Vulnerabilidad y uso abusivo de drogas entre presos de la cárcel de Villahermosa, Cali. Introducción/objetivos Las personas privadas de libertad están expuestas a una serie de riesgos como enfermedades infecciosas, sexualmente transmisibles, uso abusivo de drogas y problemas de salud mental, entre otros. El consumo de drogas en particular configura una situación de extrema gravedad entre la población penitenciaria. La marihuana, el alcohol, la medicación psiquiátrica y el tabaco constituyen las principales substancias consumidas. El consumo abusivo de drogas puede contribuir también para el aumento de la violencia intramuros y otras situaciones de riesgo personal y grupal, entre ellas la infección por el virus del VIH/Sida y otras enfermedades de transmisión sexual, principalmente entre usuarios de drogas inyectables. A partir de esta cuestión inicial, se sustenta la necesidad de realizar una investigación en el ámbito carcelario tendiente a analizar estas dimensiones de vulnerabilidad destacadas en relación al consumo de drogas y construir, junto a los interesados, propuestas de intervención dirigidas a paliarlas. Objeto de la investigación La cárcel de Villahermosa está localizada en la ciudad de Cali y concentraba, hasta la reciente inauguración de la cárcel vecina de Palmira, a la mayoría de la población penal de la región. Alrededor de 5000 presos se hacinaban en un predio pensado para la mitad de este número, que padece de serios problemas edilicios y una alarmante carencia en servicios básicos, como salud, alimentación y educación, entre otros. Con el traslado de presos a la nueva prisión, el número total se ha ido reduciendo, pero los problemas estructurales permanecen. En aproximaciones anteriores a este campo y en conversaciones informales con profesionales de la salud que trabajan en la institución y con presos, fue posible percibir como el consumo de drogas es un problema relevante, funcional por otra parte al mantenimiento de un cierto orden institucional, lo que agrava las dificultades para pensar estrategias de prevención a este fenómeno. En función de esta situación, y a partir del interés y la demanda surgida de los varios actores institucionales consultados, fueron definidos los siguientes objetivos: Objetivo general: - Determinar las principales formas y tipo de consumo de drogas y su relación con determinados problema de salud y de violencia entre internos del la cárcel de Villahermosa, Cali. Objetivos específicos: - Determinar los principales problemas de salud vinculados al consumo de drogas entre esta población - Analizar las posibles situaciones de violencia vinculadas con este consumo Evaluar la relación entre ese consumo y la exposición a otras enfermedades, como las de transmisión sexual. - Determinar los principales obstáculos institucionales que impiden o dificultan la implementación de políticas de prevención y asistencia a la salud entre esta población. _ Construir, junto a la población penitenciaria, una propuesta de prevención al uso abusivo de drogas y su consecuencias. Materiales y métodos Será aplicada una encuesta a 60 presos de la cárcel de Villahermosa (5 por cada patio de la prisión), dirigida a conocer las formas y tipos de consumo de drogas en esa institución y su relación con riesgos y daños a la salud, que se complementarán con entrevistas de carácter semi-abierto. También se realizarán entrevistas a profesionales de la salud de la institución para conocer las formas de abordaje de este fenómeno. Por último, y dirigida a construir una propuesta preventiva, se realizarán 5 grupos focales con presos de la prisión que, en la medida de lo posible, pertenezcan a cada uno de los patios del establecimiento. Esta investigación se encuentra actualmente en su fase preliminar. Resultados preliminares En las primeras encuestas realizadas, junto a los estudiantes del curso de Psicología Clínica y de la Salud, fue posible advertir un alto consumo de marihuana y alcohol. En menor medida, se registró el uso de cocaína y heroína. El predominio de drogas depresoras del sistema nervioso tiene que ver con la necesidad de consumirlas para soportar las condiciones de vida de la cárcel. En este sentido, cumplen una función parecida a las drogas psiquiátricas que se administran a algunos internos que manifiestan sufrimiento psíquico y dificultades de convivencia. El uso de drogas por vía inyectable, si bien no parece significativo, significa un riesgo por la posibilidad del uso compartido de jeringas, vía de contagio del virus del VIH y otras enfermedades. El consumo de drogas genera también problemas de convivencia (por las deudas que se contraen para su consumo, por ejemplo). El sistema de salud de la cárcel es muy precario en lo que hace a las políticas preventivas y de tratamiento para esta población.