SOCIEDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL (SSVP) Se podría suponer

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SOCIEDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL (SSVP)
Se podría suponer que esta Organización dirigida a ayudar a los
Pobres tendría su paternidad en un pensador contemporáneo
pero no es así. La Sociedad San Vicente de Paúl,
preferentemente de género masculino, fue producto de un
corazón generoso, muy cristiano y de la inteligencia intuitiva
de un joven, “Federico Ozanam, quien desde 1836 tuvo una
visión profética y presagió los grandes conflictos sociales en la
dimensión del planeta, y, más allá, las tensiones entre el tercer
mundo y el mundo industrializado”. (S.S.V.P página 30).
Su definición
La S. S. V. P., es una asociación de carácter seglar fiel a la Iglesia Católica en su Fe, su
doctrina, sus orientaciones pastorales de atención personal a los necesitados; es una de
las más antiguas obras caritativas, sociales y humanitarias que se presenta hoy como un
gran movimiento internacional de apostolado caritativo y de acción socia
Gracias a la comunión espiritual y a la formación humana de sus miembros, quiere llevar
el testimonio del amor
fraterno de Cristo a los más
pobres. Busca con ellos y con
los demás, ayudarles a vencer
su miseria de las múltiples
formas en que aparece. “Se
dirige en todas las naciones
del mundo a los hombres,
mujeres, jóvenes, de todos los
medios y de todas las
condiciones, que quieran encarnar su fe en el don de sí, comunicando a su alrededor su
esperanza y su alegría”.
Su cometido social u objetivo puede concretarse en:
 La búsqueda de un equilibrio entre oración y acción, según enseñanza de su
Patrono, San Vicente de Paúl.
 Franco compromiso con la justicia social
 Decidido encuentro personal con los que sufren
 El servicio a la Iglesia y a la Sociedad
Su compromiso social hoy
“La caridad supera la justicia” es una convicción que alimenta la espiritualidad y la acción
de la Sociedad San Vicente de Paúl.
La Sociedad S. V. P. participa en el esfuerzo común con los poderes públicos o
colectividades locales, en vistas a remediar las causas de los males sociales, en la medida
que se lo permitan sus medios humanos y materiales.
Siguiendo la espiritualidad y la acción caritativa aprendidas en San Vicente, en la Sociedad
San Vicente de Paúl, “No hay caridad que no vaya acompañada de justicia”, como
proclamaba Vicente en su tiempo. Y Ozanam afirmaba con claridad, “deseo que la caridad
haga lo que la justicia sola no sabría hacer”. Es evidente, que los miembros de la S.S.V.P.
humanizan su acción caritativa con gratuidad y delicadeza.
Y en otro momento Ozanam decía a sus asociados: “La justicia supone ya gran amor, ya
que es necesario amar mucho al hombre para respetar su derecho que limita el nuestro y
su libertad que molesta a nuestra libertad. La justicia tiene límites, pero la caridad no los
conoce”.
Como la AIC, la Sociedad San Vicente de Paúl hace presencia viva de la caridad cristiana,
en casi todos los continentes y en muchos países.
Brevísima biografía de su fundador
La Sociedad San Vicente de Paúl fue fundada por Federico Ozanam,
joven abogado, nacido el 23 de abril de 1813 en Milán (Italia) 24
años después de la Revolución Francesa. De familia honorable, que
le dio una formación profunda en los humano, lo social, lo
espiritual, lo académico.
Fue un joven de prestigio entre sus compañeros por sus virtudes
sociales, las dotes de su espíritu y la elocuencia de su verbo. Luego
de su bachillerato en LETRAS, aprendía latín, sobresalía como
inteligente “delante de Dios y de los hombres” y silenciosamente se preparaba para el
Sacerdocio.
En una conferencia que dictaba en la universidad un estudiante de ideas sansimonianas
(hoy comunistas) dijo a Federico: “¿Qué hacen ustedes los católicos para demostrar al
mundo la vitalidad y la eficacia de su fe?”. Esta
expresión lo dejó impresionado y al poco tiempo
Federico escogió estudiantes lioneses con los mismos
ideales suyos, se reúne con ocho y les dice: he tenido
siempre un sueño: “Que todos los jóvenes de corazón y
de espíritu se unieran para alguna obra caritativa…” Y
también: “Ir a los pobres como lo hacía Jesús cuando
predicaba el Evangelio”. Era el día de su cumpleaños 23
de abril de 1883. Organizó la primera Conferencia de la Caridad, bajo el amparo de la
Santísima Virgen y la protección de San Vicente de Paúl a quien había leído y cuyo
testimonio de la dimensión caritativa le había impresionado.
Desde sus orígenes Federico se afirmó en su aspiración a lo universal: “Yo quisiera abarcar
al mundo entero con una gran red de caridad “. A semejanza de la Iglesia a la que tanto
amó, la riqueza de la dinámica de su Asociación de cristianos fervientes debía lanzarse al
porvenir, y su diversidad y su unidad debía forjarse en el pluralismo y la diferencia.
Los textos tomados de Familia Vicenciana páginas 30 a 33.
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