crisis del 98

El desastre colonial y la Crisis del 98
Historia de España
Sara Fernández
La composición histórica a realizar trata sobre el desastre colonial, la pérdida de las
últimas colonias españolas ultramarinas, y la crisis del 98 durante la restauración
borbónica.
Tras el reinado de Fernando VII el imperio colonial español quedó reducido a las
colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Desde que se inició la Guerra de la
Independencia en 1808, las colonias de Sudamérica iniciaron su proceso de
emancipación que culminó en 1824 con la batalla de Ayacucho y Carabobo.
A finales del siglo XIX surgió el espíritu de independencia en las últimas colonias, y
a pesar de los intentos de los gobiernos de la restauración para dar más autonomía
a éstas, el deseo de emancipación y el nacionalismo fueron en aumento.
Puerto Rico había conseguido la autonomía en 1872, lo que quiere decir que
elegía a sus diputados para el Congreso de Madrid, la esclavitud había sido abolida
y presentaba una economía saneada. Contaba con una élite española que frenaba
los movimientos emancipadores de las clases populares.
Cuba, por su parte, mostraba un deseo más radical en su independencia, de hecho
la Guerra Larga iniciada en 1868 y concluida en 1878 se había mostrado
especialmente violenta. En 1886 se abolió la esclavitud, pero la medida se
consideraba insuficiente, a pesar de que también,
tras la Paz de Zanjón se consideraba a la isla como
una provincia más. En 1892 se creó el Partido
Revolucionario Cubano, formado por José Martí.
España, temiendo la revolución inició una dura
campaña de hispanización de la sociedad cubana a
través de la política inmigratoria, que aprovecharon
fundamentalmente gallegos y asturianos. Entre
1868-1894 llegaron a Cuba más de 700000
inmigrantes.
Las islas Filipinas presentaban una escasa
presencia española, que se reducía al entorno de
Manila. La ausencia de medidas tomadas en la isla
provocó que tanto mestizos como nativos lideraran
un movimiento emancipador liderado por José Rizal. Este fundó la Liga Filipina en
1893.
La pérdida de las colonias se inicia con el estallido de una nueva guerra en Cuba.
En 1895 la insurrección nacionalista cubana dio lugar al conflicto directo entre
españoles y nativos. En 1897 se suma a la guerra Filipinas. La guerra en Cuba duró
3 años, y la victoria fue definitiva para los cubanos al intervenir EEUU.
Podríamos dividir el proceso en dos grandes momentos:
1) La Guerra Hispanocubana iniciada tras la insurrección del Partido
Revolucionario Cubano y la declaración del Manifiesto de Montecristi.
2) La Guerra Hispano-estadounidense en 1898.
La guerra Hispanocubana nación con un cierto carácter popular, obrero y de clase
media, y una fuerte campaña de captación de los sectores negro-mulatos y
campesinos, pero de inmediato tuvo el apoyo de toda la sociedad criolla. La
respuesta española fue tratar de ahogar la sublevación lo antes posible, ante el
temor de las repercusiones internacionales del conflicto, y especialmente por la
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intervención de EEUU, a la que la isla se había “unido” gracias a los intercambios
comerciales.
La guerra hasta la intervención de EEUU presenta cuatro etapas:
1) Desde febrero de 1895 a Mayo de 1895: Se corresponde con el inicio de
la sublevación y la muerte de José Martí
2) De Octubre de 1895 a Enero de 1896: Etapa marcada por el avance de
las tropas sublevadas desde el Este de la isla hacia el Oeste. El general
Martínez Campos fue incapaz de frenar el avance a pesar de la superioridad
numérica de los españoles. El ejército español sufrió muchas bajas por las
enfermedades endémicas existentes en la isla como el paludismo o la
disentería, a lo que debemos sumar el arrojo de los cubanos que
aprovecharon
el
conocimiento
del
terreno para llevar
a cabo la estrategia
de la guerra de
guerrillas
3) De Enero de 1896
a Diciembre de
1897: El general
Weyler sustituye a
Martínez Campos .
Weyler cambió de
estrategia cortando
el apoyo que los
independentistas
recibían
de
la
sociedad cubana, y
para ello ordenó
que la población
rural
se
concentrara en poblados controlados por las fuerzas españolas, al mismo
tiempo ordenó destruir las cosechas, el ganado que podían servir de
abastecimiento de enemigo. Esta forma de actuar le granjeó a Weyler un
gran desprestigio promovido por la prensa amarilla y las campañas
propagandísticas de los americanos para justificar su intervención en el
conflicto cubano.
4) De diciembre de 1897 a abril de 1898. El
general Blanco sustituye a Weyler, y tras el
hundimiento del acorazado Maine EEUU
interviene directamente en la isla para ayudar
a los independentistas.
La intervención de EEUU se debe a varios motivos:
Por un lado, fomentar el nacionalismo de los cubanos
y acabar con los viejos imperios coloniales; ésta se
enmarcaría en una acción más dentro de la Doctrina Monroe de “América para los
americanos”; y en último lugar destacamos el interés de EEUU por hacerse con una
mayor presencia en el entorno del Caribe a través de Cuba y de Puerto Rico.
EEUU hizo una oferta de compra de la isla durante la etapa del Sexenio
Democrático, y volvió a ofrecerla durante 1898, sin embargo España se negó en
ambas ocasiones.
Para forzar la venta, EEUU inició una campaña de desprestigio para España, siendo
acusada de ser una metrópoli explotadora y atrasada que no reconocía los derechos
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y libertades del pueblo cubano. En febrero de 1898 se produjo la explosión del
acorazado Maine apostado en el puerto de la Habana, en el que hubo 266 victimas
mortales. España fue acusada del hundimiento, siendo usado como pretexto para
hacer la declaración de guerra.
En marzo de 1898 se lanza una nueva oferta
de compra de la isla que es rechazada por
España, y el 25 de abril de 1898 se hace
efectiva la inminente declaración de guerra a
España.
El enfrentamiento directo con EEUU fue un
auténtico desastre para el ejército español,
pues la inferioridad de la flota española se
mostró ampliamente con las derrotas de
Cavite en Filipinas, y otra en Santiago de
Cuba. En ambos enfrentamientos murieron
muchos soldados españoles, se cuenta que
solo en la batalla de Cavite murieron 350
marineros, mientras que del bando americano
solo murió un soldado.
El 10 de diciembre de 1898 se firmaron las negociaciones de paz en el Tratado de
París:
1) España
reconocía
la
independencia de Cuba
2) España cedía Puerto Rico,
Filipinas y la Isla de
Guam a EEUU a cambio
de una compensación
económica de 20 millones
de dólares
En 1899 ante la incapacidad de
la legación española y el
desprestigio adquirido, cedía las
islas Carolinas, las Marianas
(excepto Guam) y Palaos al
Imperio Alemán a cambio de 25
millones de dólares. De esta forma el imperio español quedaba liquidado
definitivamente.
Ante el desastre colonial se generó en España una fuerte crisis, que los políticos de
la Restauración intentaron encauzar hacia una propuesta de regeneración. El
regeneracionismo no trastocaba ninguno de los pilares de la Restauración, pues era
una apuesta clara hacia la modernización social y la superación del atraso cultural
de España. Sus máximos representantes fueron Antonio Maura y Francisco
Silvela. Silvela inicia un nuevo gobierno en marzo de 1899, con el general
Polavieja como ministro de Guerra. Durante su gobierno intentó realizar reformas,
sin éxito en la Hacienda, el ejército y la organización territorial. Sin embargo, esta
apuesta de Silvela no fue suficiente, y al año siguiente se formó otro nuevo
gobierno liberal en manos de Sagasta.
De forma coetánea surgió un movimiento intelectual al margen del sistema que
buscaba a través de la educación y de la cultura dotar a España de cierta conciencia
de cambio y modernidad. Destacan intelectuales como Joaquín Costa y Lucas
Mallada entre otros. Este movimiento intelectual cuestionaba la capacidad del
pueblo español para afrontar el progreso debido al alto índice de analfabetismo
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como principal causante del atraso del país, y por supuesto critican el sistema de la
Restauración y su funcionamiento. De estas ideas se impregnaron los grandes
autores de la Generación del 98, donde se puede observar el pesimismo y el
deseo de cambio (Unamuno, Pio Baroja, Machado…)
Joaquín Costa intentó poner en práctica sus ideas creando la Liga de Productores,
donde establecía las líneas principales para hacer reformas en educación, en la
administración y en la producción agrícola.
El regeneracionismo fue asumido por los políticos de la restauración como
Canalejas o Maura, adaptando alguna de las medidas al gobierno. Destacamos el
Instituto de Reformas sociales como un ejemplo del nuevo liberalismo, coincidiendo
con la subida al trono de Alfonso XIII.