Adana news abril 2011

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Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid. Continuó su formación en Pediatría
y Áreas específicas en el Hospital La Paz de Madrid, lugar donde se especializó en Neurología Infantil. En la
actualidad ejerce como Jefe de la Unidad de Neurología Infantil integrada en el servicio de Neurología del
Hospital Quirón de Madrid. Autor, entre otros, del libro " Hiperactivos. Estrategias y técnicas para ayudarles
en casa y en la escuela".
¿Considera que actualmente se ha
trivializado el significado del TDAH?
Sin lugar a dudas, hoy se ha banalizado este
término. Se está empleando para referirse a
intranquilidad o nerviosismo, problemas de
memoria o atención. Sin embargo, el TDAH es
un trastorno complejo, muy disfuncional, no sólo
relegado a la falta de autocontrol e inatención.
Son niños intranquilos y/o dispersos, pero también
impulsivos, atrevidos, desorganizados. Planifican
mal, tienen un pobre sentido del tiempo, les
cuesta aprender de sus errores... Por otra parte,
debemos recordar que la mayor parte de los
intranquilos, no son hiperactivos; paralelamente,
los problemas de atención también pueden estar
justificados por otros problemas (dificultades de
comprensión,motivación...). No deben confundirse estos términos.
Hoy en día ¿El TDAH está infradiagnosticado
o sobrediagnosticado?
A pesar de la prensa que ha recibido en esta
última década el TDAH en nuestro país, estamos
en una situación clara de infradiagnóstico. En
zonas de influencia de departamentos como el
nuestro, muy dedicados al neurodesarrollo,
observamos como tan sólo el 10-20% de los
niños con TDAH están correctamente diagnosticados y tratados. Esta frecuencia cae drásticamente
en otras áreas de nuestra propia comunidad. Del
mismo modo, podemos medir las diferentes
prevalencias del TDAH "diagnosticado" en las
diferentes comunidades de nuestro país. La
situación de infradiagnóstico, no debe confundirse con el mal-diagnóstico, ambas circunstancias
no son incompatibles. Hace 10-15 años, los
pacientes que llegaban a nuestra consulta, eran
casos claros y no diagnosticados. Recientemente
estamos observando cada vez con más frecuencia, la consulta de pacientes diagnosticados de
TDAH, e incluso tratados médicamente, con
diagnósticos al menos "cuestionables".
Según usted, ¿está justificada la medicación?
El tratamiento médico, en base a estimulantes o
atomoxetina, es un instrumento más para la
ayuda de estos pacientes. Científicamente está
plenamente justificada, así como evidenciada su
eficacia clínica y funcional. Clínicamente estará
justificada siempre y cuando el diagnóstico sea
preciso. Insistiendo en este último aspecto, este
diagnóstico debe ser claro, con la presencia
obligada de una marcada repercusión en la calidad
de vida del paciente, su autoestima, rendimiento
o relación social. No es un tratamiento médico
para "mejorar las notas" ni "para fomentar la
tolerancia ambiental del niño". Es una medida
más para mejorar la adaptación del paciente a
su entorno, y en este último sentido, también
debemos modificar el entorno en la mayor medida
posible (psicoeducación familiar, formación de
las escuelas...). Por tanto, entender que el
tratamiento médico o la "pastilla" va a ser la
solución, es un error; como sabemos desde hace
años, el abordaje multimodal, individualizando
particularmente las medidas, es lo más apropiado
y eficaz para la ayuda de estos pacientes. Parece
también preocupante, como con la trivialización
del TDAH y el aumento lógico del número de
pacientes diagnosticados, se ha asociado a la
aparición también creciente de terapias
"alternativas" para el TDAH sin ningún tipo de
evidencia científica en su eficacia.
Y un niño/a con TDAH ¿tendrá que medicarse
toda la vida?
La mayor parte de los pacientes con TDAH tendrán
síntomas "residuales" en la edad adulta joven;
sin embargo, la mayoría de ellos dejarán de sufrir
las consecuencias de estos síntomas, al menos
de una forma invalidante. Si el paciente, a lo
largo de la adolescencia o en estas primeras fases
de la edad adulta, deja de "sufrir" el trastorno
y "convive" con sus propias habilidades y
dificultades de una forma saludable, sin lugar a
dudas podrá prescindir del tratamiento médico.
Este es uno de los propósitos a medio plazo del
diagnóstico precoz, el tratamiento eficaz y la
psicoeducación.
¿Cómo se debe tratar a un niño/a con TDAH
en casa y en la escuela?
Del mismo modo que no hay una fórmula única
y mágica para el tratamiento médico, no lo hay
en las medidas psicoeducativas. Dependerá del
paciente, la familia y la escuela. Como en cualquier otro problema, la familia deberá estar muy
informada y profesionalizada. La formación del
profesorado y las escuelas, es otro paso trascendental. No es infrecuente la culpabilización de
las familias por parte de las escuelas y viceversa.
Nuestra experiencia nos demuestra a diario la
preocupación de los padres sobre el problema
de sus hijos; nuestra formación nos aclara la
buena disposición general de las escuelas, y del
profesorado de forma particular. Algunas medidas
básicas a nivel de método, aportará grandes
beneficios en estos niños... Una supervisión
estrecha, con un control a través de agendacalendario, comunicación activa entre la familia
y escuela, aportando rutinas claras y persistentes
en el tiempo, fragmentación de las tareas, deberes o exámenes, evitación de factores de distracción, refuerzo positivo de conductas
apropiadas, fomento de autoestima y confianza...
pueden ser medidas muy útiles en todos los
niños, pero más útiles en los niños con TDAH de
forma particular. El recuerdo a familias y escuelas,
sobre el trato particular a la infancia y el amor al
trabajo por parte de los profesionales que estamos
alrededor de estos niños, nos hará entender
mejor este problema y poner en marcha con más
facilidad estas medidas.
Háblenos de las comorbilidades en un
afectado de TDAH.
La presencia de trastornos comórbidos en el
TDAH es frecuente, bien por la predisposición
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Dr. Alberto Fernández Jaén
genética, bien por las propias consecuencias de
este trastorno cuando no está bien abordado.
Los problemas en la esfera emocional (ansiedad,
tristeza, depresión) son frecuentes con la edad,
especialmente en niñas, cuando este problema
no es diagnosticado y tratado de forma adecuada. Paralelamente, conductas disruptivas, disociales o el propio trastorno negativista-desafiante,
son frecuentes en estos chicos. Para complicar
la situación escolar, los problemas del lenguaje,
lectura, cálculo... son también más frecuentes.
De aquí, la necesidad de la precocidad diagnóstica
y el abordaje multimodal.
¿Existe relación entre las emociones y el
TDAH?
Existe relación entre las emociones y "todo". El
reconocimiento, la expresión y regulación
emocional, están claramente afectados en los
pacientes con TDAH. Aunque es una de nuestras
áreas de investigación, es posiblemente una de
las menos estudiadas y valoradas en la clínica
habitual. De igual modo, la eficacia de las medidas
terapéuticas, tanto médicas como psicológicas,
ha sido menos examinada.
¿Los padres con niños con TDAH sufren
también esta patología?
El TDAH tiene una heredabilidad muy elevada,
próxima a la heredabilidad de la talla, y claramente
superior al de muchos procesos pediátricos. Con
esta heredabilidad, no es infrecuente que uno
de los padres se vea reconocido en el problema
de su hijo. Cuando hay un niño con TDAH, la
probabilidad que un hermano o padre lo tenga
supera el 25%.
¿Qué debe hacer y dónde debe tratarse un
adulto con TDAH?
De la misma manera que un niño, el adulto debe
solicitar ayuda a través de los organismos y
profesionales de zona; debe consultar a su
médico, y que le oriente sobre profesionales
competentes en este sentido en su región; puede
consultar a la asociación local de pacientes
afectados, que también le podrán orientar.
A b r i l
La Contra
s
u m a r i o
1. En Portada
Resumen del artículo original publicado en
Am J Epidemiol. 2009 Jun 1;169(11):1327-36.
Contaminación en los hogares
por el uso de aparatos de gas,
desarrollo cognitivo y TDAH
En los últimos años la exposición a contaminantes del aire
ha emergido como un nuevo factor de riesgo para el
desarrollo de enfermedades cerebrovasculares y neurodegenerativas. De la misma manera, las tempranas y críticas fases
del desarrollo cerebral que tienen lugar durante la vida
intrauterina y los dos primeros años de vida también parecen
ser susceptibles a la exposición a contaminantes del aire en
edades tempranas. En este sentido varios estudios han
relacionado la exposición a hidrocarburos aromáticos policíclicos y a partículas de carbón negro, derivadas principalmente
de la combustión de carburantes fósiles generada por el
tráfico, con un menor índice de desarrollo cognitivo en la
infancia. La etiología del TDAH sigue siendo desconocida.
La predisposición genética y algunos factores ambientales
parecen jugar un papel importante en la aparición de este
trastorno. Sin embargo ningún estudio ha examinado hasta
la fecha el posible efecto de la exposición a contaminantes
del aire.
2 . Internacional
Múltiples comorbilidades:
expectativas peores, comunes
para los niños con TDAH
3 . El Profesional opina
Neurociencia afectiva del TDAH:
datos existentes y direcciones
futuras
4 . El Artículo
Declaración del consenso europeo
en diagnóstico y tratamiento de
TDAH en adultos: la red europea
de adultos con TDAH
6. Espacio Adana
- La aplicación de programas de
tratamiento en habilidades
socioemocionales en los niños
con TDAH
- 3er Taller con un experto:
Dr. Josep Toro Trallero
- Valoraciones de la primera edición
del postgrado de Fundación ADANA
- Agenda
¿Qué cree Usted prioritario que debería hacer
el Estado y las Comunidades?
No soy político y no creo ser la persona adecuada
para contestar esta pregunta. Desde una
perspectiva profesionalizada en el TDAH, hay
medidas que parecen lógicas. Mejorar el ratio
alumnos por aula, para fomentar una atención
más individualizada en las aulas. Profesionalizar
especialistas en estas áreas: médicos, psicólogos,
pedagogos, profesores... Habilitar más profesores
terapéuticos en las aulas. Facilitar el acceso a las
medidas terapéuticas, tanto médicas como
psicológicas. Debemos recordar, Estado y
Sociedad, que la salud es la primera garantía de
nuestro bienestar, y la buena formación de
nuestros hijos, el mejor legado para los mismos
y la sociedad en general.
7 . Recomendamos
Información sobre bibliografía
y páginas web de interés.
8 . La Contra
Entrevista a
Dr. Alberto Fernández Jaén
Fundación Privada Adana no se responsabiliza
de las opiniones expresadas por sus colaboradores.
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www.fundacionadana.org
Podéis enviar vuestros comentarios o sugerencias a [email protected] o al FAX: 93 241 19 77
Contaminación en los hogares por el uso de
aparatos de gas, desarrollo cognitivo y TDAH
La contaminación del aire interior (o en el hogar) tiene el
mayor impacto sobre la salud infantil y constituye un problema
de salud pública tanto en países desarrollados como en
desarrollo. La combustión del gas para la calefacción y para
la cocción de alimentos constituye la fuente más importante
de contaminación en los hogares. Estas actividades domésticas
tan habituales en los países desarrollados producen dióxido
de nitrógeno (NO2), uno de los óxidos de nitrógeno más
tóxicos a nivel celular mediante el estrés oxidativo, entendido
éste como el desequilibrio entre la generación de radicales
libres y su eliminación por parte de los antioxidantes celulares.
Nuestro objetivo fue investigar los efectos de la exposición
durante los primeros meses de vida al uso de aparatos de
gas en el hogar y los niveles de NO2 en el hogar sobre el
desarrollo cognitivo y la presencia de síntomas de TDAH en
la edad preescolar.
El estudio: Se utilizaron datos de 398 participantes desde
el nacimiento hasta los cuatro años de edad en la isla de
Menorca entre 1997-1999. Esta cohorte forma parte del
Proyecto de investigación INfancia y Medio Ambiente
(Proyecto INMA). En una primera fase se obtuvo información
sobre el tipo y número de aparatos de gas usados en el
hogar mediante la administración de cuestionarios. A la
edad de tres meses se evaluó la calidad del aire que respiraban
los niños en sus domicilios mediante la medición de la concentración de NO2. Para ello se instalaron tubos de difusión
pasiva en el comedor de los hogares que permitieron cuantificar la concentración de NO2 en partes por billón (ppb)
presente en el ambiente. En una segunda fase, a los cuatro
años, cada participante fue evaluado por neuropsicólogos
entrenados con respecto a sus principales funciones cognitivas mediante la aplicación del test neuropsicológico de
McCarthy . Este test de inteligencia para niños permite
obtener puntuaciones o índices de diferentes conductas
cognitivas y motóricas en seis escalas: general cognitiva o
Índice general intelectual, verbal, perceptivo- manipulativa,
numérica, memoria y motricidad. Posteriormente, los ítems
fueron reorganizados en un nueva subescala para estudiar la función ejecutiva relacionada con la coordinación de conductas complejas como la atención y la
memoria de trabajo. La presencia de síntomas de TDAH
se evaluó mediante los criterios diagnósticos establecidos
en el DSM-IV. La determinación de las variables genéticas
en el gen GSTP1(glutatión S-transferasa P1) en los niños
se realizó a partir del análisis del ADN extraído de muestras de sangre obtenidas a los cuatro años de edad.
El análisis de los resultados mostró que, con independencia
de otros factores, el uso de aparatos de gas en el hogar se
asoció significativamente con una menor puntuación en la
función cognitiva general (descenso de 5 puntos), en la
función verbal (6 puntos) y ejecutiva (5 puntos), con una
relación creciente entre el número de aparatos de combustión
con gas en el hogar y una menor puntuación en la función
cognitiva general. Asimismo, los niños expuestos a la
combustión de aparatos de gas en el hogar mostraron un
mayor riesgo de presentar síntomas de TDAH y síntomas de
inatención, pero no así de hiperactividad.
Una mayor concentración de NO2 en el hogar también se
asoció significativamente a una menor puntuación en la
escala cognitiva general (un descenso de 0.27 puntos por
cada incremento en 1 ppb de NO2), verbal (un descenso de
0.29 puntos por cada incremento en 1 ppb de NO2) y función
ejecutiva (un descenso de 0.30 puntos por cada incremento
en 1 ppb de NO2). Asimismo, los niños expuestos a niveles
más altos de NO2 en el hogar mostraron un mayor riesgo
de presentar síntomas de TDAH, observándose de nuevo
una mayor afectación del componente de atención. Estos
efectos no deseables del uso de aparatos de gas y de los
niveles de NO2 en el hogar fueron encontrados en los niños
portadores de la variante genética de GSTP1 asociada a una
menor capacidad de detoxificar los productos derivados del
estrés oxidativo, pero no en aquellos niños portadores de la
variante funcional.
Conclusión: Estos resultados proporcionan la primera
evidencia de que la exposición en las primeras etapas del
neurodesarrollo a la contaminación ambiental en los hogares
derivada del uso de aparatos de gas podría condicionar un
peor desarrollo de la función cognitiva e incrementar el
riesgo de desarrollar síntomas de TDAH en la edad preescolar.
La confirmación de estos resultados en próximos estudios
podría tener importantes implicaciones en el ámbito de la
salud pública.
Eva Morales, Jordi Julvez, Maties Torrent, Rafael de Cid,
Mónica Guxens, Mariona Bustamante, Nino Kunzli,
Jordi Sunyer .
www.proyectoinma.org
InfoADANA: Avda. Tibidabo, 15 Planta baja 08022 Barcelona Tel. 93 241 19 79 Fax: 93 241 19 77 e-mail: [email protected] www.fundacionadana.org
Editorial
El Profesional opina
Internacional
El 7 de octubre del 2010 se reunió el presidente de FEAADAH con la Comisión de
Sanidad, Política Social y Consumo del Senado. El motivo era tratar y sensibilizar sobre
la problemática del TDAH en las familias y la
sociedad, y especialmente en la actualidad
dado el coste económico del tratamiento
que muchos padres han de gestionar de
forma privada.
La evidencia científica confirma la naturaleza
neurobiológica del trastorno y lo que ello
implica, como la permanencia de los síntomas en la edad adulta en muchos casos, que
aún están mal identificados y con serias carencias en su pronóstico e intervención terapéutica. Es necesario sensibilizar sobre las
severas dificultades que presentan en sus
actividades cotidianas y que en muchos casos se extenderá a lo largo de su vida, como
un fracaso escolar en el 50% de los alumnos afectados o la presencia de otros trastornos, como depresión, ansiedad o de conducta hasta en un 70% de los casos, por lo
que requiere de un trabajo de equipo, en el
que la familia, profesionales de la salud y
educación así como las administraciones han
de ser cómplices y estrechas colaboradoras.
A pesar de contar con una excelente Guía
Práctica Clínica, aún hay un pobre diagnóstico precoz, que retrasa la intervención
adecuada y en la escuela aún se suele colocar
a estos alumnos en el grupo de los que
presentan trastorno de conducta o los vagos,
lo que estigmatiza su condición. Por esto, las
intervenciones necesarias o la medicación no
siempre se dan o se suprimen en un punto
tan crucial como es la entrada a la edad
adulta, por falta de reconocimiento del trastorno a esta edad. Se ha de trabajar con
urgencia, ya que el Estado busca mejorar la
tasa de fracaso escolar, y es un grupo elevado de afectados: un 3 - 7% de la población
infantil y hasta un 4% de la población
adulta.
No es una petición única, es una necesidad
que los padres de todo el mundo reclaman,
con el apoyo de experiencias exitosas y de
la evidencia científica. En este sentido, la
III Conferencia de la Federación Mundial de
TDAH en mayo, en Berlín, volverá a juntar
los mejores expertos para buscar consensos
en el diagnóstico y tratamiento, que permitirán lograr intervenciones exitosas en todos
los países.
Isabel Rubió
Presidenta Fundación ADANA
Múltiples comorbilidades:
expectativas peores, comunes para
los niños con TDAH
Los niños con TDAH a menudo presentan como carga adicional otros trastornos mentales
e incluso condiciones del neurodesarrollo que les lleva a un funcionamiento adverso
en años posteriores. Así lo sugiere un estudio publicado en "Pediatrics" el 7/02/11, en
el que se hace un seguimiento de más de 5.000 niños afectados. Los investigadores
encontraron que éstos presentaban mayor incidencia de otros trastornos como depresión,
ansiedad y/o trastornos del aprendizaje que otros niños sin el trastorno, además de
tener 4 veces más restricciones de actividades y hasta 5 veces más de problemas en la
escuela. Es un estudio poblacional único en los EE.UU basado en el patrón de las
comorbilidades en el TDAH y sus relaciones con el funcionamiento.
La Dra. Kandyce Larson, de la Escuela de Medicina David Geffen, en la Universidad
de California-Los Ángeles, y sus colaboradores, concluyeron que las intervenciones
terapéuticas deberían estar relacionadas con el perfil del neurodesarrollo de cada niño
teniendo en cuenta las circunstancias sociales y familiares específicas, e integrarlo
en servicios de soporte en educación, salud mental y servicios sociales.
Los investigadores evaluaron datos de 61.779 niños entre 6 y 17 años, provenientes
del National Survey of Children's Health del 2007. De todos ellos, 5.028 tenían TDAH.
Se preguntó a los padres sobre trastornos del aprendizaje, trastornos de la conducta,
ansiedad, depresión, problemas del habla, espectro autista, problemas de audición,
epilepsia, problemas de visión y tourette. También aportaron información sobre
funcionamiento escolar, cuestionarios de comunicación padres-hijos, cuestionarios de
competencia social, las escalas de agravio en padres y visitas preventivas de audición
y visión.
Los resultados mostraron que había muchas comorbilidades, pero que el grupo más
amplio era el de niños de familias con pocos medios versus familias con mayor potencial
económico: en los trastornos del aprendizaje (46% vs 5%), trastornos de conducta
(27% vs 2%), ansiedad (18% vs 2%), depresión (14% vs 1%), y problemas del habla
(12% vs 3%; all P < .05). Adicionalmente, 67% de los de estatus sociales bajos
presentaban al menos 1 trastorno comorbido (33% con solo uno, 16% con 2, y 18%
con 3 o más). Según los investigadores, el riesgo de tener 3 comorbilidades o más era
3.8 veces más alta en niños pobres frente a niños de padres afluentes (30% vs 8%).
La proporción de presentar mayor número de restricción de actividad era superior para
aquellos con TDAH ([OR], 4.14; 95% [CI], 3.34 - 5.15), así como la ratio de presentar
problemas en la escuela (OR, 5.18; 95% CI, 4.47 - 6.01), repetición de curso (OR, 3.71;
95% CI, 3.02 - 4.55), y pobre comunicación padres-hijos (OR, 2.55; 95% CI, 1.84 3.52). También se encontraron pobres competencias sociales notables y mayor índice
de agravio de los padres.
Por ello, sugieren realizar cuestionarios de forma rutinaria y establecer tratamientos
adecuados de forma individual a cada caso. Desgraciadamente han encontrado que
solo el 20% de los profesionales se sienten preparados para tratar el TDAH y sus
comorbilidades, lo que lleva a la conclusión de que hay que lograr una mayor integración
de atención primaria, de salud mental, educación y servicios sociales.
Deborah Brauser
18.02.2011
DIRECTORA
Alicia de Muller
news
EQUIPO COLABORADOR
DISEÑO Y MAQUETACIÓN
Vargas Comunicació
PRODUCCIÓN
Beatriz Mena
COMITÉ ASESOR
Marta García-Giral (Psiquiatra)
Ezequiel Miranda (Abogado)
Rosa Nicolau Palou (Psicóloga)
Mariano Trillo (Psiquiatra)
Joaquima Júdez (Psiquiatra)
Antonio Ramos Quiroga (Psiquiatra)
Amaya Hervás (Psiquiatra)
Juan Antonio Amador (Psicólogo)
COLABORADORES
Dra. Eva Morales
(Proyecto INMA)
Yuglenis R. Rivas
(Psicóloga)
Dr. Alberto Fernández Jaén
(Neurólogo Infantil)
Neurociencia afectiva del TDAH: datos existentes y
direcciones futuras
El TDAH es la etiqueta diagnóstica de uno de los trastornos del
neurodesarrollo más frecuentes en la población infantil. Existen
evidencias científicas que demuestran por un lado su alto grado de
heredabilidad y por otro la existencia de anomalías a nivel anatómico
y funcional del cerebro, lo que confirma que es un trastorno real.
Se considera que el grado de heredabilidad del trastorno está
en un 0'77 (Faraone, et all, 2007), uno de los más altos en salud
mental, y de que existen una serie de anomalías en las regiones
cerebrales que conforman el circuito fronto-estriado, lo que
incluye la corteza prefrontal dorsolateral y regiones dorsales
de la corteza cingulada anterior y el estriado. Esta mala
funcionalidad hace explicar los déficits ejecutivos, y muy especialmente
el pobre control inhibitorio que muestran. Pero también se ha
comprobado que hay otras áreas implicadas, lo que explica otros
de los síntomas del trastorno; entre ellas el cerebelo y los sistemas
mesolímbicos y parieto-temporal.
Todo ello hace que el TDAH se presente con una alta variedad de
síntomas, haciendo de cada persona un caso único, ya que además
de los efectos cognitivos como la atención, la memoria de trabajo
y el proceso temporal, se sumen otras características afectivas, como
es el procesamiento de la recompensa, la versión a la demora y la
regulación emocional. Cada vez conocemos más sobre las deficiencias
cognitivas y ejecutivas, pero aún sabemos poco sobre las afectivas
(Nigg y Casey, 2005, Sonuga-Barke, 2002), por lo que se ha elevado
el número de estudios sobre las alteraciones emocionales y motivacionales del TDAH, como otra de las causas del mismo.
Desde hace mucho tiempo se relaciona el TDAH con anomalías en
el proceso de recompensa, aunque ha estado siempre en un segundo
plano frente a las alteraciones de las funciones ejecutivas. Una
revisión de Sergeant, Luman y Oosterlann, del 2005, ya define que
las personas con TDAH dependen más de los controles de
refuerzo externo, que normalizan su rendimiento cuando se
les refuerza de forma inmediata y frecuente, que muestran
una menor respuesta psicofisiológica periférica frente a la
recompensa que el resto de personas, y que frente a una
recompensa demorada o inmediata prefieren la última, aunque
la otra sea mayor. Por ello, se han planteado varios modelos
motivacionales para explicar estos síntomas, como son la teoría
del desarrollo dinámico, la teoría del déficit en la transferencia
de dopamina y la hipótesis de la aversión a la demora. Los tres
modelos coinciden en que consideran que las afecciones
motivacionales provienen de una baja activación del sistema de
recompensa dopaminérgico. Los tres modelos también encajan con
los datos aportados en las últimas investigaciones sobre las bases
neurobiológicas del procesamiento de la recompensa en adolescentes
y adultos, que están alteradas en aquellos con TDAH y que
demuestran que hay alteraciones en la anatomía (Cardona, 2009),
en la neuroquímica (Volkow et all, 2007) y funcionales, principalmente en la región ventromedial.
Un buen manejo de las emociones, además del autocontrol
motivacional, es muy importante para mantener buenas interacciones
sociales, tanto en las habilidades para interpretar las de los demás,
como en la correcta manifestación de las propias. Actualmente hay
una teoría, de Nigg y Casey (2006) que considera que el TDAH es
el resultado de un mal funcionamiento de tres circuitos neuronales,
siendo uno de ellos el circuito prefrontal-amigdalar, que explicaría
esta característica, algo que también se comenta en el modelo
motivacional de Sonuga-Barke.
Muchos estudios, como los de Albert, López-Martín, FernándezJaén y Carriere en 2008, demuestran que los niños y adultos con
TDAH muestran importantes dificultades para reconocer y
comprender la información afectiva, por lo que se entiende
sus pobres habilidades sociales. Una de las dudas de su origen
está en saber si es un tema secundario a los déficits cognitivos
o, por el contrario, es algo que se suma a éste. Los últimos
estudios (Rapport et all, 2002, Yuill y Lyon, 2007 y Fonseca, 2009)
coinciden en considerar que es una característica primaria que
coincide o se amplifica con las dificultades cognitivas. A nivel neural,
la anomalía más relevante está posiblemente en una disfunción de
la amígdala y estudios posteriores en potenciales evocados sobre
estas disfunciones han demostrado que el metilfenidato también
ayuda a modular mejor las emociones.
Los estudios de Albert et all (2008) demuestran que las personas
con TDAH tienen muchas dificultades para controlar sus
emociones, especialmente las negativas, por ello expresan
mayores niveles de depresión, de agresividad, enfado o tristeza.
Además son incapaces de esconder sus emociones, presentando
una gran labilidad emocional e irritabilidad, tanto en niños como
adultos, de ahí que para según qué paciente la atomoxetina sea
el medicamento de primera elección. Según un último estudio
sobre el origen de estas dificultades, Passaritti, 2010, esto es
debido a una baja activación de la corteza prefrontal ventrolateral.
Para terminar, los autores del artículo comentan que el estudio de
las alteraciones afectivas en estas personas por la neurociencia
afectiva es importante, ya que se ha demostrado que hasta un 90%
de los niños con TDAH presentan además aversión a la demora y
un pobre control inhibitorio, además de los síntomas conductuales
del trastorno, por lo que se está estudiando si se podrán utilizar
determinadas pruebas neuropsicológicas específicas que se sumarían
a las de las funciones ejecutivas, para conocer mejor las deficiencias
de cada persona afectada y mejorar las intervenciones, como es la
motivación en el campo educativo, que se suma a la inatención
dando resultados desastrosos y fracaso escolar si no se les ayuda,
como puede ser un refuerzo externo constante. Conocer los déficits
en los mecanismos del cerebro de las personas afectadas también
hace entender por qué son tan sensibles al abuso de drogas y del
efecto beneficioso del tratamiento farmacológico en la adolescencia.
Un buen conocimiento de estas deficiencias ayudaría a un mejor
diagnóstico de los trastornos asociados, sobre todo en depresión
y del humor, y a una mejor interpretación de su relación con los
déficits cognitivos que presentan.
Sara Lopez-Martín, Jacobo Albert, Alberto Fernández-Jaén,
Luís Carriere (Escritos de Psicología Vol. 3, nº 2, pp 17-29)
news 3
El artículo
Declaración del consenso europeo en
diagnóstico y tratamiento de TDAH en adultos:
la red europea de adultos con TDAH
Abril 2010
TDAH como son factores de riesgo en el embarazo, tabaco, alcohol, otras
drogas, presión sanguínea alta y estrés en el embarazo así como bajo peso
al nacer y prematuridad. La falta de diagnóstico a estas edades requiere
de que se recojan otros síntomas más adecuados en el próximo DSM V,
y por otro lado entender el impacto de las comorbilidades (en muchos
casos severas) que esconden el TDAH de base. Hay una falta de formación
de los profesionales (psiquiatras y psicólogos) para reconocer los síntomas,
y más cuando aparecen los problemas emocionales, que suelen ser mal
interpretados, como considerarlos agresivos, perezosos y vagos. Hasta el
75% de los adultos afectados presenta un trastorno comórbido,
pudiendo llegar en muchos casos hasta tres, entre ellos depresión, ansiedad,
humor, sueño, personalidad y conducta así como otros del aprendizaje.
A pesar de la mejora en atención en la infancia y adolescencia, hay todavía
escasos servicios para adultos con TDAH. Pocos profesionales se sienten
cómodos diagnosticando y medicando en estas edades. La medicación es
eficaz, como demuestran muchos estudios, por lo que la misma Guía de
TDAH del NICE, en Gran Bretaña, reconoce la necesidad de su uso cuando
los síntomas sean evidentes, lo que ha ayudado a que en este país se
incremente el reconocimiento y las ayudas a los adultos con TDAH, pero
esto no ha sido reconocido por la Agencia del Medicamento europea,
mucho más restrictiva.
En el futuro DSM V solo se requerirá 4 de los síntomas tanto en inatención
como en hiperactivad-impulsividad para los mayores de 17 años. En la
lista de hiperactivad-impulsividad se incrementarán a 13 para recoger
actividades o situaciones propias de adultos, así como en las de inatención,
en donde se amplía hasta los doce años el inicio de la aparición de los
síntomas de forma más noticiable y sigue siendo el criterio de severo
impedimento el básico para considerar el trastorno, pero ahora se amplía
la aparición de este impedimento hasta la adolescencia, en lugar del
periodo infantil. También se considera el grupo de adultos en remisión
parcial.
En el año 2003 se fundó el "European Network Adult ADHD", por un
grupo de 40 profesionales provenientes de 18 países europeos, con el
objetivo de mejorar el diagnóstico y manejo del TDAH en adultos. Este
documento de consenso es el resultado de reuniones entre los años 20032009, así como información recogida en las bases de datos, y resume las
conclusiones sobre el diagnóstico e intervenciones en los adultos con
TDAH, que sirven tanto para psiquiatras como médicos de medicina
general.
En Europa ha mejorado la identificación del TDAH en la infancia y en la
adolescencia, pero aún queda mucho por hacer en la edad adulta a pesar
de que desde los años 70 se reconoce que muchos síntomas persisten en
la edad adulta. Según un estudio de Faraone, a los 25 años, hasta un
15% mantienen todos los criterios diagnósticos del trastorno, pero hasta
un 50% presentan aún síntomas significativos que afectan su vida diaria.
Otro estudio, de la World Health Organization Mental Health Survey,
muestra que en los del subtipo combinado los predictores de la permanencia
de los síntomas en la edad adulta son la severidad de los mismos, asociación
de depresión u otros trastornos comorbidos severos, adversidad social y
padres con patología mental.
Según los datos hasta la fecha, se cree que la persistencia del trastorno
en la edad adulta es del 2-5%, siendo la más aceptada la del estudio
de Kessler, del 4'4%. Los estudios de J. Halperin proponen que el TDAH
está vinculado a una disfunción subcortical de inicio temprano (débil
mecanismo de arousal o excitación), mientras que los mecanismos de
remisión están relacionados con la capacidad de maduración de las funciones
ejecutivas a medida que la persona madura. Los estudios neurocognitivos,
de neuroimagen y neurofisiológicos sugieren que hay diferentes áreas del
cerebro involucradas en este problema tanto en niños como en adultos.
Para el grupo, la influencia de la genética es muy importante ya que
muchos progenitores presentan el trastorno y no saben manejar
adecuadamente las relaciones con los hijos. El riesgo de heredabilidad
del TDAH explica hasta un 76% de los casos, lo que ayuda a considerar
el TDAH como una condición a lo largo de la vida. El Grupo IMPACT,
liderado por la Dra B. Franke, estudia la genética molecular para conocer
las estructuras genéticas del trastorno y así adecuar mejor las intervenciones
en niños y adultos. Factores ambientales también pueden incidir en el
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Los síntomas que se presentan con mayor frecuencia en adultos son
en hiperactividad: inquietud interna, dificultad para relajarse, ser
parlanchines, mover exageradamente dedos y pies. En impulsividad:
son impacientes, actúan sin pensar, gastan impulsivamente, comienzan
nuevos trabajos o parejas o buscan sensaciones al límite. Respecto
a la poca atención: aburrimiento, distraídos, dificultad en tomar
decisiones, poca sensibilidad al estrés, necesidad de variar constantemente. Pueden además presentar una gran variabilidad emocional,
con altos y bajos, e incluso ser irascibles. Suelen presentar más
accidentes que la media. Si además tienen un trastorno de la conducta,
y si se le suma consumo de drogas, pueden cometer actos delictivos.
En el caso de ser padres de niños con TDAH llevan peor la relación
paterno-filial, y presentan menor formación por tanto menor recursos
económicos para afrontar los gastos devengados del tratamiento.
Respecto a género, se ha comprobado que se diagnostica más a mujeres
en esta edad, habiendo 3 hombres por 2 mujeres, al contrario que en la
infancia donde pasan desapercibidas, ya que suelen ir al psiquiatra por
depresión (y aún así no siempre se les detecta su TDAH inicial). Para establecer un buen criterio diagnóstico se ha de iniciar por una autoevaluación
de síntomas, siguiendo los criterios de ICD-10 y DSM-IV y evaluando qué
síntomas persisten en la persona, aunque tengamos la limitación de que
no describen los que habrían de aparecer en la edad adulta. Se necesita
incorporar datos provenientes de otras personas cercanas, ya que no
suelen ser buenos observadores de sus conductas. Otro dato que debería
incluirse son las funciones ejecutivas en estas personas comparadas con
los que no presentan el TDAH. Entre los síntomas se habría de incorporar
los cambios de humor, la frustración, la sensibilidad al estrés y los enojos,
además de tener mucho en cuenta el C.I, ya que uno alto ayuda a presentar
mejores estrategias. En el caso de inatentos, la aparición de los síntomas
con su impedimento es más tardía, pudiendo aparecer en secundaria. Se
diagnostica según la severidad y persistencia de los síntomas, grado de
impedimento relacionado con la autoestima, interacción social, problemas
conductual y académico, así como riesgo para otros trastornos asociados.
Los autores del artículo manifiestan que se debería poder tener una
categoría de remisión parcial para aquellos que hubieran normalizado su
conducta, excepto con algún síntoma que les proporciona aún discapacidad.
Para la evaluación se requiere igual que en la infancia que los síntomas
se den en más de un ambiente y que hubieran estado presentes desde
la infancia, saber qué trastornos se han presentado en la familia, problemas
emocionales así como otros trastornos comórbidos como ansiedad, depresión trastornos de la conducta, del espectro autista, del desarrollo neuromotor o del aprendizaje como dislexia. El abuso de sustancias es muy
alto en esta población y merece una atención especial; la prevalencia
entre ambos es aproximadamente entre el 45% al 55%, siendo sobre
todo el consumo de alcohol y de cannabis, y en menor proporción cocaína
y anfetamina. Posiblemente esto es debido a un desarreglo en el proceso
de recompensa, un incremento en los riesgos psicosociales y al autotratamiento. Generalmente este abuso es mayor y de inicio más temprano
en estos pacientes, pasando más rápidamente del abuso a la dependencia.
Como escalas, proponen las de World Health Organisation Adult Selfreport Scale (ASRS) que está disponible en www.hcp.med.harvard.edu/
asrs.php. También está la de Brown, ADD Scale Diagnostic Form
(BADDS), relacionada con las E.F, la de Conners (CAARS) y la de Wender
Utah Rating Scales (WURS), que incluye trastornos asociados. También
hay una guía de entrevista (DIVA), aunque no existe traducción de muchas
de estas ayudas ni validación en los países europeos. Aunque no tenemos
aún tests neurobiológicos o neuropsicológicos con suficiente sensibilidad
para el TDAH en adultos se usa el CANTAB test, el Stop Signal Reaction
Time o test de funcionamiento de las E.F, ya que para muchos su mal
funcionamiento es la carencia principal en la edad adulta.
El diagnóstico ha de ser diferencial, a la vez que establecer la presencia
de trastornos asociados, y saber establecer qué es qué, ya que los cambios
de humor pueden interpretarse como depresión, TLP o bipolaridad y en
SUD no ver el TDAH que hay detrás. Siempre se ha de poder tratar todos
los trastornos mentales en cada persona, especialmente cuando son
severos o comenzar por el de su TDAH para ver si disminuyen los de los
otros trastornos, especialmente en depresión. En el caso de adicción, se
recomienda comenzar primero por tratar este trastorno, excepto que su
TDAH sea muy severo, con lo que se ha de tratar ambos en paralelo.
El tratamiento consiste en primer lugar en la medicación, que suele
mejorar los síntomas del trastorno y los tratamientos psicosociales y
psicoeducativos, que les ayudan a entender sus dificultades y plantear
estrategias de manejo. Entre las áreas a mejorar están la autoconfianza
y autoestima, el mejor funcionamiento a nivel social y familiar, mejora de
los déficits cognitivos, en la conducción de vehículos, en una mejor
abstinencia de consumo tóxico. El algoritmo óptimo sería un tratamiento
que incluyera la familia, los compañeros y otras relaciones cercanas y se
compondría de psicoeducación del TDAH y de los problemas asociados,
farmacoterapia del TDAH y de los otros trastornos, coaching, terapia
cognitiva en grupo y aislada, y terapia de familia.
La psicoeducación les permite conocer las causas y manifestaciones del
trastorno, con lo que les ayuda a entender el porqué de lo que les pasa
a diario. En muchos de ellos, esto les facilita disminuir los problemas de
relación con la familia y eliminar los sentimientos de culpabilidad e ir
recuperando un entorno social saludable. En muchos casos les gusta
mantener grupos de autoayuda para compartir experiencias y problemas,
lo que hace que sea un campo interesante de investigación en el futuro.
Respecto a la medicación es la misma que la de niños y adolescentes,
principalmente estimulantes como el metilfenidato en sus diferentes
modalidades, que es efectivo en un 70% de pacientes, y en segundo
lugar la atomoxetina y finalmente otros no estimulantes como el bupropion,
la guanfacina, el modafinil y los antidepresivos tricíclicos.
darse con seguridad. Por otro lado, numerosos estudios han demostrado
que el uso de metilfenidato no predispone al posterior abuso de drogas,
al contrario es un buen protector y su uso en los pacientes suele disminuir
con la edad a medida que elabora estrategias de manejo adecuadas. En
USA existen otros estimulantes que se utilizan como medicación, como
son la lis-dexamfetamina o las sales de amfetaminas, de las que en Europa
se comercializan en muy pocos países. También está el oros-metilfenidato
como medicación de larga acción, ya que los pacientes suelen olvidar de
tomarse la medicación cuando es de corta durada (entre 2-5h) y el
tratamiento se vuelve ineficaz.
Este panel de profesionales pide que se ajuste las dosis a las necesidades
de cada paciente, basándose en su respuesta y tolerancia, usando
medicación de corta y larga duración para lograr el máximo de efecto
cuando haga falta. Aunque es cierto que existe un uso recreativo del
metilfenidato, en estudiantes universitarios o por padres que lo usan para
mejorar su rendimiento, ello no ha de impedir ayudar a aquellos que lo
necesitan para vivir adecuadamente.
Otra línea de medicación está en los no estimulantes, entre ellos la
atomoxetina, con una acción en las 24h, sin posibilidad de abuso, y que
parece ser indicada en aquellos con trastornos asociados de SUD, fobia
social, o alteraciones del humor. Una cuarta categoría serian la guanfacina
o el modafinil, que están en vías de estudio y los tricíclicos como la
imipramina o desipramina. Pero los efectos beneficiosos son mucho
menores que en los anteriores. También puede añadirse antidepresivos,
antipsicóticos o estabilizadores del humor en caso de necesitarlo por sus
problemas asociados, pero ajustando muy bien las dosis de ambos. Sólo
los inhibidores de la monoamino oxidasa son incompatibles con la
medicación para el TDAH.
La medicación no es suficiente para que logren normalizar su vida;
la terapia cognitivo-conductual y el coaching les ayudan de forma
individual o en grupo a la resolución de problemas, a manejar su
tiempo, a limitar su actividad a cada momento o a organizar sus
finanzas, a la vez que iniciar y acabar las tareas o a hacer y mantener
amigos y relaciones, a la vez que entender los vaivenes emocionales
que les lleva su TDAH. En muchos casos también es importante una
terapia familiar o tratamiento psico-social para mejorar su adaptación
a la realidad y las demandas de la vida normal.
Este panel de profesionales, amparados por la investigación reciente, no
cree que un tratamiento psicoterapéutico sería realmente eficaz en aquellos
casos severos o con comorbilidades sin la ayuda de la medicación y en
ellos recomienda indispensable su uso, aunque considera posible que la
psicoterapia pueda ayudar en los casos de remisión parcial y con alta
motivación para un cambio personal. Estudios sobre medicación
exclusivamente o medicación con psicoterapia, llevados a cabo por Safren
o por Rostain&Ramsey demuestran que el segundo grupo presenta más
mejoras que el primero. Otras áreas de investigación están en el desarrollo
de las E.F como el neurofeedback o el entrenamiento metacognitivo.
El panel de expertos recuerda que el coste económico y social de una
persona no tratada, con otras comorbilidades de peor pronóstico, es muy
alto para él y para la sociedad, por lo que creen que es importante
identificarlos y darles la ayuda adecuada, lo que en términos económicos
sería un ahorro considerable de accidentes, de paro laboral, de otras
enfermedades, de esposos e hijos afectados por su TDAH o por heredabilidad
del mismo ,así como por un largo etcétera que hace que se tenga que
actuar lo antes posible.
www.adult-adhd.net
Varios estudios europeos a doble ciego han demostrado que el
metilfenidato no solo disminuye los síntomas y conductas propias
del TDAH si no que mejora la autoestima, los estallidos de mal
humor, problemas cognitivos y sociales, además de cambios de humor.
Como efectos secundarios está la pérdida de apetito, el insomnio,
palpitaciones, dolor de cabeza, nerviosismo y boca seca. Los estimulantes
pueden incrementar la tensión sanguínea, por lo que se han de controlar
en aquellos con la tensión alta. No se recomienda su uso en el embarazo
y la lactancia, y se recomienda mucha precaución si hay otros trastornos
psicóticos. Está contraindicado en problemas cardiacos como angina y
cardiomiopatía, hipertensión, arritmias, hipertiroidismo y glaucoma.
Últimamente se ha comprobado que se puede medicar en pacientes con
tics o con epilepsia.
De todos modos, en Europa aún existe mucho estigma y desconocimiento del TDAH en adultos, por lo que en pocos países se puede
medicar. Uno de los motivos de no medicar es la idea del posible abuso
como droga; Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Drogas de
USA (NIDA) ya demostró que este abuso se produciría según la vía de
administración, siendo las formulas orales de largo plazo las que pueden
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Espacio Adana
La aplicación de programas de tratamiento en
habilidades socioemocionales en los niños con TDAH
ayuda a mejorar su autoestima y autoconcepto
Los sujetos diagnosticados de TDAH suelen presentar problemas de
adaptación a sus actividades cotidianas en los diferentes ámbitos,
como el escolar, familiar, social; en las actividades cotidianas su
comportamiento muchas veces sobrepasa los límites aceptados como
normales. Por otro lado, su estilo cognitivo impulsivo les dificulta
calcular las consecuencias negativas de su comportamiento. Esta
falta de autocontrol y el comportamiento distorsionado hace que
reciban más críticas negativas o castigos por parte de las personas
que conviven con ellos, y que tengan mayor experiencia de fracaso.
Dadas sus características, no es fácil que el autoconcepto del niño
con TDAH y, posteriormente su autoestima, se desarrollen de una
forma sana.
El TDAH es un cuadro psicopatológico complejo que afecta a la
totalidad del desarrollo psicoemocional, cognitivo y social del niño.
Por este motivo, la intervención de este trastorno debe contemplar
un amplio número de dimensiones. Y debe incluir todos aquellos
dominios en los que el niño con este trastorno manifieste algún
problema. En las últimas décadas han proliferado los programas de
tratamiento que surgen del interés por mejorar la calidad de vida de
la sociedad.
Esta investigación, realizada por el departamento de psicología
clínica y de la salud de la Universidad Autónoma de Barcelona busca
ofrecer a las familias y terapeutas que se encuentran ante el reto de
tratar a estos niños, una evidencia de que los programas de tratamiento
a los cuales se someten cada uno de ellos, son eficaces. Partiendo
de aquí desarrollamos el siguiente estudio: determinar la eficacia de
un programa de habilidades socioemocionales en la autoestima y
autoconcepto de un grupo de niños con TDAH.
Se estudió en concreto la eficacia del programa de habilidades
socioemocionales de la Fundación ADANA. Dicho programa
está conformado por tres módulos: el de autocontrol, el de
habilidades sociales y el de autoestima.
Se seleccionaron por muestreo accidental a 22 niños de género
masculino y femenino en edades comprendidas entre los 9 y 13
años, diagnosticados de TDAH y que asisten a la Fundación. Este
estudio se basó en un diseño casi experimental PRE - POST sin grupo
control equivalente.
Los resultados de dicha investigación indican mejoras en la autoestima
del grupo de niños con TDAH.
Tras la implementación del programa de habilidades socioemocionales,
nuestros resultados indican que el grupo de niños que se encontraba
por debajo de la media de la autoestima, tuvo un aumento en su
nivel de autoestima, ubicándose dentro de la media. En cuanto a si
ocurren mejoras en el autoconcepto en referencia a cada una de sus
dimensiones, después de la aplicación del post test, los resultados
en las dimensiones de autoconcepto social, familiar, y emocional,
las explicamos en un mismo grupo, ya que las puntuaciones
encontradas en éstas, guardan más sentido si mencionamos que el
programa de habilidades socioemocionales está estructurado bajo
una serie de técnicas que trabajan estas tres dimensiones
anteriormente mencionadas.
En lo que respecta al autoconcepto social y familiar, en ambas
dimensiones, después de la aplicación del programa, los niños refieren
una mayor capacidad de aceptación, e interacción con las personas
en general. En referencia al autoconcepto emocional luego del posttest, los niños presentan un significativo aumento del control de las
emociones, lo que conlleva a responder de forma adaptativa a
diversas situaciones de su vida. Por último, al comparar todos los
resultados del pre test con el post test, se observan mejoras en
algunas dimensiones anteriormente descritas, donde el autoconcepto
emocional obtuvo la mayor representación. Lo que indica que con
la aplicación del programa de habilidades socioemocionales basada
en técnicas cognitivas- conductuales se genera una mejora a nivel
emocional. Por último, es conveniente resaltar que la eficacia del
programa de habilidades socioemocionales en la autoestima y el
autoconcepto, podría concluirse que viene dada por la aplicación
de los tres módulos que lo conforman, debido a que el aprendizaje
de manejo de autocontrol y habilidades sociales, ligado al trabajo
de autoaceptación que se realiza, tiene una influencia positiva en
la autoestima y el autoconcepto de estos niños.
Valoraciones de la primera edición
del postgrado de Fundación ADANA
Recomendamos
Libros
Coaching para quienes viven
con TDAH
Autora: Mª del Carmen Carballo
Edita: Alfaomega Grupo
Editor Argentino
(2010 - 2011)
La primera edición del Postgrado de especialización en TDAH, Trastornos
de Aprendizaje y Trastornos de la Conducta organizado por la Fundación
Adana ha llegado a su ecuador. Desde el pasado mes de octubre, 24 profesionales
de diferentes disciplinas (psicología, psicopedagogía, magisterio, pediatría y
enfermería) están recibiendo, cada martes y jueves por la tarde, una exhaustiva
formación en los temas motivo del curso.
Destinado a aquellas personas
que buscan guiar y ayudar a las
personas que padecen TDAH y a
quienes viven con ellos.
El adolescente en su mundo.
Riesgos, problemas
y trastornos.
Autor: Dr. Josep Toro Trallero
Edita: Ediciones Pirámide
Hasta el momento se han abordado los dos primeros bloques: el introductorio
a la psicopatología infantil y el relacionado con el TDAH. El grado de satisfacción
con las clases por parte de los alumnos es elevado, ya que de las valoraciones
recibidas se ha obtenido una media de 4 sobre 5. En los meses siguientes, se
tratarán los Trastornos de Conducta y los de Aprendizaje.
Se da una visión amplia del
adolescente actual.
A su vez, en enero, empezaron las rotaciones prácticas en las que los estudiantes
guiados por un profesional realizan entre 40 y 50 horas de observaciones e
intervenciones con niños y adolescentes con dificultades. Las prácticas se están
realizando en Adana o en otros centros colaboradores.
Guía de Práctica Clínica para
el Manejo de Pacientes con
Trastornos del Espectro Autista
en Atención Primaria
Edita: Ministerio de Ciencia
e Innovación
Una ayuda a la toma de decisiones
en la asistencia sanitaria.
Disponible en www.guiasalud.es
Asimismo, todos los profesionales que lo imparten, tanto los nacionalmente
reconocidos en la materia encargados de presentar las master-class, como los
especialistas en diferentes áreas, valoran que el grado de motivación, interés e
implicación de los alumnos es muy alto.
Desde Fundación Adana queremos agradecer tanto a los estudiantes como a
todos los profesionales que lo hacen posible su dedicación, tiempo y esfuerzo.
Os informamos que ya están abiertas las inscripciones para la 2ª edición del
Postgrado ( 2011-2012). El plazo para matricularse se inicia el 15 de abril y finaliza
el 5 de octubre de 2011.
www.adanatraining.com
Webs
http://blog.baobabplanet.com/?p=685:
Bobab Planet es un juego Multiplataforma virtual
con el objetivo de jugar a misiones, aventuras y
desafíos.
www.healthcentral.com: portal general
de salud. Buscar ADHDcentral.com. En inglés.
Finalmente, los resultados obtenidos en esta investigación son
esperanzadores en cuanto al resultado que se puede esperar de la
aplicación de los tratamientos cognitivo-conductuales de habilidades
socioemocionales en niños con dicho diagnóstico.
http://www.universidaddepadres.es Proyecto
pedagógico para colaborar con los padres
durante todo el proceso educativo de sus hijos.
Agenda
Yuglenis R Rivas Troconis
Psicóloga
3er Encuentro con un experto: Dr. Josep Toro.
Barcelona. CosmoCaixa. 8 de Abril. Organiza
Fundación Adana. www.fundacionadana.org
3er taller con un experto: conferencia-coloquio con
el Dr. Josep Toro
3er Congreso Internacional sobre TDAH.
Berlín. 26-29 Mayo. Organiza: World Federation
of Attention Deficity Hyperactivity Disorder.
www.adhd-congress.org
Organizamos nuestro 3er "Encuentro con un Experto", en esta
ocasión, con la participación del prestigioso Dr. Josep Toro
Trallero, para tratar "Las conductas de riesgo en la adolescencia." Día: 8 de abril. De 18 a 20:30 h. Cosmocaixa Barcelona.
II Congreso Internacional Patología Dual:
conductas adictivas y otros trastornos mentales.
Barcelona. 5-8 octubre. www.cipd2011.com
Cursos dirigidos a profesionales y a las
familias: Abril-Julio. Organizados por Fundación
Adana. www.fundacionadana.org
Adana organiza anualmente esta actividad con los objetivos de
actualizar los conocimientos y la información, potenciar la prevención
e implicar a profesionales, familias y diferentes administraciones en
el conocimiento del trastorno.
Dr. Josep Toro Trallero: Doctor en Medicina y Psicólogo. Profesor
Emérito de Psiquiatría de la UB. Ex consultor Sénior y Jefe del Servicio
de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Clínico de
Barcelona. Premio "Pavlov" de la Societat Catalana de Recerca i
Terapia del Comportament. Presidente de Honor de la Asociación
Española de Psiquiatría de Niños y Adolescentes. Medalla y placa
"Josep Trueta" de la Generalitat de Cataluña. Nombrado "Homenot
Nacional" por la Fundación Avedis Dunabedian.
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Colaboradores
Nuestro agradecimiento a Dr. Prandi, así como a:
AMIGOS DE ADANA
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