PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) PRESENTACIÓN Y EXPLICACIÓN DE LOS CONTENIDOS: LA CLASE MAGISTRAL Plan FIPRUMU VII Mª Victoria Valcárcel Pérez Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales Universidad de Murcia 1. Introducción: caracterización de la Clase Magistral La actividad de muchos profesores universitarios en las clases es explicar la asignatura a sus alumnos, mientras que éstos copian o toman apuntes. A esta situación didáctica se le denomina “clase magistral”. Las clases magistrales tradicionales se basan en la exposición del profesor de un tema o lección, ante una audiencia más o menos interesada que intenta tomar notas de lo que dice. Además se suelen acompañar con algunos ejercicios o demostraciones que sirven para ilustrar o apoyar las explicaciones. Por ello, con Clase Magistral normalmente nos estamos refiriendo a una estrategia docente que se basa en la transmisión verbal de conocimientos, su exposición y/o explicación oral, por el profesor a los alumnos. Cuando esta técnica expositiva ocupa casi la totalidad del tiempo de la clase y es la forma fundamental, a menudo exclusiva, a través de la que es presentado el contenido de enseñanza, se habla también de método didáctico expositivo. Por tanto, se basa en una forma de comunicación predominantemente unidireccional, aunque lo deseable es que el alumno no adopte un papel de oyente pasivo, tomando apuntes, sino que se den otras formas de interacción en la clase planteando cuestiones, aportando ideas... Esta concepción educativa responde a una larga tradición que se remonta a los propios orígenes de los sistemas educativos formales, que desde siempre han tenido como funciones básicas lograr que los alumnos reproduzcan y, por tanto, perpetúen conocimientos, valores y destrezas propias de una cultura. Hoy la clase magistral o expositiva sigue siendo el método o técnica más usado para transmitir información en la enseñanza universitaria, aunque tiene frecuentes detractores. Limitaciones y ventajas Entre las diferentes razones que se pueden dar para justificar esa permanencia y frecuencia de la Clase Magistral en nuestras aulas, además de las que se centran en su eficacia docente, algunas se centran en el profesor. Para algunos es la única forma de enseñanza que conocen, es el método con el que fueron enseñados y el que tendemos a repetir por proporcionarnos mayor seguridad. Para algunos profesores resulta muy complicado organizar otras clases, con la utilización de otras dinámicas de trabajo, 1 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) materiales..., que estructurar la disertación para un tiempo determinado de la clase. Con frecuencia también se asume que es la metodología idónea en un aula masificada, pues la información se plantea a muchos alumnos a la vez, pero el estilo docente expositivo se sigue manteniendo cuando los grupos se reducen sensiblemente. En cuanto a su eficacia docente, entre las críticas que esta metodología ha recibido (Cruz, M.A.1981) podemos señalar. Parte de la suposición falsa de que existe una relación directa entre lo que enseña el profesor en la exposición y lo que el estudiante aprende. Reduce las fuentes de información a la palabra del profesor. Reduce las funciones del profesor en el aula a la de transmisor de información. Favorece la pasividad de los alumnos, ya que incluso si el alumno presta atención, toma apuntes, sigue detenidamente lo que expone el profesor, su actividad mental y física es solamente receptora y no creativa. Existe una falta de control de lo que el alumno va comprendiendo o aprendiendo. Se adecua a un alumno tipo que imagina el profesor sin posibilidad de contemplar las diferencias individuales, suponiendo una uniformidad en el ritmo de aprendizaje. Predomina la enseñanza (actividad del profesor) sobre el aprendizaje (actividad del alumno). Sólo permite que el alumno conozca y, en el mejor de los casos, comprenda lo que se trasmite, no siendo posible el aprendizaje de procedimientos y actitudes La relación profesor –alumno es escasa y unidireccional. La eficacia está muy condicionada por el nivel de atención de los alumnos. ..... A pesar de las críticas y limitaciones anteriores, basadas fundamentalmente en que no propicia la actividad mental del alumno, medio imprescindible para el aprendizaje, la técnica expositiva tiene sus argumentos para justificar su eficacia docente y que sea utilizada por el profesor, siempre que se haga de forma adecuada. Entre las ventajas podemos señalar: Presenta la información de forma estructurada, lo que facilita su comprensión. Reduce la materia a los puntos esenciales y básicos. Ayuda a enfrentarse a contenidos desconocidos y de difícil comprensión. Centra los temas y evita divagaciones. Posibilita la presentación de los contenidos en poco tiempo, lo que facilita el desarrollo del programa. Se avanza en el programa aunque el alumno tenga actitud reacia a trabajar. Ayuda en situaciones en las que hay una bibliografía muy dispersa o poco adecuada, sintetizando fuentes de información dispersas y, a veces, de difícil acceso. Permite integrar un conjunto de actividades que faciliten la construcción del conocimiento y el aprendizaje de los alumnos. La información llega a un gran número de alumnos al mismo tiempo. ...... Ahora bien, valorar una técnica de enseñanza requiere analizar si con ella se consiguen los objetivos que se pretenden. Es decir, analizar en qué medida se logra o 2 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) facilita que los estudiantes alcancen los objetivos formativos que nos proponemos y aprendan el contenido de enseñanza. La formación, como objetivo a conseguir en la universidad, adquiere contenidos y connotaciones diferentes hoy día, ya que las demandas y expectativas de los individuos y de la sociedad se han modificado de forma sustancial. Así, los objetivos formativos en el contexto de una sociedad que requiere de los alumnos y futuros profesionales que usen sus conocimientos de un modo flexible ante tareas y demandas nuevas, y que afronten nuevos problemas a partir de los conocimientos adquiridos, deben contemplar la necesidad de enseñarles a enfrentarse de un modo más activo y autónomo a esas situaciones. Esto requiere no sólo nuevas actitudes sino sobre todo destrezas y estrategias para activar adecuadamente los conocimientos. Objetivos formativos en la enseñanza universitaria Como señala Zabalza (2002), al hablar de formación universitaria debemos integrar diferentes dimensiones que los estudiantes pueden mejorar como consecuencia de la formación que se les ofrece: desarrollo personal (mejora de las capacidades básicas de los sujetos y satisfacción personal); nuevos conocimientos (saber más y ser más competente en el ámbito de los conocimientos académicos, profesionales e incluso de la cultura básica general); nuevas habilidades (mejora de las capacidades de intervención y resolución de problemas); actitudes y valores (relacionadas con el trabajo científico, hacia las disciplinas y en referencia a eventos y situaciones ordinarias); y, por último, enriquecimiento experiencial (ampliar el repertorio de experiencias de los sujetos, ofreciendo la posibilidad de manejarse mas autónomamente y tomar decisiones en el proceso de formación). Esta idea de formación vinculada al desarrollo profesional, pero también al personal, es muy próxima a la defendida en el último informe mundial de la UNESCO para el siglo XXI, en el que identifica cuatro grandes ámbitos de contenidos formativos: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir con los demás. Por consiguiente, cualquier actuación universitaria debería tomar en consideración, bien a través de la selección de los contenidos disciplinares, a través de las orientaciones metodológicas, a través de las experiencias que se les ofrece, etc., el desarrollo personal, el desarrollo de conocimientos y competencias concretas y del conocimiento del mundo profesional en el que ha de manejarse autónomamente. Desde las disciplinas concretas la influencia formativa más clara se produce a través del trabajo de los contenidos. El tipo de contenidos que se seleccionen, la forma de abordarlos, la metodología empleada, las exigencias planteadas para la superación del curso... son elementos que tiene gran impacto formativo. Por ello, nos hemos de proponer que aprendan diferentes tipos de contenidos: conocimientos conceptuales y proposicionales, estrategias o procedimientos de 3 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) construcción de conocimientos, de identificación y resolución de situaciones problemáticas, actitudes y valores. Estos son los grandes ámbitos en los que podemos situar los objetivos educativos de cualquier disciplina, coherentemente con los marcos teórico (conocimiento declarativo), metodológico (conocimiento procedimental) y actitudial. Pero no todos los objetivos se consiguen con la misma eficacia utilizando cualquier método. Por tanto, como principio didáctico tendríamos que plantearnos la diversidad metodológica en función de la diversidad de objetivos y la complementariedad de las técnicas y métodos didácticos. Los diferentes objetivos de una disciplina requieren un amplio repertorio de estrategias para su consecución y cada modelo (Joyce y Weil, 1985; Pozo y Gómez Crespo, 1998) tiene su ámbito de aplicación que puede ser complementario con otros. Por tanto, la Lección Magistral no es mejor ni peor que otros métodos de enseñanza, depende de los objetivos que se pretendan alcanzar y cómo se desarrolla en la práctica, así como de cuál va a ser su peso en el conjunto de las estrategias didácticas utilizadas en el desarrollo de la asignatura. Además, la eficacia de una técnica depende también de los estudiantes con los que se utiliza. La lección magistral puede ser más eficaz para unos estudiantes que para otros en función de sus experiencias previas como discentes y el estilo de aprendizaje que han desarrollado. Los estudiantes acostumbrados a trabajar con métodos participativos pueden tener mayor dificultad en concentrarse en el seguimiento de las clases expositivas y prefieren metodologías que incluyan actividades de discusión, de análisis, de estudio independiente... Sin embargo, los estudiantes entrenados en la técnica expositiva, en tomar apuntes y disponer de la materia estructurada, en exámenes centrados en el recuerdo de la información recibida, pueden preferir esta técnica docente. Lo cuál no quiere decir que esta situación no pueda cambiar, pero requiere del nuevo entrenamiento. 2. Objetivos de la Clase Magistral La técnica expositiva debería servir principalmente ( Sánchez, 1999) para: Facilitar información, mediante explicaciones estructuradas y claras (transmisión de conocimientos). Organizar los contenidos, estructurando la materia de forma comprensible (orientar el aprendizaje). Motivar al alumno y fomentar la reflexión y el desarrollo de capacidades como: resumir, interpretar, analizar, aplicar, desarrollar el pensamiento lógico y el pensamiento crítico, etc. (enseñar a aprender). Por explicar entendemos habitualmente facilitar la comprensión de algo a alguien; en nuestro caso, facilitar la comprensión de la asignatura, lo que constituye un aspecto esencial de los aprendizajes que esperamos que se produzcan de nuestra tarea docente. Por tanto, aunque al enseñar hagamos más cosas, la explicación debe ser una parte 4 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) importante de la enseñanza. El docente debe explicar cosas de muy distintos ámbitos: llamar la atención sobre la ocurrencia de un hecho, describir la realización y el resultado de un experimento, definir y ejemplificar un concepto, justificar la relación entre dos o más variables, etc..., incluso aspectos que parecen no necesitar explicación por parecer evidentes. Como hay muchos niveles y formas de conocer acerca de un objeto de estudio, también los hay de facilitarlo. Los tipos fundamentales de explicación ( Brown, G. 1978) son: Indentificativa: contesta a qué es y especifica el significado de términos o datos, conceptos, principios y teorías. Descriptiva: contesta a cómo es y se refiere a procesos, estructuras o procedimientos. Razonadora: contesta al por qué y da razones, incluye causas y motivos. En las clases magistrales se utilizan uno u otro tipo dependiendo de la naturaleza del contenido que estemos planteando. A menudo se utilizan los tres tipos de forma secuenciada o solapada, ya que sobre un tópico u objeto de estudio se plantea su significado (qué es), se describen los hechos y procesos relacionados (cómo es) y dan las causas o razones de los mismos (por qué es). Pero ocurre con frecuencia no dejamos claros estos niveles del conocimiento y los alumnos, posteriormente, tienen dificultades en diferenciar los hechos de las teorías que los interpretan o proporcionar argumentos fundamentados para diferenciar y justificar una causa o un efecto de ella. Además, el papel de la explicación debe ir más allá de facilitar la comprensión de un contenido, enseñando estrategias para que la mente de los aprendices puedan actuar por si mismas. Se trata de estrategias cognitivas como interpretar, sintetizar, analizar, razonar, argumentar, deducir, etc.. Por tanto, la explicación ha de suponer una serie de presupuestos, estrategias y argumentos relacionados, claves para la comprensión y para aprender a aprender, pero han de ser adaptados a las características y conocimiento de los sujetos para los que se hace la explicación, ya que el proceso de aprendizaje es complejo y responsabilidad del alumno, que ha de poner en juego un amplio repertorio de ideas y estrategias cognitivas para relacionar y asimilar los nuevos conocimientos. En definitiva, una buena enseñanza es aquella que facilita el aprendizaje de los contenidos seleccionados a través de las técnicas, actividades y experiencias adecuadas. Frente a lo anterior, la mayoría de los errores que cometemos en nuestras clases expositivas se deben a la pérdida de ese referente principal: facilitar el aprendizaje, pérdida que constituye el origen de las principales críticas, antes mencionadas, como es el que está basada preferentemente en la actividad del profesor y en pensar que el alumno aprenderá (¿o reproducirá?) posteriormente las explicaciones del profesor. En muchas ocasiones en vez de facilitar el aprendizaje lo único que conseguimos es que los alumnos tomen apuntes sin esforzarse en comprender ni asimilar, simplemente de forma automática escriben lo que oyen. Se convierte así la clase en un trasvase 5 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) exclusivo de información de apuntes del profesor a apuntes de los alumnos, sin pasar por la mente del estudiante En conclusión, destacamos dos hechos: a) Algunos de los problemas generados por la enseñanza basada en la lección magistral tradicional no se deberían tanto a su enfoque expositivo como al inadecuado manejo que se hace de los procesos de aprendizaje de los alumnos, como señalan algunos autores (Novak, 1998) b) La meta esencial de la enseñanza expositiva es la de transmitir y facilitar el aprendizaje de los alumnos de las estructuras conceptuales de las disciplinas a través de la presentación de un cuerpo organizado de conocimientos (Pozo y Gómez Crespo, 1998) Si asumimos lo anterior, en nuestra enseñanza universitaria, es necesario llevar a cabo cambios en dos direcciones: 1) Mejorar la eficacia de nuestra técnica expositiva, dirigida a facilitar su seguimiento por los alumnos, su motivación y actividad mental para el aprendizaje comprensivo. Para ello hay que considerar no sólo la lógica de las disciplinas sino también la lógica de los alumnos. 2) Introducir en nuestra docencia otros métodos, técnicas y actividades que consigan objetivos que no son alcanzables desde las lecciones exclusivamente expositivas. 3. Los estudiantes como receptores de información Los estudiantes durante la exposición del profesor actúan externamente oyendo, observando, resumiendo y/o tomando apuntes. Su actividad mental puede centrarse, o no, en el seguimiento y comprensión de los contenidos expuestos y explicados, para lo que es necesario, pero no suficiente, que se mantenga su atención. Si nuestro objetivo docente es mejorar los resultados del aprendizaje y optimizar la formación del estudiante, algo debemos de conocer sobre cómo aprenden los estudiantes y qué condiciones lo mejoran. Dada la complejidad del tema, y que ya ha sido objeto del taller de aprendizaje (El aprendizaje de los alumnos universitarios), sólo recordaré brevemente algunos aspectos que nos parecen necesarios para fundamentar la propuesta de enfoque de clases que realizamos a continuación El estudiante no es un receptor pasivo de información, sino que lo importante para el aprendizaje es precisamente la actividad mental que le permite relacionar la nueva información con el conocimiento que ya tiene, construyendo y reconstruyendo así progresivamente nuevas estructuras de conocimiento, destacando que: 6 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) 1. El estudiante es protagonista de su aprendizaje y el papel del profesor ha de ser el de apoyar ese proceso proporcionando conexiones, estimulando la actividad mental, ofreciendo situaciones en las que se pongan a prueba los conocimientos previos del alumno y se introduzcan los reajustes necesarios en ellos,... 2. El aprendizaje es un proceso que se da en un contexto de interacción social. Es un proceso mediado por la interacción con el entorno y, en especial, con el profesor y compañeros. Por ello es necesario crear espacios y tiempos donde la interacción y el intercambio de ideas y experiencias de los alumnos sea posible. 3. Toda estrategia de instrucción puede llevar a un aprendizaje comprensivo (significativo) o memorístico (mecánico), y la instrucción por transmisión (profesor) y recepción (alumnos) debe ayudar a que los alumnos alcancen niveles elevados de aprendizaje comprensivo, para lo cuál se requiere: Que el alumno tenga los conocimientos previos necesarios para que los pueda relacionar con la nueva información Que los nuevos conocimientos sean relevantes para el estudio de los hechos y fenómenos que nos ocupan y contengan conceptos y proposiciones importantes. Que el alumno este motivado y decida establecer de forma consciente y deliberada relaciones entre lo que ya conoce y la nueva información Por tanto, para facilitar el aprendizaje comprensivo de los estudiantes durante y a partir de la lección magistral hay que: Organizar el contenido y estructura de la exposición de modo que sea significativa e interesante Debe asegurarse el ganar y mantener su atención Las ideas y hechos presentados hay que relacionarlos intencionadamente con los conocimientos previos que puedan tener los alumnos Además, como consecuencia de esa interacción entre lo personal y el marco en el que se produce el aprendizaje, hemos de insistir en algunos aspectos básicos (Zabalza, 2002): a) El aprendizaje está condicionado por todo el conjunto de capacidades y habilidades que poseen los alumnos y que utilizan como estrategia de uso. Pero en ocasiones, aunque tienen la capacidad necesaria para hacer algo, no lo hacen porque no saben cómo hacerlo. Les falta la estrategia para hacer uso de sus conocimientos y habilidades. b) El aprendizaje es también producto de la práctica del alumno, del tipo de trabajo que se le pide que realice y de las condiciones en las que lo haya realizado. Las actividades prácticas y como se manejan por los profesores constituye un recurso fundamental par el aprendizaje. c) El aprendizaje está influido por la percepción de la tarea y los procesos instructivos que tengan los estudiantes. La primera se refiere a cómo los estudiantes “entienden” el trabajo a realizar, que no siempre coincide con la 7 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) intención del profesor al organizarla. La segunda se refiere a las estrategias que emplean para aprender y, en este sentido, se han descrito distintos estilos, entre ellos: Superficial: cuando se afronta el aprendizaje con la intención de completar la tarea y superarla, sin necesidad de entenderlo o trabajarlo en profundidad. Profundo: cuando se afronta en profundidad la tarea o material de aprendizaje, tratando de identificar sus puntos clave, principios subyacentes a las cuestiones planteadas, alternativas de solución... Estratégico: basado en el logro, con la intención de obtener el máximo rendimiento en las condiciones que se le ponen. El tipo de aprendizaje, superficial o significativo, logrado depende en buena parte de lo que sus profesores le pidan. d) Importancia del feedback en los procesos de aprendizaje. En el dominio cognitivo sirve como indicación y guía del camino a seguir, en el dominio afectivo ejerce una notable influencia por los sentimientos de éxito o fracaso. 4. Hacia una lección expositiva y activa: algunos aspectos básicos Todo lo anterior nos lleva a considerar una serie de aspectos básicos necesarios para ayudar a los estudiantes a aprender en y desde las clases magistrales convirtiéndolas en lecciones más activas: 1. Diagnosticar qué es lo que el alumno sabe. Para ello podemos introducir diferentes técnica y actividades al inicio, como: hacer preguntas a todo el grupo, fomentando la aportación de ideas por todos los miembros (torbellino de ideas); pedir que recuerden lo que saben sobre el tema; pedir que expresen su grado de acuerdo o desacuerdo con determinadas proposiciones sobre los contenidos a trabajar; plantear problemas a resolver de dificultad creciente; pedir que elaboren un mapa de conceptos con sus ideas sobre el tema, etc. 2. El profesor debe favorecer el protagonismo de los estudiantes motivándoles y propiciando su participación activa. 2.1 La motivación en la exposición es un objetivo prioritario tratando de crear en el alumno intereses, inquietudes, etc. por el objeto de estudio. A través de su experiencia, de su capacidad científica, de su capacidad de lograr una comunicación afectiva, el docente intentará conseguir en el alumno un interés por el aprendizaje. Por ejemplo, a través del planteamiento de problemas, cuestiones o hechos que puedan interesar intelectual y afectivamente al alumno, y que justifiquen la utilidad de los nuevos conocimientos. Si el alumno no encuentra sentido a los contenidos de enseñanza difícilmente realizara el esfuerzo de aprenderlos comprensivamente. 2.2 La introducción de otras tareas y actividades intercaladas con la exposición nos ayudará a renovar la atención, también a generar interés, a dar oportunidades para 8 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) que los estudiantes piensen y a obtener un feedback de su grado de seguimiento y comprensión. Con ello se pretende sumar a la exposición del profesor la actividad de aprendizaje del alumno a través de tareas que el mismo pueda realizar Ante las posibles reticencias que un profesor pueda tener para introducir otras actividades, por motivos como: se pierde más tiempo y disponemos de poco, los estudiantes no participan, se puede perder el control de la clase,... hay que argumentar con motivos como: la importancia de favorecer el aprendizaje, la necesidad de favorecer la implicación del alumno, la necesidad de que las actividades deben estar programadas, integradas y controladas por el profesor, para evitar la dispersión y la dilatación del tiempo previamente estimado. Las actividades que más frecuentemente se pueden incorporar al desarrollo de la lección expositiva están relacionadas con: La utilización de preguntas para adquirir información del alumno, promover su reflexión y construcción del conocimiento (Al final realizaremos algunas consideraciones sobre la técnica de las preguntas) El planteamiento y resolución de problemas, fomentando la aplicación y funcionalidad de los nuevos conocimientos (En otro taller se profundizara en la utilización de los trabajos prácticos). Actividades tanto individuales como en grupos cooperativos buscando interacciones múltiples en el aula y estableciendo un clima de diálogo. 3. El profesor debe promover un adecuado clima, a través de un esquema de relaciones comunicativas, afectivas y de poder, donde nadie tenga miedo a exponer sus ideas o plantear cuestiones, pero estableciendo unas “reglas de juego” aceptadas por el alumno. 4. La organización de los contenidos de la lección y su comunicación ha de ser lógica y comprensible. La organización lógica del contenido está determinada por la propia estructura conceptual de la disciplina, pero su adecuación al alumno requiere contemplar cuáles son los conocimientos previos necesarios en el estudiante y que se favorezca su activación y que se relacione con la nueva información. Cada nuevo contenido de enseñanza debe apoyarse y relacionarse explícitamente con conocimientos anteriores. El profesor al seleccionar y estructurar el contenido de enseñanza ha de realizar una “transposición didáctica” (utilizando la terminología de Chevallard, 1991) en la que reelabore el conocimiento científico, de forma que sea accesible al alumno, seleccionando los aspectos fundamentales de cada teoría o modelo, siendo a su vez relevantes y útiles para el alumno en la elaboración de explicaciones sobre los objetos de estudio. 9 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) La utilización de esquemas organizativos del contenido, en forma de estructuras conceptuales (como los mapas de conceptos de Novak, donde se reflejan las relaciones fundamentales y jerárquicas, redes, diagramas..., introducidos en el taller de Análisis del contenido de enseñanza), constituye una herramienta didáctica de gran utilidad para evitar la disgregación de los conocimientos y su mera acumulación como compartimentos estanco, para identificar y facilitar la activación de conocimientos previos necesarios, y para dirigir la atención sobre los aspectos más relevante de la información que se presenta. 5. Utilizar “organizadores previos”. Cuando respecto a un nuevo contenido de aprendizaje el alumno no tiene conocimientos previos relacionables, o su activación es improbable, es preciso recurrir a un “organizador previo” (Novak, 1998). El organizador previo tiene como objetivo establecer un puente entre lo que el alumno sabe y lo que necesita saber para aprender comprensivamente los nuevos conocimientos. Estos constituyen un pequeño segmento de enseñanza, que se plantea al inicio de la lección, y que constituye la idea más general del contenido de esa unidad. Mapas conceptuales con pocos conceptos, pero los más generales y relevantes del nuevo contenido, o Uves de Gowin (Novak y Gowin, 1988), incorporando los hechos que se estudian y los procesos más significativos de construcción del conocimiento sobre ellos, pueden constituir poderosos organizadores previos. 6. Contemplar tanto la construcción del conocimiento como la competencia de utilizarlo y expresarlo, ya que ambos son aspectos fundamentales del aprendizaje y habitualmente incidimos en la primera, pero apenas dedicamos tiempo a desarrollar las habilidades que requiere la construcción de respuestas. Es necesario dedicar tiempo suficiente para que los alumnos utilicen y consoliden los aprendizajes con una práctica reiterada del conocimiento. 7. La importancia del factor perceptivo de las tareas y la forma en que condiciona el estilo de aprendizaje que cada estudiante utiliza, ponen de manifiesto la necesidad de clarificación de qué hacemos y para qué lo hacemos y la importancia de la actuación orientada por el profesor, con respecto al proceso que los estudiantes realizan. Otros aspectos a considerar en el desarrollo de la técnica expositiva En cualquier momento de la secuencia expositiva hemos de contemplar otros aspectos como: El apoyo de imágenes visuales: el uso de la pizarra, transparencias, diapositivas..., permite al que escucha variar su atención y, a su vez, centrarla en los aspectos más relevantes. Facilita la comprensión y retención de lo expuesto. (En otro taller se profundizará en estos aspectos) 10 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) La utilización de guiones y texto de la lección: un elemento que ayuda al seguimiento por los alumnos de la exposición es que dispongan, desde el comienzo, de un plan de la exposición. Le permite conocer el esquema global, conocer hacia donde se va, ubicarse en cada momento, sobre todo tras situaciones de pérdida de atención. Disponer del texto escrito evita el agobio que a menudo supone tomar apuntes, sin dejar cosas sin tomar, favoreciendo la atención sobre la exposición, con la ventaja de poder marcar sobre él aclaraciones sobre las cuestiones más complejas o los aspectos más importantes. La voz: es importante tener el volumen adecuado y modularla para tener diferentes registros, ya que la voz monótona no favorece que el alumno mantenga la atención. Llamadas de atención, pausas y silencios, subir y bajar el tono, hacer inflexiones y enfatizar algo, interrogaciones, etc., son algunos recursos a utilizar. El cuerpo: también el manejo de este es importante, En general es más fácil captar la atención hablando de pie, o incluso moviéndose, que hacerlo sentado, sobre todo si se mantiene inmóvil en el asiento. Otros aspectos formales a cuidar son: Espontaneidad en la expresión (naturalidad) Dicción clara (vocalizar) Convicción de lo que se transmite (entusiasmo moderado) Autocontrol del profesor (temporal y emocional) Respeto a los alumnos Ritmo de exposición adecuado a la atención y capacidad de los alumnos para comprender y poder seguir la explicación. 5. Planificación y desarrollo de la lección expositiva y activa Un tema o lección es una unidad de enseñanza estructurada en torno a un esquema conceptual previamente delimitado sobre un objeto de estudio, cuya extensión es variable, en función de la amplitud y complejidad dicho esquema, y ni tiene por qué corresponderse con la sesión de clase, ni su desarrollo ha de ser exclusivamente expositivo. Desde las consideraciones anteriores, sobre la necesidad de utilizar estrategias más activas para el alumno, planificar la lección va más allá de la preparación de la exposición, aunque ésta sea la técnica fundamental de presentación de su contenido. Por tanto, planificar una lección expositiva y participativa supone: Decidir cuáles son los objetivos o finalidades de la enseñanza que vamos a desarrollar Decidir la organización del contenido, en base a lo que queremos que los estudiantes aprendan 11 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) Establecer una secuencia de enseñanza, con diferentes fases de la exposición y otras actividades, con objetivos didácticos diferentes. Diseñar aquellas cuestiones y actividades que vamos a intercalar con nuestras exposiciones, así como aquellas otras que puedan realizarse como trabajo personal, fuera de las sesiones presenciales, o durante el desarrollo de créditos prácticos complementarios. Preparación del contenido En cuanto a la organización del contenido, la experiencia indica (Novak, 1998) que muchos profesores, especialmente noveles, se centran más en cómo enseñar un tema concreto (cuál es la estructura lógica más adecuada de la disciplina, cuáles son los conceptos más relevantes...) que en lo que se necesita para que el alumno lo aprenda (cómo relacionarlo con sus conocimientos previos, cuáles son los aspectos más problemáticos, a través de qué técnicas podemos mejorar su comprensión... ). Las consecuencias a largo plazo para muchos de ellos son un distanciamiento progresivo de los alumnos, con una falta manifiesta de empatía y de apoyo emocional ante el esfuerzo que deben realizar para construir y reconstruir sus marcos de conocimiento. Por tanto, al preparar el contenido hay que considerar aspectos relativos a la disciplina y a las posibilidades de aprendizaje por el alumno. Los objetivos formativos de la enseñanza universitaria, los ámbitos de conocimiento de nuestra disciplina (su marco teórico, sus estrategias de construcción del conocimiento, las actitudes científicas y hacia la propia disciplina) y, en concreto, los aspectos más relevantes del conocimiento sobre un tópico u objeto de estudio, nos proporcionan diferentes criterios para el análisis del contenido de enseñanza y tomar decisiones sobre su selección, secuencia y organización, tanto a nivel de la elaboración de los programas de las asignaturas como para cada uno de sus temas o lecciones (Taller: Análisis del contenido de enseñanza). Por tanto, son criterios que han de guiar nuestras decisiones en los diferentes aspectos que hemos de considerar al preparar el contenido, como son: Decidir qué contenido quiero que los estudiantes aprendan Considerar los centros de interés del alumno en relación con la lección Organizar las distintas ideas que queremos que formen parte del contenido Adecuarlo a las características del alumno (nivel, conocimientos previos pertinentes, requisitos de aprendizaje..) Ordenarlo de forma lógica y secuencial (avanzar de lo simple a lo complejo, de lo general a lo específico, de lo concreto a lo abstracto son distintas formas de ordenación) Fijar y destacar claramente lo importante Diseñar el esquema de la lección y elementos organizadores Establecer relaciones con otras partes de la asignatura y con otras disciplinas Escribir la lección Una alternativa al tradicional listado de epígrafes o temáticas para la identificación de los contenidos es hacerlo en base a las “cuestiones clave” o preguntas, que se 12 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) pretenden contestar con el desarrollo de la lección. Nos obliga a organizar la lección de forma que trate de dar soluciones a los problemas o cuestiones suscitadas en torno al tema de estudio, posibilitando la participación del estudiante en la elaboración de hipótesis ante las cuestiones planteadas. En cuanto a la organización del desarrollo del contenido algunos autores han diferenciado dos grande modelos: Centrado en el desarrollo de ideas y teorías. En el que se comienza con el planteamiento de las ideas más generales a desarrollar y posteriormente se profundiza en la explicación y definición de sus aspectos particulares, analogías, ejemplos y datos que apoyan la teoría. Al final se resumen las ideas fundamentales y se retoma la generalización inicial. Centrado en la resolución de problemas. En el que se comienza con el planteamiento de un problema, que ha de ser significativo para el alumno y debe permitir la implicación de estos en la solución del mismo. El aporte de información y explicación por el profesor, junto con otro procedimiento de trabajo, van surgiendo en los diferentes pasos necesarios para su solución, desde los datos e hipótesis iniciales hasta la toma de decisiones y conclusiones A partir de aquí hemos de preparar su desarrollo en el aula en función de la reconstrucción de los conocimientos que tiene que hacer el alumno durante el proceso de aprendizaje, de los recursos didácticos a utilizar y condicionamientos del aula. Secuencia de la exposición / lección El desarrollo de la lección debe contemplar diferentes fases. Con independencia de la terminología y número de fases que establezcamos en la secuencia, por ejemplo: introducción, explicación, aplicación y conclusión, lo importante son los objetivos didácticos que nos marcamos en cada momento. La secuencia o esquema de la lección que proponemos contempla las siguientes fases: 1. Fase de iniciación o introducción, cuyos principales objetivos son: • Situar la lección presentando los objetivos a conseguir: ¿Qué vamos a hacer y para qué? • Contextualizar el contenido de la lección relacionándolo con otros conocimientos y temáticas trabajadas anteriormente • Plantear la organización del contenido, utilizando un esquema claro del mismo. Es necesario, además, plantear este avance como un “organizador previo” que facilite la relación de los nuevos conocimientos con los que posee el alumno • Motivar al alumno por el contenido • Dar oportunidad para que los alumnos activen sus ideas previas en relación con el tema y sean conscientes de ellas. Así como comprobar si, al menos, tienen los conocimientos mínimos necesarios para introducir los nuevos conocimientos. 13 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) La utilización de informaciones y esquemas realizados por el profesor; el planteamiento de preguntas y situaciones problemáticas, teóricas o experimentales; coloquios; debates y puestas en común; presentación y análisis de hechos o datos de interés para el tema; etc., son tipos de actividades que podrían utilizarse en esta fase. 2. Fase de desarrollo de los nuevos conocimientos, cuyos objetivos serán: • Exponer y explicar los contenidos • Establecer relaciones entre la nueva información y los conocimientos previos relevantes para facilitar su asimilación • Incidir en la utilidad de los nuevos conocimientos Su estructuración depende del tipo de información y explicación que se va desarrollar, pero algunos aspectos a tener en cuenta son: a • Plantear un enfoque progresivo para los contenidos complejos a través de aproximaciones sucesivas. • Utilizar repeticiones y ejemplificaciones diversas para facilitar la comprensión • Concentrar la atención sobre los aspectos más relevantes mediante recapitulaciones, resúmenes, repeticiones o focalizaciones y el apoyo recursos audiovisuales. • Realizar resúmenes para integrar los contenidos y compendiar lo importante. • Utilizar diferentes estímulos para mantener un buen nivel de atención, tanto cambiando el tipo de actividad como con el manejo de la voz, los gestos y desplazamientos. • Fomentar la participación y reflexión mediante la utilización de preguntas y otras actividades. Utilización de información de diferentes fuentes, planteamiento de situaciones (hechos, datos, ejemplos...) que provoquen conflicto con lo que el alumno sabe, análisis de datos, resolución de problemas, observaciones, exploraciones,.. son ejemplos de posibles actividades a compatibilizar con la exposición en esta fase. 3. Fase de aplicación de las nuevas ideas, cuyos objetivos son: • • • Utilizar los conocimientos en diferentes situaciones para facilitar su comprensión y retención Resolver problemas teóricos o prácticos Ampliar y consolidar los conocimientos introducidos. En función de la organización de los créditos de la asignatura, y de la existencia de otras asignaturas prácticas que estén relacionadas con ella, esta fase puede desarrollarse por completo de forma integrada con las otras, contemplando así conjuntamente los créditos teóricos y prácticos, o bien que esta fase se complete paralelamente en los créditos prácticos y/o asignatura práctica relacionada. En este segundo caso, aunque las actividades de aplicación a realizar por los alumnos se 14 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) planteen fundamentalmente fuera de esta secuencia, no evita que se deban realizar algunas actividades, aunque sea por el profesor, en las que se ejemplifique la utilidad de los nuevos conocimientos en situaciones diversas y se clarifiquen estos, aunque las actividades de consolidación por los alumnos se realicen posteriormente El planteamiento y resolución de problemas concretos y de situaciones problemáticas más abiertas por el profesor y los alumnos, la realización y análisis de trabajos prácticos diversos (bibliográficos, experimentales,...) son ejemplos de tipos de actividades para esta fase. 4. Fase de conclusión, donde los principales objetivos son: • Resumir y destacar las principales ideas desarrolladas en las fases anteriores • Revisar la evolución y comprensión de conocimientos en el alumno Realizar al final de la lección una rápida recapitulación facilitará la integración de los puntos más relevantes. Controlar si los contenidos han sido comprendidos por los alumnos permitirá evaluar la lección impartida para su posterior mejora o proporcionar clarificaciones o nuevas actividades si se considera necesario. Consideraciones finales La función principal de la técnica expositiva se fundamenta en tres pilares básicos: motivar al alumno, organizar los contenidos y facilitar información y comprensión. Junto a ello, el profesor debe aprovechar el alto grado de utilización de esta técnica para orientar a los alumnos en su aprendizaje y ayudarles a desarrollar capacidades intelectuales que mejoren su rendimiento. Capacidades para resumir, interpretar, aplicar, analizar, diferenciar lo importante, integrar, valorar, desarrollar la memoria y el pensamiento lógico, etc. Como señala J. A. Sánchez, junto con la transmisión de conocimientos, lo que verdaderamente debería justificar la lección expositiva, como toda actividad docente, y hacia lo que todo profesor debería dirigir su atención, es lograr en el alumno: Una capacitación para profundizar en las materias estudiadas Una actitud que le lleve a conocer el objeto de su estudio, más allá del periodo de aprendizaje formal En definitiva, la utilización de la lección expositiva debe servir también para enseñar a aprender. 6. Estrategias para el análisis y evaluación de la Clase Magistral Observar y analizar es la base de la evaluación, y para ello hay que distinguir entre observar y analizar el proceso y el resultado de la lección magistral. El proceso puede ser evaluado por los alumnos, por otros profesores y, si se graba, puede ser evaluado por uno mismo. Los resultados se miden por los conocimientos 15 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) desarrollados por los alumnos, aunque hay que tener en cuenta que estos dependen también de otras variables. (Técnicas para su evaluación serán abordadas en otro taller) Centrándonos en la evaluación del proceso, ésta puede ser informal, a través de la observación y reflexión posterior sobre la clase, o sistemática utilizando una guía de observación y análisis de la lección expositiva. La evaluación informal a través de la observación puede realizarse por el profesor, sobre su propia acción, y por los alumnos durante el desarrollo, tomando ideas que puedan servir para su mejora. Interés y atención generado, dificultades de comprensión, funcionamiento del grupo..., son aspectos sobre los que tomar nota si consideramos necesario su modificación.. También la reflexión posterior a la clase sobre aspectos particulares del desarrollo, bien por el profesor o por el alumno, que pueden recogerse en un diario de la misma, puede ser de gran utilidad para su mejora. La evaluación a través de la observación sistemática, directamente por un observador o a través de una grabación en video, requiere de una guía estructurada. La guía puede tener diferentes dimensiones y variables en función de cuáles sean los aspectos más relevantes de la lección expositiva que queramos tomar como referencia para su análisis. En base a las propuestas que en los puntos anteriores hemos ido realizando sobre ella, vamos a presentar una posible guía estructurada en torno a cuatro dimensiones, que agrupan las diferentes variables que pueden ser referentes para el análisis. Las tres primeras se refieren a las fases que establecimos anteriormente para definir la secuencia de la lección: la introducción de la lección, el desarrollo y aplicación de los contenidos y la conclusión de la lección. A su vez, los ítems (variables) de la segunda dimensión, (desarrollo y aplicación) se organizan en torno a dos partes: una relativa a la estructuración del contenido y la otra referida a la motivación y participación del alumno. La cuarta dimensión se refiere a otros aspectos a contemplar sobre la exposición. Para cada uno de los ítems (que se refieren a una variable a observar) el registro de la observación puede ser de Si o No, si sólo constatamos su presencia o ausencia en el desarrollo de la lección, o puede recogerse en una escala de 1 a 5 (de nada a mucho), según el grado en que nos parece que se tiene en cuenta y se realiza adecuadamente la característica reseñada en el ítem. Guía de análisis y evaluación de la Lección Expositiva y Activa I. 1. 2. 3. 4. Introducción de la Lección Establece relación con el grupo (iniciación) Presenta los objetivos de la lección (objetivos) Trata de captar el interés y atención por el tema (motivación) Sitúa el tema en el contexto de la asignatura (contextualización) 16 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) 5. Presenta un esquema claro de la lección y organizador previo (organización del contenido) 6. Plantea cómo se va a desarrollar el tema (organización de la metodología) 7. Orienta sobre los criterios de evaluación del tema (orientación de la evaluación) 8. Da oportunidad para activar los conocimientos previos de los alumnos (activación de conocimientos) Hace referencia a contenidos antes desarrollados necesarios para comprender el tema (establecimiento de conexiones) Indaga en los conocimientos básicos (requisitos de aprendizaje) de los alumnos necesarios para comprender la lección (evaluación: diagnóstico inicial) Indaga sobre los conocimientos previos que los alumnos tienen sobre los nuevos contenidos de la lección (Evaluación: diagnóstico inicial) II. Desarrollo y aplicación de los contenidos de la lección II-1. Estructuración del contenido 1. Utiliza un esquema o guión organizado (organización) 2. Destaca lo más importante para concentrar la atención (focalización) 3. Repite los puntos básicos para favorecer la retención (fijación) 4. Favorece la relación de los contenidos mediante el establecimiento de nexos o puntos de enlace (relación) 5. Realiza resúmenes intermedios para favorecer la integración de los contenidos (integración) 6. Los contenidos son presentados con una complejidad progresiva (progresión) 7. Presenta el contenido con claridad y lenguaje preciso (claridad) 8. Proporciona material impreso y/o bibliográfico (material de apoyo) 9. Plantea ejemplos de aplicación de los conocimientos (aplicación) 10. Plantea cuestiones y problemas teóricos o prácticos a resolver por los alumnos (aplicación) II-2. Motivación y participación del alumno 1. Utiliza analogías y ejemplos clarificadores (ejemplificación) 2. Utiliza diferentes técnicas para favorecer la participación (flexibilidad) • Plantea preguntas • Usa técnicas de grupo 3. Controla la comprensión de los alumnos y la información que reciben (seguimiento del alumno) 4. Utiliza diferentes estímulos para favorecer la atención (variación de estímulos) • Uso adecuado de recursos visuales (pizarra, transparencias..) • Proporciona a los alumnos un guión de la exposición 5. Muestra entusiasmo y convicción en lo que transmite (convicción) 6. Muestra una actitud positiva hacia las intervenciones de los alumnos (relación profesor-alumnos) III. Conclusión de la lección 17 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) 1. Realiza un resumen final estableciendo conexiones de los contenidos (recapitulación) 2. Enfatiza las ideas principales (fijación) 3. Proporciona ocasión para hacer preguntas y resuelve dudas (aclaración) 4. Plantea cuestiones para revisar la evolución de la comprensión de los alumnos (evaluación: diagnóstico final) 5. Revisa el proceso seguido en la lección comparándolo con el esquema inicial (control del proceso) 6. Establece conexiones con la lección siguiente (establecimiento de conexiones) IV. Control de la exposición 1. La velocidad de la exposición es adecuada para la comprensión de las ideas (ritmo) 2. Muestra seguridad y dominio en los contenidos (capacidad científica) 3. Utiliza una dicción clara, cuidada y audible (dicción) 4. Expresa las ideas con facilidad y fluidez (fluidez) 5. Usa adecuadamente la expresión corporal: gestos, posición y movimiento en el aula... (lenguaje corporal) 6. La expresión es amena: utiliza anécdotas, variaciones en el tono de voz... (amenidad) 7. Técnica de preguntas Como hemos comentado, durante la enseñanza, los profesores deben fomentar la participación activa de los estudiantes mediante el planteamiento de interrogantes, para favorecer el aprendizaje. La formulación de preguntas se convierte así en una técnica de gran importancia en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y en especial para, intercaladas con la exposición, hacer las lecciones magistrales más participativas. Para conseguir este objetivo debemos saber (Morgan y Saxton, 1991) que: Las buenas preguntas son las que generan en los alumnos reflexiones e interés por responderlas. Realizar una buena pregunta lleva tiempo. Las ideas necesitan expresarse y exponerse. Realizar buenas preguntas supone: • Paciencia para esperar la contestación. • Saber escuchar para saber responder. • La estrategia de “devolver la pregunta” hace que los alumnos perciban el aprendizaje como un diálogo donde cada uno expone sus ideas y pensamientos. Adoptar ante las preguntas una actitud de investigación y descubrimiento junto a los alumnos. Como la clase llega a ser un intercambio de ideas, hay que adoptar un nuevo estilo de enseñanza, cubrir las expectativas, evaluar la técnica y ajustar el programa. 18 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) Las preguntas pueden generar distintos tipos de pensamiento en su contestación y, por tanto, pueden estar dirigidas a lograr distintos objetivos educativos. Así podemos considerar: 1. Cuestiones para obtener información, extraer conocimiento (recordar). Requieren que el alumno recuerde o reconozca información. Su respuesta implica habilidades como recordar, reconocer, identificar y definir. Las preguntas suelen ser del tipo: ¿quién? ¿qué? ¿cuándo? ¿dónde?... 2. Cuestiones que miden la comprensión (comprender). Requieren que el alumno traslade información de una forma a otra, que interprete y que descubra relaciones en la información. Su respuesta implica habilidades como redactar, comparar, explicar, interpretar, describir, ilustrar, asociar y diferenciar. Las preguntas suelen ser del tipo: ¿qué significa? ¿cuál es la diferencia? ¿cuál es la idea principal? ¿cómo lo puedes explicar? 3. Cuestiones que requieren aplicación (solucionar). Piden que el alumno aplique sus conocimientos en la solución de problemas. Su respuesta implica habilidades de solución de problemas, poner ejemplos, clasificar, seleccionar, transferir, aplicar, hipotetizar y relacionar. Las preguntas pueden ser del tipo: ¿qué podría pasar si...? ¿si... como puede...? ¿qué seleccionarías para...? ¿cómo podría ser...? 4. Cuestiones para fomentar el análisis (razonar). Requieren que el alumno descomponga la información en sus diferentes partes viendo la relaciones existentes. Su respuesta implica habilidades de analizar, demostrar lo evidente, sacar conclusiones, razonar lógicamente, razonar críticamente, inferir y ordenar. Las preguntas pueden ser del tipo: ¿por qué? ¿cómo si? ¿cuál fue la propuesta...? ¿cómo asumimos que..? ¿qué podemos deducir de...? 5. Cuestiones que invitan a la síntesis (crear). Pide que se hagan inferencias, se resuelvan problemas..., a través de la producción de comunicaciones originales e imaginativas. Su respuesta implica habilidades de crear, integrar, combinar, predecir, diseñar, desarrollar, mejorar, reflexionar y suponer. Las preguntas pueden ser del tipo: ¿cómo podríamos hacer que..? ¿supones que...? ¿cómo puede ser que..? ¿qué ocurriría si..? ¿cómo resolveríamos...? 6. Cuestiones que promueven la evaluación (juzgar). Invitan al alumno a realizar juicios de valor fundamentados en su conocimiento. Su respuesta implica habilidades de resumir, juzgar, defender, evaluar, argumentar, razonar, valorar, criticar, aplicar, seleccionar, deducir y decidir prioridades. Las preguntas pueden ser del tipo: ¿cuál es el mejor...? ¿estarías de acuerdo con..? ¿podría ser mejor si...? ¿cuál es tu opinión sobre..? ¿estás de acuerdo con...? Otras clasificaciones de tipos de preguntas interesantes de tener en cuenta en función de su complejidad y, por tanto, por su exigencia al alumno son: 19 PLAN DE FORMACIÓN INICIAL DEL PROFESORADO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA (FIPRUMU-7) Preguntas abiertas o cerradas, según el grado de libertad que el alumno tiene para su respuesta: en las primeras tiene cierto grado de libertad y en las segundas elige una entre las distintas opciones que el profesor le presenta. Preguntas convergentes o divergentes. Con las primeras se pretende una respuesta convencionalmente aceptada, a partir de una información dada. Con las segundas se busca, a partir de esa información, respuestas originales y creativas. Preguntas de alto nivel o bajo nivel. Las primeras son más complejas, reflexivas y exigen un pensamiento abstracto para aplicar el conocimiento, solucionar problemas, analizar... Las segundas son más memorísticas o de mera traslación. Lo ideal sería hacer preguntas de las distintas categorías para ayudar a los alumnos a procesar las ideas en distintos niveles cognitivos, potenciando así sus capacidades intelectuales. 8. Bibliografía Brown, G. (1978) Lecturing and explaining. London. Methuen Chevallard, Y. (1991) La transposition didactique. Grenoble, La pensée sauvage Cruz, M.A. (1981) Didáctica de la lección magistral. Madrid. INCIE. Joyce, B. y Weil, M. (1985) Modelos de enseñanza. Madrid. Anaya Morgan, N. y Saxton, J. (1991). Teaching questioning and learning. London. Routledge. Novak. J.D. (1998) Conocimiento y aprendizaje. Madrid. Alianza. Novak, J. D. y Gowin, D. B. (1988) Aprendiendo a aprender. Barcelona. Martínez Roca. Ogborn, J,; Crees, G.; Martins, I. Y McGillicuddy, K. (1998). Formas de explicar. La enseñanza de las ciencias en Secundaria. Madrid. Santillana. Aula XXI Pozo, J. I. y Gómez Crespo, M. A. (1998) Aprender y enseñar ciencia. Madrid. Morata Sánchez, J. A. (1999) “La técnica expositiva”. Documento del curso “La Lección Magistral”. Murcia. Zabalza, M.A. (2002). La enseñanza universitaria. El escenario y los protagonistas. Madrid. Narcea Vazquez, G. (coord..) (2001). El discurso académico oral. Guía didáctica para la comprensión auditiva y visual de las clases magistrales. Madrid. Edinumen 20