curso virtual: trabajo de niños, niñas y adolescentes

Anuncio
CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
IFEJANT
CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
UNIDAD I – TEMA 1
El trabajo tiene acepciones diferentes de acuerdo a las realidades culturales en las cuales
se desempeña, con una connotación y dimensión diferencial, por ejemplo en la tradición
moderna occidental de las sociedades capitalistas el trabajo es una actividad productiva,
alienada, mercantilizada,
generadora de bienes y productos cimentadora de la
acumulación capitalista; y en consecuencia instrumento de la sujeción del hombre a una
concepción eurocéntrica y neocolonizadora del desarrollo. De otro lado en las culturas
tradicionales el trabajo es parte del compromiso respetuoso y armonioso entre el hombre
y la naturaleza para garantizar y preservar la vida del ser humano. Históricamente esta
cultura del trabajo tenía como objetivo la reproducción de reproducción de la naturaleza
misma y no sólo la satisfacción de las necesidades humanas1. La naturaleza en las
culturas originarias es la Pachamama, no es un recurso natural: “es parte de nuestra
sociabilidad, es parte de nuestra vida”; es un pensamiento anti-dicotómico. Es realmente
un saber y cultura ecológica2.
En ese sentido debe comprenderse al trabajo y su representación social como productos
culturales. Una cosmovisión particular denota y connota el trabajo, le da un contenido que
puede trascender o no múltiples esferas de la satisfacción y del desarrollo humano. El
problema surge cuando se asume que una cultura del trabajo es superior o más
desarrollada que la otra, esto puede servir de parámetro para la desvalorización de las
otras formas de comprender el trabajo. Es por ello, que tenemos que entender que
necesitamos de dos tipos de conocimiento y no simplemente de uno de ellos. Lo
importante es saber reconocer y valorar el trabajo y los saberes que el tiempo lineal de
occidente es uno, pero también existen otros tiempos de carácter circular. Los
campesinos, por ejemplo, tienen tiempos estacionales muy importantes. En comunidades
de África, el tiempo de los antepasados es fundamental. La experiencia con las
autoridades tradicionales en África así lo demuestran: si estamos en una reunión los
1
Véase Portocarrero Grados, Ricardo. El Trabajo Infantil en el Perú. Apuntes de interpretación histórica. Pp.
15-16. Lima, 1999
2
Véase De Sousa Santos, Boaventura. Renovar ka teoría crítica y reinventar la emancipación social. 2006. Pp.
26-27
CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
IFEJANT
antepasados forman parte de esa reunión; no están “antes”, están presentes. Y también
en la selva de Latinoamérica, los Ticunas en Colombia y Brasil se dan estos casos. Es
otra concepción del tiempo, del trabajo, porque los que están “antes”, están con nosotros;
es una concepción mucho más rica3.
En las modernas sociedades el trabajo de los niños, niñas y adolescentes ha sido
designado como expresión de la imperfección de los sistemas productivos en el
capitalismo, problemas del sistema que por lo tanto tenían que atacarse con la
erradicación o la omisión. Esto sin duda, colisiona con la visión de sociedades
tradicionales como la andina, amazónica y otras culturas que encuentra en el trabajo de
niños, niñas y adolescentes parte de un proceso de socialización para aprender a
defenderse en la vida y a la vez para continuar con la presencia de una cultura que ante
todo plantea el respeto por la vida, vida que es humana y que es naturaleza, otras
sociedades como la garifuna en Honduras valorizará sobre manera el trabajo de las
mujeres. Pero además, hay culturas en nuestra amazonía que no tienen un concepto de
trabajo como algo desligable de relaciones complejas con el resto de las actividades
humanas.
En cambio para la cosmovisión occidental el niño campesino africano o latinoamericano
puede encontrarse con el ejecutivo del Banco Mundial: es un encuentro simultáneo, pero
no contemporáneo, porque el niño campesino latinoamericano o africano es “residual” y el
ejecutivo es “avanzado”. Lo importante, entonces, es reconocer que el niño campesino es
a su manera tan contemporáneo como el ejecutivo, y eliminar el concepto de residualidad.
Para esto hay que dejar que cada forma de sociabilidad tenga su propia temporalidad,
porque si reducimos todo a la temporalidad lineal, estamos obviando todas las otras cosas
que tienen una lógica distinta a la mía. Cuando el subcomandante Marcos dice “pudimos
estar callados durante 500 años”, para nosotros es incomprescindible. Por consiguiente
debemos descolonizar nuestras mentes para poder producir algo que distinga, en una
diferencia, lo que es producto de la jerarquía y lo que no lo es. Solamente debemos
aceptar las diferencias que queden después de que las jerarquías sean desechadas. Las
diferencias que permanezcan después de eliminar las jerarquías son las que valen4.
3
4
De Sousa Santos, Boaventura. Op. Cit. Pág. 27
Ibíd. Pp. 28-29
CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
IFEJANT
El derrotero de la visión capitalista del trabajo ha sido complicado, pues a la vez que ha
profundizado las condiciones materiales para la existencia y complejización del trabajo del
niño, niña y adolescente también ha ido complicando el acceso al trabajo en condiciones
dignas a todos y todas. Por otra parte, no es de sorprender que a la vez que se promueve
la apertura mundial al libre mercado se sigue expulsando de sus trabajos a ingentes
cantidades de personas en el mundo, se deja sin trabajo a adultos y adultas a la vez que
se recurren a visiones idealistas en relación a lo que podrá hacer el tercer sector para
generar empleos5.
Ante esta visión capitalista del trabajo, desde todos los confines de Latinoamérica surgen
nuevas voces que reivindican el trabajo que dignifique al trabajador y nos recuerdan que
el trabajo no es un mero apéndice de la vida, sino “constituye una dimensión fundamental
de la existencia del hombre en la tierra”, por la cual el hombre, la mujer y el niño se
realizan a sí mismos como seres humanos. El trabajo garantiza la dignidad y la libertad
del hombre, es probablemente “la clave esencial de toda la ‘cuestión social’”.6
El trabajo ayuda a que el ser humano se reconozca como productor y ciudadano. El
trabajo sirve para el progreso, el bienestar, sino también para la satisfacción de las
necesidades básicas y la construcción de una sociedad más justa. Lamentablemente, hoy
día en América Latina el desempleo, la injusta remuneración del trabajo y el vivir sin
querer trabajar, o la tercerización del trabajo, son contrarios y se oponen radicalmente a la
condición humana. Es por ello, que debemos promover y defender la dignidad del
trabajador y del trabajo, el justo reconocimiento de sus derechos y de sus deberes,
coadyuvar al desarrollo de la cultura del trabajo, y denunciar la injusticia. Cuando se
pervierte la concepción del trabajo como forma de acumulación capitalista, que sólo busca
el lucro desmedido, que atenta contra los derechos de los trabajadores, de los niños y la
justicia debemos levantar nuestra voz interpeladora a esta situación7.
Bibliografía Recomendada :
5
Para profundizar respecto al tema de las transformaciones en el mundo del trabajo se puede recurrir al texto de Bentura,
Pablo: Transformaciones en el Mundo del Trabajo y su Impacto en las Autorepresentaciones del Servicio Social. En la Web
Site de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica www.ts.ucr.cr.
6
7
Véase Aparecida. Documento final. Pp. 82-84. Lima, 2007
Aparecida. Op. Cit. Pág. 83
CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
IFEJANT
- Domic, Jorge: La Concepción Andina de la Infancia y el Trabajo. En Revista ”NATs” Año
VII – N°11 – 12. Edit. por IFEJANT. Lima 2004. Pág. 31 a 37.
Bibliografía Complementaria:
- Schibotto, Giangi; Trabajo infantil y culturas del trabajo infantil. En Web Site de IFEJANT
www.ifejants.org.pe. Lima, 2005. Pág. 1 a 20.
Descargar