la figura de raoul dufy como diseñador de tejidos entre los

LA FIGURA DE RAOUL DUFY COMO
DISEÑADOR DE TEJIDOS ENTRE LOS
MUEBLISTAS Y DECORADORES CATALANES
DE LOS AÑOS VEINTE: EL CASO DE ANTONI
BADRINAS
ESTER BARÓN BORRÁS
UNIVERSITAT DE BARCELONA
[email protected]
La figura de Raoul Dufy como diseñador de tejidos entre los mueblistas y decoradores catalanes de los años
20 el caso de Antoni Badrinas by Ester Barón Borrás is licensed under a Creative Commons ReconocimientoNoComercial Sinobraderivada 4.0 Internacional License.
ABSTRACT
Este estudio pretende mostrar el interés que despertó el diseñador textil Raoul Dufy entre los mueblistas y
decoradores catalanes de los años veinte como Antoni Badrinas que utilizó sus telas en sus proyectos,
contribuyendo a la difusión de sus diseños.
La colección de tejidos de Raoul Dufy para la casa de sederías Bianchini-Férier de Lyon llegó a Barcelona a
través de la Exposición Internacional del Mueble y Decoración de Interiores de 1923 en la que el mueblista y
ensemblier Antoni Badrinas participó como miembro del jurado gratificador y donde pudo conocer de
primera mano el trabajo del diseñador francés.
A través de dos de sus proyectos decorativos –una torre de veraneo, la casa Solimar de Caldetes y la casa del
pintor Josep Obiols- podemos ver cómo Badrinas quería elevar el nivel artístico de los interiores de acuerdo
1
con la vida moderna y las telas diseñadas por Dufy eran las más adecuadas para decorar una casa. A su vez,
se quiere analizar la recepción crítica que recibió como decorador moderno en las revistas catalanas de arte,
arquitectura y moda de la época.
Raoul Dufy puso su arte al servicio de la industria diseñando tejidos para ropa femenina, muebles y
decoración, compaginando las técnicas tradicionales como la estampación manual con las industriales más
modernas, en definitiva siendo capaz de combinar elementos de una sensibilidad moderna con las puras
tradiciones de los bellos oficios.
Por lo tanto, el acercamiento a su obra como diseñador de tejidos es esencial para comprender la interacción
entre las diferentes técnicas artísticas, borrando todo límite preciso entre el pintor y el decorador, entre
tradición y modernidad, hecho que a su vez, nos ayuda a entender la gran aceptación que tuvo entre una
generación de artistas, mueblistas y decoradores catalanes de los años veinte.
TEXTO PRINCIPAL
Raoul Dufy1(Le Havre 1877-Forcalquier 1953) fue un pintor, acuarelista, grabador, ilustrador, diseñador de
tejidos, pintor de cartones para tapices y cerámica. Mantuvo intensas relaciones artísticas y de amistad con
artistas catalanes como el ceramista Josep Llorens Artigas con quien colaboró en la decoración de muchas de
sus piezas, también con el arquitecto, urbanista y paisajista Nicolau Mª Rubió i Tudurí trabajando los tres
juntos en la realización de los novedosos “jardincitos de salón” a su vez, fue admirado por los miembros de
la “Agrupació Courbet” sobre todo Josep Francesc Ràfols y Enric Cristòfor Ricart que reconocieron su obra
como grabador.
En nuestro país fue principalmente a través de la Exposición Internacional del Mueble y Decoración de
Interiores de Barcelona de 1923 que se pudo conocer su trabajo como diseñador de tejidos, asimismo, a
partir de entonces y de su éxito en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas
de París de 1925 las revistas catalanas de arte, arquitectura y moda de la época publicaron sus diseños
siendo considerado el gran decorador moderno.
Raoul Dufy diseñador: del grabado en madera a la estampación de tejidos
Raoul Dufy llegó al diseño de tejidos a través del grabado en madera donde se inició en 1907 de la mano de
su amigo el poeta Fernand Fleuret, ilustrando su opúsculo de poemas Friperies. En Múnich conoció esta
técnica de los expresionistas alemanes y a su regreso realizó cuatro planchas aisladas: “La Danza”, “El
Amor,””La Pesca” y “La Caza” que le servirían posteriormente de inspiración para la estampación de tejidos.
1
Sobre las relaciones de Raoul Dufy con los artistas catalanes véase nuestro artículo (Barón 2010:37-81)
2
Primer simposio de la FHD Modernos a pesar de todo, 2016, Barcelona.
En 1910 Raoul Dufy recibió el encargo del poeta Guillaume Apollinaire para ilustrar su libro de poemas Le
Bestiaire ou Cortège d’Orpheé, después de la renuncia de Pablo Picasso. Le Bestiaire contenía un total de
treinta grabados y durante su realización Dufy se interesó por las obras impresas de la tradición popular
como aleluyas, almanaques, gozos, estampas y romances, así como por las imágenes de Épinal que le
sirvieron de inspiración. Por lo tanto, su trabajo como grabador en madera supuso para el artista la
recuperación de una técnica antigua al servicio de la modernidad. Sus grabados para Le Bestiaire (Fig.1.)
contenían la mayoría de los temas que el pintor desarrollaría posteriormente como estampador. El libro se
publicó el 11 de marzo de 1911 con un tiraje de 120 ejemplares sin embargo, tuvo un escaso éxito y las
necesidades económicas para poder vivir de su arte llevaron a Dufy al diseño de tejidos y a la colaboración
con el mundo de la industria.
El famoso modisto francés Paul Poiret conoció a Dufy en 1910 y después de ver sus grabados reconoció
rápidamente la extraordinaria maestría del artista. El couturier estaba convencido que la renovación del arte
decorativo había de pasar por los pintores. Juntos crearon la primavera de 1911 un taller de estampación
textil que llamaron “la Petite usine” en la avenida Clichy de París, en donde Dufy dibujaba los diferentes
motivos y los grababa en sellos de madera para la estampación. Así pues, fue Poiret quien sugirió a Dufy la
idea de traspasar los temas de Le Bestiaire a las decoraciones de las telas. Un proceso de creación que iba
del grabado a la tela a través de la estampación manual y la pintura a mano. Produjeron cientos de metros
de lino y seda destinados esencialmente a la confección de ropa diseñada por Paul Poiret para señoras y para
el hogar. Como colaborador de Paul Poiret se convirtió en uno de los diseñadores textiles más destacados
del estampado manual.
Después de trabajar con el gran modisto, Dufy2 firmó un contrato con la fábrica de sederías lionesa AtuyerBianchini-Férier3 para hacer un trabajo de artista-decorador relacionado con las necesidades de la
fabricación y del comercio de los tejidos. Dufy pasó de una fabricación artesanal con el uso de planchas de
impresión en madera a una producción textil industrial. Su colaboración con las sederías lionesas le ofreció
nuevas posibilidades técnicas y vivir de su arte, para ello aceptó el estatus habitual de todos los dibujantes
textiles, el anonimato del creador (Tourlonias y Vidal 1999: 182).
Con el paso del tiempo Dufy, fue ampliando sus conocimientos técnicos y adaptó a los tejidos sus propios
diseños, estudiando los diferentes procesos de la decoración: estampación con moldes, rodillo de madera,
aerógrafo, estarcido, damasco, brocado, espolinado, lamé, bordado; trabajó codo con codo con los
contramaestres y los ingenieros que de esta manera interpretaron perfectamente sus modelos y con el
2
El mes de abril de 1912 se incorporó al número 24bis de la Avenida de la Ópera donde se encontraba la sucursal de
París. Su trabajo se vio interrumpido por la Primera Guerra Mundial, el 1918 se reanudó su colaboración hasta 1928 y
sus últimos proyectos aparecieron en 1930.
3
La empresa fundada el año 1888 por François Atuyer, François Férier y Charles Bianchini se dedicaba a la fabricación de
damascos de seda fina, principalmente para la industria del vestir. En 1912 Charles Bianchini inició una renovación en
los diseños contratando a Raoul Dufy.
3
director de las colecciones Charles Bianchini que le enseñó el mundo de los tejidos y las texturas sobra las
cuales pudo realizar sus diseños4. También tuvo que adaptarse a la fabricación de telas por metros que
imponía unas limitaciones en lo referente a la composición y a la técnica del telar Jacquard a la que adaptó
sus creaciones:
En la composición hay dos maneras igualmente útiles a la industria de dibujar modelos: la que consiste en
componer a partir de las ideas y el material propio, todavía no adaptado al tejido; y la que consiste en
sacar las composiciones ya realizadas y a mejorarlas, en combinarlas o extraer las partes. Aunque esta
última parezca sencilla, se puede poner mucho gusto y experiencia de la técnica, sobre todo cuando se
trata de adaptar esta clase de composiciones a un material nuevo (Tourlonias y Vidal 1999: 184,187).
Los diseños de tejidos de Raoul Dufy en la Exposición Internacional del Mueble y Decoración de Interiores
de Barcelona de 1923
Barcelona no se quedó fuera del interés que la obra decorativa de Dufy despertó entre los mueblistas y
decoradores del momento. Su colección de tejidos para la casa de sederías Bianchini-Férier de Lyon llegó a
nuestro país a través de la Exposición Internacional del Mueble y Decoración de Interiores de 1923, donde la
casa lionesa tuvo un estand con los diseños del artista.
Dufy no firmaba sus composiciones y la fábrica raramente se servía de su nombre como argumento para
vender, un hecho común entre los diseñadores textiles. Nuestros decoradores como Antoni Badrinas que
participó también en la internacional como miembro del jurado del FAD, pudieron conocer de primera mano
los álbumes de muestras de tejidos y sederías para muebles de Dufy que tuvieron un gran éxito. Los tejidos
de la empresa lionesa eran vendidos por todo el mundo gracias a su sólido aparato comercial.
Dentro de la exposición según el convenio entre el comité francés y el comité ejecutivo del mueble, los
expositores franceses constituyeron una sala especial, llamada “Sala Francesa” con una larga lista de firmas
dedicadas al textil, entre las cuales un número importante de sederías de Lyon5, como la “BianchiniFérier6(Bohigas 1930:63). La exposición estaba formada en su mayor parte por estands de firmas comerciales
que pretendían promover sus productos y supuso un primer cambio de actitud de algunos sectores del
público hacia un nuevo concepto de modernidad de tipo cosmopolita en las artes aplicadas.
4
De su producción como diseñador textil se han conservado álbumes de muestras de tejidos, dibujos y diferentes
matrices de madera grabadas para la estampación que constituyen el patrimonio industrial de la empresa (Archives
Bianchini-Férier, Musée des Tissus de Lyon). Se han identificado todos los tejidos realizados por Dufy a partir de sus
composiciones, alrededor de 4.000 diseños textiles.
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Una larga lista de industrias sederas aparecen referenciadas, algunas especializadas en tejidos para muebles y
decoración, otras en telas para vestir : Barret (J.); Bianchini-Férier ; Chatillon ; Mouly, Roussel et Cie ; Descours et
Genthon ; Digonnet (G.) et Cie ; (Av), Fougére Frères ; Gautier (R) et Prelle (A.) ; Gleizel (P.) et Cie ; Les Successeurs de G.
Montessuy ; Marion Ainé et Cie ; Mathieu (V) et ses Fils (Etablissements) ; Société Anonyme des Soieries Téte-d’Or ;
Tassinari et Chantel ; Tronel (F.) et Cie; Truchot (Jean) ; Villaret et Morel Frères i Volay, Biguet et Cie.
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La empresa domiciliada en el número 4 de la rue Vancauson de Lyon se presentaba como especializada en la creación,
la fabricación y la distribución de tejidos de alta gama destinados a la ropa femenina y a los muebles.
4
Primer simposio de la FHD Modernos a pesar de todo, 2016, Barcelona.
El mueblista y ensemblier Antoni Badrinas: un nuevo concepto del hogar moderno
Antoni Badrinas i Escudé7 (Terrassa 1882-Barcelona 1969) fue pintor, ebanista, decorador, coleccionista y
marchante de arte, hijo de una familia de industriales textiles, trabajó junto a su padre, hecho que confirma
su interés por el mundo de los tejidos y la utilización en sus proyectos decorativos. Nos interesa su faceta
como mueblista y ensemblier8 (Fig.2) que lo llevaría a abrir un taller de ebanistería9 en Barcelona en 1921.
Entre 1908 y 1914 marchó a Dresden para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes donde realizó cursos
de ornamentación y arquitectura, según parece el profesor Otto Gussmann lo interesó en la estética de los
productos industriales. A raíz de ello, publicó un extenso artículo en la revista Museum sobre los Talleres de
Arte Industrial Alemán donde Badrinas mostrando un gran interés por el paramento de la casa y las artes
industriales:
Cada pieza de la casa tiene que formar un todo uniforme y harmónico, y las diversas piezas entre sí tienen
que estar igualmente en relación. El artista tiene que construir los modelos, no sólo de los muebles sino
de todos los accesorios. La forma de colocarlos, el color de las paredes, de los cortinajes, del suelo mismo,
tiene que tomarse en consideración, si no se quiere destruir el efecto de los mismos (Badrinas 1913: 390).
Antoni Badrinas, trabajó dentro de la estética y el espíritu del noucentisme y aportó a las artes decorativas
catalanas un aire de modernidad, compaginando la realización de muebles refinados y lujosos de maderas
exóticas junto con muebles sencillos y económicos como los que presentó en el proyecto del concurso “Per
la Bellesa de Llar Humil”10 junto con el arquitecto Lluís Bonet Garí, organizado entre sus miembros por el FAD
previo a la Exposición Internacional del Mueble de 1923.
La prensa reconocía sus habilidades como decorador y mueblista. En el escrito titulado “En el bon camí”
sobre su exposición de muebles en las Galeries Laietanes, se apreciaba el gusto por la sobriedad, el
equilibrio, la proporción, la armonía y la pureza de tipo clásico de sus muebles (D’Ací i d’allà, 1926:771).
Igualmente, con sus conjuntos decorativos de gran simplicidad, elegancia en el diseño y de materiales de
7
Debido a la falta de un estudio de su actividad como mueblista y ensemblier estamos iniciando una investigación
exhaustiva de su producción que nos ayudará a llenar un vacío que consideramos del todo necesario para conocer uno
de los grandes mueblistas e impulsor de iniciativas culturales del período. Sin duda, pensamos que esta investigación
nos ayudará a entender el peso real que tuvo su estancia en Alemania y la influencia que recibió de la Escuela de
Dresden en la realización de sus muebles y en sus proyectos decorativos. Una primera monografía sobre Badrinas fue
escrita por el crítico y pintor tarrasense Rafael Benet (Benet 1926a). La doctora Mireia Freixa fue la comisaria de una
exposición dedicada al mueblista el año 2003 en un primer intento de recuperar su figura (Freixa 2003).
e El decorador llamado en francés décorateur ensemblier más comúnmente ensemblier es el responsable del diseño de
interiores de los conjuntos decorativos: muebles, telas, papel pintado y de la distribución de los diversos objetos
artísticos.
9 En 1920 se trasladó a Barcelona y el 1921 abrió un taller de ebanistería en la calle Neptú 2 y Dr. Rizal, 34 i 36 (cerca de
la Diagonal) y otro en la calle Séneca en 1930. El mes diciembre de 1927 inauguraba una tienda y sala de exposiciones
en la avenida Diagonal 460 el establecimiento “Badrinas Mobles Moderns” el cual estuvo abierto hasta 1937 (La Nova
Revista, 1927: 383).
10 El FAD quería presentarse en la citada exposición con una muestra conjunta centrada en la temática de la vivienda
obrera “Mobiliari i Decoració de la Llar Humil”. Un proyecto de racionalización del mueble y una preocupación social
por la arquitectura y la decoración del hogar a precios económicos (Suárez 2014:105-116).
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gran calidad, Badrinas aportaba la solución moderna al problema de la decoración “la decoració moderna és
partidària de l’austeritat i de la nuesa” (D’Ací i d’Allà 1931:384). En este sentido, se convirtió en un renovador
del gusto barcelonés, los conceptos de orden, calma y bienestar eran la mejor imagen de sus diseños.
Los interiores trazados por Badrinas se componían con sencillez, compostura y modernidad, aunque
evitando con un tacto que nadie como él supo poseer, los excesos ornamentalistas o puramente
accesorios que para tantos son la quintaesencia de cada momento...construía el artista muebles de una
rara y alta calidad estética, de arquitectura perfecta, de una harmonía y proporción impecables...el valor
nunca bastante tenido en cuenta del color, de la textura, de las aguas y matices de las maderas para
lograr una obra sin fallo; las tapicerías que a sus muebles aplicaba, estampadas o tejidas (Cortés 1969:1718).
Un complemento de su mobiliario fue el textil11, introduciendo en Barcelona las sedas de Lyon y las cretonas
diseñadas por Raoul Dufy para la casa Bianchini-Férier. Mostró su interés por el diseñador francés utilizando
sus telas en sus proyectos, contribuyendo en la divulgación de sus diseños: “Ara és un canapè de línies nues,
geomètriques, sense cap tema de lluïment per a l’ebenista o per a l’escultor. Si! però, ha estat entapissat
amb una seda sumptuosa, dibuixada i acolorida per Dufy, una orgia en mig de l’austeritat, una simfonia
furiosa en mig de la remor mansueta” (Myself 1927:268).
Según Badrinas, las telas y la tapicería para muebles y paredes constituían una parte muy importante de la
decoración de la casa: “La labor d’Antoni Badrinas com a ensemblier es distingeix pel seu afany de portar a
les arts decoratives catalanes un aire de modernitat ben entesa. El seu agençament d’habitacions, catifes,
teles estampades, porcellanes, ceràmica i vidres frueixen de gran apreci entre les persones de gust” (Mirador
1930: 9). Por tanto, como admirador de Raoul Dufy, el decorador catalán tenía entre el catálogo de muebles
de su taller muestras de sus telas “tafanejaven pel seu taller admirant els mobles a mig construir, les teles de
Dufy que Badrinas ha adoptat per enriquir els nostres murs” (Baiarola 1925:30).
Así pues, a través de dos de sus proyectos decorativos, la casa Solimar de Caldetes y la vivienda del pintor
Josep Obiols, podemos ver como Badrinas quería elevar el nivel artístico de los interiores de acuerdo con la
vida moderna y las telas de Dufy eran según el mueblista las más adecuadas para decorar un hogar.
La casa Solimar 12 de Caldetes
11 En las revistes catalanas de la época como la prestigiosa D’Ací i d’Allà y la Gaseta de les Arts se publican anuncios
comerciales y propaganda de su tienda especializada también en “telas estampadas”. Además, fue el representante
para toda la península de las telas y papeles pintados DE-TE-KU que habitualmente configuraban los tapizados de sus
muebles y los papeles que decoraban las paredes. Tomàs Aymat también colaboraba con sus alfombras de motivos
geométricos, según diseños del mismo Badrinas, anudadas a mano.
12 El fondo Antoni Badrinas del Centro de Documentación del Museu del Disseny de Barcelona conserva un conjunto de
42 fotografías del mobiliario de diversas estancias de la casa Solimar de Caldetes. Durante los años de la Guerra Civil
fue abandonada por sus propietarios y acogió la embajada inglesa.
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Primer simposio de la FHD Modernos a pesar de todo, 2016, Barcelona.
En 1926 Antoni Badrinas realizó el mobiliario y la decoración interior de una torre de veraneo la casa Solimar
de Caldetes13, propiedad de Santiago Soler i Puigdollers14. En la Gaseta de les Arts del 15 de noviembre de
1926 se publicaron las fotografías de algunas de las estancias con sus muebles y los tejidos diseñados por
Raoul Dufy que tapizaban las paredes. Folch i Torres comentaba a tenor del mueblista “ens presenta les
seves obres, fruit personalíssim, ple de la més aguda modernitat i alhora substanciós de no se quin aire
encisador de cosa tradicional i nostrada” (Folch i Torres 1926: 3). Con esta apreciación ilustraba el espíritu de
la casa Solimar donde convivía la modernidad de sus proyectos decorativos de muebles de estilo refinado,
estructura simple y útiles con los elementos de la tradición catalana:
Badrinas és, doncs, abans que tot un creador; ho és adaptant l’antic a l’hora; ho és quan la reestilització
gairabé ja no existeix com en el seu conjunt admirable de l’Exposició d’Art Decoratives de París, 1925actualment a Filadèlfia -l’interior més modern que ha eixit de les mans d’aquest ensemblier. Però aquesta
modernitat la trobareu amb la mateixa adorable qualitat en el Saló Vuitavat o en el Saló de la Cabra del
Tibet (fons verd) de la vil·la sobirana Solimar de Caldetes, malgrat ésser restilitzacions més evidents
(Benet 1926a:11).
Las paredes del salón principal15, el comedor (Fig.3) y el salón de fumador estaban tapizadas con el motivo
decorativo de la “Cabra del Tíbet” (Fig.4) en raso de seda con efecto adamascado, realizado por Dufy en 1920
y fabricado en 1921. Este tema era la adaptación para el textil de uno de los animales de Le Bestiaire,
sometido a diversas mutaciones gráficas, con motivos de chinoiseries como la pagoda sobre un puente
escalonado, muy popular a finales siglo XVIII y utilizado en las toiles de jouy. Badrinas contó con la
colaboración del pintor Joaquim Vancells16 quien decoró el comedor y la sala de fumador con unas pinturas
que se adaptaron perfectamente al tema de la “Cabra del Tíbet”: “Ell ha volgut adaptar d’una manera
apassionada les teles de Dufy, sabent-les harmonitzar de color i de línia amb justesa i una originalitat difícil,
que el mateix Dufy ha admirat. Ell ha plaçat teles, dibuixos i gravats dels mestres de la pintura damunt dels
murs pintats o tapissats” (Benet 1926a:11-12).
L’ensemblier además de construir los muebles de la salita de señora17 (Fig.5) tapizó las paredes con sederías
de Raoul Dufy con el tema de las tortugas (Fig.6) en satén labrado, un diseño que hasta los años veinte tuvo
13 El diminutivo con el cual se conoce popularmente el municipio Caldes d’Estrac situado en la comarca del Maresme.
14 Santiago Soler i Puigdollers fue un industrial y tintorero de origen tarrasense que formaba parte de un largo linaje de
empresarios textiles, también era un reconocido miembro y mecenas de la sección histórica y arqueológica del Institut
d’Estudis Catalans. Su hijo Maurici Soler i Mauri fue un rico propietario industrial.
15 El salón principal con librería, sofá, mesa de centro y butacas; el comedor con mesa, silla de brazos, sillas y bufet; el
salón de fumador con un mueble fumador en madera de roble, un sofá, una chimenea y una mesa de centro, realizados
por Badrinas.
16 El pintor Joaquim Vancells i Vieta (1866-1942) era suegro y maestro de Antoni Badrinas. La parte superior de la pared
del comedor estaba decorada con unas pinturas que representaban una magnífica terraza a manera de gran
balaustrada sobre el mar. Por su parte la sala de fumador estaba presidida per un plafón central con un Sant Jordi a
caballo luchando contra el dragón en un bosque.
17 La monografía de Rafael Benet sobre Antoni Badrinas reproduce una vista de estancia con el nombre de “salita de
señora”. Aparece también en otras revistas de la época como (D’Ací i d’Allà 1929: 104). La imagen de esta salita será
utilizada para la publicidad de su tienda de muebles modernos. Antoni Badrinas realizó para la salita de señora diversos
7
mucho éxito. Dufy recogió todos los elementos que figuraban en la ilustración del grabado de Le Bestiaire y
realizó diversas pruebas los años 1912 y 1914, editando diferentes patrones hasta llegar a la composición
final definitiva de 1920 a la cual corresponde la salita. Las variaciones en el tema muestran como Dufy tuvo
siempre en cuenta las posibilidades que le ofrecían las diferentes armaduras del tejido, así como las ropas y
el mobiliario que le obligaban a cambios en sus diseños (Tourlonias y Vidal 1998: 91-93).
La casa del pintor Josep Obiols
La vivienda situada en Sarrià era propiedad del pintor Josep Obiols, colaborador de Badrinas en los diseños
de las marqueterías y también en algunos de sus muebles junto con Raimon Vayreda.
Rafael Benet, recogía este proyecto de Badrinas de 1925 en la revista La Ciutat i la Casa, después de hablar
de las necesidad de arquitectos, decoradores y mueblistas de resolver los interiores de las casas humildes
con muebles sencillos, sólidos, armónicos de arreglo simple y entonado, consideraba la necesidad de que
“Els nostres moblistes haurien de crear un tipus ben econòmic de moble, però honest. Cadires de boga,
taules pintades de colors clars o de fusta blanca rentable, etc. etc. Tot amb certa solidesa, i tot, sobretot, ben
simple” (Baiarola 1925:25) reconocía que la utilización de las telas de Dufy que decoraban la cama y los
muebles (Fig.7) del pintor conseguían que los dormitorio modernos fuesen de gran simplicidad y a su vez de
gran belleza: “El dormitori i l’estudi sala s’han pintat amb tons neutres agradables completament llisos. A la
cambra les teles de Dufy del llit i dels mobles animen el conjunt de l’habitació” (Baiarola 1925:25).
La tela utilizada por Badrinas para la habitación era una cretona de lino o algodón, en bicolor azul marino
sobre blanco. Formaba parte de la serie “Toiles de Tournon” estampada con moldes de madera sobre el
tejido de cretona. El tema era “La Danza” 18 (Fig.8) diseñado por Dufy para Bianchini-Férier hacia 1920, un
motivo que tenía sus orígenes en 1909 cuando grabó sobre madera cuatro planchas de gran formato:”La
Pesca”, “La Caza”, “La Danza” y “El Amor”. En la “La Danza” las figuras de los personajes se sitúan entre la
vegetación de palmeras tropicales, un marinero baila con una mujer que lleva aros y un pañuelo en la cabeza
y se acompañan de un hombre con un acordeón. En el fondo un barco en el océano.
Para Badrinas, que sentía una preocupación social por la arquitectura y la decoración del hogar a precios
económicos, la vivienda de Josep Obiols era el ejemplo de la casa modesta de decoración sencilla y
económica para los hombres de clase media donde las telas de Dufy más populares también tenían cabida.
muebles: un canapé, una mesa, una silla, un armario rinconero empotrado, un secreter y una mesa con maderas de
caoba antigua.
18 “La Danza” formaba parte de la serie de les “Toiles de Tournon” que fueron realizadas en la fábrica Bianchini-Férier
en Tournon al lado de Lyon a principios de los años veinte. El título de la seria refleja la aspiración de Dufy de producir
telas modernas para muebles en la misma línea que las toiles deJouy d’Obberkampt del siglo XVIII. En estas series a
menudo están representados grupos de personas que se mezclan con la vegetación.
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Primer simposio de la FHD Modernos a pesar de todo, 2016, Barcelona.
Raoul Dufy, un decorador moderno
La Exposición del Mueble de 1923 permitió a los artistas del FAD y a su presidente Santiago Marco entrar en
contacto con las autoridades francesas y ser invitados a la Exposición Internacional de Artes Decorativas e
Industriales Modernas de París de 1925. El impacto de esta exposición entre nuestros artistas fue más que
evidente ya que pudieron conocer las aportaciones más novedosas en el campo de las artes decorativas y a
su vez mostrar al mundo sus producciones. A París se desplazaron representantes de las artes decorativas del
momento con su presidente Santiago Marco al frente, entre los mueblistas y decoradores Antoni Badrinas
quién obtuvo una segunda medalla con el proyecto de una “Sala de Lectura”(Fig.9), considerado como “el
interior més modern que ha eixit de les mans d’aquest ensemblier” (Benet 1926:11).
Uno de los grandes triunfadores de la exposición parisina fue Raoul Dufy presente como decorador de
cerámica en colaboración con Josep Llorens Artigas y como diseñador de tejidos19 de quién nuestros artistas
presentes en la exposición pudieron ver sus obras in situ.
Una vez finalizada la muestra Rafael Benet en su artículo para La Ciutat i la Casa hablaba de un Dufy pintor y
sobre todo decorador, el más francés de todos los pintores franceses: “Dibuixant de teixits i d’estampats, fa
modular a la màquina noves suggestions” (Benet,1926b:32), reconocía la originalidad y la valía de las telas
estampadas a mano para la casa Bianchini-Férier de Lyon, en la primera página de la revista se publicaba una
tela estampada de la casa lionesa “ La Siega”, de moda entre el público femenino.
Según el crítico, era el más gran decorador francés: “és qui ha comprès que l’estil decoratiu no existeix”
(Benet, 1926b:34). Para quien no era necesario estilizar una forma para llegar a hacer algo decorativo,
porque Dufy llegaba a la decoración por la materia, la técnica y el oficio:
per la mateixa matèria, per les condicions de fabricació manual o mecànica en fi, per l’ofici, que aquesta
rosa tallada en fusta o en pedra, emmotllada o teixida en llana o en seda, tindrà un estil particular. Tota la
naturalesa és pressa per Dufy dintre ritmes lineals, dintre figures de la geometria elementària, repetint-se
fins a l’infinit en els teixits i els estampats a màquina (Benet, 1926b:34).
Posiblemente fue Josep Llorens Artigas20 quien supo entender mejor el espíritu de Dufy. “Decoradors
moderns. Raoul Dufy” así titulaba su artículo publicado en la Gaseta de les Arts de octubre de 1924 donde
comentaba que muchas de sus muestras de tejidos para la casa lionesa habían sido publicadas por la mayoría
de las revistas de arte y entre las más famosas destacaba: “La Jungla”(Fig.10), d’una captivadora originalitat:
el “Longchamps”, de senyorívola modernitat; “Les cabres del Thíbet”, d’un formidable caràcter decoratiu; “La
Quadriga”, que tots els moblistes s’han disputat, i, entre altres no menys admirables, “Fruits”, “La Collita”,
“El tennis”, “La caça”(Llorens Artigas 1924:6).
19 Trece piezas de tapicería que Dufy realizó para la decoración de la barcaza Orgues que Paul Poiret tenía anclada en el
río Sena durante la Exposición de Artes Decorativas París de 1925.
20 Josep Llorens Artigas (1892-1980) ensayista, investigador, ceramista y crítico de arte de La Veu de Catalunya desde
1917, colaborador asiduo de otras revistas como L’Instant, Vell i Nou, Gaseta de les Arts, Mirador. Miembro fundador
de la “Agrupació Courbet” y secretario de la Escola Superior dels Bells Oficis hasta su cierre.
9
Llorens Artigas lo definía como uno de los pintores de vanguardia que se habían dedicado con más
entusiasmo a las artes decorativas, sobre todo en la rama de los tejidos y los estampados, adaptando a la
decoración “espectacles i sensacions de la vida moderna” (Llorens Artigas 1924:6). Para Dufy la verdadera
naturaleza del hecho decorativo había de producir bienestar y en sus obras había sido capaz de unir
elementos de una sensibilidad moderna con las puras tradiciones de los bellos oficios. Esta concepción
artística lo acercaba a la sensibilidad de los artistas catalanes surgidos de la Escola Superior dels Bells Oficis
como el propio ceramista. De acuerdo con Llorens Artigas, Dufy era el gran artista moderno, principalmente
reconocido como decorador “compositor de tejidos y estampados” siendo este trabajo el que despertó
mayor interés por parte de la crítica artística y de moda de la época.
Lo que hemos visto hasta ahora es que Dufy fue un artista comprometido con las artes aplicadas e
industriales que ocuparon una parte muy importante de su producción, más aún su conocimiento e
interacción con las diversas técnicas tanto artesanales como industriales borra en Dufy todo límite preciso
entre el pintor y el decorador justificando por tanto, esta reciprocidad “decoración-pintura” reivindicada por
el artista.
Raoul Dufy: entre el diseñador textil y el anonimato del creador
La incursión de Raoul Dufy en la industria trabajando desde el anonimato como diseñador de tejidos fue
objeto de críticas por parte de personalidades muy influyentes del mundo del arte como Guillaume
Apollinaire o André Salmon que consideraban que con esta praxis Dufy echaba a perder su faceta de creador
trabajando como un artesano al servicio de un arte inferior y popular.
Sin embargo, no todos opinaban de igual forma, Antoni Badrinas, admirador del Raoul Dufy lo veía como el
gran artista moderno que trabajaba para la industria. La figura de Dufy era el ejemplo de la necesaria
relación entre el arte y la industria que el mueblista tanto defendía des de su estancia en Alemania. Más aún,
cuando su paso de la pintura a la decoración de interiores fue también motivo de incomprensión: “L’antic
pintor Antoni Badrinas es dedica a la decoració. Un altre fracassat”, por el hecho de dedicarse a este oficio
algunos consideraban que la libertad del artista lo sufría y según este prejuicio “ningú pot creure que Raoul
Dufy sigui un pintor dominguero per haver creat les teles formidables per a la casa Bianchini Férier o que
Marie Laurencin sigui una professora insensible perquè dibuixà uns deliciosos papers de paret” (Benet
1926a:7).
Raoul Dufy fue el artista que puso su arte y sus conocimientos al servicio de la industria, pasó de una
fabricación artesanal tradicional con el uso de moldes de estampación de madera a un proceso textil
industrial siendo capaz de unir los elementos de una sensibilidad moderna con las puras tradiciones de los
bellos oficios. Por su parte, Antoni Badrinas, formado en el espíritu del noucentisme, gran defensor de la
colaboración entre el arte y la industria supo ver en los tejidos diseñados por Dufy los mejores para adaptar a
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Primer simposio de la FHD Modernos a pesar de todo, 2016, Barcelona.
sus muebles y proyectos decorativos consiguiendo “uns interiors alhora catalans i moderns, ensems
tradicionals i refinats” (D’Ací i d’allà 1926:771), uniendo en definitiva tradición y modernidad.
ILUSTRACIONES
Fig. 1 Raoul Dufy, “La Cabra del Tíbet”. Grabado en madera. Ilustración para Le Bestiaire, 1911.
Fig.2 Establecimiento “Badrinas Mobles Moderns”, tienda y sala de exposiciones en la avenida Diagonal 460
de Barcelona. Publicado revista Mirador, vol.II,( 1930):9.
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Fig.3 Comedor. Casa Solimar, Caldes d’Estrac, 1926. Foto: Museu del Disseny de Barcelona. Fondo Antoni
Badrinas.
Fig.4 “La Cabra del Tíbet”, 1920. Raso de seda con efecto adamascado. Raoul Dufy(diseñador), BianchiniFérier (fabricante). Musée des Tissus, Lyon.
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Fig.5 Salita de señora. Casa Solimar, Caldes d’Estrac, 1926.Foto: Museu del Disseny de Barcelona. Fondo
Antoni Badrinas.
Fig.6 “Tortugas”, 1920. Satén de seda labrado. Raoul Dufy(diseñador), Bianchini-Férier (fabricante).
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Fig. 7 Habitación. Casa de Josep Obiols, Barcelona, 1925.Foto: Museu del Disseny de Barcelona. Fondo Antoni
Badrinas.
Fig.8 “La Danza”, ca.1920. Tela de Tournon en cretona estampada. Raoul Dufy (diseñador), Bianchini-Férier
(fabricante).
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Fig.9 Sala de Lectura, proyecto y construcción Badrinas Escudé. Exposición de las Artes Decorativas de París,
1925. Foto: Museu del Disseny de Barcelona. Fondo Antoni Badrinas.
Fig. 10 “La Jungla”, 1919. Satén de seda y algodón con efecto adamascado. Raoul Dufy(diseñador), BianchiniFérier (fabricante). Musée des Tissus,Lyon.
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d’Indumentària, 29 de abril-11 de julio de 1999.
AGRADECIMIENTOS
Centre de Documentació del Museu del Disseny de Barcelona
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