SUGERENCIAS PARA FAVORECER LA ESTANCIA DE UN ALUMNO SORDO EN LA UNIVERSIDAD CON RELACIÓN AL ALUMNO - La información que recibe el alumno sordo le llega mayoritariamente a través del canal visual: lectura labial, expresiones faciales, corporales, información por escrito, mediante el uso de la pizarra, etc. - El profesor debería estar siempre de cara al alumno para facilitarle la lectura labial, por lo tanto, no es aconsejable volverse hacia la pizarra mientras se está hablando, ir de un lado a otro durante las explicaciones, cubrirse la boca con un lápiz o la mano, etc. - Hay que facilitar que el alumno sordo se ubique, dentro del aula, en el lugar desde el que mejor pueda ver a sus compañeros. - El alumno no debe estar de cara a la luz. La lectura labial es mejor si la luz no incide directamente. - Hablar despacio y claro es mejor que gritar y gesticular exageradamente con la boca. - Evitar áreas ruidosas. Hay que ir con cuidado con las vibraciones. - Si el alumno utiliza audífonos o implantes cocleares, debe emplearse, cuando sea posible, una emisora de FM para acercar el estímulo sonoro al receptor. - El alumno debe estar debidamente informado, y siempre debemos asegurarnos de que comprende las reglas y las normas que se comparten en la clase, así como las posibles modificaciones de actividades, cambios de horarios, etc. Es conveniente que disponga de toda la información por escrito. LOS CONTENIDOS - Debe proporcionarse información contextual, anticipando el tema del que se hablará. - Es muy importante proporcionar una guía, por escrito, de aquellos contenidos teóricos que sean muy necesarios para que el alumno sordo pueda adquirir algunos temas o la asignatura globalmente. - Emplear únicamente la repetición no mejora la comprensión por parte del alumno sordo, conviene replantear la información que se ha explicado con estructuras o distintas palabras. - Es muy positivo comprobar el grado de comprensión del alumno sordo. LA METODOLOGÍA - El alumno sordo tiene dificultades para escribir y mirar a quien le habla al mismo tiempo. Hay que tenerlo en cuenta cuando se deban hacer varias actividades a la vez, como a la hora de tomar apuntes, ver una exposición mediante las TIC o mirar libros cuando tenga que seguir al mismo tiempo una explicación, etc. - El alumno sordo debe mantener constantemente la atención cuando lleva a cabo la lectura labial, a veces, conviene dejar espacios entre las explicaciones para otorgarle tiempo. - Es muy positivo potenciar tareas que favorezcan la interacción entre los alumnos. - Es conveniente que el alumno sordo reciba por escrito las actividades que se realicen en la clase a fin de evitar que se pierda tiempo, y también para anular las posibles confusiones de comprensión cuando los datos se escriben en la pizarra o se proporcionan oralmente. - Como el alumno está pendiente de las actividades en clase, suele ser muy positivo que, al acabar, un compañero le facilite los apuntes. - Hay que aclarar dudas al chico sordo, aportarle nueva información, resolverle problemas. En este sentido sería muy conveniente favorecer la atención individualizada fuera del aula. LOS MATERIALES - Son muy útiles las ayudas visuales: el retroproyector, el uso de la pizarra, los documentos escritos, los cuadros sinópticos, los gráficos, etc., especialmente cuando se habla de algo nuevo. - Si se utiliza la pizarra como medio de transmisión de información, es necesario que se haga con un cierto orden y siempre dando al alumno indicaciones que le permitan seguir la información (señalar con el dedo, subrayar, utilizar diferentes colores, etc.). LA EVALUACIÓN - En principio, hay que evaluar a los alumnos sordos sobre las mismas bases que a los oyentes y con las mismas responsabilidades. - Hay que optar, preferiblemente, por la evaluación continua. - En las pruebas escritas, debe concedérsele más valor al contenido que a los aspectos formales. - Hay que otorgar preferencia a las pruebas objetivas o a las preguntas con respuestas cortas sobre las preguntas largas o el desarrollo de temas. - Es necesario que el alumno sordo disponga de todo el tiempo que necesite para realizar los exámenes.