QUISTE HIDATIDICO DE PULMON * ANATOMIA PATOLOGICA DEL QUISTE HIDATIDICO' PULMONAR Dr. E. BIETO REIMAN ciertas leyes de la biología que son inmutables por estar basadas en la comprobación directa de fenómenos objetivos. Una de estas leyes es la que corresponde al ciclo evolutivo de la Taenia echinococcus. Desde que DEvÉ estableció sus principios fundamentales, poco se ha podido añadir si no es en cuestiones de detalle. En cualquier tratado de Parasitología elemental se encuentra descrito con toda amplitud este ciclo evolutivo. Recordarlo aquí no Hene otro objeto que el recapitulativo; veamos someramente lo que ocurre: El platelminto Taenia echinococcus implantado en el intestino del perro y hermafrodita, acumula los huevos fecundados en su anillo terminal. Una vez expulsados con las heces, son ingeridos por los animales herbívoros (oveja, buey, carnero, etc.) y en su intestino delgado es reabsorbida la cutícula de los óvulos fecundados. Al quedar en libertad los embriones hexacantos, atraviesan la mucosa, penetran en los vasos sanguíneos y linfáticos, H AY y por la vena porta, llegan al hí-· gado. Los embriones que no son. retenidos por el filtro hepático, a. través de las supra-hepáticas y' cava inferior van al corazón derecho y de aquí al pulmón. Como es, lógico, los pocos que atraviesan el filtro pulmonar, por el corazón iz-· quierdo y la aorta, van a la circu-lación general. Sea cual sea la estación interme-· dia en que coloniza (hígado, pulmón, etc.) el embrión se desarrolla tomando un estado vesicular yconstituyendo la vesícula hidatídi-· ca o hidátide de Hipócrates. Esta. crece lentamente y en su cavidad llena de líquido claro, van cayendo los escolex de la capa germinativa. Si al sacrificar el animal infesta-· do los órganos que contienen hidátides son ingeridos por el pe-· rro, a partir de los escolex se desarrollan nuevas tenias adultas, ce-o rrándose así el ciclo evolutivo que cumple con la ley biológica funda-o mental de la perpetuación de las, especies. En pocas palabras, el ciclo evo-o lutivo de la Taenia echinococcus. * 1\lt::"a de discu~ión del /unerican Colle!-2,"e of chest Physicians. Capitulo de Barcelona. Zarago-~ za, 3I-3-1958. 102 A NALh'S DE M EDI CINA r CI RUGi l \ tien e un hués ped definitiv o : el perro; y un hu ésped in t e rm edi a ri o : el anima l h e rbívor o . Los do s s e com p lem entan y su fun ción es finalista. 1¡ . \" 1 \ ;" \ ' : 1 : li'i V ol. XXX IX. - N, " 15 ~ hoc ico portador co rri ente de óv ulos por s u contacto ín t im o con otros pe rros, ct e., et c.), enton ces el em:c rión a l ll ega r a l fi ltro h ep á ti co o pu lmon a r y co loni za r a llí. en su .1, dll~ (1\II~tt... lli<l.ll ido, j,'I\\ II I' .... P er o si el qu e es infestado es e l h ombre, sea por el m eeanismo que sea (verduras s in h ervir. car icias de la len g ua del perro, besos en s u desarrollo hace un a fun ción en el vac ío, pues n o es fác i l que sus órganos s ean des pu és inge rid os por el pe rro . Podríam os de cir, utilizan- AN ALES DE M CDI Cl N A M a r:o-Abril 1959 do un a paradoja, que ~ I hombre es un huésped t erminal que sufriendo la enferm edad evita la propagación del parásito. Una vez desarrollada la vesícu- I·í..:, I i\.!. ~ 1)\li ... 1\ CI RUGíA 103 tiple, situado en un o o en los dos pulmones , en la base o en el vértice, el quiste hidatídico es una vesícula g lobulosa (figuras núms. 1 y 2) o bilobulada (figu ra núm. 3), lJidatídit.'j) \li l0 11\ ¡} ;¡1\ L'lI rk frolltal p o r la p art e h i. !:lli¡lie" ... ¡tlla do <.. 11 p lt.. ll o la hidatídica en el pulm ón del hombre, ¿qué características anatómicas tiene? Normalmente, sea único o múl- r l. 1I1\lIi:l dl 1111 qll ;.., I\ ' par('ll qll illla, de un tamaño vari8.ble que oscila de un huevo de paloma a una naranja grande (excepcionalmente mayor) llena de un líquido trans- 104 A NALES DE M EDI CI NA Y e lR u C i A . parente, limpio, como «agua de roca » de compos ición química muy compl ej a, conteniendo Entre ot ros elem entos ácido succínico , patogno.móni co de este tipo de liquido. ,.:; . - ¡: ¡.\.!". 111;ld n ' , tlt ' la I klalh: 1-'; 11 la /.U ll :t Vol. XXXIX. - N." 15 2 exce pcionales qu e nos ha n permitido estudiarl o «in s itu » (figura número 4) , vemos q ue ~;u superficie inte rn a, de un color bla nco-naca r a do (fig ura núm . 5 ) , presenta unas l :¡ r ; \ la 11 1l ' 11 1hral1;\ o! l"- t ' n ,lll 1I1111Il' rt ) . . :¡ '- illh l 11 a l H.' ,-i lj llí --til' (I "'l ' d l !JiJ<lllill;¡ . .; ! lnn\(ll1 i: lk.; , ¡ :i :.! . (J. - l": ¡ ":' :\ l lI,T()p lan :¡r (lUl' \ i .":'\l ali l.a ch , la cara i nll' rll : ¡ Si practicamos un co rte por la p arte media de un quiste hidatídico puro, no inf ectado, situado en el parénquima, cosa que hem os podido hacer por unas circunstan cias . 11: Ja la ... n : ;-.(c llla ."; P ;-\J ! ll..!l 11H. : 111! ' !";¡ll<l Ill :ld" l ', vesículas, como cabezas de afiler, semi-traslúcidas , que se hacen visibles al examina rlas con lupa (figura núm. 6) . Estas vesículas o cápsulas prolíge ras, juntamente Mar:o-Abril 1959 ANALES DE M EDI CI NA Y CIRUGí A con los escolex, al desprenderse de la capa germinativa, constituyen el barro hidatídico (figura núm. 7) . En éste, es frecuente encontrar vesículas hijas cuyo aspecto es el de F i.l!" F i ~. 7- R. - Ye:-:Íl'lIla :-" 105 marse a la senilidad y notar que la proliferación de la membrana madre est á en peligro, reacciona produciendo estas vesículas hijas. Ta nto en el barro hidatídico , como Ha rro h id :lt ídic o. pequeñas esférulas translúcidas, semejantes a perlas (figura número 8). Para algunos autores, su presencia es un signo de supervivencia de) parásito, que al aproxi- hi j a~ ai :-: latla .... en las vesículas hijas, encontramos los escolex (figura r,tim. 9), que son de forma ovoide, contienen corpúsculos re fingen tes en su interior y una corona de ganchos en 106 ANA L/iS DI~ I ':~\ l iriO " d, dI' ,1, inlt !!l:! 1'1'_. 1111 L' o:'I! 1\:I '''I,¡J , ' . \¡ .. 11 1.1 lltl-- d, 1.1--lla,[1I l11t IlIl L¡lld \' tl111ph \ ; 1 d, frtllh.- cuya morfolog ía rec u·.; rcl a las espin as de las r osas. S i continuamos nuestro examen del compl ej o parasita ri o denomin a - ." 1 5~ do quis t e hi datí d ico , vemos que está constituí clo de dentro a afuera , por la membrana m ~. d r e, la ad vent icia y el pa rénq uima peri quísti c::J . un o de s us po los. Est a co rona que hem os podido vis ua li zar de f rent e, g rac ias a un proced imi ento especia l de desecación (fi g ur:l. n úm . 10) , está cons tituí da po r 30-4 O ganchos 1 l' V o!. X X X IX. - Ml :DI CI N A y Cl RUCiA dI \..::,1111'1 10"" dolo'.! r a!";;! d, 11 l'dl\ ti 111;1,11, d, 1a " d \ /;1 d, pr t\l:t d' ''''LIII'·II!. La membrana madre o hi dá ti de propiamente d icha que ya hemos descr ito mac roscó picament e por su super fi cie in t ern a, histológicam en- A l ALES DE M EDI CINA Y CIRUC IA Marzo-Abril 1959 te está constituída por dos capas (figura núm . 11) : la interna, o germinativa, o fértil, formada por un strato fibri lar que encierra unos orpúsculos refringentes, que como Fi}.!. I T. ¡ : j l.!. 1 ":. 110 107 tificadas, patognomónicas para el diagnóstico histológico, como reiteradamente ha demostrado COLL COLOMÉ. Inmediatamente por fuera de la llladre. Capa interna g'c..' flllinuth'a . Capa externa t.':-:t r atificada. :\lllllllrUlla Cortl' frollta l (h.' \111 qui..:ll' hidatídico j O\'cll. infectado .... ilttado l.'11 el parénquima pulmo nar . dice ABELLÓ, son parecidos a los de los escolex, y la externa, formada por una substancia hialina dispuesta en láminas paralelas estra- membrana madre, se encuentra la adventicia, caballo de batalla de los distintos procedimientos quirúrgicos de ablación . Aquí debe- 108 ANALES DE M EDI CINA Y CI RUGÍA mos hacer un inciso y subrayar, que, a nuestro modo de ver , todos los confusionismos creados alrededor de esta adventi cia, son debidos a una rigidez dogmática excesiva Fi g-. 1,. , Vol. XXXIX. - .. 152 relativamente reciente en su desarr ollo (figura núm. 12), vere mos que por fuera de la membrana madre no hay más que una estrecha banda de par énquima atelectasia- Dttall e f¡gllra anterior . . \t c llcta" ia :-oilllpll' d<:l pnrént¡uil\lél pc riq\1í~ti co. Fi¡r. q. - Qui ste hi datíd ico con U(hTIlticia. '- e ha cortado ésta por lu mitad respetand o la po..;ici6n respectiva de a m bo,,;;. que pretende englobar en un denominador común momentos patológicos distintos . Nos explicaremos: Si lo que examinamos es un quiste hidatídico puro, no inf ectado y do y no fibrosado (figura núm. 13.). Esta banda de atelectasia s imple, reversible, es un hecho anatómico esencial que explica la facilidad con que desaparece la cavidad re- M a rzo-Abr il 1959 ANALES DE M EDI CI NA Y CI RUGÍA sidual post-quística una vez suprimido el globo vesicular. Ahora bien, si lo que examinamos es un quiste hidatídico de larg a duración que por la acción com- Fhr. l:"i~c 15 . - 16. - 109 quiste y del parénquima) , ha dado lugar a la r eacción fibrosante del parénquima periquístico, entonces tenemos una verdadera adventicia, que será una cápsula fibrosa, den- :'I lota hidatídica t'n Gl\'idn<l pkurnl. Dc.:'ge neración del Qui ste por ca lcificación . binada de factores irritativos, meeánicos (debidos al crecimiento), infecciosos (flora bacteriana de asociación) y químicos (substanoCias anafilácticas y proteicas del sa, íntimamente adherida al parénquima circunvecino, del que no le separa ningún plano de clivaje con abundantes vasos nutricios y que contiene en su interior la membra- 110 A N ALES D E M EDICI N A Y CIRUGíA na madre, igual como la cáscara contiene el huevo (figura núm. 14). Abandonado a su propia suerte F i\.!, Fi g, d...l Vol. XXXIX. - N ." 152 un intento de supervivencia al envejecer, llegando a ocupar totalmente la cavidad quística, constituyendo el quiste o la mola vesicu- qui ~ te por }.!elatini zaci6 n . 17<- I) t'g'e llt,:' r ac ió n JÍ~. - :'\kl1lhran3 l' l1 c a rc e lada co n di ..:crda l':-,ck r o:-; is pL' r iql1 í ~tica. el quiste hidatídico puede seguir uno de estos caminos: lar (ésta última más frecuente en las cavidades libres) (figura número 15). 1.º Proliferar intensamente produciendo gran cantidad de vesículas hijas que, como decíamos, es 2.º Degenerar y morir, ya sea por calcificación (figura núm. 16), Mar:o -Abril 1959 ANALES DE MEDICIN A Y e /RUCi A más frecuente en los quistes hepáti cos, ya sea por gelatinización (figura núm. 17). 3.g Rotura y vaciamiento total al exterior con expulsión completa l: i¡.:, [9. ¡: i ~. ':0 . - ¡misión tan sólo del líquido (hidatoptisis) , quedando la membrana plegada sobre sí misma (figura número 18), constituyendo lo que se conoce con el nombre de «membrana encarcelada», incluída en el hue- :\ l t ' I1J!¡ra Il H ~ t1 L'¡¡ n.-, dada C~lJ l piot: :-,ckros is hn 11lqu i . :ct a:-,ia!' l't: riq 11í:--t ¡".:<l .", :'I h : lllllra ll :l 111 l' lt can.: t'lada COII l'(¡p'-;111 a y alJc t' :-;;¡ 1 lihro:·.. ;! dl..' t1 ~a lH.: riquí:O:li ca . de la membrana (parto hidatídico) y curación espontánea. 4. ~ Fisuración o rotura con ex- co que ha creado en su crecimiento y fuente de abcesos, bronquiectasias, infecciones , hemorragias, etcétera (figuras núms. 19 y 20). 112 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA En este breve repasar no ha sido pretensión nuestra agotar todos los problemas anatomopatológicos que plantea el quiste hidatídico, tanto en su génesis, como en los distintos mementos de su desarrollo. Nues- Vol. XXXIX. - N." 152 tro objetivo ha sido, simplemente, mostrar las imágenes anatómicas que hemos tenido ocasión de observar durante los ya largos años de nuestro acontecer ana tomoclínico.