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MICRORRELATOS MATEMÁTICOS.
CURSO 15 / 16. 1º BACHILLERATO B. IES ARICEL.
“Fue entonces, cuando aplicó la raíz cuadrada a la nueva variable, que un universo de infinitas
dimensiones se abrió ante sus ojos”.
ELENA ÁLVAREZ SÁNCHEZ:
Su vida siempre había sido una ecuación con varias incógnitas. Se perdía entre raíces de números
negativos y divisiones entre cero. Por mucho que intentara despejar, siempre había algo que se le
escapaba tras los dígitos de la calculadora. Llevaba escritas demasiadas hojas llenas de todo menos
números. ¿Cuánta tinta le quedaría a su bolígrafo? Quizá nunca conseguiría resolverla. Quizá no
tuviera solución. Puso el tapón a su bolígrafo, apartó el papel y miró hacia delante. Allí estaba,
delante de sus narices, escrita todo el tiempo en la pizarra: la solución. Fue entonces, cuando aplicó
la raíz cuadrada a la nueva variable, que un universo de infinitas dimensiones se abrió ante sus ojos.
Se levantó de la silla y salió a por él.
JOSÉ ANTONIO SIMÓN RODRÍGUEZ:
No podía creérmelo, estaba a punto de descubrir algo que cambiaria el curso de nuestras vidas, iba
a ganar la primera batalla contra la naturaleza. Desde que quiso eliminar a la humanidad hemos
tenido que formar la resistencia, muchos de los lugares han quedado deshabitados (El Partenón, La
Gran Muralla…) Por fin iba a descubrir la relación entre las matemáticas y la naturaleza, esto
supondría averiguar sus puntos débiles y pasar al ataque. Fue entonces, cuando apliqué la raíz
cuadrada a la nueva variable, que un universo de infinitas dimensiones se abrió. El porqué del
número áureo, la espiral en los caracoles, la forma hexagonal en los paneles, las estrategias de caza
de algunos animales.
ANTONIO GONZÁLEZ MATEO:
Fue algo extraordinario, encontrar aquel objeto. En él estaba la clave que tantos años habíamos
buscado, quizás sólo quizás el caos, la oscuridad en que estábamos sumergidos todavía podía
cambiar. Tenía que llamar a Martín, él me entendería, en nuestro mundo vivíamos escondidos,
todos los conocimientos científicos y matemáticos habían sido prohibidos y nosotros éramos unos
perseguidos, incluso podíamos ser encarcelados. Este pequeño o gran hallazgo debíamos llevarlo
totalmente en secreto.
Martín contestó de inmediato a mi llamada, no daba crédito, cuando tuvo en sus manos aquel
descubrimiento lleno de variables, ecuaciones diferenciales, se abría ante nosotros un sinfín de
respuestas. Debíamos investigar el posible comportamiento de estas ecuaciones; fue entonces,
cuando aplicó la raíz cuadrada a la nueva variable, que un universo de infinitas dimensiones se
abrió ante nosotros. Un cosmos formado por millones de universos, debíamos mostrarlo ante
nuestro mundo y así demostrar un sinfín de posibilidades.
Había muchos como nosotros que vivían con miedo, rechazando y negando las evidencias
matemáticas.
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