San Pablo donde
llama a los cristianos a mantener la
unidad en medio de la pluralidad
religiosa y cultural. “En este Año
de la Fe nos damos cuenta, reconocemos todos los cristianos que
es la hora de la Iglesia, la hora de
las iglesias cristianas que nacieron
para evangelizar. Tiempo de testimoniar la misma fe en Jesucristo
para evangelizar al y en el mundo
de mil maneras comenzando con
el testimonio personal y comunitario de las iglesias cristianas, dando razón de nuestra esperanza en
Jesucristo”.
Añadió que vivimos en un mundo
de cambios vertiginosos, de conglomerados humanos plurales por
las migraciones internas y externas
que buscan la vida no sin un alto
precio de pérdida de la familia, el
pueblo, la cultura y la confrontación de valores y costumbres
no siempre humanizantes. “Estas
migraciones configuran ya a las
ciudades presentes y desafían a la
evangelización de las iglesias cristianas (…) Es urgente atender a las
familias y a los jóvenes, ofreciéndoles motivos para creer o volver
a su fe; motivos para esperar y actuar con esperanza en medio de un
mundo nihilista y relativista”.
Ante el avasallante individualismo
y la pacificación, dijo, necesitamos
impregnar de una verdadera dignidad de la persona en el contexto
de la comunidad humana, siendo
más solidarios, creando culturas
del compartir para generar programas sustentables, y así, por un
trabajo digno, consigan los bienes
suficientes para vivir dignamente”.
Sin duda que el encuentro abonó a
la búsqueda de la unidad y a continuar trabajando con ahínco por
la consolidación de los valores del
Evangelio en la sociedad mexicana.
Sin duda que Santa María de Guadalupe, Madre de Dios y Madre de
todos los mexicanos, intercederá
para que este encuentro rinda frutos de santidad y de unidad.
BOLETÍN • 2013 •
9
AÑO DE LA FE
OBRAS DE MISERICORDIA
PARA VIVIR EL AÑO DE LA FE
Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir con amor al que hierra,
perdonar las injurias, consolar al afligido, soportar con paciencia los defectos del prójimo y hacer
oración por vivos y difuntos.
L
as obras de misericordia
son a la vida cristiana como
el civismo a la vida del país.
Nos llevan a la realización
de los valores cristianos en la vida
cotidiana. El Año de la Fe que
estamos celebrando en la Iglesia
Católica en todo el mundo, es
un tiempo favorable para renovar
estas obras, recordemos cuáles son:
enseñar al que no sabe, dar buen
consejo al que lo necesita, corregir
con amor al que hierra, perdonar
las injurias, consolar al afligido,
soportar con paciencia los defectos
del prójimo y hacer oración por vivos y difuntos.
Pero recordemos que la vida cristiana sólo se puede ejercitar de la
mano del Padre Bueno. Por ello,
si deseamos ejercitar las obras de
misericordia, es necesario e indispensable hacer oración constantemente y vivir los sacramentos
como la Reconciliación y la Eucaristía de manera frecuente. Sin
duda, si ejercitamos estas obras de
misericordia, mejorarán nuestras
relaciones con las personas próximas que son nuestro prójimo, por
la presencia de Dios y el ejercicio
de la fe en nuestra vida diaria.
10 • BOLETÍN • 2013
INDULGENCIA PLENARIA EN EL
AÑO DE LA FE ¿PARA QUÉ?
La Basílica de Guadalupe ha sido
designada por el Arzobispo de
México, Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, para que los
fieles puedan ganar la Indulgencia
Plenaria durante el Año de la Fe
(11 de octubre de 2012-24 de noviembre de 2013).
Las condiciones son las siguientes:
estar en estado de gracia (o acudir
al Sacramento de la Reconciliación); comulgar en la Santa Misa;
orar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria por las intenciones
del Papa; hacer pública y solemne
la profesión de fe, es decir, Profesar
la oración del Credo en la Basílica
y dentro de la misa.
A través de la Indulgencia Plenaria, la Iglesia condona las penas
debidas por los pecados a toda
persona que ha recibido el perdón
de Dios con el Sacramento de la
Confesión, y permite experimentar el estado espiritual necesario
para la vivencia de la Fe y del
amor de Dios en lo cotidiano, con
la fuerza del Espíritu de Dios.
La verdad originaria del amor de
Dios, que se nos ha dado gratuitamente, es lo que abre nuestra vida
al don y hace posible esperar en un
«desarrollo de todo el hombre y de
todos los hombres»
(Caritas in Veritate, 8)
BOLETÍN • 2013 •
11
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
SEMANA SANTA
A
Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela
lo largo del año, varios son
los momentos que van marcando nuestro acontecer en
la vida de la comunidad que
celebra la fe, en especial, al celebrar la
Semana Santa, entramos al vértice de
la celebración de nuestra fe: la Pascua
de nuestro Señor Jesucristo.
Deseo hacer una presentación sencilla que, apoyada en la tradición de
la iglesia, nos permite contemplar la
unidad temática, tanto de la Semana
Santa, como de la Pascua misma. En
otras palabras, cuando echamos un
vistazo a la historia y analizamos la
celebración litúrgica, con sus signos
y oraciones, descubrimos que la esencia celebrativa es la misma.
Un documento que puede ser de mucha ayuda en esta visión retrospectiva
es el “Itinerario de Egeria” que proviene del s. IV y detalla con sencillez
y genialidad la vida litúrgica de Jerusalén en aquella época y que en nada
se aleja de nuestra celebración. Naturalmente algunos signos y expresiones son propias del tiempo y del
lugar, sin embargo, la “lex orandi” (lo
que la Iglesia ora) es la misma. Hagamos, pues, un sencillo recorrido por
el tiempo y por el misterio; para ello
tomaré la Segunda Parte del Itinerario que a partir del capítulo XXXI
ofrece noticias muy valiosas para esta
presentación.
Domingo de Ramos
Con los oficios del Domingo de Ramos comenzaba la “Semana Mayor
12 • BOLETÍN • 2013
Anónimo novohispano
Cristo cae en el camino del Calvario
Siglo XVIII palaba
Óleo sobre tela
Museo de la Basílica de Guadalupe
(Mεγάλη έβδομάs)”. De este modo
la “procesión de los ramos”1 el pueblo
aclama al Señor que entra a Jerusalén:
«Así, a la hora séptima todo el pueblo
sube al Monte de los Olivos, o sea, a
Eleona, a la iglesia. Se sienta el obispo
y se dicen los himnos y antífonas apropiadas al día y al lugar y de igual modo,
las lecturas. Cuando comienza a ser la
hora nona, se asciende con himnos
hasta Imbomon, que es el lugar desde
donde el Señor subió al cielo, y allí se
sientan, pues todo el pueblo recibe la
orden de sentarse, siempre que el obis-
po está presente mientras los diáconos
todos están de pie. Se dicen entonces
allí los himnos y antífonas propios del
día, así como las lecturas intermedias
y las oraciones.
Y ya, cuando comienza a ser la hora
undécima, se lee aquel pasaje del
evangelio, cuando los niños con ramos y palmas salieron al encuentro
del Señor diciendo: “Bendito el que
viene en el nombre del Señor” (cf.
Mat. 21 9). A continuación se levanta el obispo y todo el pueblo, se
va a pie desde lo alto del Monte de
Interior de la Iglesia del Santo
Sepulcro, sobre el Monte Gólgota.
los Olivos, marchando delante con
himnos y antífonas, respondiendo
siempre: “Bendito el que viene en el
nombre del
Señor”»2.
La procesión tiene la misma significación que en la celebración actual:
“aclamar al Señor que viene triunfante y entrando a Jerusalén”. Una
vez iniciada la procesión se dirige al
templo:
«Se baja desde el monte hasta la ciudad
y de allí a la Anástasis, caminando a pie
todos por la ciudad. Pero, si hay algunas
señoras y señores, acompañan al obispo
respondiendo y así despacio, despacio,
para que no se canse la gente, se llega
finalmente por la tarde a la Anástasis,
donde se hacen las vísperas, aunque sea
tarde. Finalmente se hace la oración en
la Cruz y se despide al pueblo.»
Egeria hace mención de la Anástasis
que ahora conocemos con el nombre
de Basílica de la Resurrección que encierra en su conjunto arquitectónico
al “Santo Sepulcro”, al “Gólgota y el
lugar donde el Señor fue preparado
antes de ponerlo en el sepulcro. La
significación es extraordinaria ya que
llegar a la “Iglesia Mayor”, como también la llama Egeria, es llegar al punto
culminante de nuestra celebración: entramos con Jesús al lugar de su Pascua
donde victorioso vence al pecado y a la
muerte y resucita lleno de gloria.
Lunes Santo
Este día la Iglesia pide al Señor una
“nueva fuerza para no sucumbir” a las
“debilidades humanas”3. Así como los
siguientes días, la ritualidad propone
un camino de contemplación después
de las cinco semanas de preparación.
Los textos son propios4 y se ora al Señor con fe para implorar su auxilio,
sobre todo porque nuestros pecados
han producido un daño que el Señor
repara con su misericordia5.
Martes Santo
La celebración de la comunidad en
este día se detiene a pedir al Señor la
ayuda para “celebrar los misterios de
la pasión del Señor con tal fe y arrepentimiento”, que pueda merecer su
perdón6 y llegue a poseer plenamente
el Reino de Dios7 y participar de la
vida eterna8.
El Evangelio de este día (Jn 13, 2133. 36-38) centra la reflexión en torno a la pasión del Señor y enfatiza
el drama de la traición de Judas y la
negación de Pedro antes del canto del
gallo. En la antigua liturgia los oficios
tenían lugar precisamente a esta hora
para favorecer una catequesis celebrativa “se hace todo como es costumbre
desde que canta el gallo hasta el amanecer en la Anástasis”9.
Miércoles Santo
El sufrimiento y la muerte de Cristo
en la cruz tiene como finalidad “liBOLETÍN • 2013 •
13
brarnos del poder del enemigo”10.
La consecuencia de esta entrega debe
traducirse “en una vida de amor y de
obediencia”11 a la voluntad de Dios.
La Iglesia se detiene ya ante el misterio y ora para “creer profundamente”
12
, porque el Señor ha sido entregado
a una muerte cruenta, injusta y muy
dolorosa. El texto del Evangelio (Mt
26, 14-25) desarrolla la trama con
fuerza. Egeria nos da el testimonio de
este texto evangélico dentro la celebración en la Jerusalén del s. IV con
esta narración:
«En la feria cuarta todo se realiza durante el día, desde el primer canto del
gallo, como en la segunda y tercera,
pero, una vez se haya dicho la misa,
todavía de noche, en el Martyrium y
acompañado el obispo con himnos
hasta la Anástasis, directamente el
obispo pasa al interior de la cueva que
hay allí y se queda de pie junto al cancel. Un presbítero toma el evangelio
y lee el pasaje cuando Judas Iscariote
se presentó a los
judíos y preguntó
cuánto le darían, si les entregaba al
Señor (cf. Mat. 26, 14).
Terminada la lectura, se levanta tal
griterío y tales exclamaciones de todo
el pueblo, que no hay quien no se
conmueva con lágrimas en aquellos
momentos. A continuación se hace
oración, son bendecidos los catecúmenos, así como los fieles y termina
la misa»13.
Triduo Pascual
Jueves Santo
Inicia la Pasión del Señor con la celebración de cena con sus discípulos,
por esta razón y de acuerdo a una
antiquísima tradición “en este día se
prohíben todas las misas sin asistencia del pueblo. En la tarde se celebra
la misa de la Cena del Señor, con la
participación de toda la comunidad
local14 y con la intervención, según
su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros” 15.
Detalle de:
Anónimo novohispano
La imitación de Cristo: viacrucis simbólico franciscano.
Tercera caída.
Siglo XVIII
Óleo sobre tela
Museo de la Basílica de Guadalupe
14 • BOLETÍN • 2013
En la oración colecta se resume, en
buena medida, la naturaleza de esta
celebración:
«Dios nuestro, que nos has reunido
para celebrar aquella Cena en la cual
tu Hijo único, antes de entregarse a
la muerte, confió a la Iglesia el sacrificio nuevo y eterno, sacramento de
su amor, concédenos alcanzar por la
participación en este sacramento, la
plenitud del amor y de la vida».
Los signos del lavatorio de los pies
y la traslación del Santísimo Sacramento al monumento, son signo del
amor de Cristo por su Iglesia a la que
ama profundamente, por esta razón
el servicio y la permanencia resaltan
extraordinariamente la fuerza de su
amor16.
Viernes Santo
La rúbrica con la que se explica la celebración de este día dice “el día de hoy
y el de mañana, por una antiquísima
tradición, la Iglesia omite por comple-
se celebra la Vigilia Pascual que consta de cuatro partes:
1. Lucernario o solemne comienzo de
la Vigilia.
2. Liturgia de la Palabra.
3. Liturgia Bautismal.
4. Liturgia Eucarística.
En cada uno de los momentos de la
celebración se canta porque el Señor
ha resucitado, y venciendo al pecado
y a la muerte, nos da la fuerza para
llegar a la vida eterna. Son muchos,
entonces, los signos que declaran lo
fundamental de nuestra fe como cristianos por ello que en “esta efusión
de gozo pascual, el mundo entero se
desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu
gloria”21.
Domingo de Pascua
Después de un arduo recorrido celebrativo y anamnético la Iglesia proclama, cantando himnos22, la resurrección del Señor y la participación
de este don a los bautizados:
to la celebración del sacrificio eucarístico. El altar debe estar desnudo por
completo: sin cruz, sin candelabros y
sin manteles. Después del medio día,
alrededor de las tres de la tarde, se celebra la Pasión del Señor”17. Entramos
en el momento en el que acompañamos a Cristo en su misterio de amor
referido en la Pasión que lo conduce
a la muerte. La Iglesia contempla en
silenciosa escucha el signo poderoso
de la cruz en la que el Señor derramó
su sangre18 y venció a la muerte. Las
lecturas, en especial la Pasión según
san Juan19, ponen de manifiesto el
obediente amor de Cristo al Padre que
se entrega por nosotros.
En la liturgia de la adoración de la
Santa Cruz, se proclama que este leño
de castigo se transforma en signo de
salvación, por esta razón los ministros y la comunidad pasan reverentemente a adorar la cruz20, “haciendo
delante de ella una genuflexión simple o algún otro signo de veneración
(como el de besarla)”. El resto de la
celebración se realiza en la más parca
sobriedad y concluye con un silencio
sobrecogedor.
Sábado Santo
Después de un día sin eucaristía en
el que la comunidad contemplativa
acompaña a su Señor en el sepulcro,
«Dios nuestro, que por medio de tu
Hijo venciste a la muerte y nos has
abierto las puertas de la vida eterna,
concede a quienes celebramos hoy
la Pascua de Resurrección, resucitar
también a una nueva vida, renovados
por la gracia del Espíritu Santo»23.
En las lecturas y en las oraciones se
descubre el profundo gozo con el
que la comunidad celebra la victoria de Cristo sobre la muerte, sobre
todo porque esta victoria se verificará concretamente en nosotros en el
día de la resurrección de los muertos. En otras palabras la Iglesia se ve
“renovada ya por los sacramentos de
Pascua, [para poder] llegar a la gloria
de la resurrección”24.
BOLETÍN • 2013 •
15
Cincuentena Pascual
En estas siete semanas la liturgia
prolonga su alegría en un largo día
que dura ocho días y tiene un eco
celebrativo que no disminuye su
1
2
3
4
alegría. El color blanco, la presencia del cirio encendido, la intensidad del aleluya, la fuerza de los
prefacios de pascua y muchos otros
elementos dentro de la celebración,
EGERIA, Itinerario, cap. XXXI, 1-4.
EGERIA, Itinerario, cap. XXXI, 1-2.
MR, Oración Colecta del Lunes Santo.
EGERIA, Itinerario, cap. XXXII, 1: “Al día
siguiente, o sea, en la feria segunda, se hace todo como es
costumbre desde que canta el gallo hasta el amanecer en
la Anástasis; a la hora de tercia y la de sexta, igual que en
toda la cuaresma. En cambio, a la hora de nona se reúnen
todos en la iglesia mayor, esto es, en el Martyrium y allí
se dicen himnos y antífonas hasta las horas
primeras de la
noche. Las lecturas también son las propias del día y del
lugar, siempre interponiendo las oraciones”.
5
Cf. MR, Oración sobre las ofrendas del Lunes
Santo.
6
MR, Oración Colecta del Martes Santo.
7
Cf. MR, Oración sobre las ofrendas del Martes
Santo.
8
Cf. MR, Oración después de la comunión del
Martes Santo.
9
EGERIA, Itinerario, cap. XXXII, 1.
10
MR, Oración Colecta del Miércoles Santo.
11
MR, Oración sobre las ofrendas del Miércoles
Santo.
12
MR, Oración después de la comunión del
Miércoles Santo.
13
EGERIA, Itinerario, cap. XXXIV, 1.
14
EGERIA, Itinerario, cap. XXXVI, 1: “Hay aquí
una iglesia muy bonita. El obispo pasa a su interior con
todo el pueblo, dice una oración apropiada al día y al
lugar”.
15
MR, Misa Vespertina de la Cena del Señor, Rúbrica
de preparación.
16
Conviene analizar las antífonas propuestas para el
lavatorio de los pies (Cf. Jn 13, 4. 5. 15; Jn 13, 6. 7. 8;
Cf. Jn 13, 14; Jn 13, 35; Jn 13, 34; 1 Cor 13, 13).
17
MR, Viernes Santo de la Pasión del Señor, Rúbrica
de preparación.
18
MR, Oración inicial del Viernes Santo de la Pasión
del Señor,
19
EGERIA, Itinerario, cap. XXXVII, 7: “Con cada
una de las lecturas y oraciones el pueblo se emociona
y solloza de manera admirable. No hay uno siquiera,
grande o pequeño, que no llore aquel día y durante
aquellas tres horas tanto que no puede ni creerse que el
Señor hubiera podido padecer aquellos sufrimientos tan
grandes por nosotros. A continuación, cuando comienza
a ser la hora nona, se hace lectura del pasaje del evangelio
según Juan, cuando entregó el espíritu (cf. Joh. 19, 30)”.
20
EGERIA, Itinerario, cap. XXXVII, 3: “Así va
pasando todo el pueblo de uno en uno, inclinándose
todos, tocándola con la frente y mirándola con los ojos,
tanto la Cruz como el título, besándola mientras pasan,
sin que nadie se decida a poner su mano encima ni
tocarla”.
21
MR, Prefacios de Pascua I-V.
22
EGERIA, Itinerario, cap. XXXIX, 2: “Ese primer
domingo se va a la iglesia Mayor, esto es, al Martyrium;
así como en las ferias segunda y tercera. Una vez
celebrada la misa en el Martyrium, se va, como siempre,
a la Anástasis, cantando himnos”.
23
MR, Oración Colecta del Domingo de Pascua de la
Resurrección del Señor.
24
MR, Oración después de la comunión del
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor.
16 • BOLETÍN • 2013
hacen evidente que la comunidad
se llena de gozo por los méritos de
Cristo y su presencia, como resucitado, en medio de ella.
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
SANTA MARÍA DE
GUADALUPE, MUJER
EUCARÍSTICA,
“SU PARTICIPACIÓN EN EL TRIDUO PASCUAL”
“
Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega
Cante la voz del Cuerpo más
glorioso el Misterio sublime
y elevado, y la Sangre preciosa, que amoroso, en rescate del
mundo ha derramado; siendo fruto de
un vientre generoso el Rey de todo el
orbe, más sagrado. Dado para nosotros, y nacido de una Virgen intacta”.
(DEL HIMNO EUCARISTICO
“PANGE LINGUA”)
Llegados a la mitad del Año de la
Fe celebramos litúrgicamente en el
Triduo Pascual, nuestra profesión
central de Fe en la muerte y resurrección de Cristo, perpetuadas por
El en el Memorial de la Institución
de la Nueva y Eterna Alianza de su
Amor, centro y culmen de toda la
vida de la Iglesia ¿Cuál es el lugar y
la misión de Santa María de Guadalupe en este Memorial?
La misión primordial de Santa María
de Guadalupe es “mostrarnos y darnos
con todo su amor a su Hijo” (cfr. NM
nn. 29-30), a Cristo Eucaristía, cuyo
Cuerpo y cuya Sangre engendró en su
vientre por obra del Espíritu Santo, el
Evangelio encarnado en su ser maternal, y nos lo entregó al pie de la Cruz.
El gran enamorado de Cristo EucaBOLETÍN • 2013 •
17
ristía y de María “Mujer Eucarística”,
el Beato Juan Pablo II, nos guiará en
esta sencilla meditación. “La tarde
del Jueves Santo, a primera vista, en el
relato de la Institución de la Eucaristía, no se menciona a María. María
es “MUJER EUCARÍSTICA “ con
toda su vida. La Iglesia, tomando a
María como modelo, ha de imitarla
también en su relación con este Santísimo Misterio. (cfr. B. JUAN PABLO
II, Ecclesia de Eucharistia, VI 53).
La Eucaristía es Misterio de Fe, que
supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro
abandono a la Palabra de Dios; nadie
como María puede ser apoyo y guía en
una actitud como ésta. Repetir el gesto
de Cristo en la Última Cena, en cumplimiento de su Mandato: “¡Haced
esto en conmemoración mía!”, se convierte al mismo tiempo en aceptación
de la invitación de María a obedecerle
sin titubeos: “ Haced lo que él os diga
“ (Jn 2, 5). Con la solicitud materna
que muestra en las bodas de Caná,
María parece decirnos: “ no dudéis,
fiaros de la Palabra de mi Hijo. Él,
que fue capaz de transformar el agua
en vino, es igualmente capaz de hacer del pan y del vino su Cuerpo y
su Sangre, entregando a los creyentes en este Misterio la Memoria viva
de su Pascua, para hacerse así “Pan
de Vida” (cfr. ib. 54).
María ha practicado su fe eucarística
antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber
ofrecido su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios. La Eucaristía, mientras remite a la pasión y
la resurrección, está al mismo tiempo
en continuidad con la Encarnación.
María concibió en la anunciación
al Hijo divino, en la realidad física
de su Cuerpo y su Sangre, antici-
18 • BOLETÍN • 2013
Anónimo novohispano
El Padre Eterno pintando a la Virgen de
Guadalupe
Siglo XVIII
Óleo sobre tela
Museo de la Basílica de Guadalupe
pando en sí lo que en cierta medida
se realiza sacramentalmente en todo
creyente que recibe, en las especies
del pan y del vino, el Cuerpo y la
Sangre del Señor.(cfr. ib. 55). A María se le pidió creer que quien concibió
“por obra del Espíritu Santo” era el “
Hijo de Dios “ (cf. Lc 1, 30.35). En
continuidad con la fe de la Virgen,
en el Misterio eucarístico se nos pide
creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios
e Hijo de María, se hace presente con
todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino.
En el acontecimiento guadalupano,
Visitación para nuestro Pueblo, la
Virgen María de Guadalupe nos ha
traído a Jesucristo encarnado presente en su ser: “Cuando, en la Visitación, lleva en su seno el Verbo hecho
carne, se convierte de algún modo en
“tabernáculo” -el primer “tabernáculo
humano” de la historia- donde el Hijo
de Dios, todavía invisible a los ojos de
los hombres, se ofrece a la adoración
de Isabel, como “irradiando” su luz a
través de los ojos y la voz de María.
Y la mirada embelesada de María al
contemplar el rostro de Cristo recién
nacido y al estrecharlo en sus brazos,
¿no es acaso el inigualable modelo de
amor en el que ha de inspirarse cada
comunión eucarística?
La Virgen de Guadalupe “nos presenta y da con todo su amor” a
Cristo su Hijo en su Casita, como
cuando llevó a consagrar al niño al
Templo de Jerusalén para presentarle al Señor (Lc 2, 22), en cierta
manera como anticipo del Sacrificio
de la Cruz, ofreciéndolo con toda
su vida, y después junto El como
lo hizo en el Calvario, haciendo
suya la dimensión sacrificial de la
Eucaristía. “Cuando María llevó
al niño Jesús al templo de Jerusalén
oyó anunciar al anciano Simeón que
aquel niño sería “ señal de contradicción “ y también que una “ espada
“ traspasaría su propia alma. Se preanunciaba así el drama del Hijo crucificado y, en cierto modo, se prefiguraba el “ Stabat Mater “ de la Virgen
en el Viernes Santo al pie de la Cruz
(cf. Lc 2, 34.35). Preparándose día a
día para el Calvario, María vive una
especie de “Eucaristía anticipada” se
podría decir, una “comunión espiritual” de deseo y ofrecimiento, que
culminará en la unión con el Hijo
en la pasión.
“¿Cómo imaginar los sentimientos
de María, después de Pentecostés, al
escuchar de la boca de Pedro, Juan,
Santiago y los otros Apóstoles, las
palabras de la Última Cena: “Éste es
mi Cuerpo que es entregado por vosotros” (Lc 22, 19)?. El mismo Cuerpo
entregado en el Sacrificio de la Eu-
Anónimo novohispano
Calvario
Siglo XVIII
Óleo sobre lámina de cobre
Museo de la Basílica de Guadalupe
caristía, Memorial de su Pasión y de
su Cruz, Alianza Nueva y Eterna, ¡es
el mismo Cuerpo concebido en su
seno! En cada Misa late de nuevo
en el seno de María el corazón que
había latido al unísono con el suyo
y revive lo que había experimentado
en primera persona al pie de la Cruz
(Cfr. ib. 56).
Es de Fe que en la Comunión del
mismo Pan Eucarístico y del mismo Vino de su Sangre formamos
un solo Cuerpo (cfr.1Co 10,16-17),
y precisamente así Santa María de
Les doy un
mandamiento
nuevo: que se
amen los unos a
los otros. Ustedes
deben amarse
unos a otros como
yo los he amado.
(Jn 13, 34)
BOLETÍN • 2013 •
19
Guadalupe con el don de su Hijo
nos une como una sola Iglesia en
Cristo.“María está presente con la
Iglesia, y como Madre de la Iglesia,
en todas nuestras celebraciones eucarísticas. Así como Iglesia y Eucaristía son un binomio inseparable,
lo mismo se puede decir del binomio María y Eucaristía. Por eso, el
recuerdo de María en el celebración
eucarística es unánime, ya desde la
antigüedad, en las Iglesias de Oriente y Occidente. (cfr. 57)
El Mandato del Amor que Cristo nos
ha dado en la institución de la Ultima
Cena, “Amense como Yo los he amado
a ustedes”(Jn 13, 34-35) es realizado
en amor maternal para nosotros por
Santa María de Guadalupe. Y en el
Testamento de Cristo en la Cena Pascual del Jueves Santo, “Haced esto en
recuerdo mío” (Lc 22, 19), “Memorial”
del Calvario está presente todo lo que
Cristo ha llevado a cabo en su pasión
y muerte. No falta lo que Cristo ha
realizado también con su Madre para
beneficio nuestro. En efecto, le confía al discípulo predilecto y, en él, le
entrega a cada uno de nosotros: “!He
20 • BOLETÍN • 2013
aquí a tu hijo¡” Igualmente dice también a todos nosotros: “¡He aquí a tu
madre!” (cf. Jn 19, 26.27).
En toda Misa Santa María de Guadalupe nos da a su Hijo, y Cristo nos
da también el don de su Madre y nos
hace hijos de Ella, de ahí al mismo
tiempo, el compromiso de conformarnos a Cristo, aprendiendo de su
Madre y dejándonos acompañar por
Ella. En la Eucaristía, la Iglesia se
une plenamente a Cristo y a su Sacrificio, haciendo suyo el espíritu de
María. La Eucaristía, como el canto
de María, el Maníficat en perspectiva eucarística es ante todo alabanza y
acción de gracias. Cuando María exclama “mi alma engrandece al Señor,
mi espíritu exulta en Dios, mi Salvador”, lleva a Jesús en su seno. Alaba
al Padre “por” Jesús, pero también lo
alaba “en” Jesús y “con” Jesús. Esta es
precisamente la verdadera “actitud
eucarística” ¡La Eucaristía se nos ha
dado para que nuestra vida sea, como
la de María, toda ella un Magnificat!
(cfr. ib. 57.58).
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
LA FE DE SAN JOSÉ
María de Guadalupe González Pacheco
Anónimo novohispano
Los desposorios de la Virgen
Siglo XVIII
Óleo sobre lámina de cobre
Museo de la Basílica de Guadalupe
S
an José participó en el misterio de la Encarnación,
el mayor hecho salvífico,
como ninguna otra persona —después de la Santísima Virgen María—, como ningún otro
santo en toda la historia de la humanidad.
mayor que la de ningún otro
santo —a excepción de la Santísima Virgen María. Dios lo
colocó en primer lugar en la
“peregrinación de la fe”, siguiendo la estela de María. Y en esta
peregrinación, avanzó, con absoluta fidelidad a la llamada de
Dios, hasta el final de su vida.
Por lo mismo su fe es también Así como la Virgen vivió hasta el
final las consecuencias del “fiat”
que pronunció, San José, sin
que se haya registrado una sola
palabra de él, llevó a la práctica
lo que se le indicó en su propia
“anunciación” y en las sucesivas
indicaciones de Dios para dirigir
su camino. San Pablo nos ha dicho que la fe sin obras no es digna de credibilidad, y San José es
BOLETÍN • 2013 •
21
cia de ese Misterio sublime que
“puso su morada” bajo el techo
de su casa.
“La fe de San
José en las
palabras divinas,
expresadas por
medio del ángel,
permitió que él se
volviera la sombra
de Dios Padre en
esta tierra, para
con Jesús.”
22 • BOLETÍN • 2013
el ejemplo más claro y eminente
de esto pues él, en el silencio de
su aceptación, fue un hombre
de acción, un hombre que, por
sus obras puso de manifiesto su
fe, descartando cualquier idea
u opinión propia que pudiera
tener, para someter completamente su entendimiento a Dios
y a sus mandatos. Su silencio es
elocuente, pues es la máxima
manifestación de obediencia a
la Voluntad de Dios, con la que
se identificó totalmente. De ahí
que se le considere el “justo”
(Mt 1, 19) —es decir, el que se
ajusta a la Voluntad de Dios—
por excelencia. Y ese silencio
nos habla de la vida de profunda
contemplación y meditación en
su corazón (como la Santísima
Virgen) que San José tuvo al vivir constantemente en la presen-
La fe de San José fue un ejercicio
pleno de su libertad, por la cual
desempeñó con total dedicación
sus responsabilidades cotidianas,
grandes y pequeñas, viéndolas
como venidas de la mano de
Dios y, por lo mismo, dignas de
la máxima veneración y respeto.
Si San José hubiera rechazado las
indicaciones del ángel y no hubiera tomado consigo a la Virgen y a Jesús, hubiera alterado el
plan de salvación de Dios para el
mundo. Pero la fe de San José en
las palabras divinas, expresadas
por medio del ángel, permitió
que él se volviera la sombra de
Dios Padre en esta tierra, para
con Jesús.
La fe de San José lo llevó a una
consagración total de su vida a
Jesús, a saber percibir, bajo los
velos de su existencia sencilla y
cotidiana, al Santo de los Santos, y a dedicarle a Él todo su
trabajo, sus sufrimientos, cada
pensamiento, palabra y acción
de su vida, como un homenaje
de amor para la gloria del Verbo
encarnado.
San José desempeñó el papel de
protector, guía y apoyo de la Sagrada Familia. Y su fidelidad en
vivir en la fe este llamado como
una vocación especial de Dios
permitió que ésta tuviera resonancias infinitas pues él, con su
vida de perfecta armonía dentro de la Sagrada Familia, estaba llamado a reflejar el misterio
Anónimo novohispano
San José con el niño
Siglo XVIII
Óleo sobre lámina de cobre
Museo de la Basílica de Guadalupe
ojos de la fe—. Para ello tenemos un modelo eminente en San
José.
Como él, hemos de vivir en la Presencia de Jesús, enfocando toda
nuestra actividad hacia Él, buscando siempre estar atentos a su voz
y ejemplo para discernir cuál es su
Voluntad para nosotros en cada
momento de nuestra vida. Esto
implica descartar, con radicalidad,
todo lo que nos aparta de Él, todo
lo que no sea para su servicio. Implica aceptar todo lo que Él, en su
Providencia, nos presenta en nuestro camino, sabiendo que es lo que
nos ha de conducir a proporcionarle mayor gloria a su Padre y lo
que nos permitirá participar activamente en el plan de salvación de
Dios.
de la Santísima Trinidad y de la
Iglesia.
Su fe pudo ver, en la humildad
de Jesús y de María, la virtud más
agradable a Dios, que él practicó
también toda su vida.
La vida de María, como Madre del
Salvador, no fue una vida de honores y gloria sino sembrada de
sufrimiento. Tanto Ella, como San
José, supieron, en la fe, asumirlo
con total aceptación, como Voluntad de Dios.
Es claro, por lo que se menciona
en el episodio de la pérdida de Jesús en el Templo, que San José y la
También, a ejemplo de San José
y de la Virgen, hemos de vivir en
oración y contemplación de su
Misterio, meditando —y admiranVirgen muchas veces no entendie- do— en nuestro corazón las interron los acontecimientos que Dios venciones de Dios en nuestra vida,
permitió que vivieran, pero su fe recordando siempre que la fe es la
hizo que los aceptaran con humil- respuesta de confianza del hombre
dad y entrega, por una parte, y, por a la confianza que Dios pone en
otra, meditando en su corazón es- él.
tos misterios.
BIBLIOGRAFÍA
En este Año de la Fe en que se nos JUAN PABLO II, Exhortación
llama a volver a vivir enfocados a apostólica Redemptoris Custos
las realidades divinas, teniendo LEÓN XIII, Carta encíclica Quaen cuenta que Dios quiere que mquam pluries.
vivamos en comunión con Él y
consideremos nuestra vida como
una peregrinación de fe que nos
conduce a esta unión, hemos de
procurar vivir como si viéramos
estas realidades ya desde ahora
con nuestros propios ojos —los
BOLETÍN • 2013 •
23
FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
SANTA MARÍA DE GUADALUPE,
SEÑAL-CÓDICE DEL AMOR DE DIOS
L
Canónigo Dr. Eduardo Chávez
a Señora del Cielo quiso
entregar una señal al obispo de gran profundidad:
las flores más hermosas que
nunca antes se habían visto y que
se habían enraizado en la tierra
muerta del Tepeyac. La vida triunfaba ante la muerte. Y desde el primer momento, Juan Diego, quien
pasaba por ahí el 9 de diciembre
de aquel 1531, había escuchado
cantos, y el 12 de ese mismo mes
habían surgido estas hermosas flores; se conjuntaba pues la verdad:
“flor y canto”; nada más coherente,
desde la mentalidad indígena, para
ser la señal perfecta entregada al
obispo, cabeza de la Iglesia; pero
ni Juan Diego, y mucho menos el
obispo podían imaginar siquiera
que Santa María de Guadalupe,
plasmaría su figura, su imagen, en
esa simple y blanca tilma de Juan
Diego que, junto con las hermosas flores, formaría parte de la señal, tomando con ello un profundo simbolismo, ya que significaba
plasmarse, estamparse, dentro de
la persona misma; pues la tilma representaba parte de la identidad de
este ser humano. Asimismo, todo
esto resultaba profundamente vinculado al mensaje de la Virgen de
Guadalupe que de igual forma pertenecía al obispo.
Para la cultura indígena mexicana, como en muchas otras cultu24 • BOLETÍN • 2013
Jorge Sánchez Hernández
Juan Diego mostrando el ayate milagroso
1998
Óleo sobre tela
Museo de la Basílica de Guadalupe
ras, eran sumamente importante
los símbolos y las imágenes que
sustentaban realidades profundas; así pues, la tilma se usaba
en la ceremonia “bautismal” indígena en donde al niño se le
consagraba a la divinidad, por lo
tanto, el hecho de que la Virgen
de Guadalupe haya escogido esta
prenda para plasmarse significaba la consagración del ser humano a Dios por medio de María.
Por otro lado, también de la más
grande importancia, Santa María de Guadalupe entregó una
señal tan portentosa y tan llena
de significado vital para el indígena que lo eleva dignificándolo.
Recordemos que dentro de la sociedad indígena la tilma también
era el indicativo del nivel y condición social de una persona, ya
que solamente los nobles tenían
permitido decorar o colorear sus
vestimentas; san Juan Diego al
ser macehual, es decir un hombre
común y corriente, sus vestidos
permanecían del color crudo del
ixtle; Santa María de Guadalupe, al plasmar su Imagen en la
humilde tilma de este macehual,
está decorándola con su propia
persona, por lo tanto, Ella está
dignificándolo, elevando al máxi- que quedaban unidas sus vidas
mo honor.
en matrimonio;1 Santa María de
Guadalupe, al plasmar su imagen
Todavía encontramos otro pro- en la tilma de Juan Diego, simbólifundo significado si tomamos en camente, está uniendo su vida con
cuenta que entre los indígenas un la del pueblo; de esta manera, la
momento importante dentro del Virgen de Guadalupe realizaba un
ceremonial nupcial era anudar matrimonio espiritual con el pueel huipil de la mujer con la tilma blo y, con ello, una nueva alianza
del varón, simbolizando con ello de amor con Dios.
Eduardo Chávez Sánchez
¿Qué te pasa?
Técnica mixta (acrílico y lápices de colores
sobre tela y fibracel)
Museo de la Basílica de Guadalupe
“La Señora del Cielo quiso entregar una señal al obispo de gran profundidad:
las flores más hermosas que nunca antes se habían visto”.
BOLETÍN • 2013 •
25
Como se puede observar, la Virgen de Guadalupe, al plasmar su
imagen en la humilde tilma de san
Juan Diego, de una manera portentosa, logra una inculturación
plena del Evangelio con infinidad
de signos y bajo categorías indígenas, pero que trascienden tiempo y
espacio, ya que esta imagen y mensaje evangelizador tocan la mente y
el corazón de todo ser humano.
La Imagen de Santa María de
Guadalupe plasmada en la tilma
de Juan Diego es un documento
para el mundo entero, si bien está
elaborado en un humilde material
y desde una mentalidad indígena,
contiene un mensaje integrado por
medio de imágenes, y es todo un
códice comprensible para los mexicanos que vivían una cultura cuya
expresión era precisamente a base
de imágenes. Para los indígenas era
un mensaje “hablado”, plenamente comprensible e identificado.
Y es desde estas categorías indias
que Dios “habla” por medio de su
Santísima Madre para el mundo
entero; ya que, como decíamos,
tanto su Imagen como su Mensaje
son para toda cultura, toda tradición, todo tiempo y lugar; en otras
palabras, para “todas las estirpes de
hombres”.
1
“Hecho esto las casamenteras ataban la
manta del novio con el huipilli de la novia [...] y
luego a ambos juntos los metían en una cámara
y las casamenteras los echaban en la cama, y
cerraban las puertas y dejábanlos a ambos solos.”
FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN,
Historia General, p. 365. “Casamiento [...]
enfrente de la chimenea o fogón, que en lo
principal de la casa había, y allí sentaban a los
novios, atando uno con otro los vestidos de
entrambos, y estando de esta manera llegaban
los principales de su reino a darles el parabién,
y que Dios les diese hijos.” JUAN BAUTISTA
POMAR Y ALONSO DE ZORITA, Relación
de Texcoco y de la Nueva España, Ed. Chávez
Hayhoe, México 1941, p. 24.
26 • BOLETÍN • 2013
María Luisa A. Morales Torres
El encuentro de la Virgen y Juan Diego
Acrílico sobre tabla entelada
Museo de la Basílica de Guadalupe
CULTURA
LAS INCÓGNITAS DETRÁS DE UNA OBRA:
EL ENTIERRO DE CRISTO
Lic. Carlos Iván Arcila Berzunza
Antonio de Santander (atribuido)
El entierro de Cristo
Siglo XVIII
Óleo sobre tela
Museo de la Basílica de Guadalupe
BOLETÍN • 2013 •
27
Antonio de Santander
Entierro de Cristo
1681
Óleo sobre tela
Convento franciscano de San Gabriel, Cholula, Puebla.
D
entro del acervo del
museo de la Basílica
de Guadalupe (MBG)
existe una pieza titulada El entierro de Cristo, que fue
restaurada el año pasado1 y a la
cual se le suprimió la firma que
ostentaba atribuida a Juan Correa
y el año 1703, debido a que era
un añadido, deducción que obedece a que ninguna de sus particularidades corresponde a las
características del estilo y técnica
de dicho pintor mulato novohispano, como ya había señalado el
especialista Rogelio Ruiz Gomar
en un análisis de otra obra, con
la que comparó ésta y, al respecto, dijo que “…ostenta la firma
–seguramente sobrepuesta- de Juan
Correa…”2.
28 • BOLETÍN • 2013
Los artistas cristianos empezaron a
representar el tema del sepelio de
Jesús a partir del siglo XIV3 con
base en los cuatro evangelios que
mencionan el episodio (Mateo 17,
57-60; Marcos 15, 42-46; Lucas
23, 50-53 y Juan, 38-41) y entremezclando los textos, que difieren
respecto a los personajes que intervinieron en dicho suceso.
En esta pieza que resguarda el Museo de la Basílica de Guadalupe puede observarse que los restos mortales
de Cristo son el eje de la composición y dominan el lienzo y los deudos giran a su alrededor, como un
remolino de dolor y sufrimiento.
Al lado izquierdo, se aprecia a un
hombre joven, que representa a San
Juan y quien alumbra la escena con
un gran cirio que porta en la mano
derecha. Al centro, sosteniendo los
brazos y el tronco de Jesús, vemos
a José de Arimatea y a Nicodemo.
Los pies del Redentor son uncidos
por María Magdalena, quien limpia
el sagrado cuerpo con sus lágrimas
y los seca con sus cabellos4, mientras es auxiliada por otra mujer de
espaldas, tal vez María Salomé. Al
centro, la Virgen María contempla la escena con rostro desolado
y marcado por la aflicción y el dolor. Junto a ella, María de Cleofás,
que enjuga sus lágrimas en un gran
pañuelo. En el extremo izquierdo
aparece otra mujer, a un costado de
san Juan, que podría ser María de
Betania. Al fondo, el resplandor de
la luna deja ver la silueta del Gólgota, así como de las tres cruces,
elementos protagonistas del drama
humano y celestial de la Pasión de
Cristo. El autor, como puede apreciarse, mezcló elementos tanto de
los evangelios canónicos como de
los apócrifos.
Respecto a esta obra, Ruiz Gomar
apuntó que podría ser de la autoría
de Antonio de Santander, nacido
en Málaga, España y radicado en la
ciudad de Puebla, donde casó con
Nicolasa, hija menor del pintor
Rodrigo de la Piedra, quien podría
suponerse fue su maestro en el arte
de los pinceles. El mismo experto
considera que Santander debió tomar como modelo una obra con
similar temática realizada en 1665
para el hospital de Jesús Nazareno
en Texcoco5, de Baltasar de Echave Rioja, quien a su vez se basó en
una pintura de Luis Lagarto y un
grabado de Jan Sadeler6.
Por otra parte, en la pinacoteca del
convento franciscano de San Gabriel, en Cholula, Puebla, existe un
lienzo sobre el mismo tema7, firmado por Antonio de Santander,
fechado en 16818, mismo que debe
ser una versión anterior a la obra que
conserva el Museo de la Basílica de
Guadalupe y es a través de la observación y análisis estilístico de dicha
pintura que puede corroborarse la
atribución hecha por el maestro
Rogelio Ruiz Gomar, no sólo por
la composición y la gama de colores
empleados sino, sobre todo, porque
contiene un rasgo singular del pintor
Santander: su destreza en el dibujo,
patente en la minuciosidad y realismo que imprime en las musculatu-
ras representadas, con extraordinario
vigor y brío, característica que no
imprimieron con frecuencia sus colegas contemporáneos en sus lienzos.
La postura del Cristo yacente es casi
idéntica en ambas piezas, además del
vientre dilatado del cadáver de Jesús,
realizado con idéntico trazo, esmerado y pulcro, en la ejecución. Esta peculiaridad de Antonio de Santander
resalta también en otra pieza facturada por él y que se resguarda y exhibe en la parroquia de San José, en
la capital poblana: La Piedad, obra
que muestra el mismo trabajo en la
musculatura abdominal y pectoral
de Cristo y en el resto del cuerpo del
Redentor.
Algunas diferencias a destacar entre ambas obras son los personajes
que aparecen en las composicio-
Panorámica de la Pinacoteca del convento franciscano
de San Gabriel, Cholula, Puebla.
BOLETÍN • 2013 •
29
Había un hombre llamado José,
miembro del Consejo, hombre
bueno y justo, que no había
asentido al consejo y proceder de
los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino
de Dios. Se presentó a Pilato y le
pidió el cuerpo de Jesús y, después
de descolgarle, le envolvió en una
sábana y le puso en un sepulcro
excavado en la roca en el que
nadie había sido puesto todavía.
Era el día de la Preparación, y
apuntaba el sábado.
Las mujeres que habían venido
con él desde Galilea, fueron detrás y vieron el sepulcro y cómo
era colocado su cuerpo.
Y regresando, prepararon aromas
y mirra. Y el sábado descansaron
según el precepto.
Lucas 23, 50-53
1
2
Trabajo a cargo del taller de José Sol Rosales.
Catálogo comentado del acervo del Museo
Nacional de Arte. Nueva España. Tomo II,
México, Conaculta/INAH, 2004, p. 317.
3
Réau, Louis, Iconografía del arte cristiano.
Iconografía de la Biblia. Nuevo Testamento.
Tomo I, Vol. 2, Barcelona, Ediciones del Serbal,
2000, p. 542
4
Imagen que evoca la escena en que ella
conoció a Jesús y realizó un gesto similar, por
lo que se cierra el ciclo, puesto que saludo de
bienvenida y despedida se funden de manera
emotiva en el tiempo (Los evangelios no
mencionan el nombre de esa mujer que unció los
pies de Jesús en la casa de Simón, el leproso, en
Betania; pero el Papa san Gregorio I, en el año
591, la identificó con María Magdalena).
5
En la actualidad, bajo el resguardo del
Museo Nacional de Arte (Munal).
6
Ibid, pp. 313-319
7
Una breve, pero importante descripción de
ese lienzo fue realizada por Francisco de la Maza,
en La ciudad de Cholula y sus iglesias, publicado
por la UNAM en 1959.
8
Nuestro agradecimiento especial al Padre
Guardián Fray Federico Ramírez Moyotl, por
la autorización concedida para ver la obra
señalada, así como a Wendy Escalona, por su
apoyo y a Fray Alberto Martínez Galindo, por su
dedicación y amabilidad en la visita al recinto.
9
Toussaint, Manuel, Pintura colonial en
México, México, UNAM, 1965, p. 122
30 • BOLETÍN • 2013
nes, mientras que en la del convento franciscano de Cholula predominan los personajes masculinos,
pues se aprecian ocho de ellos y
tres femeninos; en cambio, en el
del MBG se observa a cuatro varones y cinco mujeres. Además, en el
de Puebla, san Juan no porta una
antorcha o cirio, aunque sÍ está
ubicado en la misma área y con el
mismo brazo extendido de forma
similar al del MBG. Así mismo,
en uno de los cuadros, el Calvario
está localizado en el ángulo superior derecho y en el de la Basílica
en el izquierdo. Otra diferencia a
mencionar son las dimensiones,
ya que mientras el óleo del MBG
mide 180 x 151 cm, el de la pinacoteca del convento franciscano es
de 215 x 300 cm.
En relación a la importancia del
tema del entierro de Cristo y la
frecuencia con la cual fue representado, debemos mencionar que en
la parroquia del mismo convento
de San Gabriel existe otra versión,
de grandes dimensiones, sobre tal
tópico, pero es un lienzo de menor
calidad, que pudo ser pintado por
alguno de los dos hijos, José o Antonio, que tuvo Santander con su
mujer y que se dedicaron también,
pero con menor éxito, al oficio del
padre y del abuelo materno.
Reflexionando sobre lo antes comentado, podría considerarse como
acertada la atribución hecha por Ruiz
Gomar acerca de la obra que custodia el MBG, y sin excluir los estudios
y análisis que pudieran realizarse a
futuro, podría afirmarse que existen
sólidos indicios de que corresponde
a las características del estilo de An-
tonio de Santander, sobre quien el
fundador de los estudios de arte virreinal, Manuel Touissaint escribió:
…este artista fue bastante estimable
para su tiempo…la Cruxifixión y
el Descendimiento [en la catedral]
son de las más notables pinturas que
puedan admirarse en Puebla…9.
Finalmente, es preciso valorar y
comprender que en la creación artística intervienen con frecuencia
las influencias de una a otra generación de autores, misma que en este
caso particular del Entierro de Cristo
apreciamos, ya que tanto Antonio
de Santander, como Baltasar de
Echave Rioja (en quien se basó para
este tema), se inspiraron en el trabajo de Luis Lagarto y Jan Sadeler,
quienes por su parte tomaron como
referencia El entierro de Cristo pintado por Rafael Sanzio, en 1507,
para una capilla de la iglesia de San
Francisco, en Perugia, Italia y que
ahora preserva la Galleria Borghesse, en Roma. De la misma forma,
el gran pintor renacentista tomó
como modelo una Piedad de Perugino y así sucesivamente. Es decir,
los artistas toman como paradigma
a sus antecesores, al igual que los
cristianos buscan su ejemplo y prototipo en la vida de Jesucristo y sus
enseñanzas.
Si visitas la Basílica de Guadalupe
durante el mes de marzo, no pierdas la oportunidad de visitar su
Museo y conocer la obra antes reseñada, de admirarla, observando con
detalle sus formas y colores, pues te
enfrentarás a la experiencia de conocer una pintura llena de incógnitas, pero también plena de historia,
tradición y belleza singular.
CULTURA
BASÍLICA DE
NUESTRA SEÑORA DE
LOS DOLORES DE SORIANO
E
Cango. Lic. Juan Castillo Hernández
n este año la Diócesis de
Querétaro, aquí en el centro de nuestra Republica
Mexicana, tiene muchos
motivos para celebrar y agradecer
a Dios los dones espirituales recibidos durante tres siglos. Dios ha
querido bendecirlos y llevarlos por
el camino del desarrollo y madurez en la fe con la intervención e
intercesión de su Santa Madre, la
Virgen María, presente desde hace
trescientos años en aquellos lugares
de gran arraigo católico y mariano.
Por eso, durante el lapso que va
del 4 de febrero de 2013 al 7 de
febrero del 2014, los fieles de Querétaro celebrarán un año jubilar.
En primer lugar se cumplen 150
años de la fundación de esa Iglesia
Particular, Erigida en 1864 y desmembrada de la Arquidiócesis de
México, por el Papa Pio IX, por
medio de la bula “Deo Optimo
Maximo”; también se recuerdan el
tercer centenario de la llegada de la
imagen de Nuestra Señora de los
Dolores de Soriano a la misión de
Santo Domingo, junto con los 50
años de su coronación pontificia y
los 5 de la erección de su Santuario
como Basílica.
La Diócesis está preparando diferentes eventos para conmemorar
BOLETÍN • 2013 •
31
nes. Mide 65 cm de alto y es de
madera. Su rostro trasparenta la
ternura de una madre que llora
ante la muerte de su Hijo e inspira una gran devoción, confianza y
deseos de amarla; es la belleza de
la madre llena de dolor y esperanza en la resurrección. Vestida con
hermosos atuendos bordados con
hilos de oro que sus fieles le donan en sus diferentes fiestas y que
a pesar de los deterioros, sufridos
por el paso del tiempo, le hacen
ver más bella. Porta una gran corona en la cabeza y tiene un resplandor o aureola de plata en la
parte de atrás de la imagen.
estos memorables acontecimien- población que en México lleva
tos y vivir de manera espiritual sus su nombre. A este lugar quiso la
fiestas jubilares.
Providencia de Dios enviar una
pequeña imagen de nuestra SeñoLa Basílica de Nuestra Señora de ra de los Dolores, posiblemente
los Dolores se encuentra dentro labrada en Andalucía, al sur de
de un sencillo poblado llamado España y trasladada a México por
Colón, zona semidesértica, ubi- los padres de la Orden de Predicacado al centro oeste del Estado. dores o Dominicos. Una imagen
El pueblo de Soriano fue funda- magistralmente esculpida con ardo desde 1687, muy cerca de otra tísticas y equilibradas proporciopoblación más antigua llamada
Tolimanejo, ambos habitados por
aborígenes chichimecas y después por otomíes, posteriormente se erigió en 1748 la Parroquia
de San Francisco encargada a los
padres diocesanos. El nombre de
Soriano tiene su origen en un
pueblo italiano situado al sur de
ese país, en la región de Calabria,
donde existía un convento de
padres dominicos, que posteriormente llegaron a nuestro país para
evangelizar estas zonas. En 1882
se fusionaron estas dos poblaciones y se le llamó Colón en honor
al descubridor de América, única
32 • BOLETÍN • 2013
La imagen llegó primero a un pueblo del estado de Hidalgo llamado
Zimapán, fue Fray Felipe Galindo,
quien la colocó en esa misión hacia
el año 1693. En 1703 es trasladada a Maconi, en la Sierra Gorda de
Querétaro y Fray Luis de Guzmán
rescata la imagen, que había traído
de España y la entroniza en la misión de Santo Domingo de Soriano
en 1714, ahí ha permanecido hasta
ahora. Primero en una pequeña capilla, posteriormente en 1880 por
iniciativa del Padre Ramón de la
Vega se inicia la construcción de
la actual Basílica. Un templo estilo neoclásico con dos imponentes
torres y una llamativa cúpula que
se observan desde los diferentes
puntos del pueblo. La fachada está
adornada por columnas corintias
de cantera y se observan varios
símbolos de la Orden de Dominicos. Es necesario subir varias
escaleras para entrar al santuario.
El interior tiene la forma de cruz
latina y en los cruceros hay puertas
para salir al atrio a la antigua capilla. El altar mayor es de mármol de
Carrara, Italia. En el retablo principal al centro se encuentra la santa
imagen de la Virgen y a sus lados
están las imágenes de San Juan y
Santa María Magdalena. El templo
fue consagrado por el cuarto Obispo de Querétaro, Don Manuel
de Rivera, en 1912; la Virgen ya
estaba en este lugar sagrado desde
1890. El 13 de abril de 1962, Don
Alfonso Toriz Cobián nombró
santuario al templo de la Virgen
de los Dolores de Soriano, el año
siguiente la venerada imagen visita las diferentes parroquias de la
Diócesis y el 7 de febrero de 1964
es coronada solemnemente por el
Señor Cardenal José Garibi Rivera
en nombre del Santo Padre Pablo
VI. Desde 1969 es declarada por la
Santa Sede, Patrona principal de la
Diócesis de Querétaro.
A petición del Señor Obispo Don
Mario de Gasperín Gasperín el
santuario es elevado por el Papa
Benedicto XVI a Basílica Menor,
título que recibió solemnemente
el 7 de febrero de 2009. La actual
Basílica se ha convertido en centro
de espiritualidad para los fieles de
esa región y se ha embellecido con
múltiples detalles evangelizadores,
ahí se respira el amor a la Palabra
de Dios y a los diferentes misterios
de Cristo y de su Venerada Madre.
El camarín está decorado con bellos detalles que representan la pasión de Cristo y su Resurrección,
además alrededor de una imagen
del “Divino Rostro” se encuentras
lienzos que recuerdan los siete dolores de la Santísima Virgen. Hay
un patio dedicado al que es puente
entre la Sagrada Revelación, la Palabra de Dios y la Santa Tradición
de la Iglesia, fuentes de nuestra fe
católica, me refiero a San Ignacio
de Antioquia. También es hermosa la capilla del Apocalipsis, lugar
de oración y de encuentro con el
misterio escatológico de la fe católica. También vale la pena visitar el
museo y el lugar de los exvotos que
son constancia de la intercesión
poderosa de la Virgen a favor de
sus devotos.
Sin duda que este lugar tan escondido y poco conocido puede ayudarnos para la contemplación, el
encuentro con el misterio y sobre
todo la renovación de nuestra fe,
ya desde el atrio se puede admirar
el Cristo de los peregrinos, inspirado en el icono del Pantocrator,
imagen para contemplar y también
está una monumental estatua de la
Virgen de los Dolores que recibe
con cariño a sus visitantes. En este
año que se conmemoran diferentes
acontecimientos de esta bella basílica conviene unirnos en la alegría
y regocijo de esta Iglesia Diocesana
de Querétaro. Le pedimos al Señor
que nos bendiga desde ese místico
lugar y nos ilumine en nuestro camino como peregrinos en la fe.
BOLETÍN • 2013 •
33
CULTURA
PARROQUIA DE INDIOS
SITIO SAGRADO
Lic. Gabriela Treviño
L
a Parroquia de Indios, llamada así por ser ésta la
parroquia designada a los
indios o naturales, y que a
pesar de que tanto españoles como
indígenas tenían templos distintos
para celebrar la eucaristía, fue en
este templo donde se reunirían las
dos culturas para celebrar la llegada de María a estas Tierras; por lo
que resulta ser la edificación más
antigua que tenemos hasta el día
de hoy, dentro de la Villa de Guadalupe.
También es el recinto que cobra
una fuerza y simbología distinta,
por ser en este lugar, donde todo
inicio… Con ello me refiero a que,
remontándonos en aquellas épocas de 1531 cuando nuestra amada Madre, la Santísima Virgen de
Guadalupe, decidiera presentarse, elige como hogar y centro de
unión religiosa y cultural el llano
del Tepeyac.
Hay que recordar aquellas palabras
que la Virgen de Guadalupe le dice
a San Juan Diego al momento de
su llegada, ahora plasmadas en el
Nican Mopohua:
“Sábelo, ten por cierto hijo mio el
más pequeño, que yo soy la perfecta
siempre Virgen Santa María, Madre
34 • BOLETÍN • 2013
del Verdaderísimo Dios por quien se
vive, el Creador de las personas el
dueño de la cercanía y de la inmediación, el dueño del Cielo, el dueño
de la Tierra, mucho quiero, mucho
deseo que aquí me levanten mi casita
sagrada en donde lo mostraré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto:
Lo daré a las gentes en todo mi amor
personal, en mi mirada compasiva,
en mi auxilio, en mi salvación: Porque yo en verdad soy vuestra madre
compasiva, tuya y de todos los hombres en esta Tierra estáis en uno, y
de las demás variadas estirpes de
hombres, mis amadores, los que a
mi clamen, los que me busquen, los
que confíen en mi, porque allí les
escucharé su llanto, su tristeza, para
remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores.
Y para realizar lo que pretende mi
compasiva mirada misericordiosa,
anda al palacio del obispo de México, y le dirás como yo te envío, para
que le descubras como mucho deseo
que aquí me provea de una casa, me
erija en el llano mi Templo; todo le
contarás, cuanto has visto y admirado, y lo que has oído.”
Es así como la Virgen le pide a
Juan Diego ese hogar donde se reunirían naturales y españoles para
una perfecta inculturación a través
de la mirada misericordiosa, compasiva y amorosa. Lugar que en sus
inicios era parte de los resquicios
del montecillo del Tepeyac y que
gracias a la presencia divina se convertiría hasta hoy en día en un lugar sagrado.
ción sobre la tilma de San Juan
Diego, es el Obispo Juan Fray
de Zumárraga quién mandará
edificar el primer templo dedicado a la Virgen de Guadalupe, a
tan sólo unos días después de su
aparición. Para regocijo de todos
para el 26 de Diciembre de 1531,
una sencilla ermita hecha de cantera y tezontle, se convertiría en
Después de tan bello mensaje el primer hogar de la Virgen de
enviado y de su perfecta apari- Guadalupe.
BOLETÍN • 2013 •
35
Interior de la Capilla de Indios
Basílica de Guadalupe
“Es así como la
Virgen le pide
a Juan Diego
ese hogar donde
se reunirían
naturales y
españoles para
una perfecta
inculturación.”
36 • BOLETÍN • 2013
Una vez expuesta la imagen de la
Amada Niña Celestial a la veneración, San Juan Diego el humilde
siervo, entregado enteramente a
la Señora del Cielo, se encontraba afligido por estar tan distante
de la Virgen, por lo que suplicó al
Obispo le autorizara, acompañar a
la Virgen en su templo y servirle; a
lo cual el Obispo Zumárraga accede y San Juan Diego abandona su
pueblo, dejando su casa y su tierra
a su tío Bernardino; para construir
una casita al costado de la ermita y
así poder servir a la Virgen.
Señora del Cielo invocándola con
fervor; frecuentemente se confesaba, comulgaba, ayunaba, hacía
penitencia, se disciplinaba o se
escondía en la sombra para poder
entregarse a solas a la oración durante 16 años, hasta su muerte en
1548.
Mismo tiempo en el que también la ermita cambiaría, ya que
para 1533 se hace una pequeña
ampliación de la misma con materiales más resistentes (adobe y
piedra), y reconstruyéndose entre 1555 y 1576 para hacerle una
Diariamente hacía barrido de la ampliación de aproximadamenermita, se ocupaba en cosas espi- te 15 metros; que no bastaría lo
rituales y se postraba delante de la suficiente ya que para 1694 se le
agregarían 13 metros más y una
decoración parecida a un templo artesonado donde también
se veneraba a la Virgen; y por lo
cual es que hoy en día podemos
apreciar una fachada elaborada
con tezontle y cantera de mayores dimensiones. En su fachada
lateral una bella imagen de la
Virgen María Inmaculada labrada en cantera, en la cercanía del
árbol del cazahuate, llamado Árbol de la Virgen gracias a que era
en uno del mismo origen en el
que la Virgen de Guadalupe esperaba debajo de la gran sombra
del árbol, a San Juan Diego y que
se considera ahora el sitio de la
tercera aparición.
Es en el interior del templo donde se respira la historia y donde se
vive el milagro, ya que de primera mano nos recibe en el retablo
principal la imagen de San Juan
Diego y da paso a un lugar místico y especial tanto para mexicanos como para extranjeros que
nos se pueden perder, las ruinas
que dan cuenta de cada etapa de
cambio que habrá vivido el hogar
de la Virgen.
Los visitantes incluso pueden
pasar por la lateral del altar para
admirar una imagen que nos
recuerda que la Tilma de San
Juan Diego, estuvo es ese lugar;
acompañada de una dulce ofrenda con la flor de 4 pétalos que la
Virgen de Guadalupe porta en el
vientre y que se pone en representación del milagro y mensaje
de María de Guadalupe, su hijo
Cristo Jesús y que traería consigo un ambiente de paz y armo-
nía a la población de su llegada
a estas tierras.
Es sin duda un lugar que hay que
visitar, pero a su vez un tesoro
que hay que guardar en nuestro
corazón, para recordar que María
llegó a darnos paz y amor a cada
uno de sus hijos y que como San
Juan Diego, habrá que amarla
también.
BOLETÍN • 2013 •
37
BREVES
CIENTOS ACUDEN A
LA FIESTA DE LA
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
C
te; a fines del siglo VII ya se había eso se llama La Presentación de Jeextendido en Roma y en casi todo sús en el templo. Este día también
Occidente.
aclamamos a Cristo, como Simeón
en el Evangelio: “luz para ilumiHasta el siglo VI la fiesta se ce- nar a las naciones y gloria de tu
lebraba a los 40 días de la Epifa- pueblo, Israel” (Lc 2, 32). Es por
nía, el 15 de febrero, pero ahora ello que se realiza la bendición de
se celebra cuarenta días después las candelas antes de la misa y la
de Navidad. Los padres de Jesús, procesión con las velas encendidas
obedeciendo la Ley de Moisés, lle- porque significan la luz de Cristo,
La fiesta del 2 de febrero está fuera varon a su hijo al templo cuarenta Luz del mundo.
del tiempo de Navidad pero toda- días después de su nacimiento para
vía forma parte del mismo relato. presentarlo al Señor y hacer una En la Basílica, durante todo el día
02 de febrero se observaron niños,
Es una fiesta antigua, la Iglesia de ofrenda por él.
Jerusalén la celebraba ya en el siglo
señoras, señores, familias enteras,
IV y desde ahí se propagó a otras El Concilio Vaticano II rescató la que acudieron a misa y a bendecir
iglesias de Oriente y de Occiden- fiesta en su origen cristológico por sus figuras del niño Dios.
ientos de familias y personas acudieron a la Basílica el día de la Fiesta litúrgica de la Presentación
del niño Jesús en el Templo, así
llamada en nuestra Iglesia Católica, trayendo a los niños Dios para
la bendición de los mismos y sus
candelas.
38 • BOLETÍN • 2013
BREVES
A
126 PEREGRINACIÓN
DE LA ARQUIDIÓCESIS
DE PUEBLA
l menos 55 peregrinaciones de parroquias y comunidades de Puebla así
como la 126 de la Arquidiócesis de Puebla, se registraron
entre el 10 y el 12 de febrero pasado, con unos 80 mil peregrinos
aproximadamente.
Desde el 11 de febrero de 1791 el
entonces Obispo de Puebla Mons.
José María Biempica Sotomayor
visitó el Santuario de Guadalupe,
pero fue en 1887 cuando el Obispo José María Mora y Daza instituyó esta peregrinación para toda
la diócesis.
Cada año se observan cientos de
peregrinos a pie, en bicicleta, a
caballo o en autobús que vienen
ante Santa María de Guadalupe a
agradecer algún favor, solicitar la
intercesión y unirse a las intencio- Convocó a sus feligreses a poner
nes pastorales de toda la Arquidió- ante la Madre de Dios todos los
cesis.
proyectos y lo que somos y hacemos así como agradecer su ayuda
El Arzobispo actual, Mons. Víctor por la conclusión de la primera
Sánchez Espinosa, resaltó en su etapa del Santuario Guadalupano
mensaje de este año que la More- en Puebla, solicitar su intercesión
nita del Tepeyac nos ayuda a vivir por los frutos de la peregrinación
la fe que es adhesión personal a de la reliquia de Juan de Palafox y
Dios. Y la fe que actúa por el amor la visita pastoral urbana.
se convierte en un nuevo criterio
de pensamiento y de acción que Concluyó llamando al compromicambia toda la vida del hombre.
so para salvaguardar el tesoro de la
fe, la defensa de la vida y la familia,
así como en fomentar la reconciliación, la fraternidad, la solidaridad,
el cuidado del medio ambiente y la
paz. “Trabajemos juntos para erradicar la miseria, el analfabetismo,
la corrupción, la injusticia, la violencia, la criminalidad y la inseguridad”, remató.
BOLETÍN • 2013 •
39
BREVES
LA FAMILIA RONCANROLERA
VENERA A LA VIRGEN MORENA
C
on porras a Santa María
de Guadalupe, cantos,
tres portadas florales luciendo al centro la Virgen Morena, cuadros de la Reina
de México, sus guitarras y algunos
con sus particulares peinados, los
40 • BOLETÍN • 2013
guitarristas del asfalto y la familia
rocanrolera se presentaron a su peregrinación a la Basílica de Guadalupe en febrero pasado.
escucharon las palabras del sacerdote quien les habló del proyecto de Dios para cada uno de sus
hijos y de la responsabilidad que
tenemos los católicos para asumir
Unos 500 representantes de este y realizar este proyecto en nuestra
singular gremio con sus familias, vida.
BREVES
SE PREPARA UN CONGRESO GUADALUPANO
PARA EL MES DE NOVIEMBRE
L
Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez
as pasadas fiestas guadalupanas, del 9 al 12 de diciembre de 2012, tuvieron
una connotación muy especial al celebrarse en esos mismos
días, en la Santa Sede, el “Congreso
Internacional Ecclesia in America,
bajo la guía de Nuestra Señora de
Guadalupe, Madre de las Américas, Estrella de la Nueva Evangelización”, que tuvo una aceptación y
repercusión más allá que cualquiera pudiera imaginar, no cabe duda
que la Virgen de Guadalupe tocó
el corazón de todos los que estábamos ahí, y puso a su amado Hijo
Jesucristo en el centro de cada uno
de nosotros. Los cardenales y obispos que estuvieron presentes, así
como los líderes religiosos y laicales vibraron ante el mensaje lleno
de amor y actualidad de la Santísima Virgen de Guadalupe, a tal
punto, que ahora se está ya organizando un Congreso Guadalupano
que podría ser una realidad en este
año de 2013.
Tepeyac, Tierra Sagrada del Continente Americano. Igualmente, los
Caballeros de Colón tendrán una
destacada intervención y también
el Instituto Superior de Estudios
Guadalupanos volverá a participar
de una manera muy especial en
cuanto a los contenidos científicos
guadalupanos.
Una de las primeras reuniones para preparar este Congreso Guadalupano se realizó en
las oficinas de la Pontificia Comisión para América Latina, en la
Santa Sede, el pasado miércoles 30
de enero, la reunión se desarrolló
en un clima de oración, fraterno
y lleno de alegría; de parte de la
Basílica de Guadalupe participó el
Rector de la misma, Mons. Enrique Glennie Graue y el Cango. Dr.
Eduardo Chávez, Director General
del Instituto Superior de Estudios
Guadalupanos. Si bien, la reunión
fue muy fructífera, se necesita la
participación de todos con una
profunda y constante oración para
el éxito de este Encuentro Internacional en donde se esperan cientos
de obispos y laicos, y en donde se
profundizará el mensaje guadalupano y su difusión a un mundo
que tanto lo necesita hoy.
Te invitamos para que participes
con tus oraciones, sacrificios y
ofrendas espirituales por el Congreso Guadalupano.
La Pontificia Comisión para América Latina, presidida por el Card.
Marc Ouellet y con su activo Secretario General, Guzmán Carriquiry, han tenido la inspiración de
realizar otro magno encuentro de
gran calidad y altura, posiblemente a mediados de noviembre de
2013, pero ahora el lugar elegido
es la Insigne y Nacional Basílica
de Guadalupe, tierra bendita del
BOLETÍN • 2013 •
41
BREVES
A
MÁS DE 10 MIL PERSONAS
DE TLALNEPANTLA
EN LA BASILICA
compañados por Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo
de Tlalnepantla y Presidente
del Episcopado Latinoamericano; Mons. Francisco Ramírez Navarro y Mons. Efraín Mendoza Cruz,
Obispos Auxiliares, así como de casi
200 sacerdotes, más de diez mil feligreses de la Arquidiócesis de Tlalnepantla participaron en la peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe
el 02 de febrero de este año.
actuar, al enseñarnos desde la experiencia de vida acompañada de enseñanza doctrinal y testimonio. Y tercero, no nos deja con nuestras a solas
fuerzas, nos ofrece la gracia, la ayuda
divina para poder realizar el estilo de
vida de Jesús mientras peregrinamos
en esta tierra y nos preparamos a la
convivencia eterna.
Por eso, dijo a los asistentes, nunca
debemos tener miedo de acercarnos
a Cristo porque Él es compasivo y
puede hacer que nuestro corazón de
piedra se transforme en corazón de
carne y así tengamos la capacidad de
hacer como Jesús y empezar a vivir
como Él.
En su mensaje Mons. Carlos Aguiar
Retes señaló que las consecuencias
de la Encarnación y el Misterio de
la Redención nos pueden hacer entender en que consiste la Salvación y
la Vida verdadera que Jesucristo nos
ofrece. En primer lugar, añadió, Dios
se compadeció del extravío de los
hombres pues los había creado con
proyecto concreto y el hombre lo
rechazó explotándose uno al otro; el
segundo elemento es que nos da un
testimonio para saber nosotros cómo
E
DESCANSE EN PAZ
l Venerable Cabildo de Guadalupe, los padres capellanes, agentes laicos de Pastoral,
religiosos, religiosas y empleados administrativos de la Insigne y Nacional Basílica
de Santa María de Guadalupe, encabezados por Mons. Enrique Glennie Graue,
Rector del Santuario, participan a usted y lamentan el sensible fallecimiento de:
M. I. S. Sr. Canónigo Mario
Carrasco González
Canónigo Emérito del Venerable Cabildo de Guadalupe
A los 91 años de edad, ocurrido el pasado miércoles 13 de febrero de 2013
en México D.F.
42 • BOLETÍN • 2013
BOLETÍN • 2013 •
43
44 • BOLETÍN • 2013
Descargar