En el Nombre de Nuestro Santísimo Creador. El reclamo

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En el Nombre de Nuestro Santísimo Creador.
El reclamo fraudulento de la existencia de la ley oral
Sin seriedad no puede haber “kedushah” o santidad. Para que
exista seriedad es preciso esforzarse por hablar con
,ntu sxj o
verdad con amor. Por otro lado, es
indispensable conocer la historia real o los hechos y no los que nos
cuentan algunas supuestas “autoridades”, las cuales, ya sea por fe
o por cualquier otro condicionante prejuicioso, no están bien
informados o lo que es peor, no desean informarse para que LA
VERDAD no les confunda sus creencias fantásticas. Prefieren creer
y punto y así se evitan mucha lucha. La subida a Dios, sin
embargo, es sacrificada y difícil y el reto es enorme. Los cómodos
no pueden ni deben de participar.
Premisa:
Yo no tengo ningún interés ni deseos de tener seguidores porque
no creo en ninguna autoridad humana y menos en mí ego
personal. Para mí la autoridad es la misma verdad porque la
verdad es la que libera e ilumina. Aquellos que siguen a
personajes, practican el culto a la personalidad porque las
personas, a sabiendas o sin saber, toditas erramos. Yo defino mi rol
en este mundo como el de misionero que persigue la verdad y el
amor. No pertenezco a ningún grupo porque creo más en la
identidad individual que en la colectiva. Me hago personalmente
responsable por mis acciones.
• Mi templo es el cielo.
• Mi instructor es Dios.
• Mi congregación es la humanidad.
El rol del Israel espiritual lo circunscribo dentro del marco del
servicio virtuoso de la descendencia de Abrahán a Dios y a los
demás pueblos de la tierra. Israel es parte de la humanidad,
no una humanidad aparte. Pertenezco al pacto de Abrahán por
voluntad propia y la Torah de Moisés (Pentateuco) es mi oriente
espiritual porque considero, después de haberla estudiado por 50
años, que tiene visos de ser la única revelación directa divina. La
otra revelación es el universo natural, con sus ciencias y todo lo
demás, el cual se comunica con nosotros indirectamente.
Lo que yo pretendo es hablar la verdad con amor para que cada
cual se inspire y produzca su propio crecimiento espiritual. Cada ser
humano es un universo diferente y único porque fue hecho a
imagen y semejanza del Creador, Bendito Su Santo Nombre. No
deseo que nadie crea lo que yo digo ni esté de acuerdo conmigo
porque no persigo interés ninguno, otro que el servicio a Dios y al
prójimo (espiritual). Es más, no quiero hacerme responsable por lo
que hagan otros, en virtud de lo que yo digo. El que quiera seguir
mi consejo que se haga responsable por su actitud en vez de
echarme culpas a mí ya que dispongo de un cerebro y de un
corazón como los demás. Mi responsabilidad empieza y termina
conmigo. Lo demás es asunto de cada cual, no mío. Esto es
libertad porque lo que hacen los rabinos, pastores, curas,
Mullahs, etc., es condicionar la mente de sus feligreses
para que conformen con su credo en particular. Ellos
adoctrinan mientras que yo sólo informo y opino. Yo no tengo
credo porque considero que los mandamientos de Dios no son
órdenes sino consejos, en virtud de que existe el libre albedrío y
Dios no quiere imponer su verdad a nadie ya que ama y respeta la
libertad.
La ley oral rabínica-farisea.
Los Saduceos eran levitas y estaban gobernados por un
descendiente de Tsaddok, del linaje de Pinhas Ben Eleazar Ben
okug ,buvf
,buvf
o
Aharon Acohen, al cual Dios prometió la
“sacerdocio perpetuo” y ellos jamás de los jamases creyeron en
ninguna ley oral. La ley oral fue un invento de los fariseos cuando
usurparon el poder que pertenecía, por mandato Divino, a los
Levitas. Los Esenios y los Zelotes tampoco creían en la ley oral. Los
falashas o etíopes tampoco tenían la ley oral. Los Karaítas y los
samaritanos tampoco creían en la ley Oral. Los Fariseos eran los
únicos que adoptaron la ley oral con el fin de modificar la esencia
de la Torah de Moshe, en virtud de su prejuiciosa interpretación y
así convertirse ellos en la autoridad oficial del pueblo judío. Ellos y
los que los siguen es justo que paguen por el atrevimiento de
haberse rebelado en contra de Dios al asegurar algo tan falso como
la ley oral porque pusieron en boca de Dios lo que Dios no dijo,
añadiendo y quitando en nombre del “Seyag Latorah”.
Finalmente, diré que no me preocupa estar equivocado porque soy
humano y no tengo credo ninguno. Al contrario, recibo con agrado
y gratitud cualquier verdad que se me presenta. Sin embargo,
contiendo contra aquellos que afirman lo que no vieron y
repiten lo que otros dijeron sin preocuparse por determinar
si es verdad o mentira. En mi opinión, no actúan como seres
humanos libres y dignos, hechos a imagen y semejanza del
Creador, sino como “ovejas o borregos”…..por eso a los líderes les
llaman sus pastores…..
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