Descargar PDF completo

Anuncio
Muchachita...
Con prontitud
iré a cumplir
tu mandato...
Nican Mopohua
2000-2010
Índice
3
GRUPO EDITOR
Presidente
Mons. Diego Monroy Ponce
Director
Lic. Arturo Rocha Cortés
Editorial
Lic. Ángel Roa Hernández
Jefe de Formación
Ricardo Galindo Melchor
Colaboradores
P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo
- Diácono Mario Bustamante Rubio - Mons. Jorge Palencia
Ramírez de Arellano - Mons. Salvador Diez de Sollano y
Ortega - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez - Lic.
Marcela Vallecillo Gómez - Alma Olguín Castro - Ricardo
Espinosa Tovar - Lic. Martha Reta - Lic. Samuel Jiménez
Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas.
Boletín Guadalupano es una publicación mensual y
gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución
es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza
de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg.
Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 55776022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo
electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe.
org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx.
Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud
de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión
Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de
la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de
Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión
Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas
de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004.
Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo
núm. 04-2004-102812475400-106, expedido por la
Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional
del Derecho de Autor, el 28 de octubre de 2004.
Diseño
Arturo Pardo, Arturo Rocha
Formación Editorial
Arturo Rocha y Ricardo Galindo
Impresión
Litográfica Fca S.A. de C.V.
Acalotenco 74, Col. Santo Tomás, C.P. 02040, Deleg.
Azcapotzalco, México D.F., con un tiraje de 10,000
ejemplares.
PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Los artículos y demás contribuciones publicadas en
el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el
sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Y
son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Diseño de Portada:
Arturo Pardo Ayala
Diseño de interiores:
Arturo Rocha, Ricardo Galindo, Lidia Binzhá.
Lic. Arturo Rocha Cortés
12
Cultura y
Arte
16 Museo
Arte y cultura en la
Basílica de Guadalupe
Museo de la Basílica de
Guadalupe (MUBAGUA)
Lic. Ana Rita Valero de García
Lascuráin
Lic. Martha Reta
21
Capilla
de Música
Comunicación
23 Social
Medios de
Comunicación Social
Capilla de Música
Mtro. Manuel Rosillo
26
Lic. Marcela Vallecillo
Artículo
30
Conociéndonos
Testimonio y prospectiva,
10 años de Rectoría
Departamentos pastorales
y administrativos
Mons. Salvador Diez de Sollano
y Ortega
Lic. Samuel Homero Jiménez
Hernández
34
37 Liturgia
Artículo
La Liturgia en la Basílica
de Guadalupe
La promoción cultural de
un rectorado...
Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela P.
Jaime Cuadriello
39
44
Misiones
“Flor y Canto” expresión
armónica de vida y de
trabajo conjunto de la
Pastoral Misionera del
Santuario
Tonantzin
Guadalupe
El Caminar de la
Pastoral Indígena
Pbro. Juan Ortiz Magos
Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez
ADEMÁS
7
Editorial
48
MENSAJE DEL RECTOR
Acontecimiento
Guadalupano
Acontecimiento Guadalupano ‘
a 7 años de Boletín
Guadalupano
Mons. Diego Monroy
Ponce saluda a todos
los peregrinos y lectores
En Portada
2
10
Mensaje del
Rector
Evangelización de las Culturas desde
el Acontecimiento Guadalupano
H
ermanas y hermanos: Desde donde floreció la semilla cristiana, el
murmullo del Evangelio de Jesucristo, la esperanza de nuestros pueblos
latinoamericanos en el verdaderísimo Dios por quien se vive, los saludo con
fraterno afecto desde el corazón espiritual de México y América, la Casita Sagrada
de nuestra Niña y Señora santa María de Guadalupe, la alegría de nuestro pueblo y
orgullo de nuestra raza.
Bendito sea Dios, hermanos y hermanas, porque a través de santa María de
Guadalupe, nuestra tierna y compasiva Madre, ha llegado a nosotros el anuncio
gozoso de la salvación. El Dios de la paz, de la justicia y de la esperanza tocó
hace 479 años las puertas de nuestro continente haciéndonos participar de la fe
en su amado Hijo Jesucristo, nuestro Señor, el Arraigadísimo Dios por quien se
vive. El Dios de Israel, de Abraham, de Isaac y de Jacob, es el mismo Dios y Señor
que se reveló a nuestros antepasados indios sin que ellos lo supieran, pero que
ya anhelaban silenciosamente y manifestaban a través de sus ricas tradiciones
religiosas como lo afirma el Papa Benedicto XVI en su discurso inaugural en la V
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida del
Brasil.
Desde entonces, queridos hermanos y hermanas, Jesucristo, el Verbo de Dios, ha
acompañado nuestra historia y nuestra cultura. ¿Cómo no celebrar, pues, reconocer
y amar a aquella mujer por quien nos llegó la fe? ¿Cómo no alabar, agradecer y
bendecir a Dios por los innumerables testimonios de hombres y mujeres que a lo
largo de estas casi cinco centurias han sabido trasmitirnos con el testimonio de su
vida la fe cristiana? Mis amados hermanos y hermanas, ¿cómo no alabar y bendecir
el nombre de Dios si ha querido dejarnos a través de la bendita imagen de nuestra
Muchachita y Celestial Señora santa María de Guadalupe la señal más clara de su
amor y predilección por nosotros? Así, ante tanta bondad, no nos queda más que
decir: ¡Gracias, Señor. Te has portado maravillosamente con nosotros!
Ojalá, mis amados hermanos y hermanas, que esta gratitud nos acompañe todos los
días de nuestra vida. No sólo de labios hacia fuera sino que brote de lo más profundo
de nuestro corazón y se convierta en un concreto testimonio de vida. Que no nos
contentemos únicamente con dar las gracias –como lo canta la Liturgia de las Hora–
sin dar lo que las merece.
Con gratitud, hermanos y hermanas, despidamos el año 2010 que está por
terminar. Con este mismo sentimiento recibamos el nuevo año 2011 que ya clarea
ante nuestros ojos. Bendito sea el nombre del Señor que en el tiempo no deja de
bendecirnos y acompañarnos en el camino de la vida, mientras avanzamos a su
Reino de eternidad.
¿Cuánto hay que agradecer, hermanos míos, al término de este año? Es tiempo
de recapitular, de poner en la balanza los frutos dulces y amargos de nuestro diario
quehacer de cara al año que está por concluir. Es necesario ir al interior de nuestro
corazón, viajar dentro de él a través de la conciencia, para valorar nuestra vida
cristiana, nuestro modo de ser. Que el Señor nos ayude en esta introspección.
3
Mensaje del Rector
Con anticipada gratitud preparémonos para recibir el año que viene. Mirémoslo desde
ahora con esperanza. Alejemos de él el desánimo, la desconfianza, el descrédito, las
descalificaciones. Trabajemos en unidad, diálogo, respeto, entendimiento, sumando
contrarios. ¡Pedagogía guadalupana! Empeñémonos en la construcción de una
sociedad al servicio de la vida donde los valores del Evangelio sean la cimiente.
Evitemos los confrontamientos innecesarios, la división, la desventaja del otro. Ésta
es la encomienda que hemos recibido de la Dulce Señora del Cielo santa María de
Guadalupe ser portadores de integración, signos de unidad, solidaridad, fraternidad y
reconciliación. Sólo y únicamente desde esta perspectiva estaremos llevando a cabo
su aliento y voluntad. Que sepamos vencer el mal a fuerza del bien. Pongamos este
año bajo la providencia divina, para que no nos falte a lo largo de él, casa, vestido y
susteno.
Un servidor, hermanos y hermanas, mucho tiene que agradecer. En primer lugar
alabo y bendigo a Dios porque me llamó a la vida y me hizo cristiano mediante el
bautismo. Porque recibí a través del ejemplo de mis padres la fe en Cristo, Jesús.
¡Bendito sea su nombre! Agradezco también el llamado que el Señor me hiciera a la
vida sacerdotal. Él me eligió para hacerlo presente entre los hermanos, en medio de
la asamblea santa, a través del pan de la Palabra y de la Eucaristía. ¡Bendito seas
Señor por esta elección de tu bondad!
Cómo no agradecer, hermanos y hermanas, a esta amada Iglesia Particular de
México Tenochtitlan que me ha acogido como hijo suyo. En primer lugar en su
arzobispo don Miguel Darío Miranda y Gómez, de quien recibiera la ordenación
sacerdotal. Luego la continuación de mi ministerio en esta arquidiócesis bajo la
autoridad del tan amado y recordado Ernesto Cardenal Corripio Ahumada, quien me
tuviera por ocho años en la Casita del Tepeyac. Y, finalmente, con Su Eminencia don
Norberto Rivera Carrera, mi actual arzobispo, quien me ha privilegiado no sólo con
su amistad y cariño, sino también con su confianza al nombrarme vicario episcopal
suyo, primero en la V Vicaria Episcopal, san Pedro apóstol, y luego en esta Vicaria
Episcopal de Guadalupe como el primer rector del templo más importante de México
y América: la Insigne y Nacional Basílica de santa María de Guadalupe.
Así, aprovecho este Boletín Guadalupano para manifestar públicamente mi gratitud
a Su Eminencia por la confianza brindada y por compartirme la responsabilidad de
custodiar junto con a él desde hace diez años la bendita y milagrosa imagen de
Nuestra Niña y Virgencita santa María de Guadalupe, nuestro más preciado tesoro
espiritual. Agradezco el afecto, la cercanía y la oración de los obispos mexicanos, de
sus consejeros permanentes y de su consejero pastoral. Muchas gracias. Dios les
pague.
La tarea al frente de este santuario, el más importante del mundo cristiano, no ha
sido cosa fácil. Me he topado con verdaderas dificultades, me he tropezado, ha
habido errores, pero ante todo aciertos. En todo me ha acompañado el consuelo y la
maternal ternura de mi preciosa Muchachita y Señora santa María de Guadalupe.
4
Mensaje del Rector
Ella ha sabido acurrucarme en sus brazos en las horas de dificultad y animarme a seguir
caminando en la construcción del Reino de su Hijo, Jesucristo, nuestro amo y Señor,
abriéndome nuevos caminos en el gobierno pastoral de su Casita Sagrada. ¡Bendito sea
el Señor por esta distinción!
Aquí en razón de gratitud debo de reconocer también el celo pastoral de mis hermanos
sacerdotes. En especial de los miembros del Venerable Cabildo Colegial de Guadalupe.
Sin su ministerio, el trabajo de un servidor sería insuficiente. Ellos, a lo largo de estos
diez años, han sabido generosamente compartir conmigo su fecunda experiencia de
pastores. Les agradezco a todos su oración, ministerio y caridad sacerdotal. Muchas
gracias. Que el Señor los bendiga. ¡Bendito sea su nombre porque no deja de proveer
de pastores a sus fieles!
Gracias también a ustedes, mis queridos hermanos sacerdotes capellanes de coro,
sacerdotes adscritos, sacerdotes voluntarios diocesanos, religiosos y diáconos
permanentes. Su colaboración cercana en el colegio sacerdotal de este santuario ha
sido de vital importancia. Que el Señor recompense su dedicación, el tiempo y las
energías que en bien de nuestros hermanos peregrinos emplean. A todos ustedes les
agradezco la comprensión, la paciencia, la cordialidad, el trato afectuoso y respetuoso
hacia mi persona. Asimismo, su consejo, ejemplo y cercana colaboración. ¡Bendito
seas, Señor, por el don del sacerdocio!
Me permito de manera muy especial agradecer el valiosísimo ministerio sacerdotal
de Mons. José Luis Guerrero Rosado, sacerdote insigne y ejemplar, quien a lo largo
de estos diez años siempre me ha obsequiado su amistad, sabiduría y amor a María
santísima de Guadalupe. Su probidad sacerdotal está a prueba de todo. Gracias,
queridísimo monseñor Guerrero. Que el Señor te bendiga por tu sacerdocio. Que santa
María de Guadalupe a quien has consagrado con tanta dedicación los últimos años de
tu vida te pague como al indio santo Juan Diego Cuauhtlatloatzin todo tu cansancio y
tus desvelos. Gracias por tu colaboración tan cercana en mi ministerio. Que el Señor te
bendiga, muestre su rostro y te dé su paz.
José Luis Herrera Martínez, compañero, amigo y hermano sacerdote de muchos años,
te agradezco tus innumerables muestras de cariño, cercanía, aprecio, colaboración y
oración sacerdotal. Tu discreto ministerio ha sido una valiosísima herramienta a lo largo
de estos años. Cómo puedo pagarte tu generosidad sino orando por ti y pidiéndole
al Señor te colme de bienes. Que siga suscitando en ti el amor a su Palabra. Dios
te bendiga. ¡Gracias, Señor, por la fraternidad y la solidaridad sacerdotal de estos
hermanos míos en el ministerio!
También con gratitud me dirijo a las religiosas de clausura y de vida activa, expresión
tangible y visible del Reino de Dios, quienes día y noche me auxiliaron con sus
fervorosas oraciones. Gracias a todos los agentes laicos de pastoral. Ustedes,
queridísimos hermanos y hermanas, han sido parte vertebral en todas nuestras
acciones pastorales. Son la luz y la sal del mundo como dice el Evangelio. Son en este
Tepeyac los brazos de santa María de Guadalupe que se extienden sobre cada uno de
los hombres y mujeres que acuden a la Casita Sagrada de nuestra Madre de Guadalupe
en busca de auxilio, defensa y salud. Dios los bendiga por su tiempo, esfuerzo y
dedicación.
5
Mensaje del Rector
Que con su ejemplo muchos hombres y mujeres se sumen a la avasalladora tarea
de dar a conocer el materno amor de Dios a través de santa María de Guadalupe,
nuestra Niña y Señora. Bendito seas, Señor, porque no dejas de enviar operarios a tu
mies.
Gratitud también debo a todo el personal administrativo y de servicios de este
santuario. Muchas gracias por su trabajo incondicional y decidido. Sé de su
compromiso y profesionalismo.
Prueba de ello es lo que hasta ahora hemos logrado. Ustedes muchas veces han sido
testigos de las urgencias, de los días difíciles y complicados en las diversas áreas de
trabajo de esta estructura basilical, las que sin duda hemos sabido sortear gracias a
su conocimiento y pericia.
Así, mis amados hermanos y hermanas, con el corazón lleno de gratitud y con la
misma alegría con que recibí esta encomienda concluyo este segundo quinquenio de
gobierno pastoral al frente de la Casita Sagrada de nuestra preciosa Niña y celestial
Señora santa María de Guadalupe.
El Señor me ha bendecido a manos llenas, nunca me ha abandonado. Siempre me
ha acompañado el materno aliento de la Señora del Cielo. Ella ha sido quien me
ha animado e inspirado en este camino de servicio a su amado Hijo, Jesucristo, el
verdadero Dios por quien se vive.
Agradecido por todo lo anterior, antes de concluir este último número del mes de
diciembre del año 2010, quiero invitarlos hermanos y hermanas, a agradecer a Dios el
mayor don con que ha bendecido a la humanidad: el nacimiento de su Hijo Unigénito,
Jesucristo, Dios Salvador del género humano. Jesús, es la mayor manifestación de
la gratuidad de Dios. Que Él, por el misterio de su nacimiento, el que ahora llenos
de alegría celebramos, nos conceda dar gratuitamente lo que gratuitamente hemos
recibido. ¡Bendito seas, Señor, porque es don tuyo el que seamos agradecidos!
Que la Navidad, mis amados hermanos y hermanas, traiga para cada uno de ustedes
y los suyos sentimientos de armonía, alegría y paz. A cada uno los encomiendo al
cuidado y a la protección de la Virgen Madre, la Dulce y Celestial Señora del Cielo,
santa María de Guadalupe. Que Ella la Niña, Doncella, la Mujer de Nazaret que
contempló a Dios nacido en la carne, interceda por nosotros para que podamos
contemplar a Dios en la eternidad.
A todos les envío un apretado abrazo con motivo de las fiestas navideñas, de fin y
principio de año. Que la paz y la alegría del Niño nacido en Belén estén con ustedes.
Dios les bendiga.
Mons. Diego Monroy Ponce
Vicario General y Episcopal de Guadalupe
Rector del Santuario
6
EDITORIAL
E
l Boletín Guadalupano en el formato
que ahora lo conocemos apareció por
primera vez en julio de 2003. En aquella
ocasión se imprimieron de manera rústica 50 mil
ejemplares. Recogió en sus páginas el primer
aniversario de la canonización de san Juan Diego
y el testimonio de la más numerosa peregrinación
diocesana que acude al Tepeyac: Querétaro.
El antecedente del actual Boletín Guadalupano
fue una pequeña publicación de distribución
interna. Desde entonces tuvo muy claro su
objetivo: ser la información del Tepeyac para
los pueblos de México. Esta finalidad pronto se
vio rebasada, pues muchos allende nuestras
fronteras, comenzaron a solicitarlo. No sólo
eso, sino que también lo comenzaron a pedir
en intercambio bibliotecas, universidades,
seminarios y organismos públicos y privados.
Siendo hasta hoy una publicación de alto
contenido, plural y gratuita.
Al paso de los años se ha enriquecido
enormemente. En cualquiera de sus aspectos
la hemos visto gratamente crecer en impresión,
formato, diseño, calidad de contenidos, etc.
Cada vez más confluyen en ella ricas, variadas
y eruditas plumas. Es una publicación con
estricto sentido pastoral y cercana para todos.
Quienes conformamos el Consejo Editorial de
esta publicación nos sentimos verdaderamente
satisfechos por los alcances obtenidos, más aún
cuando en sus inicios no pocos nos auguraron un
inminente fracaso.
La prueba de este esfuerzo y la dedicación
mostrada nos hace constatar hoy la acogida con
que mensualmente 10 mil lectores nos reciben en
los más variados sectores de la Iglesia Católica.
El empeño por hacer llegar a cada uno de
nuestros lectores este boletín siempre ha estado
animado e impulsado por su Presidente Mons.
Diego Monroy Ponce, quien desde el principio
acogió este proyecto de buena prensa, dándole
orientación y buena marcha. No ha salido ningún
número a la luz sin antes haber sido revisado
detalladamente por su presidente.
A lo largo de estos años no ha habido línea a la
que no anime el único espíritu de informar de
las actividades del santuario, pero sobre todo, el
dar a conocer la importancia del Acontecimiento
Guadalupano, el más noble acontecimiento de
la Iglesia en México. Orgullosamente podemos
decir que en esto, hemos sido cien por ciento
institucionales, además de haberlo hecho con
genuino sentido de Iglesia.
Así, queridos lectores, al concluir el año dos
mil diez y, con él, el segundo quinquenio de la
administración pastoral del Rector de la Basílica
de Guadalupe, nuestro presidente, hemos
querido recapitular en este último número del
año, a través de la visión de algunos de nuestros
cercanos colaboradores lo que para ellos ha
significado el trabajo pastoral de esta década que
culmina.
Luces y sombras han acompañado
indudablemente estos años. Aunque aún falta
mucho por hacer debemos también reconocer
lo que se ha logrado a lo largo del camino. Éste
el espíritu de las contribuciones de este mes, no
buscan adular ni engolosinar el oído de nadie,
sino más bien, hacer una análisis crítico del
acontecer de los últimos años en esta Basílica.
Dicen que recordar es volver a vivir. Así, que la
recapitulación que ahora les presentamos de
algunos de nuestros cercanos colaboradores nos
reviva la historia que en estas páginas hemos
escrito mes con mes para honor y gloria de Dios,
de nuestra Madre santísima de Guadalupe y de
nuestra Iglesia mexicana.
Con este espíritu, vayamos a nuestros
contenidos. Que cada uno de ellos nos permitan
mirarnos globalmente a diez años de distancia.
7
Editorial
Liturgo de corazón y de escuela, el presbítero y
doctor Ricardo Valenzuela Pérez, nos comparte
desde su experiencia como secretario de la
Pastoral Litúrgica y Maestro de Ceremonias de
esta Insigne y Nacional Basílica de santa María
de Guadalupe, la riqueza de la Liturgia. Nos
adentra de manera ágil y con palabras sencillas
al espíritu conciliar y a la abundante doctrina
que ilumina y pone de manifiesto su genuino
sentido en la vida de la Iglesia. Resalta de ella
su carácter universal y, como patrimonio de la
Iglesia, nos indica que ésta debe estar lejos de
miradas reduccionistas o individualistas.
La Liturgia, entonces, no pertenece al celebrante,
sino a la Iglesia que la celebra y la vive en
su sentido más original, haciéndola brillar en
su propia naturaleza, como el ejercicio del
sacerdocio de Cristo y de la Iglesia.
De este modo, quien celebra la Liturgia en su
sentido más pleno, nada tiene que agregarle,
nada que quitarle, porque por sí misma
resplandece con toda su belleza. La invitación es
a celebrar contemplando y aprovechar los signos,
los textos y la fuerza espiritual de la misma
Liturgia, fuente y culmen de la vida de la Iglesia, a
fin de que todos, como lo indica el mismo espíritu
conciliar; degustemos desde ahora con nuestras
celebraciones, lo que será la Liturgia celestial.
Siempre preciados de su erudición en esta
ocasión tan especial no puede faltar la voz de
nuestro director el maestro Arturo Rocha Cortés,
quien con el estricto espíritu científico que lo
caracteriza ha enriquecido a lo largo de estos
años una sección que es eje fundamental en
nuestra publicación.
En ella ha dado a conocer el Acontecimiento
Guadalupano a través de sus fuentes mediante
de un valioso acervo documental perteneciente al
siglo XVI.
En su artículo resalta la importancia de estas
fuentes, no sólo en el apuntalamiento del
8
Editorial
hecho guadalupano, en cuanto a la devoción
y religiosidad se refiere, sino en su verificación
histórica.
Por su parte, la doctora Ana Rita Valero de
García Lascuráin hace una apología de la obra
de la Iglesia a lo largo de su historia. Desentraña
el papel que ha jugado en el vasto mundo de
la cultura, especialmente en México a través
del Acontecimiento Guadalupano. Es así, con
esta introducción como nos presenta los entes
culturales con que cuenta el Santuario de nuestra
Señora de Guadalupe: Museo, los Archivos
histórico y musical y por su puesto la Biblioteca
Lorenzo Boturini.
El P. Juan Ortiz Magos, responsable de la
Pastoral Indígena, nos hace un balance del
camino de esta área de la pastoral. Señala
los logros que a lo largo de nueve años han
alcanzado. La tarea no ha sido fácil. Sin embargo,
poco a poco, con el apoyo y la confianza del
cardenal primado de México y del Rector de la
Basílica ha logrado implementar líneas de acción
a favor de los indígenas, los hijos predilectos de
santa María de Guadalupe. Reconoce en ellos,
en su riqueza cultural, la riqueza misma de la
Iglesia. Su texto es una clara invitación para
aceptar a los indígenas como nuestros hermanos
en la sangre, en la cultura y en la fe.
Salvador Diez de Sollano, sacerdote y profuso
escritor de nuestra publicación, nos regala una
particular visión sobre los más significativos
cambios que él ha constatado en los últimos
años en la Basílica. Desde la limpieza del atrio
hasta la construcción de la monumental Plaza
Mariana. De la creación del Centro de Pastoral
hasta el proyecto de construcción de diversos
espacios que favorezcan la acciones pastorales
del Santuario.
Asimismo nos habla de la realización de
trascendentales acontecimientos como la
canonización de san Juan Diego y el Encuentro
Mundial de las Familias, así como de la
organización de Congresos Guadalupanos y de
la fundación del Instituto de Estudios Teológicos
Guadalupanos. Asimismo, elabora en torno a los
medios de comunicación al servicio de la Basílica
y la participación de bienes de la misma con
comunidades necesitadas.
Señala el proyecto misionero que monseñor
Monroy ha asumido en la difusión del
Acontecimiento Guadalupano, del que nos da
cuenta detalladamente la licenciada Conchita
Jiménez a través de un elenco de lugares donde
se ha llevado el mensaje de Guadalupe.
No han sido pocas las diócesis, las
universidades, las empresas, las instituciones
públicas y privadas que se han beneficiado de
este celo pastoral.
El doctor Jaime Cuadriello, por su parte,
desentraña en su artículo, por así decirlo, la
exquisita sensibilidad del rector de Guadalupe de
cara a la cultura y a las tradiciones de México.
Cada una de ellas se ha convertido para el
rector en vehículo oportuno de evangelización
y herramienta de inculturación. Su pasión por
los nacimientos, los altares de Dolores y de los
Muertos no son la excepción. Los conciertos
mensuales, las exposiciones artísticas y las
representaciones teatrales se suman a este
legado cultural que en voz del propio rector de
Guadalupe hemos oído decir: son expresiones
generadoras de cultura cristiana y promotoras de
desarrollo humano.
Finalmente queremos agradecer la generosa,
oportuna y puntual participación de las plumas
que confluyen en este número especial.
En primer lugar a la doctora Ana Rita Valero de
García Lascuráin, presidenta de la Archicofradía
Universal de santa María de Guadalupe, mujer de
acendrada devoción guadalupana y de exquisita
sensibilidad.
Asimismo nuestra gratitud se dirige al doctor
Jaime Cuadriello Aguilar acucioso investigador,
experto historiador del arte y hombre sereno,
de extraordinaria calidad humana. Al Pbro.
Dr. Ricardo Valenzuela Pérez, actual Maestro
de Ceremonias de esta Insigne y Nacioanl
Basílica de Guadalupe, quien no sólo es perito
en Sagrada Liturgia sino también verdadero
maestro al saberla trasmitir, enseñar y vivir con
profundidad.
Si hay alguien que sabe Liturgia en esta
arquidiócesis de México es precisamente
él. Muchas gracias por su contribución. Que
el Señor le siga concediendo la sencillez y
transparencia que lo caracteriza. La Señora del
Tepeyac, santa María de Guadalupe, seguro
pagará puntualmente a cada uno de ustedes el
trabajo que por Ella emprenden.
Sea también nuestro agradecimiento para
quienes mensualmente se suman al esfuerzo
de esta publicación. Gracias Martha, Mercedes,
Samuel Homero, Ricardo, Lidia, Arturo Pardo,
Marcela y Guadalupe Bustamante.
Un reconocimiento también muy especial
para la Litográfica Formas Continuas quienes
mensualmente nos imprimen el Boletín
Guadalupano. Que el Señor les pague a todos su
generoso servicio.
Un abrazo para ustedes, queridísimos lectores,
y los mejores deseos para la Navidad y el Año
Nuevo que se aproxima.
Que el Niño nacido en Belén, Jesús, nuestra
Buena Noticia, nos conceda encontrarnos
nuevamente el año que viene anunciándoles la
alegría y la paz de su salvación.
BG. El equipo Editorial.
9
Acontecimiento Guadalupano
Acontecimiento
Guadalupano a 7 años
de Boletín Guadalupano
Lic. Arturo Rocha Cortés
Director del Boletín Guadalupano
[email protected]
U
na de las principales objeciones que se
han enderezado a lo largo de las épocas
contra la historicidad del acontecimiento
guadalupano ha sido la supuesta carencia de
documentos del siglo XVI que la fundamenten.
Y si bien hace tiempo y con autoridad, dicho
lugar común ha sido refutado por lo autores,
se sigue sobando el argumento del “silencio”
documental guadalupano en el siglo de la
conquista. Y aun desconociendo muchos de los
investigadores guadalupanos, cómo es o dónde
para determinado documento. Algunos de ellos,
por lo elusivo, se cree incluso que no existen,
error del que se puede salir con la sola evidencia
intrínseca: la presentación del documento.
Acontecimiento Guadalupano
reproducción fotográfica de calidad, acompañada
de un estudio o comentario no erudito. Pero sobre
todo, adecuadamente paleografiado y en su caso
traducido, tarea que encomendó al indigno director
de esta revista al tiempo que encargado de la
presente sección.
La experiencia de reunir e integrar un dossier
documental con todos estos papales custodiados
en diversas partes del mundo, muchos de ellos
fotografiados por primera vez, ha deparado gratas
sorpresas. No sólo por que semejante ejercicio
no había sido realizado, al menos con rigor
facsimilar, ni siquiera por quienes trabajaron en
la canonización de Juan Diego, ya no digamos
diversos autores o historiadores que militan sea
en la contención aparicionista o antiaparicionista.
Pero sobre todo por la auspiciosa respuesta de
los lectores de toda índole que desde el principio
saludaron con beneplácito la publicación de
estas fuentes guadalupanas. Surgieron por
diversos rumbos los coleccionistas que mes
tras mes se tomaban la molestia de buscar en
las páginas de esta publicación del Tepeyac los
documentos y paleografías que apuntalan el hecho
guadalupano, no en su devoción o religiosidad
(que tal no requiere de apuntalamiento), sino en su
verificabilidad histórica.
A lo largo de los años, diversos lectores de las
más variadas extracciones, pero sobre todo aquel
decidido campeón de la causa guadalupana
–nuestro mentor y maestro Mons. José Luis
Guerrero Rosado– recomendaron que todos estas
fuentes del siglo XVI se reunieran adecuadamente
en una “separata” que facilitara su consulta.
Este afán hubo de preterirse por diversas
razones por varios años… hasta el presente
de 2010 (año que cierra un quinquenio más de
intenso trabajo pastoral de Mons. Diego Monroy
Ponce) en el que, auspiciados por la INBG y la
empresa Estrella Blanca, fue posible integrar no
una sencilla “separata”, sino un libro en forma,
de gran calidad, que reúne facsimilarmente
no sólo los 40 documentos fundamentales del
acontecimiento guadalupano, sino que exhibe
algo de la vasta riqueza pictórica del Museo de la
Basílica. Tal libro, ya a disposición del interesado,
se intitula Monumenta Guadalupensia Mexicana:
“Monumentos Guadalupanos Mexicanos” (obra que
viene a coronar unos esfuerzos que iniciaron con
la publicación del Testamento de Elvira Ramírez de
1577), y que desde el título subraya la vocación de
identidad y pertenencia que estas fuentes revisten
para la historia de nuestra patria. No por nada el
Guadalupano es el más entrañable acontecimiento
de nuestra nación y germen decidió de nuestra
mexicanidad mestiza.
Cuando hace siete años, Mons. Diego Monroy
Ponce, Rector del Santuario de Santa María
de Guadalupe, concibió la idea de instituir este
valioso instrumento de difusión y evangelización
–el Boletín Guadalupano–, uno de sus
principales intereses fue el presentar las fuentes
documentales primarias en que se afinca la
historicidad del acontecimiento de las que
hablamos... sólo que en facsímil; en una
10
11
Cultura y Arte
CULTURA Y ARTE
Arte y cultura en la
Basílica de Guadalupe
Los años recientes
Punto central dentro de este escenario es y ha
sido siempre la Insigne y Nacional Basílica de
Guadalupe; siendo la casa que la Virgen le
encargó a Juan Diego, ha servido desde el siglo
XVI, para …oir y remediar… las penas y angustias
de …todos los moradores… de estas tierras.
Es en la Basílica donde se concentran todas
las manifestaciones de la extensa devoción
guadalupana. Es allí donde fluye el numen del
fervor hacia la Virgen. Es en el Tepeyac, donde los
devotos derraman su inspiración, su arrebato, su
entusiasmo y su creatividad.
Dentro de este contexto, ha sobresalido en los
últimos años, el interés y constante apoyo otorgado
por la Basílica a las diversas manifestaciones que
el arte universal ha desplegado en torno a la Virgen
de Guadalupe.
Ana Rita Valero de García Lascuráin
Presidente de la Archicofradía Univeral de Guadalupe
Introducción
M
ucho es lo que la Iglesia Católica ha
trabajado a lo largo de dos mil años
en beneficio del hombre, apoyándolo,
orientándolo y acompañándolo en el difícil camino
que va en pos de lograr una vida más digna,
menos doliente y sobre todo, más cercana a Dios.
Bajo la luz de esta inspiración, la Iglesia ha
caminado siempre en pro del conocimiento, dentro
de un pensamiento que se precia de su sapiencia y
erudición; es así que a lo largo de este proceso, la
Iglesia se ha ocupado de llenar al mundo de arte,
belleza, gracia y esplendor.
En ese sentido se podría decir, que la Iglesia
Católica es cultura y me refiero a cultura en el más
amplio sentido antropológico del término.
Si se hiciera hoy un inventario del patrimonio
12
artístico, bibliográfico y documental del mundo,
saltaría a la vista de inmediato la presencia
destacada de la Iglesia Católica, sobre todo en
ciertos puntos de la geografía en los que por
diversas razones, su acción se ha dejado sentir
con mayor intensidad. México es ciertamente uno
de estos puntos, al haber tenido el honor de ser
la tierra escogida por la Santísima Virgen para
manifestar su presencia a través de un hecho
histórico de carácter portentoso:
El acontecimiento guadalupano
Tan distinguido privilegio ha generado a lo largo de
los siglos, incontables frutos en múltiples campos,
empezando por haber introducido el cristianismo
en el pensamiento de las sociedades indígenas,
dando lugar al nacimiento no solo de una nueva
manera de acercarse a Dios, sino también de un
nuevo arte y de una nueva cultura, cuya fuerza y
autonomía han dejado su huella centenariamente.
Allí, en “la Villa”, como se le conoce cariñosamente
al santuario, se ha desarrollado un clima de
verdadera sensibilidad, mismo que conocedor del
valor espiritual del arte y la cultura, se ha ocupado
de fomentar estos valores, al punto de que hoy por
hoy, la Basílica de Guadalupe se ha convertido en
el eje cultural del norte del Valle de México.
Tanto unos como los otros, han derramado su
talento en pro del conocimiento y de la historia
del acontecimiento guadalupano, siempre con la
intención de honrar a la Virgen.
En este campo, el Museo de la Basílica, bajo la
dirección de la doctora Martha Reta Hernández,
con su acervo de más de 4,000 piezas cumple
plenamente con su misión evangelizadora, misión
que no se reduce al ámbito nacional, lo que ya
sería encomiable, sino que además, con visión y
verdadera ambición doctrinal, ha roto las fronteras,
llevando sus piezas con la imagen de la Virgen
a sitios tan remotos como Polonia, la Federación
Rusa, los Países Bajos, la Gran Bretaña, Francia,
España y Portugal.
Mas no conforme con compartir sus colecciones,
también el Museo ha desplegado una labor editorial
que rebasa cualquier expectativa, publicando en
los últimos cinco años, un promedio de tres obras
anuales, lo que difícilmente llegan a igualar otros
museos del país.
Esta actividad cultural realizada por la Basílica
se pone de manifiesto desde cuatro instancias
diferentes que son las que se encargan de producir,
conservar y difundir la cultura guadalupana.
El museo
La Iglesia ha sido históricamente, amante y patrona
de las bellas artes en todas sus manifestaciones, lo
que en Guadalupe se potencia de manera ilimitada;
desde los primeros devotos que plasmaron
sus intensas vivencias en lienzos, muros, y
papeles, pasando por los grandes maestros del
arte virreinal, hasta las ingenuas y candorosas
expresiones de aquellos creyentes que, sin
pretensiones ni empeños académicos, pero con
una fe sincera y profunda, se han postrado ante la
Señora de Guadalupe para demostrarle su afecto,
por medio de sus ex votos, ricos en piedad; ternura
y devoción.
13
Cultura y Arte
Cultura y Arte
La biblioteca
La Biblioteca Lorenzo Boturini, al cuidado de Elvira
Araiza Velázquez, es seguramente el repositorio
más rico del mundo en su género, lo que le permite
proporcionar a investigadores e interesados
en general un inmenso elenco de literatura
guadalupana, tanto en lo que se refiere a obra
bibliográfica propiamente dicha, como también a
la sección hemerográfica que cuenta con cerca de
2000 ejemplares, perfectamente catalogados.
El reto de conservar dicho acervo, así como la
responsabilidad académica que significa el ponerlo
a disposición de los investigadores, han sido temas
constantes a lo largo de los últimos años, lo que
ha dado como resultado un eficiente desempeño
de este repositorio, para satisfacción de aquellos
que estudian la historia del acontecimiento
guadalupano.
El Archivo Histórico
Tal vez ninguna instancia de las múltiples que
conforman la Insigne y Nacional Basílica de
Guadalupe, tenga la importancia y el peso que
el Archivo Histórico, sabiamente dirigido por el
presbítero y doctor Gustavo Watson.
Digo esto con todo conocimiento de causa, ya
que sus importantísimos fondos guardan nada
menos que la historia de México, a través del
acontecimiento guadalupano. El archivo tiene el
registro de los actos que le dan significado a la
historia del acontecimiento guadalupano, por eso
14
se puede afirmar que está indisolublemente ligado
a la historia del guadalupanismo y por lo tanto, a
la historia nacional.
Dentro de este escenario, la Basílica de Guadalupe
no podía ser la excepción, al conservar y difundir
su rico acervo musical.
La impronta de la evolución del pensamiento
guadalupano, lo que reconoce y preserva, está
plasmado en los legajos del archivo, por eso no
es atrevido afirmar, que éste constituye el mayor
y más rico patrimonio dentro del amplio quehacer
guadalupano.
A manera de conclusión
Hoy la Basílica de Guadalupe, cumple una
vocación pluridimensional.
Si bien es cierto que su quehacer principal ha sido
siempre el de atender, difundir y engrandecer la
devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe,
cabe señalar que derivada de su función
plenamente espiritual, en los últimos años ha
desarrollado una amplia misión cultural, que incide
brillantemente en el escenario ilustrado de México.
Cabe recordar empero que, hasta hace muy poco,
dicho tesoro se hallaba inaccesible, entre otras
cosas, por la falta de los instrumentos de consulta
adecuados para aprovechar la rica información allí
resguardada. Afortunadamente para la comunidad
académica, el Archivo cuenta hoy con varios
catálogos que permiten entrar con gran facilidad
dentro de los temas del acervo.
Cabe resaltar que de 2006 a 2010, se clasificaron
11,123 documentos del período que cubre desde
1822 hasta 1878; es decir, solo este último
catálogo contempla lo que se conoce como el
período “republicano” de México, una época
fuerte, conflictiva, de gran dificultad, para la Iglesia
mexicana, para los fieles y para las autoridades
eclesiásticas de entonces.
Archivo Musical
Tanto en esa época, como en los trescientos
años que la antecedieron, la Santísima Señora,
ha estado siempre presente, orientando y
acompañando a México, como se puede ver a
través de la consulta de tan ricos documentos.
Desde esa plataforma, cabe recordar que en todos
los tiempos, la música y el canto han formado parte
importante del culto divino, tan es así, que hay
quien sugiere que la música se inventó para honrar
a la divinidad.
De acuerdo a las palabras de la maestra Lidia
Guerberof Hahn, encargada del Archivo Musical,
la actividad central del archivo se concentra en
conservar y clasificar sus obras, así como también
en adquirir otras nuevas que enriquezcan el acervo
original.
Sus aportes en el campo editorial y museístico
nacional la colocan entre uno de los principales
centros de cultura de México, haciéndole honor a
la milenaria tradición erudita de la Iglesia Católica
universal.
Se sabe bien que los primeros cristianos usaban
la música para darle brillo y espectacularidad a
los oficios divinos; casi desde el tiempo de los
apóstoles, se acostumbraba cantar himnos y
salmos y durante el proceso de evangelización
de los pueblos indígenas de América, los frailes
echaron mano de la música con fines plenamente
catequéticos, de tal suerte que se puede afirmar
que la Iglesia siempre ha favorecido el desarrollo
de la música, con la clara intención de alentar la
devoción.
15
Museo
MUSEO DE LA BASÍLICA
TERRITORIO NACIONAL
Museo de la Basílica de
Guadalupe (MUBAGUA)
Una oferta cultural para todos
www.mubagua.org.mx
COLECCIONES Y EXPOSICIONES
Durante los últimos años se llevó a cabo la
actualización completa del inventario de bienes
artísticos que conforman el acervo del Museo. Se
ha levantado el registro técnico y fotográfico de un
total de 4000 piezas, patrimonio cultural que está
a disposición de investigadores para su estudio,
así como para su difusión a nivel académico y
de divulgación, a través de exposiciones, medios
impresos y audiovisuales.
Lic. Martha Reta
Directora del Museo de la Basílica de Guadalupe
T
ermina el año 2010 y con él se cierra
un ciclo más en la historia de la Insigne
y Nacional Basílica de Santa María de
Guadalupe. Durante el segundo quinquenio de
rectoría de Monseñor Diego Monroy Ponce,
el Museo desarrolló gracias a su impulso, una
intensa actividad que le ha permitido consolidar su
presencia entre las instancias culturales de México
y del extranjero por sus colecciones, así como por
sus actividades académicas y museísticas.
De la misma forma, ha cumplido con su misión
pública, pues ofrece servicio durante el mayor
número de días al año; tiene abiertas sus puertas
de martes a domingo, incluyendo los días festivos
16
y amplía su horario durante la celebración
Guadalupana los días 11 y 12 de diciembre.
El visitante es el agente principal de nuestro Museo
y por ello procuramos brindar un buen servicio,
poniendo especial atención al peregrino que se
ha trasladado desde su lugar de origen, a veces
remoto, para visitar el santuario.
Es un gusto para la que suscribe, dar a conocer a
nuestros lectores algunas de las actividades que se
han llevado a cabo en nuestra institución cultural,
pues las obras que conservamos y difundimos son
patrimonio de todos los mexicanos.
El Museo de la Basílica de Guadalupe tiene una
fuerte presencia a nivel nacional e internacional
pues presta, temporalmente, piezas de su
colección para que formen parte de exposiciones
temporales. Durante el periodo 2006-2010, nuestro
Museo, a través de sus colecciones, participó en
las siguientes instituciones y muestras:
- Museo de El Carmen. La imagen retratada.
- Museo Estudio Diego Rivera. El maguey.
Símbolo de identidad nacional.
- Museo Nacional de Culturas Populares.
Imágenes para una historia. Estampas de lo
popular mexicano.
- Biblioteca Vasconcelos. Cine y Ferrocarril.
- Museo Nacional del Virreinato. Plata.
Forjando México.
- Museo Nacional de las Intervenciones,
INAH. Los relatos pintados, la otra historia.
Exvotos Mexicanos.
- Sala Villacero (Monterrey, NL). Juan Pablo II.
Su obra y herencia en México y el Mundo.
- Museo de Arte Moderno, INBA. La colección:
Facturas y manufacturas de la identidad.
- Museo Nacional de Arte, INBA. El éxodo
mexicano. Los héroes en la mira del arte.
- Museo Nacional de Historia. Castillo de
Chapultepec, INAH. De Novohispanos a
Mexicanos. Retratos de una sociedad en
transición.
- Museo de Arte Moderno, INBA. Fernando
Gamboa: la utopía moderna.
- Museo Mural Diego Rivera, INBA / Museo
Biblioteca Pape (Monclova, Coah.) / Museo
de Historia Mexicana (Monterrey, NL). Diego
Rivera y la Inquisición. Un puente el el
tiempo.
- Museo de Guadalupe, INAH (Guadalupe,
Zac.). Los escultores novohispanos y sus
obras. El Museo Franz Mayer en el Museo
de Guadalupe.
- Museo Nacional de Arte, INBA. Materia y
sentido. El arte mexicano en la mirada de
Octavio Paz.
- Museo Franz Mayer. El camino de la belleza.
800 años de la Orden Franciscana.
- Museo Regional de Guadalajara.
Renacimiento mexicano. Lorenzo Boturini y
el rescate de la memoria indígena.
- Museo Mural Diego Rivera, INBA. Raíces
iconográficas. Mural Sueño de una tarde
dominical en la Alameda Central, de Diego
Rivera.
- Museo del Palacio de Bellas Artes. Frida
Kahlo. Homenaje Nacional.
17
Museo
Museo
- Museo Estudio Diego Rivera, INBA. Frida
Kahlo en páginas impresas.
- Casa ITESO Clavijero (Guadalajara, Jal.).
Francisco Xavier Clavijero.
- Museo Nacional de Historia. Castillo de
Chapultepec, INAH. Benito Juárez: El Buen
Ciudadano.
- Centro Insurgentes. Juan Pablo II. Ejemplo
de vida en México y Polonia.
- Fomento Cultural Banamex. Imágenes de
los Naturales en el arte de la Nueva España.
Siglos XVI-XVIII.
EXTRANJERO
- Museo Nacional del Prado y Palacio Real de
Madrid. Pintura de los Reinos. Identidades
compartidas.
- Museo della Citta´ di Santa Giulia. BRESCIA,
ITALIA. Plus Ultra. Al di la´del barocco.
- Indianapolis Museum of Art. INDIANAPOLIS,
IN, EUA. Sacred Spain. Art and Belief in the
Spanish World.
Anualmente se presenta una exposición temporal
de gran envergadura, con temática ligada al culto
guadalupano o mariano, ocupando la mayor parte
de las instalaciones de nuestro Museo. La mayoría
de las obras que conforman las exposiciones
son del propio acervo de nuestra institución y
son complementadas con obras provenientes
de diferentes instancias culturales, museísticas,
18
bibliotecas, archivos, santuarios y colecciones
privadas de México y el extranjero. Durante los
últimos años hemos presentado en nuestras
instalaciones:
- Un privilegio Sagrado. La Concepción de
María Inmaculada. Celebración del dogma
en México.
- Pasión y Fe. Futbol, manifestaciones
populares de religiosidad.
- Guadalupe Arte y Liturgia. La sillería de
coro de la Colegiata
- El Caballero andante. Vida, obra y
desventuras de Lorenzo Boturini Benaduci
(1698-1755)
- Del otro lado del mar…Exvotos a la Virgen
de Guadalupe.
- La familia en torno a Santa María de
Guadalupe
- La Navidad
- Tres siglos en el Tepeyac. El Antiguo
Templo y Morada de Guadalupe, 1709-2009.
- Madre de la Patria. La Imagen
Guadalupana en la Historia Mexicana.
Exposiciones presentadas en el interior de la
Basílica, organizadas por el Museo:
- Henryk Plóciennik. Grabados en homenaje a
Juan Pablo II.
- Via Crucis. Artistas Polacos
- El sueño que canta la tierra. Fotografías de
Enrique Carrasco.
- Héroes Anónimos. Un recorrido por la piel de
México. Fotografías de Rafael Doniz.
El Museo de la Basílica de Guadalupe ha realizado
dos proyectos museísticos de gran importancia; a
través del arte llevamos la Imagen de la Virgen de
Guadalupe a un gran número de visitantes en el
interior de la República Mexicana.
- La Imagen Guadalupana en la historia
patria, misma que se presentó exitosamente
en: Museo Arocena (Torreón, Coah.), Museo
de Arte del Estado de Veracruz (Orizaba, Ver.),
Museo de Arte de Querétaro (Querétaro, Qro.)
y Museo de Ciencias e Industria (Toluca, Edo.
Méx.).
- La Maravilla Mexicana. Obras del Museo
de la Basílica de Guadalupe, en el Museo
de Guadalupe, Zacatecas- INAH, como parte
del convenio de hermamiento que se dio entre
aquel Museo y el Museo de la Basílica de
Guadalupe.
19
Museo
Humanos, Relaciones Públicas, Comunicación
Social, Internet, Contaduría, Obras, Archivo
Histórico, Archivo Musical, Biblioteca, Capilla
de Música, Pastoral, Mantenimiento, Módulo de
Informes y Seguridad, entre otros.
Capilla de Música
A todos ellos debemos agradecer su esfuerzo y
colaboración; juntos hacemos que tu patrimonio se
proteja, se conozca, se disfute y se aprenda de él.
Te esperamos, ¡sólo faltas tú!.
Foto: Comunicación Social INBG
Es necesario mencionar que todas las actividades
del museo y sus éxitos como institución cultural,
han sido posibles gracias a la intensa labor,
entusiasta apoyo y completo respaldo de Monseñor
Diego Monroy Ponce, Rector del Santuario. De
la misma manera, se debe reconocer el apoyo
y trabajo de las diferentes áreas que colaboran
con nosotros para llevar a buen término nuestros
proyectos: Administración General, Recursos
MÚSICA
Mtro. Manuel Rosillo Segura
Director del Coro de Infantes de la Basílica de Guadalupe
L
a Capilla de Música de la INBG está
constituida por un grupo de adultos
varones y por el coro de Infantes, entidades
bicentenarias de la Basílica, ya que existen desde
que ésta era Colegiata.
Tienen como obligación participar en la celebración
diaria de Laudes y en la Misa de Cabildo, además
de cantar en muchas celebraciones solemnes que
marca el calendario litúrgico o que por necesidades
pastorales requiere la Arquidiócesis Primada de
México. Éstas son algunas de ellas:
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen
María, San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Navidad,
Año Nuevo, Semana Santa, Peregrinación del la
20
Arquidiócesis, Día de las Madres, La Anunciación
de la Santísima Virgen, Natividad de la Santísima
Virgen, Solemne Cambio de Corona, Aniversario
de la Erección de la Basílica de Guadalupe, y de
manera muy especial, en la Solemnidad de Nuestra
Señora de Guadalupe.
Entre los eventos especiales, de carácter mundial,
en que han colaborado el Coro de Infantes y el coro
de Adultos, destacan: la Canonización, por S.S.
Juan Pablo II, de San Juan Diego Cuauhtlatoztzin;
(31 de Julio de 2002) y el Rosario y Misa de
Clausura con motivo del VI Encuentro Mundial de
las Familias (17 y 18 de Enero de 2009).
21
Música
A solicitud expresa de las autoridades de la
Basílica, por contratación, mediante intercambio
institucional, el coro ha cantado también en
diversos sitios de la Ciudad de México y del interior
de la República, como San Juan del Río, Puebla,
Amozoc, Quiroga y Cueneo, Veracruz, Tlaxcala,
etc.
En lo referente a recitales, la Capilla de Música
(coro de Infantes y Adultos) ha realizado ya nueve
conciertos de Navidad, siendo acompañados por la
Orquesta Sinfónica de Tlaxcala y con la Orquesta
de Alientos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Ha ofrecido recitales breves en tres Congresos
Guadalupanos. Se ha presentado en el propio
recinto, en el Templo Expiatorio y en la Escuela
Cristóbal Colón, entidad encargada de la formación
de los académica de los niños con motivo de su 60
aniversario.
Es importante mencionar que en estos conciertos
se han difundido obras del Archivo Musical de la
INBG. El coro de Infantes está conformado por
68 niños de 4º, 5º, y 6º de primaria, y el Coro de
Adultos consta de 9 elementos.
22
Medios de
Comunicación
Social
Foto: Comunicación Social INBG
Colaborando con la Arquidiócesis podemos
mencionar las Ordenaciones Presbiterales, las
Ordenaciones Episcopales, la Inauguración o
clausura de la C. E. M., las Ceremonias Fúnebres
del Sr. Arzobispo Emérito de México, Ernesto
Cardenal Corripio Ahumada y del M. I. Sr. Abad
Guillermo Schulemburg Prado.
Entre las actividades del Director de la Capilla
de Música destaca atender a coros, orquestas
y bandas que participan en celebraciones y
conciertos en el recinto. Entre los grupos que
han asistido se cuenta: el Coro de Niños de la
Catedral de Colonia, Alemania, el Coro de Niños
del Conservatorio de Puerto Rico, el Coro de
la Arquidiócesis de Filadelfia, la Orquesta de
Cámara y Coro de la Secretaría de Marina, el
Coro de Niños de Vancouver, Canadá, el Coro
ABC (American Boys Choir), EU, el Coro de la
Universidad de Poznam, Polonia, la Banda Juvenil
de Cajicá, Colombia, la Banda Moisés Rodríguez
de La Chorrera, Panamá, la Banda Santa María
Betanza de Ixtlahuaca, México, la Banda San Juan
de Aragón, D.F., la Banda Infantil de Santa María,
Prelatura de los Mixes. Tuvo también a su cargo el
concierto Inicial del Proyecto Ecumenicon.
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
Comunicación Social de la INBG
Foto: Comunicación Social INBG
Foto: Comunicación Social INBG
COMUNICACIÓN SOCIAL
Ha organizado el Festival Internacional de Órgano
de la Basílica de Guadalupe ya en seis ocasiones
consecutivas, con la presencia de organistas de
Francia, Estados Unidos, Inglaterra y México,
además de conciertos solicitados por otras
dependencias, como el Festival de la Ciudad de
México, la Escuela de Música Sacra del Estado de
México y la Orden Franciscana, contando con la
presencia de una organista polaca y dos organistas
italianos.
D
urante los últimos años se continuó la
misión evangelizadora en relación a los
medios de comunicación social en el
santuario, mediante la adquisición de equipo de
fotografía y video profesional (para grabación,
edición y transmisión), el fortalecimiento de la
difusión a través de la sinergia con otras oficinas de
comunicación eclesiales y la atención dedicada en
la recepción y la logística de los representantes de
los medios de comunicación social.
La misión con los medios de comunicación social
desde el santuario consiste en: “Dar a conocer
el Mensaje de Cristo y del Acontecimiento
Guadalupano a partir del testimonio personal, con
la atención activa y oportuna a los representantes
de los medios de comunicación social locales,
nacionales e internacionales, y la difusión
masiva a través de éstos medios y los medios de
comunicación oficiales del santuario, así como
contribuir en la construcción del Reino de Dios en
coordinación con otras áreas del Santuario.
La visión correspondiente es: “Animar la fe,
la esperanza, la caridad, la reconciliación y la
integración personal en jóvenes, niños, adultos, y
corresponder con profesionalismo y eficiencia a la
alta dignidad del servicio que se nos ha concedido,
expandiendo el mensaje de Cristo y de Santa
María de Guadalupe con las nuevas tecnologías
y a través de los medios de comunicación
social oficiales de la Basílica, y de los medios
de comunicación masivos locales, nacionales e
internacionales”.
23
Comunicación Social
Las labores donde se ha avanzado en la
profesionalización es en la Cobertura Informativa
periodística de las actividades relevantes --de o en
el Santuario--, con el reporteo en videograbación
(más de mil horas de video) y fotografía (unas dos
mil carpetas de fotografía).
Estos materiales van conformando un archivo
valioso del santuario, con el cual se ha apoyado
a los medios y pastorales de la Basílica, los del
arzobispado, de las diócesis, los movimientos
eclesiales e incluso a las congregaciones
religiosas. Son documentos valiosos para la vida
de la Iglesia por ser el santuario mariano más
visitado a nivel mundial.
24
En este sentido se atendieron las solicitudes
de información, grabaciones y entrevistas, en
concordancia con los criterios que se han ido
estableciendo con base en las necesidades del
santuario y las de los medios de comunicación,
a fin de facilitarles su trabajo informativo dentro
de las normas de respeto al Acontecimiento
Guadalupano, al peregrino, a la Liturgia y al
santuario.
En los últimos dos años se extendieron al menos
mil 500 acreditaciones a representantes de los
medios de comunicación que realizaron alguna
labor en la Basílica. Entre ellos, de noticieros,
programas, espectáculos, deportes, telenovelas,
productoras; de prensa escrita, radio y televisión;
de provincia, locales, nacionales e internacionales.
Esto, sin contar las acreditaciones de 11-12 de
diciembre que alcanzan unas 700 cada año para
productores, conductores, reporteros, fotógrafos,
camarógrafos y asistentes.
Por otra parte, se continuó con el monitoreo de
la información sobre el santuario que se genera
en los medios de comunicación social escritos -periódicos y revistas--, con el propósito de formar el
archivo hemerográfico de dicha información que se
compila día tras día en la síntesis correspondiente,
y cada seis meses se envía a la biblioteca para
su archivo y consulta permanente. La información
en medios electrónicos se solicita cuando es
necesario.
Finalmente se ha continuado con la formación
constante e integral del personal de la oficina de
Comunicación Social, a fin de profesionalizar cada
vez más nuestro servicio en favor de la misión que
tenemos.
Todo lo anterior se ha realizado, con entusiasmo
y entrega generosa que nacen del amor de Cristo
y de Santa María de Guadalupe, con el único
propósito de contribuir a la misión global de la
Iglesia Católica desde este hermoso lugar a donde
acuden personas de todo el mundo a experimentar
o testificar, la fe, la esperanza y la caridad.
Foto: Comunicación Social INBG
En este sentido hemos caminado durante los
últimos cinco años favoreciendo la mejor cobertura
informativa en el santuario tanto de los medios de
comunicación institucionales como de los externos,
y cuidando el respeto a las normas de la institución.
En otro orden, se ha ido mejorando la atención
permanente a los representantes de los medios de
comunicación Social, de oficinas de comunicación
de las diócesis, movimientos católicos, instituciones
gubernamentales y civiles.
Foto: Comunicación Social INBG
Lo anterior se desprende de los lineamientos
establecidos en la Constitución Inter Mirifica
del Concilio Vaticano Segundo, los documentos
emanados de las Conferencia del Episcopado
Latinoamericano y Mexicano, en relación a los
Medios de Comunicación, así como de la tarea
dada en este sentido por el Emmo. Sr. Cardenal
Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México, y
M.I. Mons. Diego Monroy Ponce, Vicario General y
Episcopal de Guadalupe y Rector del Santuario.
Por otra parte, se va avanzando en la difusión de
las actividades del santuario en orden a los criterios
periodísticos de interés general y trascendencia
social. Esto, mediante el mejoramiento tecnológico
de los equipos materiales (video, fotografía), y la
extensión de la difusión a través de los medios
de comunicación oficiales de la Basílica (Boletín
Guadalupano e Internet), la sinergia con otros
equipos materiales y humanos de la Arquidiócesis
de México, la Conferencia del Episcopado
Mexicano, las diócesis y movimientos eclesiales, y
mediante los medios de comunicación que existen
en la sociedad.
Foto: Comunicación Social INBG
Foto: Comunicación Social INBG
Comunicación Social
25
Artículo
ARTÍCULO
El justo reconocimiento y mi testimonio personal de
los logros realizados a favor de la Basílica por su
actual y primer Rector, Mons. Diego Monroy Ponce,
acciones que en la verdad todos pueden constatar
durante estos últimos diez años, son motivo
alentador y entusiasta para continuar en este
proceso renovador de nuestra muy amada Basílica.
Testimonio y
prospectiva
De manera realista hay que tomar conciencia de
que diez años son pocos para los muchos cambios
organizativos y pastorales que nuestra amada
Basílica requiere, pues siempre hay más por hacer
que lo ya realizado.
10 años del nuevo
regimen canónico de
Rectoría en la Insigne
y Nacional Basílica
de Santa María de
Guadalupe
Foto: Comunicación Social INBG
Mons. Diego Monroy Ponce muchas cosas mejoró
notablemente y muchas otras implementó. A
continuación, con un no exhaustivo recuento,
presento algunas obras realizadas, reconociendo
que hay muchas más.
Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega
C
on gran pasión por nuestra amada Basílica
y siempre enamorado de santa María de
Guadalupe, guadalupano de cepa porque
nací en la Villa de Guadalupe el año 1941 a un lado
del Santuario, en la calle Montiel n° 24, vecino de
él la mayor parte de mi vida, monaguillo de niño
y monitor litúrgico de joven, familiarizado con el
ambiente popular de la que era todavía antigua y
verdadera “Villa”, aún separada de la Ciudad de
México que llegaba por entonces hasta Peralvillo
y el Monumento a La Raza, ordenado sacerdote
allí mismo en agosto del año 1978, me siento
válidamente autorizado y con alegría para dar
mi testimonio de los cambios positivos que he
apreciado sobre todo en los diez últimos años,
los primeros ya con el nuevo régimen canónico
26
al frente de un Rector y Vicario Episcopal, Mons.
Diego Monroy Ponce, y habiendo trabajado yo
como capellán los últimos tres años.
De ninguna manera me interesa aquí la actitud
negativa de subrayar errores personales de nadie,
sino apreciar lo positivo para alentar algunos de los
grandes retos, posibilidades, horizontes bellísimos
de creatividad y reorganización que presenta
permanentemente nuestra Basílica en respuesta
a los designios de Dios por medio de nuestra
preciosísima Virgen santa María de Guadalupe.
Tampoco son de mi gusto y convicción la lisonja
y la alabanza malintencionadas, cultivo de la
vanagloria, falseada de principio y desviado de la
Gloria que sólo pertenece a Dios y a María.
Un prioritario paso fue el poner orden,
decoro, limpieza, disciplina en todo el espacio
guadalupano: sacó eficazmente de allí el comercio
ambulante, la mendicidad, el robo y la indecencia
que infestaba prácticamente todo el recinto
guadalupano; también ordenó la economía.
Organizó y financió dentro de la Basílica una
gran cantidad de acontecimientos de enorme
trascendencia eclesial para todo México, en
apoyo a su Eminencia el Cardenal Norberto
Rivera Carrera y a la Comisión de la CEM: La
canonización de san Juan Diego Cuauhtlatloatzin.
La venida de SS. Juan Pablo II. A partir de allí
promovió el culto al san Juan Diego, al que nunca
se le había venerado en la Basílica.
Ha fomentado notablemente la creciente asistencia
de peregrinos a la Basílica, mediante su atención
y labor promotoras de las peregrinaciones desde
su punto de partida, en camino y a su regreso; él
mismo ha acompañado a muchas peregrinaciones
que organiza desde su salida de origen. En sus
diez años han pasado de 12-14 millones de
peregrinos a 20-22 millones al año; de 1600 a más
de 2700 peregrinaciones registradas anualmente.
Ha promovido también el novedoso peregrinaje
de las familias, logrando una nueva proyección
pastoral que antes no existía en la Basílica.
Convirtió el Atrio basilical en un instrumento para
promover actividades pastorales muy variadas,
unas permanentes y otras, periódicas.
Tuvo gran visión pastoral mediante el proyecto,
ahora ya en vías de realización, de una “gran Plaza
Mariana” con multiservicios de diversa índole;
más aún, todo un gran centro mariano abarcando
la dignificación y proyección de todo el entorno
urbano de la Basílica.
Adquirió numerosas propiedades (casas y terrenos
adyacentes a la Basílica y en torno al Cerrito del
Tepeyac) para implementar a futuro una gran
cantidad de servicios de pastoral, espiritualidad y
hospedaje. Construyó un centro de Pastoral, de
Evangelización y Cultura, adyacente en esquina de
la calle Allende y 5 de Mayo.
Ha abierto muchos nuevos horizontes promoviendo
intensamente el conocimiento del Acontecimiento
Guadalupano dentro de toda la geografía mexicana
y en muchos países del mundo. Ha llevado a la
Virgen de Guadalupe a muchas naciones donde
era poco o nada conocida.
27
Artículo
Pastoralmente ha trabajado siempre en gran
sintonía con la Arquidiócesis de México. Ha
promovido las relaciones de la Basílica con la
CEM. Vitalizó en la Basílica las tres áreas de
Pastoral y mantiene reuniones permanentes de
animación, de formación y acompañamiento.
Ordenó y dignificó grandemente la Liturgia.
Ha promovido notablemente la investigación
histórica-científica sobre el Acontecimiento
Guadalupano, y los estudios y las publicaciones
guadalupanas de gran calidad. Ha realizado
Congresos Guadalupanos anuales con sus
publicaciones correspondientes. Organizó con
reconocidos especialistas al frente los archivos
Histórico y Musical y el Museo de la Basílica.
También la biblioteca Lorenzo Boturini. El Boletín
Guadalupano es una publicación mensual de gran
calidad y difusión, de distribución gratuita, dirigida a
una gran variedad de lectores y que llega a muchos
lugares del país, de América y del mundo.
Ha proyectado la imagen de la Basílica y la
devoción guadalupana por los medios de
comunicación: televisión, radio e internet,
especialmente por medio del Departamento de
Comunicación Social que él mismo creó.
Mons. Diego Monroy siempre acepta las iniciativas
viables. Le propusimos, por ejemplo, un estudio
sobre las diversas tipologías de peregrinos que
acuden a nuestra Basílica y la creación de un
voluntariado guadalupano específico y capacitado,
con la creación de amplias redes sociales
solidarias. En disponibilidad total lo aceptó y, de
acuerdo con el deseo del Cardenal Norberto
Rivera, nos pidió elaborar el anteproyecto del
Centro Cáritas Basílica de Guadalupe, por el que
se promoverá la amplia gama del voluntariado, se
le dará formación y organización específicas.
Verdaderamente un gran y extraordinario Centro
de Pastoral socio-caritativa para la Basílica,
muy probablemente el “Centro Cáritas” más
trascendente e importante de México y América, y
decidió ya mandar hacer el proyecto arquitectónico
para construirlo en el terreno en el que se levanta
28
Artículo
el templo a San Juan Diego. Entre muchas otras
iniciativas viables e indispensables que se le
proponen, ha aceptado también como necesaria
la creación a futuro de un Centro de Espiritualidad
Guadalupana, que estamos proyectando, como
el alma que vitalice toda la pastoral guadalupana
ad intra y ad extra la Basílica y alimente a todo
apóstol guadalupano. Para irlo preparando, ha
abierto el Boletín Guadalupano a artículos sobre
la espiritualidad de nuestra Señora de Guadalupe,
Mística y Mistagoga.
Ha demostrado tener verdadera preparación y
experiencia pastoral, con mucha creatividad y
entrega total; de las siete de la mañana a las 11 de
la noche trabaja para la Basílica normalmente.
Cierto que el Rector Diego Monroy Ponce es
un sacerdote de personalidad grandemente
carismática, con sus luces y sus sombras como
toda persona. Con esos dones dados por el
Señor y con el auxilio de nuestra amada Madre ha
realizado valiosísimos logros para Gloria de Dios
de María de Guadalupe a favor de la organización,
misión y proyección de nuestra Insigne y Nacional
Basílica. Ciertamente que gran parte de ello es el
haberse sabido rodear de laicos, de organizaciones
e instituciones, también exteriores al Santuario.
Tiene don de palabra y gran calidad homilética.
Mons. Diego Monroy Ponce ha mostrado sentirse
verdaderamente enamorado de su misión
guadalupana a favor de nuestro pueblo y sobre
todo de los peregrinos que allí acuden.
Se le siente muy cercano a toda la gente, crea
lazos de empatía en su trato sacerdotal con
todos, sin distinción ni preferencia de clases
sociales, de carácter fuerte pero siempre educado,
amable y bondadoso, prudente, sabiendo dar el
trato adecuado a cada persona, tanto a los más
humildes y pobres como a la tan grande variedad
de personas de condición social y cultural diversa,
así como a las más distinguidas personalidades
nacionales o internacionales.
Su trato con los sacerdotes que trabajamos en la
Basílica es cercano afectivamente, respetuoso,
amable, servicial y comprensivo. Ha ayudado
económicamente a numerosos sacerdotes
necesitados dentro y fuera de la Basílica, a varias
parroquias y a misiones en el África.
Prospectiva guadalupana. No dudamos que
probablemente en un futuro cercano se sienta la
necesidad de replantear nuevamente el modelo
organizativo de la Basílica y su Eminencia el
Cardenal Norberto Rivera Carrera vea conveniente
crear una nueva institución canónica, como un día
se hizo al terminar con la figura del Abad y realizar
la actual institución aprobada por su Santidad
Juan Pablo II en la Praestantem Pietatem, pues
ante la creciente complejidad de retos que tiene
la Basílica para ser fiel a la misión encomendada
por santa María de Guadalupe y la fidelidad que
se requiere ante los signos de los tiempos, el que
funja como Rector necesita urgentemente el apoyo
de un equipo de sacerdotes especializados en las
ciencias pastorales y con una renovada forma de
trabajar.
Nuestra Basílica ha requerido y necesita aún
de enormes cambios y renovación para dar
cumplimiento a los deseos de nuestra amada
Madre, santa María de Guadalupe.
Además de todo lo positivo, hay grandes carencias
y enormes necesidades en la organización interna,
en orden a la Pastoral en sus diferentes vertientes;
a la realización creativa y aplicada de una Liturgia
y de una evangelización perfectamente inculturada
de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia y
el modelo de santa María de Guadalupe; a la
elaboración y puesta en acción de una pastoral
socio-caritativa personalizada y de multitudes con
amplísimos horizontes.
Gran necesidad es el que llegue a erigirse el
Centro Cáritas Basílica de Guadalupe y a realizarse
el Centro de Espiritualidad Guadalupana que se
desprenden necesariamente de María misma en
el Acontecimiento Guadalupano; que sean el alma
de todo el ser y el quehacer de todos los que allí
y desde allí laboramos, sacerdotes y apóstoles
laicos, con vigorosa formación de vida espiritual,
voluntariado que sea el “sacramento maternal de
María de Guadalupe”, no cientos sino miles de
voluntarios(as) sin fronteras.
Las religiosas de todo México son un gran
potencial, no del todo tomado en cuenta en la
Basílica, con su rica diversidad de carismas
eclesiales. Hace falta integrar más plenamente la
riquísima religiosidad popular.
Todo esto y aún más requiere de todo un
profundo y serio estudio de Pastoral Prospectiva
Guadalupana.
“AD MAIOREM GLORIAM DEI ET MARIAE
VIRGINIS”
29
Conociéndonos
E
sta sección lleva publicados hasta la fecha
82 artículos. En sus inicios buscó cómo
lo indica el nombre de la sección –dar a
conocer– los distintos departamentos pastorales
y administrativos que conforman el organigrama
de la Basílica de Guadalupe. Cada uno de ellos
es importante en la intensa actividad pastoral del
Santuario. Ellos desde sus objetivos y líneas de
acción han favorecido toda la acción pastoral en su
conjunto, trabajando en interrelación y sirviéndose
unos a otros.
Como responsables de esta sección siempre nos
hemos empeñado en detallar minuciosamente
las actividades de estos departamentos, desde
sus responsables hasta la forma en como
están estructurados. Conviene señalar que los
departamentos administrativos están al servicio
de la pastoral, de tal manera que, subordinados a
30
ella, contribuyen de manera significativa a volver
más eficiente el trabajo diario de nuestras acciones
pastorales. A lo largo de estos diez últimos años,
nuestras áreas de trabajo se han ido estructurando
y creando otras bajo la administración presidida por
Monseñor Diego Monroy Ponce.
Para pocos o casi nadie era sabido el intenso ir y
venir al interior del Santuario. Nadie se imaginaba
que en la parte posterior del templo, a espaldas
del Sagrado Original, existiera una torre de ocho
niveles que albergara en gran parte la estructura de
gobierno de la Basílica. En ella están las oficinas
del rector, vicerrector, administrador general,
secretario particular, sala de cabildo, departamento
de obras, contabilidad, sitio de internet, Boletín
Guadalupano, almacén general, comedor de
empleados, auditorio y otras más.
Entonces la agitada actividad pastoral y
administrativa del templo mariano más importante
de México y del mundo, se une a la populosa
alegría de las más variadas expresiones de la fe,
que en magnífica sintonía confluyen a lo largo
del día en el altar de la Virgen de Guadalupe,
convirtiéndose todo este enjambre de actividades
en una verbena festiva en honor a la Madre de
Dios, bajo la venerada advocación de Guadalupe.
Todo esto nos lo descubrió esta sección.
Estas colaboraciones, sin duda alguna,
contribuyeron también a desmitificar, sí no en todo,
sí en mucho, lo erróneo, las muchas fantasías y
las especulaciones que se dicen de la Basílica de
Guadalupe.
Cuántas veces no hemos oído hablar de las
millonarias limosnas de la Basílica. De los recursos
que salen de ella directo al Vaticano o a las arcas
de los altos jerarcas de la Iglesia, de la manera
en que se recogen a carretadas las ofrendas de
los fieles. En fin, éstas y otras muchas cosas
podríamos escuchar. Afortunadamente estos
artículos como se señaló anteriormente han
ayudado a desmentir tales versiones.
De todo ello, de lo que lamentablemente nadie
habla, es de los gastos que la administración
de este santuario genera. La Basílica, no lo
olvidemos, no está exenta del cumplimiento de las
leyes fiscales, de las obligaciones que genera la
contratación de empleados, como seguro social,
aportaciones patronales, becas, pensiones, etc.
Paga a sus empleados sueldos, no sólo de acuerdo
con lo que marca la ley, sino en consonancia con
lo que dicta el espíritu de la doctrina social de la
Iglesia.
Foto: Comunicación Social INBG
Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández
Foto: Comunicación Social INBG
Departamentos
pastorales y
administrativos de la
casita del Tepeyac
Como en cualquier otra casa en la que se generan
gastos, la Basílica no es la excepción, aunque
los suyos son en mayor escala. Se paga teléfono,
agua, luz, gas, predios, gastos operativos,
administrativos, variadas adquisiciones y muchas
cosas más. Diariamente se sirven cuatrocientos
cincuenta cubiertos entre desayunos y comidas,
además de cubrirse la nómina de casi quinientos
empleados, sin contar por su puesto las múltiples
ayudas económicas que el santuario otorga en
diversos rubros.
Foto: Comunicación Social INBG
Desde muy temprana hora el templo abre sus
puertas para que los hijos e hijas de la Virgen
vengan a saludarla. Paulatinamente se van
sumando a él, a través de sus diversas áreas de
trabajo, el resto de los empleados, los agentes de
pastoral, los sacerdotes, los religiosos y religiosas.
Foto: Comunicación Social INBG
CONOCIÉNDONOS
31
El verse hoy en pie, viviendo en paz, es
consecuencia de un pasado violento. Aquello
que sembraron con lágrimas, hoy lo cosechan
con alegría. Recordemos que la historia de la
Iglesia siempre se ha escrito con la sangre de
los mártires. Al desaparecer la sección retratos y
semblanzas, la sección conociéndonos, asumió
32
Por muchos años, María Cristina Osornio Vázquez,
quien ahora ya goza de Dios, sirvió mediante este
oficio que aprendió de su madre, a los coloraditos
de la Basílica, como cariñosamente los llamaba.
María Cristina siempre vio en su trabajo una
bendición de Dios.
A través de él logró junto con su madre sacar
adelante a sus hermanos, convirtiéndose esto en
su orgullo. La satisfacción de su humilde oficio de
costurera le trajo también la gratificación de ver
muchas generaciones de infantes, quienes al paso
de los años, se convirtieron en profesionistas y
para alegría suya, en hombres de bien y provecho.
No podía pedir más, con verlos realizados, se daba
por bien servida.
Estamos seguros que esta parlanchina mujer,
que hablaba y hablaba sin parar, quien se llevó
incontables recuerdos, ha de tener bastante bien
entretenidos a los huéspedes del cielo con las
anécdotas vividas aquí en la tierra, de las que su
viejo cuarto de costura aún escucha contar.
Con cariño la recordamos, que su testimonio de
mujer trabadora y cristiana nos anime en nuestras
labores cotidianas.
Una institución en el mundo de la cultura, es
sin duda alguna, el maestro Jorge Guadarrama
Guevara, ex director del Museo de la Basílica
de Guadalupe. El maestro Jorge Guadarrama
es pilar fundamental del actual Museo de la
Basílica. Gracias a él, a su empeño y dedicación,
este espacio goza de renombre en el mundo de
la cultura no sólo de México, sino también del
extranjero. Desde pequeño Jorge incursionó en
el campo de las artes plásticas. Tuvo la fortuna
de conocer al muralista Diego Rivera y ser
colaborador de uno de los máximos exponentes de
la museografía de principios del siglo pasado don
Fernando Gamboa.
El Maestro Guadarrama es poseedor de
un espíritu crítico, de una cabal capacidad
museográfica y de una exquisita sensibilidad
capaz de fascinar con su trabajo a propios y
extraños. A él debemos no sólo el cuidado y la
conservación del acervo del Museo de la Basílica
de Guadalupe, hoy en manos de su nueva
directora, la licenciada Martha Reta, sino también
los trabajos de conservación del Sagrado Original
de nuestra Señora de Guadalupe. Al cerrar esta
edición del año lo recordamos con especial
afecto. Su memoria, sus recuerdos, su inteligente,
lúcida e interesante conversación son nuestra
reminiscencia.
Finalmente queridos lectores, agradecemos a
cada uno de ustedes, su compañía a lo largo de
esta década. Ustedes junto con nosotros han
hecho la historia de esta sección. Que el Señor
nos bendiga a todos. Que el próximo año podamos
encontrarnos en esta publicación con la que
honramos a Dios y santa María de Guadalupe.
Foto: Comunicación Social INBG
Hemos podido acercarnos al espíritu de sus
fundadores, a su obra, sus apostolados, sus
campos de misión, en una palabra, a las raíces
de su congregación y, con ella muchas veces, a
la propia historia de México, pues sus azarosas
epopeyas están escritas en el México trágico de los
años veinte; otras tantas, en diferentes episodios
históricos de esta nación.
Antes de concluir queremos recordar con
ustedes algunos artículos especiales. En el
número cincuenta y dos, del mes de abril de
2005, presentamos la historia de una mujer, que
recién llegada de su natal Contepec, Michoacán,
comenzó a trabajar en esta basílica como costurera
para los Infantes del Coro de la Basílica.
Foto: Comunicación Social INBG
Sin lugar a dudas la vida consagrada refleja la
diversidad de dones y carismas con que Dios ha
edificado su Iglesia. Ésta riqueza es precisamente
la que rodea el entorno del Santuario de
Guadalupe, cada una de estas familias religiosas
de hombres y mujeres que se albergan a la sombra
maternal de santa María de Guadalupe, han
dado cuenta en estas páginas de su vocación y
experiencia al amparo de la Virgen del Tepeyac.
el reto de presentar los perfiles de los sacerdotes
que al día de hoy se han sumando a la pastoral de
la Basílica. La extinta sección dejó de aparecer en
nuestra publicación terminada la presentación de
todos los sacerdotes. En ella conocimos y leímos
los datos biográficos del Señor Cardenal, al Rector
de Guadalupe, a los miembros del Venerable
Cabildo, a los Capellanes de Coro y a los
diáconos. El ministerio sacerdotal de esta basílica
se va renovando continuamente. Es por eso que
siempre encontraremos en esta sección nuevos
perfiles sacerdotales. Así, queridos lectores,
hemos llegado hasta este mes de diciembre
de 2010, presentándoles la riqueza de nuestro
santuario, suma de valores humanos, materiales
y espirituales que iluminados por el mensaje de
Guadalupe, la Madre del Verdadero Dios por quien
se vive, se transforman en el corazón que da vida a
esta institución llamada Insigne y Nacional Basílica
de santa María de Guadalupe.
Foto: Comunicación Social INBG
Conociendo esto, no será complicado para
aquellas mentes fantasiosas o quizá perversas
imaginarse los cuantiosos gastos que mes a mes
eroga el templo del Tepeyac, mismos que son
cubiertos gracias a la generosa contribución de los
fieles católicos. Posteriormente, presentados todos
los departamentos pastorales y administrativos,
comenzamos a dar a conocer la vida consagrada
en torno a la Basílica de Guadalupe, es decir, los
conventos, monasterios y casas de formación
de mujeres y hombres dedicados al servicio del
Evangelio. Se pretendió en esta nueva etapa
que cada uno de ustedes, nuestros lectores, se
acercaran a las comunidades de religiosas y
religiosos que habitan la periferia del conjunto
guadalupano. Que cada uno conociera a los
fundadores, su carisma, su espiritualidad y el por
qué y cómo se instalaron en las inmediaciones de
la Basílica.
Foto: Comunicación Social INBG
Conociéndonos
Conociéndonos
33
Artículo
ARTÍCULO
La promoción
cultural de un
rectorado: el padre
Diego y su década
guadalupana
Jaime Cuadriello
IIE, UNAM.
E
n su natal Quiroga, monseñor Diego
Monroy Ponce conoció desde su infancia
el valor de la cultura vinculada a la historia
y, más aún, vivida hondamente entre la misma
comunidad: receptivo a la producción de las
artesanías regionales, que hacia más de cuatro
centurias generó y arraigó, con visión y misión, la
pastoral de don Vasco de Quiroga. Entre el colorido
de los textiles, el brillo de la laca o el cincelado
de los metales, la ribera de lago de Pátzcuaro es
todavía famosa por la excelencia de sus artesanos
y festividades patronales. Una honda religiosidad
convoca aún a sus habitantes a mantenerse
unidos y orgullosos de sus orígenes: el niño Diego,
obediente y sensible, asistía a las celebraciones de
la Preciosa Sangre de Cristo, patrona de Quiroga,
junto con san Diego de Alcalá, su santo de pila. La
Semana Santa era con mucho la experiencia más
estremecedora: en los intensos momentos de la
adoración nocturna de la Eucaristía y la meditación,
entre velas y cánticos en falsete, durante las
ceremonias del pésame. En medio de esto, me
ha referido, pensaba que la puesta del altar de
la Virgen de los Dolores era una de las formas
más tradicionales y entrañables para inculcar la
devoción, mediante la conmoción de los sentidos.
Es verdad, entre sus trigos germinados, la alfombra
de semillas y aserrín, y sus botellones de aguas
34
pintadas con anilinas, reverberaban a la vista –y al
corazón-, los símbolos de la pasión.
A los catorce años de edad don Diego dejó su
terruño para seguir su vocación sacerdotal,
aunque en realidad nunca se ha ido de allí, porque
se llevó tantos valores culturales y artísticos, que
ha sabido transmitir en cada una de las parroquias
en las que ha servido. Todo a ejemplo, pues,
de Tata Vasco, el hombre inmenso que fundó y
organizó la sociedad de aquellos territorios del
Gran Michoacán con tanta visión y largueza. Un
obispo con vocación de verdadero apóstol, que
valoraba tanto la práctica de las virtudes como
de los oficios humanos, o la filosofía del querer y
el hacer, que es la manera de imponer la justicia
social, valorando a la persona y transformando
al mundo. Basta ver el ejemplo de don Vasco,
un hombre de enorme cultura jurídica y cristiana,
fundando pueblos-hospitales, derramando sus
saberes y quehaceres por todas las comarcas de
esta provincia: el mismo pueblo de Santa Fe de la
Laguna es todavía testigo de que la obra de don
Vasco continúa y allí los niños de las comunidades
indígenas, ahora mismo, gozan de un nuevo
colegio modélico y digno, bajo los cuidados
discretos de “el padre Diego”.
Más tarde, entre sus maestros en el seminario, don
Diego tuvo trato cercano con el padre Luis Ávila
Blancas, a mi juicio, un hecho decisivo en su labor
en la cura de almas. Éste último es por muchos
respetado como un incansable defensor de los
bienes artísticos y culturales de la arquidiócesis
de México. En esta rara estirpe de eclesiásticos,
comprometidos con el valor integral de las
obras de decoro litúrgico, con la promoción de la
cultura y la procuración pastoral, hay que situar
para siempre la figura del rector de Basílica de
Guadalupe. Basta ver lo realizado a lo largo de
dos quinquenios incansables, llenos de iniciativas
y transformaciones: en primer lugar la dignificación
del espacio histórico del atrio, que hoy ofrece una
cálida bienvenida al visitante y al peregrino; cuyas
edificaciones son, como dijo alguna vez, “piedras
vivas trasmisoras de la fe”.
Esta misma revista que gratuitamente se lleva a
su casa cada uno de los peregrinos, como una
invitación repensar en su experiencia religiosa
y a regresar, mejor informado, al santuario y a
su entorno cultural. Hay que recordar también
la continua oferta de eventos culturales que
acompañan el calendario litúrgico y que reciben
una asistencia multitudinaria, ya esperada por los
fieles: el susodicho altar de Dolores, la ofrenda de
los fieles difuntos, el nacimiento de la natividad de
Jesús, los conciertos y representaciones teatrales.
De tal manera, el peregrino se marcha emocionado
con “un algo más” en su experiencia religiosa y
social.
En este último sentido, no puedo dejar de
reconocer la visión con que Monseñor Monroy ha
entendido el papel artístico y social que cumple el
Museo de la Basílica de Guadalupe, algo más que
un simple museo de sitio o de arte sacro. Se trata
de un recinto tan valioso e imprescindible para el
corazón espiritual de país.
35
Artículo
LITURGIA
Valga un ejemplo: para el peregrino que se asoma
a sus salas, procedente de localidades tan
distantes como Coatzacoalcos o Los Mochis, es
quizás la única vez en toda su existencia en que
puede conocer, apreciar y disfrutar de los objetos
que allí se resguardan.
Jorge Guadarrama, da cuenta de todo esto: ahora
mismo la buena acogida de estas exposiciones, ha
hecho que sus respectivas publicaciones sean una
referencia nacional e internacional en los temas
del arte mexicano, con énfasis en las expresiones
marianas y guadalupanas.
En otras palabras, ingresar a un museo. En sus
históricas salas, la iconografía mariana o de los
ángeles, no sólo luce con las mejores firmas de
los artistas virreinales y actuales sino que en
ese mismo recorrido se estimulan dos funciones
básicas de la cultura: la transmisión, por vía familiar
de padres a hijos, del culto guadalupano y, por
otra parte, la conciencia patrimonial depositada
en los mismos objetos, como un bien precioso
y común a todos los mexicanos. Conocedor de
estas funciones tan emotivas como fundamentales
en la identidad, desde hace una década el
Museo incrementa en la medida de lo posible sus
colecciones y ofrece servicios especializados a los
visitantes, así como un programa de exposiciones
temporales, que suponen una investigación -y el
respectivo montaje- hechos con profesionalismo y
entrega. La edición de una decena de catálogos,
a empeños de su antiguo director el maestro
Por su número de visitantes y por ser depósito
de un acervo de origen acumulado desde el siglo
XVI, el Museo posee una misión cultural única en
su campo dentro de las instituciones del país. Lo
mismo que una potencialidad social y religiosa
(del verbo re-ligar con nuestro origen entre lo
divino y lo humano), consecuente con el papel
promotor y educador de la Iglesia. Para quienes
en algún momento colaboramos con las iniciativas
de don Diego y quienes hemos visto los buenos
resultados de su rectorado, no podemos menos
que pensar que desde la fundación del Museo por
don Feliciano Cortés (XX abad de Guadalupe),
ahora a punto de cumplir siete décadas, este
recinto y la Basílica en su conjunto son centros que
hacen honra, cabalmente, a su carácter “Insigne y
Nacional”.
La Liturgia
en la Basílica
de Guadalupe
Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela P.
Srio. de la Pastoral Litúrgica y Mtro. de las Celebraciones Litúrgicas en la INBG
Dir. de la Comisión de Liturgia en la Arquidiócesis de México
Catedrático de Sagrada Liturgia en ISEE, UPM, UIC e IFTIM
L
a Sagrada Liturgia, como la define el Concilio
Vaticano II en su Constitución Litúrgica (que por
cierto cumplió 47 años desde su promulgación
este 3 de diciembre), es la Actualización del Misterio
Pascual, es ejercicio del Sacerdocio de Cristo, es
obra de Cristo y de su Iglesia. Podríamos decir que
en estas expresiones se resume toda la vitalidad
teológica y pastoral de la Liturgia. Sin embargo, pese
a la grandeza de la Reforma Litúrgica hay mucho que
hacer todavía.
En esta Basílica hemos visto la fe viva del Pueblo
de Dios, hemos contemplado el inmensurable amor
de Dios por su pueblo y la alegría que muestra el
pueblo de Dios cuando se reúne para orar y ejercer
el sacerdocio de Cristo. Hemos sido testigos de la
vitalidad con la que Liturgia ayuda a la comunidad
a “participar activamente” en celebraciones
Pontificias como la Canonización de Juan Diego,
la Beatificación de la Mártires de Cajonos, la
Clausura del Encuentro Mundial de las Familias,
la entrega del Documento “Ecclesia in America”,
etc.; en celebraciones Arquidiocesanas como las
Peregrinaciones, las ordenaciones Episcopales,
Presbiterales y Diaconales; o bien, las innumerables
peregrinaciones de Diócesis, grupos, empresas… En
36
todas estas ocasiones, la Liturgia ha jugado un papel
muy importante ya que es el “centro de la vida de la
Iglesia” y en este caso concreto de la Basílica; en ella
nos encontramos, celebramos, crecemos como hijos
de Dios, configuramos espléndidamente el Cuerpo
Místico de Cristo.
La Liturgia en la Basílica nutre a la Basílica, por la
oración incesante, por la recepción de la Comunión,
por las súplicas que se dirigen a Dios a favor de
tantos que piden la intercesión de la Señora del Cielo
que nos dice constantemente “¿qué no estoy yo aquí
que soy tu Madre?”, por los muchos sacerdotes que
celebran cotidianamente el Misterio de Salvación, por
las aportaciones económicas que permiten apoyar
tantas acciones pastorales, por la devoción y el
amor con el que los Peregrinos visitan a la Virgen
en su casa. Hablo evidentemente de un nutrimento
que hunde sus raíces en la dimensión espiritual a
pesar de que el elemento material sea más visible
o al menos ostensible. Es en este aspecto espiritual
donde conviene fijar la atención, sobre todo cuando
lo material puede traer tantas dificultades y críticas.
Si ponemos en la perspectiva espiritual la riqueza de
la Sagrada Liturgia en la Basílica, no sería posible
computar todos los regalos espirituales que Dios le da
37
Artículo
Podemos decir que en estos años en materia litúrgica
¡muchas cosas han pasado! Cosas y eventos
extraordinarios como los citados anteriormente,
momentos que llenan de alegría a la Iglesia entera,
porque pensar que más de 20 millones de peregrinos
que visitan esta hermosa Basílica al año es descubrir
que la acción que la Iglesia celebra en su Liturgia han
llenado de bendiciones a cada uno esos peregrinos.
Puedo sólo decir que somos testigos de la continua y
constante acción de Dios.
Además de las magníficas experiencias contamos
también algunos desaciertos y abusos derivados
de una interpretación inconsistente de la Reforma
del Concilio Vaticano II, como llegar a pensar y
luego a decir que “participación” es hacer que los
fieles pronuncien fórmulas o hagan gestos que
no corresponden con la naturaleza celebrativa,
o bien que se abre la posibilidad de hacer lo que
se le ocurre al celebrante bajo la bandera de la
“inculturación” o de la “creatividad litúrgica”. De esto
S. S. Juan Pablo II, de feliz memoria, habló con
una cierta preocupación en “Spiritus et sponsa” al
celebrar los 40 años de la Constitución Litúrgica,
pues estamos corriendo el riesgo de empobrecer
y banalizar la naturaleza de la acción litúrgica con
el consiguiente detrimento del “ars celebrandi”.
Celebrar es una acción sagrada que demanda un
38
espíritu contemplativo, una ascesis interior que se
sobreponga al protagonismo propio de este mundo,
una disciplina de libertad que me permita obedecer la
normativa litúrgico celebrativa en aras de la unidad de
la Iglesia.
Los retos pastorales en materia litúrgica, adquieren
en la Basílica una dinámica peculiar, especialmente
cuando la liturgia eucarística se coloca como cumbre
y fuente de todo el actuar de la Iglesia, especialmente
si consideramos la riqueza de la “lex orandi” y del
“ars celebrandi”. Se nos propone, entonces, un
itinerario espiritual concreto, que desde la celebración
de Misterio, desde la Misión Continental, la fuerza
espiritual del Nican Mopohua y la puesta en marcha
de la teología litúrgica, nos conduce en un proceso de
madurez por lo que convendrá alejarse de la visión
instrumentista de la celebración litúrgica en la que se
ven minusvalorados los signos, los textos, la fuerza
espiritual, de tal modo que todo el actuar de la Iglesia
se vuelva sobre la contemplación del Misterio y no al
extravío interpretativo de las formas y de los signos
subjetivos. La frivolidad se opone contundentemente
a la contemplación y lo celebramos es sólo
contemplable.
Tenemos una gran responsabilidad frente a Dios
y frente a su pueblo. Estamos invitados a cuidar
delicadamente esta oportunidad que tenemos de
santificarnos en cada celebración, de dedicarnos
a hacer lo mejor que nos toca hacer, a llenarnos
del amor de Cristo que nos dejó su Cuerpo y su
Sangre en la última cena, a vivir alegremente las
encomiendas dadas para servir a la Iglesia, a
nutrirnos del pan de Vida. Por todo lo anterior, no nos
faltan las oportunidades de celebrar amando y amar
celebrando.
“Flor y Canto”
expresión
armónica de
vida y de trabajo
conjunto de la
Pastoral Misionera
del Santuario
Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez
Misiones Guadalupanas INBG
E
l santuario de nuestra Señora de Guadalupe
es un lugar privilegiado de encuentro. A él
acuden hombres y mujeres para encontrarse
y reconciliarse con Dios, con la Madre del Señor y
con sus hermanos. Esta realidad de fe, representa
para el Rector y demás agentes de pastoral del
santuario un reto y una prioridad pastoral. A casi
diez años de haber configurado la estructura de la
pastoral misionera en atención al peregrino y a las
multitudes, se continúa proporcionando, renovando
y actualizando los medios adecuados para que
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
a su Iglesia en cada acción litúrgica, y de ello
estoy convencido, incluso cuando se celebran
acciones litúrgicas sin mucho sentido y propósito
contemplativo. Me convenzo aún más de la
necesidad que tenemos de volver los ojos al cielo en
cada acción sagrada, con la misma sencillez con la
que el pueblo de Dios contempla el sagrado lienzo
en que se manifiesta día a día la Virgen Morena, ya
que en la liturgia tenemos el Misterio que el mismo
Jesús nos ha dejado, y lo repetimos más de 30
veces cada día “Hagan esto en conmemoración
mía”. La liturgia no es patrimonio personal, es arraigo
espiritual de pertenencia a un Cuerpo Místico en el
que todos estamos unidos a Cristo Cabeza, a menos
que alguien pretendiera estar por encima y con ello
desdibujara la claridad que resplandece en el Misterio
celebrado. Sin arraigo espiritual sólo hay arrogancia,
desdén, ritualismo, rutina, autoritarismo.
MISIONES
los fieles vivan la experiencia de encuentro con el
Arraigadísimo Dios por quien se vive. Para atender
esta realidad esencial de la inculturación de la
fe, tan importante en la vida de la Iglesia, Mons.
Monroy estableció como objetivo de la actividad
misionera de este recinto mariano; el atender,
animar y conducir a los peregrinos a vivir la
experiencia dinámica, misionera y evangelizadora
que Cristo encomendó a la Iglesia sacramento
universal de salvación.
39
Misiones
El fin propio de esta actividad misionera es la
evangelización, por medio del método guadalupano
y el testimonio del primer peregrino en estas tierras
de América san Juan Diego Cuauhtlatoatzin; por lo
que exhortamos a nuestros hermanos a mantener
y testimoniar su fe viva y sólida a través de una
asidua vida sacramental, esencialmente en la
participación del sacramento de la reconciliación y
en el sacramento de la eucaristía fuente y culmen
de la vida cristiana (LG 11) .
A ejemplo de san Juan Diego, vidente y mensajero
de la Virgen del Tepeyac, laico, primer indígena
canonizado; notable en sencillez y mansedumbre,
40
Su llegada al santuario es flor y canto momento
de alegría y esperanza, verdadera fiesta de fe
y vida comunitaria, la cual es propicia para la
proclamación de la Buena Nueva a través del
Hecho Guadalupano, modelo de evangelización e
inculturización en la historia eclesial de América,
que los conduce a una reflexión comprometida del
Evangelio, y a dar un auténtico testimonio cristiano.
Transformados por el encuentro amoroso con
Jesucristo bajo el amparo maternal de Guadalupe,
inician el retorno a sus lugares de origen, momento
en que se les exhorta a dar testimonio de lo que
han visto y oído, siendo verdaderos discípulos y
misioneros de Cristo, colaborando en la edificación
del Reino de Dios para transformar el mundo.
Teniendo presente que no tenemos en esta tierra
morada permanente, sino que estamos en camino
hacia la ciudad celestial (Hb 13,14).
La actividad misionera de este recinto mariano es
una respuesta pastoral a la movilidad humana;
por lo que el Rector la promueve y la protege en
bien del peregrinar de nuestros hermanos que
acuden al santuario de todas partes del mundo,
para vivir la experiencia de la ternura y de la
cercanía del Dios y Señor de la vida, a través de la
mirada compasiva y misericordiosa de la siempre
Virgen santa María de Guadalupe. A partir de los
primeros meses del año 2001 y hasta el día de
hoy por gracia divina, el equipo misionero no ha
dejado de atender solícitamente a los peregrinos,
proclamando el evangelio guadalupano a tiempo y
a destiempo (2Tm 4,2) por medio de numerosas e
incansables misiones guadalupanas encabezadas
por el Vicario General y Episcopal de Guadalupe.
Los destinatarios han sido diferentes diócesis y
arquidiócesis de nuestra república mexicana, así
como algunas de ellas que se encuentran más allá
de nuestras fronteras.
Las misiones se organizan y programan
en comunión con los organizadores y/o
coordinadores de peregrinaciones como
sacerdotes y laicos de una diversidad de grupos,
asociaciones, instituciones sociales, recintos
educativos, congregaciones religiosas, conjuntos
empresariales, deportistas, artistas, gente de la
cultura y la política; talleres, fábricas, sindicatos,
mercados, comercios, centros de readaptación
social, etnias, comunidades indígenas, migrantes,
medios de comunicación como radio y televisión,
familias entre otras.
Durante su caminar se hace presente el equipo
misionero, compartiendo la Palabra de Dios, el
rezo del rosario y celebrando juntos la eucaristía
alimento que los fortalece, renueva y asiste para
continuar su peregrinar.
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
La tarea misional del santuario se realiza a través
del Acontecimiento Guadalupano, que es y seguirá
siendo ejemplo de evangelización perfectamente
inculturada, y que opera Santa María de Guadalupe
(cf. Doctos. Sto. Domingo JP II Discurso inaugural
No.24). Esta obra es ejecutada por un equipo de
agentes laicos constituido por Mons. Diego Monroy;
cuya formación integral y permanente es asistida y
guiada por él. De tal manera, que las fuerzas vivas
de este santuario, establezcan con su servicio
misionero, verdaderos lazos de unión y fraternidad
con los peregrinos, estimulados por el compromiso
de servirles, atenderles y proclamarles el Hecho
Guadalupano totalmente cristocéntrico, de modo
que se les descubra el camino firme y sólido para
participar plenamente en el misterio del único Dios
por quien se vive.
en piedad y servicio, en fidelidad y santidad. Acogió
el mensaje de amor de Dios al contemplar el
rostro dulce y sereno de la Virgen de Guadalupe,
convirtiéndose en testigo del Arraigadísimo Dios;
edificando a los demás con su testimonio y su
palabra, verdadero misionero que evangelizaba al
contar puntualmente lo que había visto y admirado.
Modelo de evangelizador para los misioneros del
tercer mileno. Durante ésta década por medio
de las misiones guadalupanas nos hemos hecho
cercanos a los peregrinos, llegando a sus lugares
de origen o de partida, donde se les anima a
iniciar su peregrinar testificando y asumiendo su
compromiso cristiano de seguir a Cristo como
pueblo en marcha que se dirige a la casa del Padre
Celestial. Su fe viva y operante se manifestada al
caminar juntos hacía Dios que los espera. Cristo
mismo se hace peregrino, y camina resucitado
entre los pobres (cf. DA 259). Nosotros somos el
pueblo de Dios peregrino a través de la historia
que avanza hacia su Señor, siendo peregrinos
del cielo ya en esta tierra y no fugitivos en este
mundo temporal. En su camino los peregrinos
experimentan y viven la solidaridad con los que
están a su lado, compartiendo no sólo lo material,
sino la oración espiritual y la reconciliación con sus
hermanos.
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
Misiones
41
- Polonia (2001)
- Islas Filipinas (2005 y 2009)
- Diócesis de Crotone Italia. Parroquia de la
Visitación Le Castella (2002)
- Arquidiócesis de New York (2003-2004)
- Arquidiócesis de Chicago Illinois, EU (2006)
- Mensaje y caridad de Guadalupe en: Kenia,
Àfrica: Parroquia de Lowarengak, Turkana
comunidad misionera de san Pablo Apóstol
(2006)
- Arquidiócesis de Los Ángeles California, EU
(2006-07-08-09)
- Arquidiócesis de Newark New Jersey, EU.(20072010)
- Palermo Italia. Capilla Guadalupana, en Sierra
de Marineo (2008)
- Diócesis de Puerto Plata República Dominicana
(2005)
- Diócesis de Panamá (2009)
- Diócesis de Stockton (2009)
42
La riqueza devocional a la Virgen de Guadalupe
nos abre diferentes espacios de misión. Nuestro
compromiso misionero nos empuja y anima
a continuar haciendo que los peregrinos se
conviertan en discípulos y misioneros, porque su
marcha es oración dirigida a Dios y su misión,
testimonio y anuncio, dirigido a los hombres.
Expresamos nuestra oración, esperanza, gratitud
y reconocimiento a los peregrinos y peregrinas
de diversas comunidades y sectores de nuestro
México querido, como a la Arquidiócesis de México;
Diócesis de Querétaro; Arquidiócesis de Morelia;
Diócesis de Toluca; Diócesis de Tenancingo, las
más numerosas que llegan a pie de su lugar de
origen al Tepeyac.
Como también a nuestros hermanos extranjeros y
migrantes, que bondadosamente han manifestado
su disposición y apertura para la realización de la
Misión Guadalupana integrante de la Pastoral de
Conjunto de la Basílica de Guadalupe.
Gratitud por compartirnos su cultura, tradiciones,
cantos, danzas, alimentos, cariño y sobre todo
su fe en Cristo y su amorosa devoción a nuestra
madrecita santa María de Guadalupe, que los hace
dejar sus seguridades y peregrinar con esperanza
al encuentro del Señor, bajo las inclemencias del
tiempo, los peligros del camino, los riesgos viales,
el cansancio, las enfermedades inesperadas, los
contagios masivos y otras más.
Reconocimiento por sus iniciativas pastorales
no sólo por compartirlas, sino por involucrarnos
en las mismas, dando testimonio de unión y
fraternal convivencia como hijos de una Madre
excepcional que nos enseña y guía a Jesucristo, el
Arraigadísimo Dios, camino para la conversión, la
comunión, la solidaridad y la vida plena.
Rogamos a nuestra Niña del Cielo que interceda
por todos sus hijos peregrinos y que el cálido
sentido misionero, el celo evangelizador y el
compromiso de proclamar el mensaje guadalupano,
de los que tenemos el privilegio de servir en la
Casita del Tepeyac, nos apremie a continuar
la actividad misionera, a través del amor, vida,
unidad y reconciliación que otorga Guadalupe,
para contribuir a la transformación del mundo,
siendo protagonistas y constructores incansables
de nuevos caminos de esperanza. Convertidos
en la señal que pide ahora la humanidad del
tercer milenio, seamos las rosas del amor que
Que este mundo envuelto en la cultura de muerte,
encuentre en cada peregrino y peregrina, un
discípulo y misionero de Jesucristo y Guadalupe.
Invoquemos al Verdaderísimo Dios por quien se
vive y a Santa María de Guadalupe, para que
florezca y de fruto el trabajo misionero en bien de
nuestros hermanos peregrinos de todo el mundo,
que hoy gracias a ellos, ha dejado huella en los
archivos de Pastoral Misionera de la Basílica
de Guadalupe como testimonio de esta Iglesia
Particular para la Iglesia Universal de Jesucristo el
Señor.
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
Con respecto a las diócesis y arquidiócesis de más
allá de nuestras fronteras enlistamos las siguientes:
- Congreso de Católicos Unidos del “El
Sembrador”.
- Asociación Nacional de Charros, A. C.
- Medios de Comunicación, como: ESNE, María +
Visión, Radio María.
- Empresarios jaliscienses
- Cinco Centros de Readaptación Social del Edo.
de Querétaro
- Caballeros de Colón
- Universidad Vasco de Quiroga
- Universidad Popular Autónoma de Puebla
- Instituto Cumbres
- Centro Promotor Guadalupano, S. A. de C. V.
- Colegio Guadalupe
exhalan, el perdón, el diálogo, la unidad, la paz,
la solidaridad, la reconciliación y la tolerancia. De
tal manera que demos respuesta a Dios, por el
don maravilloso de ser los privilegiados de este
regalo divino de nuestro Dios y Señor llamado
Acontecimiento Guadalupano, seamos generosos
en su proclamación al mundo entero.
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
- Arquidiócesis de la ciudad de México en algunas
de sus Vicarias Episcopales. (2001)
-Diócesis de Querétaro.(2001)
- Arquidiócesis de Morelia ( 2005)
- Diócesis de Toluca (2008)
- Diócesis de Tenancingo (2010)
- Diócesis de Atlacomulco (2009)
- Diócesis de Orizaba, Ver. (2002)
- Arquidiócesis de Guadalajara (2004)
- Diócesis de Tlaxcala ( 2006)
- Diócesis de Texcoco (2006)
- Diócesis de Hidalgo (2007)
- Diócesis de Celaya (2005)
- Arquidiócesis de Puebla (2009)
- Diócesis de la Paz Baja California Sur. (2008)
- Diócesis de Tehuantepec, Oaxaca (2010)
- Diócesis de Acapulco (2010)
- Diócesis de Chilpancingo (2010)
- Diócesis de Campeche (2010)
- Diócesis de el Paso Texas (2010)
Nuestra misión guadalupana ha llegado también a
instituciones, asociaciones, comunidades y grupos,
algunas de ellas son las siguientes:
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
Las diócesis y arquidiócesis de nuestra nación
mexicana que han vivido la experiencia de la
misión guadalupana a partir de la fecha señalada
son:
Fotos: Misiones Guadalupanas INBG
Misiones
Misiones
43
Tonantzin Guadalupe
Pbro. Juan Ortiz Magos
Secretario Ejecutivo de la Comisión de Pastoral Indígena de la Arquidiócesis de México
Encargado de la Pastoral Indígena de Basílica de Guadalupe
C
on gran alegría, la Pastoral Indígena,
comparte con ustedes el agradecimiento a
Dios, Señor de la historia, por el caminar de
estos años, en esta Teocaltzin, por las actividades
realizadas con la ayuda y colaboración de muchos
hermanos y hermanas indígenas. Una visión de Fe
nos llevó a tomar en cuenta a los miles y miles de
indígenas que peregrinan como San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin aquí al Tepeyac. Otros más que
caminan por la Ciudad de México en búsqueda de
subsistencia o los ya radicados aquí, que tratan de
acomodarse al ritmo de esta gran ciudad y los que
tienen raíces profundas en estas tierras, son los
44
que en la persona de San Juan Diego, han sido los
predilectos de la Virgen de Guadalupe.
Basada en esta consideración, la Comisión y
Pastoral Indígena de la Arquidiócesis de México
y la Pastoral Indígena de esta Insigne y Nacional
Basílica de Tonantzin Guadalupe, han venido
trabajando constante y animosamente. La
comunidad cristiana ha empezado a superar la
indiferencia, la sospecha, la discriminación, el
rechazo de la población indígena y ha reconocido
en los indígenas a los hijos pequeños de María de
Guadalupe.
Copyright ©
Servicio Fotográfico del L’Osservatore Romano
El Caminar de la
Pastoral Indígena
Especialmente desde hace nueve años, su
presencia, cultura, religiosidad, dignidad y
derechos, son valorados y respetados. Pero
cuánto camino nos falta por recorrer para llegar
a reconocer y aceptar a los indígenas como
hermanos en la sangre, en la cultura y en la Fe.
Esta ciudad cosmopolita, pluriétnica y pluricultural
en cuanto al evangelio es tierra de misión. A pesar
de eso, entre los católicos ha venido calando,
a partir del II Sínodo Diocesano, este espíritu
misionero de evangelización de la cultura y de las
culturas de la ciudad, entre cuyos destinatarios
están los pobres.
Ahora, bien los más pobres entre los pobres son
precisamente nuestros compatriotas indígenas
a los que hay que anunciarles a Jesucristo y
ayudarles a sostener y conservar la Fe, pues,
venidos de la provincia, aquí en la ciudad no
encuentran apoyos y puntos de referencia para
expresarla y celebrarla. Para ello, los miembros
de la Pastoral Indígena ubican a las personas
y grupos indígenas, los visitan, los catequizan,
los preparan para los sacramentos y los
acompañan en su celebración. Sin embargo,
¡cuántos evangelizadores más necesitamos! A
la par que los miembros de dicha pastoral, otras
muchas personas anuncian el evangelio a los
grupos indígenas, los acompañan en su vida y
les proporcionan ayuda en relación a la salud,
alimento, trabajo, defensa de sus derechos,
habitación, etc. Es una colaboración para la
atención integral de estas personas en lo social y
religioso.
FOTO: Pastoral Indígena INBG
TONANTZIN GUADALUPE
A continuación presentamos una síntesis de
algunas actividades que han surgido a lo largo de
este caminar, para difundir y promover la Pastoral
Indígena, como un medio eficaz de Evangelización
Inculturada, sintiéndonos comprometidos y
partícipes con nuestro hermanos indígenas,
quienes tantas veces han sido ignorados,
rechazados y excluidos. Recordemos lo que el
Santo Padre Juan Pablo II nos dijera: “La aparición
de María al indio Juan Diego en la colina del
Tepeyac, en el año de 1531, tuvo una repercusión
decisiva para la evangelización. Este influjo va
más allá de los confines de la nación mexicana,
alcanzando todo el Continente.” (Juan Pablo II,
Ecclesia in América). Es aquí en el Tepeyac donde
siguen estando los Juan Diego de hoy.
El mes de enero participamos en la peregrinación
de la Arquidiócesis de México en la que caminamos
con nuestro Pastor el Emmo. Sr. Cardenal Don
Norberto Rivera Carrera; además de participar en
la Asamblea Nacional anual de Pastoral Indígena,
convocada por la dimensión de Pastoral Indígena
de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de
la Conferencia del Episcopado Mexicano. Allí
reflexionamos y compartimos los valores cristianos
como parte fundamental en la vida personal,
familiar y comunitaria, acompañados con signos
que manifiestan una cercanía y familiaridad con
Dios y con el hombre mismo; la religiosidad popular
que mantiene viva la fe a través de mayordomías,
fiestas patronales, procesiones, peregrinaciones,
danzas, ritos y costumbres. Además del encuentro
del mes de enero, participamos en el encuentro
nacional de sacerdotes y laicos indígenas, en
la Misa dominical a las 16:00 hrs. Se brinda
oportunidad a todos los indígenas para que
participen haciendo las lecturas en su idioma
materno, además de emplear algunos elementos
de la cultura indígena, como las danzas, que para
el indígena es una oración de ofrenda a Dios.
Algunos jóvenes miembros de esta pastoral han
logrado realizar estudios a nivel universitario
manteniendo su identidad e impulsando el valor de
su cultura.
45
Tonantzin Guadalupe
Tonantzin Guadalupe
El mes de julio celebramos el aniversario de
Canonización de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
con un novenario, una peregrinación desde la
Catedral Metropolitana a esta Teocaltzin, una Misa
Solemne, así como la expo-venta de artesanía y
productos indígenas, cambio de mayordomía y
bastón de mando. Asimismo, el nueve de diciembre
celebramos la fiesta litúrgica de San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin, resaltando su santidad y modelo
evangelizador, acompañando a nuestro Pastor
46
FOTO: Pastoral Indígena INBG
En el mes de diciembre recibimos a los hermanos
indígenas antorchistas, celebrando misa con
ellos, poniendo a San Juan Diego como modelo
de santidad. Participamos en las festividades
de la Virgen de Guadalupe, brindando atención
al peregrino. Este mes se realizó también la
Misa bilingüe náhuatl-español, con presencia de
danzantes indígenas. Participamos también en
la Misa Solemne y el día nueve celebramos la
fiesta de San Juan Diego. En ella los indígenas,
debidamente preparados, reciben los sacramentos
en los que se hace uso de algunos elementos
propios de cada cultura de su comunidad y de su
vestimenta.
Agradecemos al Emmo. Sr. Cardenal Don Norberto
Rivera Carrera Arzobispo Primado de México y a
Mons. Diego Monrroy Ponce la confianza al pedir
nuestra colaboración en la Pastoral Indígena
en esta Teocaltzin donde hace nueve años se
inició, recibiendo mayor impulso a partir de la
Canonización de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
en julio de 2001. A la fecha ha crecido la atención
a las comunidades indígenas en quienes está
“…el precioso tesoro de la Iglesia católica…”
(Documento de Aparecida, n.1)
Al compartir este artículo, nos viene a la memoria
cuando nos pidieron colaborar en lo que era un
pequeño folleto en copias fotostáticas en blanco y
negro. Ahora se cuenta con este valioso medio en
el que los indígenas “…han encontrado espacios
y apoyo para expresar la riqueza de su cultura y
la sabiduría de su identidad” (Aparecida, n. 6); lo
han hallado en la publicación mensual del Boletín
Guadalupano, en su sección “Tonantzin Guadalupe
y los indígenas”.
FOTO: Pastoral Indígena INBG
Durante la Cuaresma, realizamos nuestro retiro
y con elementos propios de las comunidades;
nos preparamos para las celebraciones de la
Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo, para lo cual algunos miembros van a
sus pueblos como evangelizadores.
El mes de octubre se participó en el cambio de
la Corona de Tonantzin Guadalupe y en la Misa
solemne de “Las Rosas”, compartiendo la
gran riqueza de nuestros abuelitos indígenas,
ante la inserción de otros modelos culturales en
nuestra sociedad. El mes de noviembre colocamos
la ofrenda de muertos en honor a San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin con elementos propios de nuestros
pueblos indígena.
FOTO: Pastoral Indígena INBG
Cada año participamos en el Enlace de Agentes
de Pastoral Indígena (EAPI) que se lleva a cabo
en distintas comunidades indígenas, con una
participación de más de quinientos hermanos
con quienes reflexionamos los señalamientos
de la Iglesia y de nuestros pastores referente
a las comunidades indígenas. El mes de abril
recordamos al Papa Juan Pablo II en su aniversario
luctuoso, colocando un altar y ofrenda floral
agradeciendo el inmenso amor que mostró por los
indígenas de México y por habernos canonizado a
nuestro santo patrono indigena.
Don Norberto Rivera Carrera, sucesor de Fray
Juan de Zumárraga, realizando una procesión de
la Primera Ermita al Santuario de San Juan Diego,
ubicado en Insurgentes Norte y Montevideo. En
la Expo-laico que se realiza en el atrio de esta
basílica se participa proporcionando información y
promoviendo la Pastoral Indígena.
FOTO: Pastoral Indígena INBG
Los padres fomentan en los hijos el apego a sus
pueblos de origen, donde están sus raíces. En la
ciudad es muy fácil perder los valores humanos,
familiares y religiosos por la necesidad del trabajo.
Se impulsan talleres en el Centro de Pastoral que
profundizan los estudios sobre el Acontecimiento
Guadalupano y sobre nuestra identidad cultural
para formar agentes especializados, investigando
en documentos y videos, partiendo de la realidad
del mismo indígena. Durante el año, recibimos a los
peregrinos indígenas que llegan con sus diócesis,
como los Mazatecos de Huautla de Jiménez
Oaxaca, la Pastoral Indígena de Tulancingo,
Prelatura del Nayar, Rarámuri, San Cristóbal de las
Casas Chiapas, Tlapa, Puebla, etc.
47
Artículo
Artículo
Evangelización de
las Culturas desde
el Acontecimiento
Guadalupano
Algunas conclusiones pastorales a la XVI
Asamblea Diocesana – Noviembre 2010
Monseñor Jorge Palencia Ramírez de Arellano
Vice-Rector y Coordinador General de la Pastoral de Santuario
U
no de los temas más difíciles de abordar,
de discusión y controversial que brotó en
las deliberaciones de la XVI Asamblea
Diocesana ha sido sin duda, el tema de la
interrelación fe-cultura. Partir de una definición
de cultura ha sido una tarea ardua. La palabra
“cultura” se usa, de ordinario, fundamentalmente
en dos sentidos:
a)
antropológico, para designar el
cultivo, por cada hombre, de su propio espíritu, no
sólo por la vía del simple aumento o acumulación
de acontecimientos, sino más profundamente, por la vía de un desarrollo de la propia personalidad,
de la posesión de una síntesis vital conocimientos
48
y valores, de la apertura a los grandes ideales, a la
verdad y al bien, en suma, por la vía
del realizarse verdadera y auténticamente como
hombre:
b)
histórico y etnográfico, para
aludir a un sistema o conjunto de tradiciones,
creencias, usos, valores, actitudes y modelos
de comportamientos propios de un pueblo o de
una comunidad determinada, de la que integran
el acerbo histórico que reciben y trasmiten las
sucesivas generaciones y constituyen el contexto
del vivir colectivo y el ámbito en el que se posibilita la formación y el desarrollo de cada persona
singular.
En uno y en otro sentido la cultura dice relación
a realidades básicas y, a fin de cuentas, a la
comprensión que el hombre tiene de sí mismo, la
fe, a su vez, ilumina profundamente esa misma
realidad, la comprensión de nosotros mismos y del
mundo en que vivimos, ya que nos da a conocer la
realidad de Dios y de su amor, dotando de sentido
pleno nuestra vida y nuestro destino. De ahí que
exista entre una y otra, entre cultura y fe, una
interacción profunda, tal como SS. Juan Pablo II, lo
señaló en 1980, en discurso dirigido a la UNESCO:
“…..la cultura presupone y reclama una
“visión del hombre integral”, captado y comprendido
en la variedad de sus virtualidades morales y
espirituales, en la riqueza de sus aspiraciones y de
su vocación. Es precisamente ahí donde
radica el profundo nexo, la “relación orgánica y
constitutiva” que une entre sí fe cristiana y cultura
humana. Porque la fe ofrece y aporta esa visión
profunda del hombre que la cultura necesita.
Ciertamente el hombre puede conocer algo de sí
mismo y advertir su dignidad al margen de la
fe cristiana, a partir de la pura experiencia humana
o de “otras fuentes de inspiración religiosa,
humanista y ética”; pero ello no disminuye “la
vinculación fundamental del Evangelio, es
decir, del mensaje de Cristo y de la Iglesia, con el
hombre, en su humanidad misma”, y un vínculo
de esa naturaleza “es creador de cultura en su
fundamento mismo”. En la fe cristiana, la cultura
puede encontrar aliento e inspiración; más aún,
sólo en la fe cristiana puede encontrar fundamento
radical y último, pues sólo la fe aporta de modo
pleno esa comprensión acabada del hombre
a la que toda cultura aspira.” (AAS, 72, 1980, 735752).
Pero como ha quedado muy en claro en la pasada
XVI Asamblea Diocesana: la conexión entre fe y
cultura opera también en dirección inversa. La fe
no es una realidad etérea y ahistórica que, en un
acto de pura liberalidad, ofrezca su luz a la cultura,
permaneciendo indiferente a ella. La fe se vive
siempre en una situación histórica concreta, de
modo que toma cuerpo en ella y a través de ella.
La síntesis entre cultura y fe no es sólo una
exigencia de la cultura, sino también de la fe... Una
fe que no se hace cultura es una fe no plenamente
acogida, no totalmente pensada, no fielmente
vivida. La fe compromete al hombre en la totalidad
de su ser y de sus aspiraciones. Una fe que se
situara al margen de lo humano, y por tanto de la
cultura, sería una fe infiel a la plenitud de lo que
la Palabra de Dios manifiesta y revela, e incluso
en proceso de autodisolución. La fe, aunque
trascienda a la cultura, mejor, por el hecho mismo
de trascenderla y revelar el destino divino y eterno
del hombre, crea cultura, engendra cultura, y ello
en virtud de su propia dinámica.
Un punto que nos ha quedado para reflexión, a
partir de las conclusiones de la XVI Asamblea
Diocesana, ha sido las dos problemáticas de las
manifestaciones de la interacción fe-cultura:
a) La difusión de la fe cristiana y la diversidad
cultura, bajo el amparo del Acontecimiento
Guadalupano.
La interacción de la fe con las diversas culturas
existentes en nuestra Ciudad de México, da lugar a
lo que, en el lenguaje contemporáneo, se expresa
hablando de “inculturación de la fe”. La fe, que
trasciende las diversas culturas, no está vinculada
a ninguna, tampoco a aquélla o aquellas en las que
se hizo presente en épocas pasadas, vivificándolas
desde dentro y asumiéndolas, en uno u otro grado,
para expresar el mensaje trascendente del que es
portadora.
De ahí que, al extenderse a otras culturas, se abra
a las características, al lenguaje y a los valores
que esas otras culturas implican, para proceder de
nuevo a un proceso de inculturación y purificación.
Así aconteció en los inicios del Acontecimiento
Guadalupano cuando la fe cristiana, desde el
contexto indigena, se difundió por el mundo
y la cultura mestiza ha continuado y continúa
aconteciendo con la difusión cada vez mayor del
cristianismo - guadalupano.
49
Artículo
Artículo
El proceso de encuentro y confrontación de
dos culturas la indígena y la española es una
experiencia que la Iglesia ha vivido desde los
comienzos del Acontecimiento Guadalupano. El
mandato de Cristo a los discípulos de ir a todas
partes “hasta los confines de la tierra” (Hch 1, 8)
para trasmitir la verdad por El revelada, se encarno
de manera sorprendente en una comunidad nueva
a partir de la presencia maternal de Santa María de
Guadalupe, verificando bien pronto la universalidad
del anuncio y los obstáculos derivados de la
diversidad de las culturas.
somete a las culturas sino que las transforma
desde dentro; el proceso de inculturación que
tanto se abordó durante las reflexiones de la XVI
Asamblea, implica, en consecuencia que sea
una purificación de la cultura de los elementos
menos nobles o anti – valores, que hubiera en ella,
potenciando de los elementos y valores positivos.
El fruto de este proceso ha sido un enriquecimiento
de las culturas y, dada su pluralidad, tenemos una
manifestación de la universalidad de la fe que
asume y vivifica experiencias humanas diversas
entre sí.
Las culturas indígena y española, cuando están
profundamente enraizadas en lo humano, en el
Acontecimiento Guadalupano llevaron en las
entrañas una perfecta inculturación, el testimonio
de la apertura típica del hombre a lo universal
y a la trascendencia. Nuestra cultura mexicana
lleva impresa y deja entrever la tensión hacia la
plenitud, tiene en sí misma la posibilidad de acoger
la revelación divina con canto y flor, con piedad y
profunda fe.
Sin embargo, recientemente constatamos cada
día más la ruptura entre Evangelio y cultura,
y es sin duda alguna el drama de nuestro
tiempo. Por eso la evangelización tiene, así, en
la inculturación, uno de sus mayores desafíos.
Por tanto hoy más que nunca debemos replantear
una catequesis transformadora de las culturas,
dialogante, y propositiva, que al referirse al misterio
de la Encarnación del Hijo de Dios como el más
perfecto modelo de inculturación, proponga al
Acontecimiento Guadalupano como ejemplo de la
inculturación, mejor lograda.
El anuncio que el Acontecimiento Guadalupano ha
llevado al mundo y a las culturas es una llamada a
la verdad plena. En ese encuentro, bajo el amparo
del Acontecimiento Guadalupano, las culturas
indígena y española, no se vieron privadas de
nada, sino que por el contrario fueron animadas
a abrirse a la novedad de la verdad evangélica
recibiendo incentivos para ulteriores desarrollos.
Por tanto es innegable que el Acontecimiento
Guadalupano, dinamizo la verdad suprema de
la revelación cristiana, que no está subordinada
a ninguna expresión cultural y por tanto se abrió
a todas ellas, haciéndose presente en todas las
culturas existentes.
b) El proceso de inculturación bajo el amparo
de la pedagogía guadalupana.
La fe cristiana se ha hecho presente en las
diversas culturas de nuestro México y de nuestro
Continente Americano, con toda su fuerza
iluminadora y vivificadora. La fe cristiana no se
50
Hoy más que nunca debemos proponer en todo
proceso de inculturación: el Tepeyac y la imagen
que la Virgen de Guadalupe dejó impresa en la
tilma de S. Juan Diego como testimonio claro del
Evangelio proclamado en América. La llegada
de Santa María de Guadalupe es ejemplo
espléndido de evangelización e inculturación, es
la proclamación de la Buena Nueva de Jesucristo
expresada con palabras, símbolos y elementos
tomados de la riqueza cultural del mundo náhuatl
y propuesto de manera abierta y dialogante al
mundo español -europeo. Y en el centro de este
anuncio jubiloso está Cristo, Señor de la Historia,
Santa María de Guadalupe, la Virgen mestiza
del Tepeyac, estrella del nuevo mundo, no llega
con un evangelio diferente al que predicaban
los misioneros, su palabra y su presencia están
plenamente centradas en la transmisión de la fe
en el Dios único y verdadero y en la promoción de
individuos y comunidades.
a las realidades temporales y a las culturas y
analizar cuestiones, dialogar con tradiciones,
retomar propuestas y valores implícitos en la
profundidad de la naturaleza humana, para
iluminarla con el esplendor de la Encarnación de
Dios.
“Al entrar en contacto con las culturas, la
Iglesia debe acoger todo lo que en las
tradiciones de los pueblos es conciliable con el
Evangelio para aportarles las riquezas de Cristo
y para enriquecerse ella misma con la sabiduría
multiforme de las naciones de la tierra.
Vosotros lo sabéis: la inculturación coloca a la
Iglesia en un camino difícil, pero necesario...”
(JUAN PABLO II, Discurso al Pontificio Consejo
para la Cultura, 17-I-1987: AAS 79 (1987)).
Que mejor propuesta metodológica y catequética
que la pedagogía implícita en el Acontecimiento
Guadalupano para repensar las conclusiones de la
XVI Asamblea Diocesana:
a) una vivencia real de la fe, a partir de los diálogos
de Santa María de Guadalupe y Juan Diego, porque las relaciones entre fe y cultura no son
relaciones de exterioridad, de dominio, de imposición, sino de comunicación vital, una fe
“fielmente vivida” por María Santísima, hecha carne su propia persona, capaz por tanto de informar, sin
violentarlas, todas las dimensiones del existir.
b) una fe que ha de ser además “totalmente
pensada”, captada racional y reflejamente en
la plenitud de sus riquezas e implicaciones. En
suma, una fe que engendre un pensar cristiano y,
por tanto, que desemboque en reflexión de fe, de
la antropología, de la política, de la teología y la
filosofía y se nutra de esos saberes. Tal como ha
acontecido a partir del Acontecimiento Guadalupano a lo largo de casi 5 siglos.
Solo así con este pensar cristiano y guadalupano
podemos con un discernimiento crítico acercarnos
51
Descargar