EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y LAS PESQUERIAS

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EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y LAS PESQUERIAS
Richard S. Appeldoorn, PhD.
Profesor
Departamento de Ciencias Marinas
Universidad de Puerto Rico, Mayagüez
La pesca es una de las actividades económicas más antiguas de Puerto Rico con raíces
profundas en el matiz socio-cultural de la isla. La pesquería comercial captura 4 millones
de libras de pescado y marisco con un valor de $10 millones. Siendo un proceso
extractivo, o un nueva caudal, el valor a la economía aumenta 7 veces, y este es
renovable. Las capturas de la pesca recreativa se asemejan a las del sector comercial y
además es un importante generador de fuentes económicas a través del sector turismo.
La producción pesquera depende de una serie de interacciones complejas entre las
especies y su entorno biológico y ambiente físico. Varias especies de peces tienen
limitaciones fisiológicas de temperatura, su dispersión e intercambio genético dependen
de patrones de corrientes generadas por vientos y gradientes de temperatura, dependen de
habitáculos importantes tales como manglares y hierbas marinas que proveen protección
y alimento a juveniles mientras los arrecifes de coral íntegros son habitáculos para
especies comerciales importantes como pargos, meros y langostas. Cambios
significativos en los componentes de esta interacción amenazan la salud del ecosistema
de maneras que son extremadamente complejas y no lineales. Los modelos actuales de
cambio climático predicen que la temperatura del mar incrementará, el nivel de la
superficie del mar aumentará, los huracanes serán más severos en cuanto al viento y la
lluvia, y los océanos serán más ácidos. Cada uno de estos cambios podría impactar
severamente a las especies y el ecosistema que alberga esta producción.
Muchos organismos tropicales ocupan áreas cercanas a sus límites de temperatura y
cualquier incremento puede resultar en mortandades masivas de especies. Ya hemos
observado los impactos de esto en el blanqueamiento de los corales. Estudios demuestran
que la extensión espacial, al igual que la intensidad local del blanqueamiento, aumenta
exponencialmente con pequeños aumentos en temperaturas que hemos observado
recientemente. Por otro lado, algunas especies parecen depender de temporadas de bajas
temperaturas para etapas importantes de su ciclo de vida. Un ejemplo de esto es el mero
cabrilla que es una de las especies comerciales más importantes en nuestra región.
Estudios demuestran que reducciones en la temperatura del agua sirve como un estímulo
para la reproducción de esta especie y durante las pasadas cuatro décadas la temperatura
mínima anual ha subido a una tasa mayor que la temperatura máxima anual.
Durante este siglo se espera un incremento modesto de 12 pulgadas del nivel del mar,
suficiente para causar un desplazamiento de la costa de hasta 100 pies. Esto es asumiendo
que las capas de hielo de Groenlandia y Antártica permanezcan intactas. La mayor
amenaza del incremento en el nivel del mar a las pesquerías será la perdida de la
protección de costa si el crecimiento de los corales no acompaña el nivel de incremento
del mar. Debido a la condición actual de los arrecifes y las amenazas adicionales que trae
el calentamiento global, hay serias dudas de que esto pueda ocurrir. Sin la protección de
los arrecifes los habitáculos claves como manglares y hierbas marinas no podrán existir y
la turbidez del agua costera incrementará.
La intensificación de los huracanes tendrá dos impactos: la destrucción del habitáculo por
el impacto de las olas y el incremento en la erosión terrígena por las lluvias que aumenta
la turbidez del agua, la eutroficación (aumento de nutrientes) y la sedimentación.
Nuevamente, habitáculos costeros tales como hierbas marinas y arrecifes de coral se
verán seriamente amenazados. Estudios empíricos en Puerto Rico han demostrado un
impacto directo y negativo entre la turbidez del agua sobre los arrecifes de coral y las
comunidades de peces. Nuestros arrecifes de coral ya sufren de sobrecrecimiento por
algas y cianobacterias.
Tal vez el impacto menos reconocido del calentamiento global es la acidificación de los
océanos. El sumidero principal de dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera es
el océano. El dióxido de carbono en agua reacciona para formar ácido carbónico,
mientras mas dióxido de carbono en la atmósfera, mas ácido se produce en el océano. La
importancia de esto es que corales, moluscos y otros organismos planctónicos construyen
sus esqueletos con carbonato de calcio. Mientras más ácida el agua, el organismo
requiere más energía para producir su esqueleto y crecer. Eventualmente esto puede
alcanzar un punto donde el carbonato de calcio expuesto al agua de mar se disuelva, y se
estima que este punto será alcanzado a mediados de siglo si los niveles de dióxido de
carbono no se reducen.
El impacto general de la combinación de todas estas amenazas es difícil de cuantificar.
Los huracanes pueden causar daños severos, pero sus impactos comúnmente están
limitados a ciertas áreas y épocas. Los impactos más siniestros probablemente serán
aquellos que impactan y deterioran los habitáculos costeros y la subsiguiente pérdida de
la capacidad de producción del ecosistema al igual que los cambios en la composición de
comunidades marinas.
¿Qué se puede hacer para reducir estos impactos? Puerto Rico debe hacer su parte en la
reducción de emisión de gases de invernadero (uno de ellos es el dióxido de carbono),
pero el resultado final dependerá de los esfuerzos de la comunidad global. Lo que Puerto
Rico puede y debe hacer lo antes posible es reducir las amenazas que provienen desde la
tierra hacia el mar impactando los arrecifes de coral (sedimentación, eutroficación y
contaminación). Los corales y otros organismos marinos necesitan un ambiente saludable
de aguas transparentes y limpias para poder enfrentar las amenazas de calentamiento
global. Los arrecifes en buen estado podrán tal vez amainar los efectos del incremento en
temperatura, aumentos en nivel del mar y el ácido en el océano. Esta es una tarea
intimidante y una que recae sobre todas las agencias locales y federales además del
Departamento de Recursos Naturales y Ambientales particularmente la Junta de
Planificación, la rama judicial, la industria privada, agricultura y el público en general.
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