Como sobrevivir en la selva. ¡Si se atreve! Por Jorge Eliécer Castellanos }A pesar de la inclemente e incrementada depredación, Colombia todavía cuenta con cerca de 500.000 kilómetros de selva, es decir trece veces la extensión de un país como Suiza. Por múltiples razones, tendremos alguna vez que tomar algunas precauciones para tratar de vivir de la manera menos preocupante bajo los frondosos bosques que arropan estos territorios. Expertos aconsejan varias formar de afrontar con éxito algunas semanas bajo el rigor selvático tropical nuestro. Primeramente, para evitar a los ofidios temibles que sobreabundan, el atrevido caminante selvático, puede poner en práctica una eficiente recomendación que resulta incómoda para muchos como es la de fumar tabaco permanentemente sin aspirarlo. El olor a este grueso cigarro aleja insectos y también a las terribles culebras que merodean por todos lados, tanto en los ríos como colgadas de los árboles. Aspirar el humo produce enfermedades catastróficas irremediables. De igual forma se debe evitar el consumo de agua natural de los ríos o caños en que se encuentre, debido a que el organismo humano en las ciudades ya está acostumbrado a las formas potables y puede rechazar líquidos puros carentes de tratamientos de flúor y cloros. Lo mismo podría pasar con una persona habituada a leche homogenizada y pasteurizada que luego toma un vaso de leche recién ordeñada. La catástrofe intestinal podría ser de grave magnitud. En el caso de requerir el precioso líquido natural, debe hervirse y muchos aconsejan que se le agregue un cubo de panela para darle grato sabor, si se tiene al alcance Es más, algunos pozos pueden estar contaminados, poseer bichos muertos y en descomposición y en tal virtud pueden ser fuentes de enfermedades endémicas. Igualmente se sugiere entrar a la selva al comienzo de la noche y se promueve que se salga de ella bien temprano, tipo 4 A.M que sin duda es más seguro. Ciertamente, desde las 8 pm ya la gran mayoría de habitantes empiezan a dormir. Asimismo, a esa hora de la madrugada, muchos duermen y quienes estén trasnochados pronto lo harán; entonces se puede igualmente emigrar con toda tranquilidad. La situación hace referencia a peligros humanos y de fieras. Ahora bien, precisamente, cuando se trata de garantizar la seguridad plena, debe tenerse en cuenta que el riesgo es mayor si se ingresa o se sale de la selva tropical de día, en zonas habitadas por insurgentes, porque muchos estarán apreciando claramente a los intrusos y enfocarán sus lentes sobre ellos. Si la situación es de supervivencia, entonces se sugiere conseguir los elementos de sobrevivencia primordiales. Si vamos en una excursión y desafortunadamente nos perdemos en la frondosidad boscosa, conviene tener al alcance elementos fundamentales para lograr mantenerse con vida, como un morral con bolsa de dormir, un recipiente con agua potable, aunque sea una muda de ropa, linterna, fósforos, aguja, cuchillo o machetes, gaza y medicamentos apropiados, entre otros. Si el hambre apremia, habrá que tratar de comer frutas, termitas u hormigas en razón de su poder proteínico. Para reconocer las plantas venenosas se recomienda arrancar una rama. Si se aprecia algún tipo de líquido blanco o de color amarillento, por favor no ingerir. Si conseguimos animales para mitigar el hambre, aves o pescados, es necesario que esté bien cocido antes de consumirlo. Si se puede realizar una fogata, es recomendable hervir el agua antes de digerirla. Si la lluvia arrecia, habrá que recolectar agua como manera segura de beberla pues exenta de contaminación. La camisa o un pañuelo pueden usarse como filtro para limpiar aguas que encuentren en ríos o lagunas. Es recomendable beber agua de un río antes que de un lago o laguna, ya que la corriente de agua del río mantiene el líquido en dinámica, se oxigena más y no se atisban bacterias ni animales muertos. En un momento dado se exige contar con un sitio de descanso sobre todo para la noche. Para ello se recogen hojas grandes y ramas que protejan bastante. Vale la pena construir el cambuche en un lugar plano, donde no haya hormigueros y otro tipo de insectos. Se debe evitar mojarnos porque se atraen los insectos. Igualmente hay que examinar los pies permanentemente para precisar la aparición de escarpas por la humedad con el objeto de evitar infecciones progresivas. Se recomienda tener los brazos y las piernas cubiertas, además de la cabeza, para evitar picaduras de insectos. Hay que mantenerse en guardia frente a los cuadrúpedos s predadores. Al cruzar ríos hay que denotar cuidadosamente a los cocodrilos con anticipación por lo menos con una hora de antelación. Un machete o hacha son elementos maravillosos para apoyarse en los desplazamientos. Ante su carencia habrá que fabricar una lanza de un árbol fuerte o respaldarse con piedras afiladas que a manera de arpón contribuyen a favorecer la caza o la pesca y brindan relativa protección ante el combate con felinos terribles y asimismo facilita el desplazamiento a manera de perrero o bordón. Por ahora, si intentamos estar bajo la cubierta verde tomemos todas las precauciones necesarias y como dicen en los llanos orientales: “Visiten la selva antes de que se acabe”.