TEMA 3: Jesús, nuestro Salvador

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TEMA 3:
Jesús, nuestro Salvador
1. Creemos en Jesucristo, Hijo único de Dios.
Pregunta clave del tema: ¿qué significa o por qué “Jesús es nuestro Salvador”?
Respuesta: a través del CREDO
CREDO (definición): El Credo es la fe de la Iglesia, lo fundamental y más importante
en lo que los cristianos tenemos que creer.
CREDO (apunte histórico): + Se escribió mucho después de la muerte de Jesús.
+ Entre los Concilios de: Nicea (325 d.C) y de
Constantinopla (381 d.C.)
+ Frente a las herejías que no afirmaban la divinidad y
humanidad de Jesús
El Credo afirma:
1. Dios se encarnó (“Se hizo hombre”) en Jesús, que murió y resucitó por
nosotros
2. Jesucristo es Dios y hombre verdadero: se dan en Él las dos naturalezas: la
divina y la humana, esas dos naturalezas no se confunden (esquema pizarra)
3. Tampoco se confunde con el Padre, ni con el Espíritu Santo; la Trinidad la
forman tres personas distintas que se relacionan entre ellas y forman una
unidad (esquema pizarra)
4. CONCLUSIÓN: Jesús es la Palabra de Dios hecha carne (Jn. 1). Jesús es el
“Hijo de Dios”
2. Entrego su vida y resucitó por nuestra salvación.
+ Causas históricas de su muerte: 2 juicios: + Religioso: ante el Sanedrín: acusado de
blasfemo: “Hijo de Dios”
+ Político/civil: ante el Gobernador:
Poncio Pilato: acusado de traidor:
proclamarse “Rey” en contra de la
autoridad del Cesar
+ Significado religioso:
+ “Murió por nosotros”(Credo) significa la culminación voluntaria y
libre de la vida de Jesús, se entregó por nuestra salvación, que es
reconciliación entre Dios y el hombre.
+ A esa entrega, para nuestra salvación: Dios responde con la
Resurrección (Credo):
1. Dios ha dado la razón a la vida y al mensaje de Jesús
2. La Resurrección expresa que el mal, la injusticia, la muerte no tiene
la última palabra sobre el bien y la vida.
3. La Resurrección de Jesús es garantía de nuestra propia resurrección
4. Dios quiere la vida eterna para todo el género humano.
El año de la fe
El Papa emérito Benedicto XVI convocó este año de la fe que comenzó el
11 de octubre de 2012. ¿Por qué justo en esa fecha? Porque se cumplía el 50
aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario de la
publicación del Catecismo de la Iglesia Católica.
Símbolo del Año de la Fe: el Cristo de la Catedral de Cefalú (Sicilia 1148)
Es ciertamente hermoso, pero ¿sabéis por qué se eligió esta imagen? ¿Queréis
“leerla” en profundidad? Vamos a ello.
El tema representa el rostro radiante de la Luz de Cristo del relato de la
Transfiguración: Cristo es la luz que se transfigura ante Pedro, Santiago y Juan
cuando hablaba de su muerte, para anticipar la gloria de su resurrección.
Esta luz de Cristo se proclama como la luz del mundo en su Evangelio abierto
con el fragmento en latín y griego “Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Esta luz de Cristo se nos presenta como una síntesis de toda la historia de la
salvación, la inscripción que cierra el ábside proclama la centralidad del
Cristo glorioso.
Y ahora veamos el significado de los colores: el rojo y el oro son símbolos de la
divinidad, el azul y/o verde son el símbolo de la humanidad. Cristo está vestido
con una túnica de color rojo con reflejos dorados, porque él es Dios siempre,
“Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero”, pero en los
hombros lleva una capa azul, porque se hizo hombre como nosotros, nacido de
una mujer.
Por último, vamos a fijarnos en la posición de la mano derecha: los tres dedos
juntos representan la unidad y la trinidad de Dios, y los otros dos dedos,
ligeramente arqueados, indican la doble naturaleza divina y humana de Cristo.
Además de este símbolo, también tenemos un logo del Año de la Fe: es una
barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas desplegadas y
el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, recuerda la Eucaristía.
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