25 Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid. Continuó su formación en Pediatría y Áreas específicas en el Hospital La Paz de Madrid, lugar donde se especializó en Neurología Infantil. En la actualidad ejerce como Jefe de la Unidad de Neurología Infantil integrada en el servicio de Neurología del Hospital Quirón de Madrid. Autor, entre otros, del libro " Hiperactivos. Estrategias y técnicas para ayudarles en casa y en la escuela". ¿Considera que actualmente se ha trivializado el significado del TDAH? Sin lugar a dudas, hoy se ha banalizado este término. Se está empleando para referirse a intranquilidad o nerviosismo, problemas de memoria o atención. Sin embargo, el TDAH es un trastorno complejo, muy disfuncional, no sólo relegado a la falta de autocontrol e inatención. Son niños intranquilos y/o dispersos, pero también impulsivos, atrevidos, desorganizados. Planifican mal, tienen un pobre sentido del tiempo, les cuesta aprender de sus errores... Por otra parte, debemos recordar que la mayor parte de los intranquilos, no son hiperactivos; paralelamente, los problemas de atención también pueden estar justificados por otros problemas (dificultades de comprensión,motivación...). No deben confundirse estos términos. Hoy en día ¿El TDAH está infradiagnosticado o sobrediagnosticado? A pesar de la prensa que ha recibido en esta última década el TDAH en nuestro país, estamos en una situación clara de infradiagnóstico. En zonas de influencia de departamentos como el nuestro, muy dedicados al neurodesarrollo, observamos como tan sólo el 10-20% de los niños con TDAH están correctamente diagnosticados y tratados. Esta frecuencia cae drásticamente en otras áreas de nuestra propia comunidad. Del mismo modo, podemos medir las diferentes prevalencias del TDAH "diagnosticado" en las diferentes comunidades de nuestro país. La situación de infradiagnóstico, no debe confundirse con el mal-diagnóstico, ambas circunstancias no son incompatibles. Hace 10-15 años, los pacientes que llegaban a nuestra consulta, eran casos claros y no diagnosticados. Recientemente estamos observando cada vez con más frecuencia, la consulta de pacientes diagnosticados de TDAH, e incluso tratados médicamente, con diagnósticos al menos "cuestionables". Según usted, ¿está justificada la medicación? El tratamiento médico, en base a estimulantes o atomoxetina, es un instrumento más para la ayuda de estos pacientes. Científicamente está plenamente justificada, así como evidenciada su eficacia clínica y funcional. Clínicamente estará justificada siempre y cuando el diagnóstico sea preciso. Insistiendo en este último aspecto, este diagnóstico debe ser claro, con la presencia obligada de una marcada repercusión en la calidad de vida del paciente, su autoestima, rendimiento o relación social. No es un tratamiento médico para "mejorar las notas" ni "para fomentar la tolerancia ambiental del niño". Es una medida más para mejorar la adaptación del paciente a su entorno, y en este último sentido, también debemos modificar el entorno en la mayor medida posible (psicoeducación familiar, formación de las escuelas...). Por tanto, entender que el tratamiento médico o la "pastilla" va a ser la solución, es un error; como sabemos desde hace años, el abordaje multimodal, individualizando particularmente las medidas, es lo más apropiado y eficaz para la ayuda de estos pacientes. Parece también preocupante, como con la trivialización del TDAH y el aumento lógico del número de pacientes diagnosticados, se ha asociado a la aparición también creciente de terapias "alternativas" para el TDAH sin ningún tipo de evidencia científica en su eficacia. Y un niño/a con TDAH ¿tendrá que medicarse toda la vida? La mayor parte de los pacientes con TDAH tendrán síntomas "residuales" en la edad adulta joven; sin embargo, la mayoría de ellos dejarán de sufrir las consecuencias de estos síntomas, al menos de una forma invalidante. Si el paciente, a lo largo de la adolescencia o en estas primeras fases de la edad adulta, deja de "sufrir" el trastorno y "convive" con sus propias habilidades y dificultades de una forma saludable, sin lugar a dudas podrá prescindir del tratamiento médico. Este es uno de los propósitos a medio plazo del diagnóstico precoz, el tratamiento eficaz y la psicoeducación. ¿Cómo se debe tratar a un niño/a con TDAH en casa y en la escuela? Del mismo modo que no hay una fórmula única y mágica para el tratamiento médico, no lo hay en las medidas psicoeducativas. Dependerá del paciente, la familia y la escuela. Como en cualquier otro problema, la familia deberá estar muy informada y profesionalizada. La formación del profesorado y las escuelas, es otro paso trascendental. No es infrecuente la culpabilización de las familias por parte de las escuelas y viceversa. Nuestra experiencia nos demuestra a diario la preocupación de los padres sobre el problema de sus hijos; nuestra formación nos aclara la buena disposición general de las escuelas, y del profesorado de forma particular. Algunas medidas básicas a nivel de método, aportará grandes beneficios en estos niños... Una supervisión estrecha, con un control a través de agendacalendario, comunicación activa entre la familia y escuela, aportando rutinas claras y persistentes en el tiempo, fragmentación de las tareas, deberes o exámenes, evitación de factores de distracción, refuerzo positivo de conductas apropiadas, fomento de autoestima y confianza... pueden ser medidas muy útiles en todos los niños, pero más útiles en los niños con TDAH de forma particular. El recuerdo a familias y escuelas, sobre el trato particular a la infancia y el amor al trabajo por parte de los profesionales que estamos alrededor de estos niños, nos hará entender mejor este problema y poner en marcha con más facilidad estas medidas. Háblenos de las comorbilidades en un afectado de TDAH. La presencia de trastornos comórbidos en el TDAH es frecuente, bien por la predisposición news 2 0 1 1 Dr. Alberto Fernández Jaén genética, bien por las propias consecuencias de este trastorno cuando no está bien abordado. Los problemas en la esfera emocional (ansiedad, tristeza, depresión) son frecuentes con la edad, especialmente en niñas, cuando este problema no es diagnosticado y tratado de forma adecuada. Paralelamente, conductas disruptivas, disociales o el propio trastorno negativista-desafiante, son frecuentes en estos chicos. Para complicar la situación escolar, los problemas del lenguaje, lectura, cálculo... son también más frecuentes. De aquí, la necesidad de la precocidad diagnóstica y el abordaje multimodal. ¿Existe relación entre las emociones y el TDAH? Existe relación entre las emociones y "todo". El reconocimiento, la expresión y regulación emocional, están claramente afectados en los pacientes con TDAH. Aunque es una de nuestras áreas de investigación, es posiblemente una de las menos estudiadas y valoradas en la clínica habitual. De igual modo, la eficacia de las medidas terapéuticas, tanto médicas como psicológicas, ha sido menos examinada. ¿Los padres con niños con TDAH sufren también esta patología? El TDAH tiene una heredabilidad muy elevada, próxima a la heredabilidad de la talla, y claramente superior al de muchos procesos pediátricos. Con esta heredabilidad, no es infrecuente que uno de los padres se vea reconocido en el problema de su hijo. Cuando hay un niño con TDAH, la probabilidad que un hermano o padre lo tenga supera el 25%. ¿Qué debe hacer y dónde debe tratarse un adulto con TDAH? De la misma manera que un niño, el adulto debe solicitar ayuda a través de los organismos y profesionales de zona; debe consultar a su médico, y que le oriente sobre profesionales competentes en este sentido en su región; puede consultar a la asociación local de pacientes afectados, que también le podrán orientar. A b r i l La Contra s u m a r i o 1. En Portada Resumen del artículo original publicado en Am J Epidemiol. 2009 Jun 1;169(11):1327-36. Contaminación en los hogares por el uso de aparatos de gas, desarrollo cognitivo y TDAH En los últimos años la exposición a contaminantes del aire ha emergido como un nuevo factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cerebrovasculares y neurodegenerativas. De la misma manera, las tempranas y críticas fases del desarrollo cerebral que tienen lugar durante la vida intrauterina y los dos primeros años de vida también parecen ser susceptibles a la exposición a contaminantes del aire en edades tempranas. En este sentido varios estudios han relacionado la exposición a hidrocarburos aromáticos policíclicos y a partículas de carbón negro, derivadas principalmente de la combustión de carburantes fósiles generada por el tráfico, con un menor índice de desarrollo cognitivo en la infancia. La etiología del TDAH sigue siendo desconocida. La predisposición genética y algunos factores ambientales parecen jugar un papel importante en la aparición de este trastorno. Sin embargo ningún estudio ha examinado hasta la fecha el posible efecto de la exposición a contaminantes del aire. 2 . Internacional Múltiples comorbilidades: expectativas peores, comunes para los niños con TDAH 3 . El Profesional opina Neurociencia afectiva del TDAH: datos existentes y direcciones futuras 4 . El Artículo Declaración del consenso europeo en diagnóstico y tratamiento de TDAH en adultos: la red europea de adultos con TDAH 6. Espacio Adana - La aplicación de programas de tratamiento en habilidades socioemocionales en los niños con TDAH - 3er Taller con un experto: Dr. Josep Toro Trallero - Valoraciones de la primera edición del postgrado de Fundación ADANA - Agenda ¿Qué cree Usted prioritario que debería hacer el Estado y las Comunidades? No soy político y no creo ser la persona adecuada para contestar esta pregunta. Desde una perspectiva profesionalizada en el TDAH, hay medidas que parecen lógicas. Mejorar el ratio alumnos por aula, para fomentar una atención más individualizada en las aulas. Profesionalizar especialistas en estas áreas: médicos, psicólogos, pedagogos, profesores... Habilitar más profesores terapéuticos en las aulas. Facilitar el acceso a las medidas terapéuticas, tanto médicas como psicológicas. Debemos recordar, Estado y Sociedad, que la salud es la primera garantía de nuestro bienestar, y la buena formación de nuestros hijos, el mejor legado para los mismos y la sociedad en general. 7 . Recomendamos Información sobre bibliografía y páginas web de interés. 8 . La Contra Entrevista a Dr. Alberto Fernández Jaén Fundación Privada Adana no se responsabiliza de las opiniones expresadas por sus colaboradores. news www.fundacionadana.org Podéis enviar vuestros comentarios o sugerencias a [email protected] o al FAX: 93 241 19 77 Contaminación en los hogares por el uso de aparatos de gas, desarrollo cognitivo y TDAH La contaminación del aire interior (o en el hogar) tiene el mayor impacto sobre la salud infantil y constituye un problema de salud pública tanto en países desarrollados como en desarrollo. La combustión del gas para la calefacción y para la cocción de alimentos constituye la fuente más importante de contaminación en los hogares. Estas actividades domésticas tan habituales en los países desarrollados producen dióxido de nitrógeno (NO2), uno de los óxidos de nitrógeno más tóxicos a nivel celular mediante el estrés oxidativo, entendido éste como el desequilibrio entre la generación de radicales libres y su eliminación por parte de los antioxidantes celulares. Nuestro objetivo fue investigar los efectos de la exposición durante los primeros meses de vida al uso de aparatos de gas en el hogar y los niveles de NO2 en el hogar sobre el desarrollo cognitivo y la presencia de síntomas de TDAH en la edad preescolar. El estudio: Se utilizaron datos de 398 participantes desde el nacimiento hasta los cuatro años de edad en la isla de Menorca entre 1997-1999. Esta cohorte forma parte del Proyecto de investigación INfancia y Medio Ambiente (Proyecto INMA). En una primera fase se obtuvo información sobre el tipo y número de aparatos de gas usados en el hogar mediante la administración de cuestionarios. A la edad de tres meses se evaluó la calidad del aire que respiraban los niños en sus domicilios mediante la medición de la concentración de NO2. Para ello se instalaron tubos de difusión pasiva en el comedor de los hogares que permitieron cuantificar la concentración de NO2 en partes por billón (ppb) presente en el ambiente. En una segunda fase, a los cuatro años, cada participante fue evaluado por neuropsicólogos entrenados con respecto a sus principales funciones cognitivas mediante la aplicación del test neuropsicológico de McCarthy . Este test de inteligencia para niños permite obtener puntuaciones o índices de diferentes conductas cognitivas y motóricas en seis escalas: general cognitiva o Índice general intelectual, verbal, perceptivo- manipulativa, numérica, memoria y motricidad. Posteriormente, los ítems fueron reorganizados en un nueva subescala para estudiar la función ejecutiva relacionada con la coordinación de conductas complejas como la atención y la memoria de trabajo. La presencia de síntomas de TDAH se evaluó mediante los criterios diagnósticos establecidos en el DSM-IV. La determinación de las variables genéticas en el gen GSTP1(glutatión S-transferasa P1) en los niños se realizó a partir del análisis del ADN extraído de muestras de sangre obtenidas a los cuatro años de edad. El análisis de los resultados mostró que, con independencia de otros factores, el uso de aparatos de gas en el hogar se asoció significativamente con una menor puntuación en la función cognitiva general (descenso de 5 puntos), en la función verbal (6 puntos) y ejecutiva (5 puntos), con una relación creciente entre el número de aparatos de combustión con gas en el hogar y una menor puntuación en la función cognitiva general. Asimismo, los niños expuestos a la combustión de aparatos de gas en el hogar mostraron un mayor riesgo de presentar síntomas de TDAH y síntomas de inatención, pero no así de hiperactividad. Una mayor concentración de NO2 en el hogar también se asoció significativamente a una menor puntuación en la escala cognitiva general (un descenso de 0.27 puntos por cada incremento en 1 ppb de NO2), verbal (un descenso de 0.29 puntos por cada incremento en 1 ppb de NO2) y función ejecutiva (un descenso de 0.30 puntos por cada incremento en 1 ppb de NO2). Asimismo, los niños expuestos a niveles más altos de NO2 en el hogar mostraron un mayor riesgo de presentar síntomas de TDAH, observándose de nuevo una mayor afectación del componente de atención. Estos efectos no deseables del uso de aparatos de gas y de los niveles de NO2 en el hogar fueron encontrados en los niños portadores de la variante genética de GSTP1 asociada a una menor capacidad de detoxificar los productos derivados del estrés oxidativo, pero no en aquellos niños portadores de la variante funcional. Conclusión: Estos resultados proporcionan la primera evidencia de que la exposición en las primeras etapas del neurodesarrollo a la contaminación ambiental en los hogares derivada del uso de aparatos de gas podría condicionar un peor desarrollo de la función cognitiva e incrementar el riesgo de desarrollar síntomas de TDAH en la edad preescolar. La confirmación de estos resultados en próximos estudios podría tener importantes implicaciones en el ámbito de la salud pública. Eva Morales, Jordi Julvez, Maties Torrent, Rafael de Cid, Mónica Guxens, Mariona Bustamante, Nino Kunzli, Jordi Sunyer . www.proyectoinma.org InfoADANA: Avda. Tibidabo, 15 Planta baja 08022 Barcelona Tel. 93 241 19 79 Fax: 93 241 19 77 e-mail: [email protected] www.fundacionadana.org Editorial El Profesional opina Internacional El 7 de octubre del 2010 se reunió el presidente de FEAADAH con la Comisión de Sanidad, Política Social y Consumo del Senado. El motivo era tratar y sensibilizar sobre la problemática del TDAH en las familias y la sociedad, y especialmente en la actualidad dado el coste económico del tratamiento que muchos padres han de gestionar de forma privada. La evidencia científica confirma la naturaleza neurobiológica del trastorno y lo que ello implica, como la permanencia de los síntomas en la edad adulta en muchos casos, que aún están mal identificados y con serias carencias en su pronóstico e intervención terapéutica. Es necesario sensibilizar sobre las severas dificultades que presentan en sus actividades cotidianas y que en muchos casos se extenderá a lo largo de su vida, como un fracaso escolar en el 50% de los alumnos afectados o la presencia de otros trastornos, como depresión, ansiedad o de conducta hasta en un 70% de los casos, por lo que requiere de un trabajo de equipo, en el que la familia, profesionales de la salud y educación así como las administraciones han de ser cómplices y estrechas colaboradoras. A pesar de contar con una excelente Guía Práctica Clínica, aún hay un pobre diagnóstico precoz, que retrasa la intervención adecuada y en la escuela aún se suele colocar a estos alumnos en el grupo de los que presentan trastorno de conducta o los vagos, lo que estigmatiza su condición. Por esto, las intervenciones necesarias o la medicación no siempre se dan o se suprimen en un punto tan crucial como es la entrada a la edad adulta, por falta de reconocimiento del trastorno a esta edad. Se ha de trabajar con urgencia, ya que el Estado busca mejorar la tasa de fracaso escolar, y es un grupo elevado de afectados: un 3 - 7% de la población infantil y hasta un 4% de la población adulta. No es una petición única, es una necesidad que los padres de todo el mundo reclaman, con el apoyo de experiencias exitosas y de la evidencia científica. En este sentido, la III Conferencia de la Federación Mundial de TDAH en mayo, en Berlín, volverá a juntar los mejores expertos para buscar consensos en el diagnóstico y tratamiento, que permitirán lograr intervenciones exitosas en todos los países. Isabel Rubió Presidenta Fundación ADANA Múltiples comorbilidades: expectativas peores, comunes para los niños con TDAH Los niños con TDAH a menudo presentan como carga adicional otros trastornos mentales e incluso condiciones del neurodesarrollo que les lleva a un funcionamiento adverso en años posteriores. Así lo sugiere un estudio publicado en "Pediatrics" el 7/02/11, en el que se hace un seguimiento de más de 5.000 niños afectados. Los investigadores encontraron que éstos presentaban mayor incidencia de otros trastornos como depresión, ansiedad y/o trastornos del aprendizaje que otros niños sin el trastorno, además de tener 4 veces más restricciones de actividades y hasta 5 veces más de problemas en la escuela. Es un estudio poblacional único en los EE.UU basado en el patrón de las comorbilidades en el TDAH y sus relaciones con el funcionamiento. La Dra. Kandyce Larson, de la Escuela de Medicina David Geffen, en la Universidad de California-Los Ángeles, y sus colaboradores, concluyeron que las intervenciones terapéuticas deberían estar relacionadas con el perfil del neurodesarrollo de cada niño teniendo en cuenta las circunstancias sociales y familiares específicas, e integrarlo en servicios de soporte en educación, salud mental y servicios sociales. Los investigadores evaluaron datos de 61.779 niños entre 6 y 17 años, provenientes del National Survey of Children's Health del 2007. De todos ellos, 5.028 tenían TDAH. Se preguntó a los padres sobre trastornos del aprendizaje, trastornos de la conducta, ansiedad, depresión, problemas del habla, espectro autista, problemas de audición, epilepsia, problemas de visión y tourette. También aportaron información sobre funcionamiento escolar, cuestionarios de comunicación padres-hijos, cuestionarios de competencia social, las escalas de agravio en padres y visitas preventivas de audición y visión. Los resultados mostraron que había muchas comorbilidades, pero que el grupo más amplio era el de niños de familias con pocos medios versus familias con mayor potencial económico: en los trastornos del aprendizaje (46% vs 5%), trastornos de conducta (27% vs 2%), ansiedad (18% vs 2%), depresión (14% vs 1%), y problemas del habla (12% vs 3%; all P < .05). Adicionalmente, 67% de los de estatus sociales bajos presentaban al menos 1 trastorno comorbido (33% con solo uno, 16% con 2, y 18% con 3 o más). Según los investigadores, el riesgo de tener 3 comorbilidades o más era 3.8 veces más alta en niños pobres frente a niños de padres afluentes (30% vs 8%). La proporción de presentar mayor número de restricción de actividad era superior para aquellos con TDAH ([OR], 4.14; 95% [CI], 3.34 - 5.15), así como la ratio de presentar problemas en la escuela (OR, 5.18; 95% CI, 4.47 - 6.01), repetición de curso (OR, 3.71; 95% CI, 3.02 - 4.55), y pobre comunicación padres-hijos (OR, 2.55; 95% CI, 1.84 3.52). También se encontraron pobres competencias sociales notables y mayor índice de agravio de los padres. Por ello, sugieren realizar cuestionarios de forma rutinaria y establecer tratamientos adecuados de forma individual a cada caso. Desgraciadamente han encontrado que solo el 20% de los profesionales se sienten preparados para tratar el TDAH y sus comorbilidades, lo que lleva a la conclusión de que hay que lograr una mayor integración de atención primaria, de salud mental, educación y servicios sociales. Deborah Brauser 18.02.2011 DIRECTORA Alicia de Muller news EQUIPO COLABORADOR DISEÑO Y MAQUETACIÓN Vargas Comunicació PRODUCCIÓN Beatriz Mena COMITÉ ASESOR Marta García-Giral (Psiquiatra) Ezequiel Miranda (Abogado) Rosa Nicolau Palou (Psicóloga) Mariano Trillo (Psiquiatra) Joaquima Júdez (Psiquiatra) Antonio Ramos Quiroga (Psiquiatra) Amaya Hervás (Psiquiatra) Juan Antonio Amador (Psicólogo) COLABORADORES Dra. Eva Morales (Proyecto INMA) Yuglenis R. Rivas (Psicóloga) Dr. Alberto Fernández Jaén (Neurólogo Infantil) Neurociencia afectiva del TDAH: datos existentes y direcciones futuras El TDAH es la etiqueta diagnóstica de uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la población infantil. Existen evidencias científicas que demuestran por un lado su alto grado de heredabilidad y por otro la existencia de anomalías a nivel anatómico y funcional del cerebro, lo que confirma que es un trastorno real. Se considera que el grado de heredabilidad del trastorno está en un 0'77 (Faraone, et all, 2007), uno de los más altos en salud mental, y de que existen una serie de anomalías en las regiones cerebrales que conforman el circuito fronto-estriado, lo que incluye la corteza prefrontal dorsolateral y regiones dorsales de la corteza cingulada anterior y el estriado. Esta mala funcionalidad hace explicar los déficits ejecutivos, y muy especialmente el pobre control inhibitorio que muestran. Pero también se ha comprobado que hay otras áreas implicadas, lo que explica otros de los síntomas del trastorno; entre ellas el cerebelo y los sistemas mesolímbicos y parieto-temporal. Todo ello hace que el TDAH se presente con una alta variedad de síntomas, haciendo de cada persona un caso único, ya que además de los efectos cognitivos como la atención, la memoria de trabajo y el proceso temporal, se sumen otras características afectivas, como es el procesamiento de la recompensa, la versión a la demora y la regulación emocional. Cada vez conocemos más sobre las deficiencias cognitivas y ejecutivas, pero aún sabemos poco sobre las afectivas (Nigg y Casey, 2005, Sonuga-Barke, 2002), por lo que se ha elevado el número de estudios sobre las alteraciones emocionales y motivacionales del TDAH, como otra de las causas del mismo. Desde hace mucho tiempo se relaciona el TDAH con anomalías en el proceso de recompensa, aunque ha estado siempre en un segundo plano frente a las alteraciones de las funciones ejecutivas. Una revisión de Sergeant, Luman y Oosterlann, del 2005, ya define que las personas con TDAH dependen más de los controles de refuerzo externo, que normalizan su rendimiento cuando se les refuerza de forma inmediata y frecuente, que muestran una menor respuesta psicofisiológica periférica frente a la recompensa que el resto de personas, y que frente a una recompensa demorada o inmediata prefieren la última, aunque la otra sea mayor. Por ello, se han planteado varios modelos motivacionales para explicar estos síntomas, como son la teoría del desarrollo dinámico, la teoría del déficit en la transferencia de dopamina y la hipótesis de la aversión a la demora. Los tres modelos coinciden en que consideran que las afecciones motivacionales provienen de una baja activación del sistema de recompensa dopaminérgico. Los tres modelos también encajan con los datos aportados en las últimas investigaciones sobre las bases neurobiológicas del procesamiento de la recompensa en adolescentes y adultos, que están alteradas en aquellos con TDAH y que demuestran que hay alteraciones en la anatomía (Cardona, 2009), en la neuroquímica (Volkow et all, 2007) y funcionales, principalmente en la región ventromedial. Un buen manejo de las emociones, además del autocontrol motivacional, es muy importante para mantener buenas interacciones sociales, tanto en las habilidades para interpretar las de los demás, como en la correcta manifestación de las propias. Actualmente hay una teoría, de Nigg y Casey (2006) que considera que el TDAH es el resultado de un mal funcionamiento de tres circuitos neuronales, siendo uno de ellos el circuito prefrontal-amigdalar, que explicaría esta característica, algo que también se comenta en el modelo motivacional de Sonuga-Barke. Muchos estudios, como los de Albert, López-Martín, FernándezJaén y Carriere en 2008, demuestran que los niños y adultos con TDAH muestran importantes dificultades para reconocer y comprender la información afectiva, por lo que se entiende sus pobres habilidades sociales. Una de las dudas de su origen está en saber si es un tema secundario a los déficits cognitivos o, por el contrario, es algo que se suma a éste. Los últimos estudios (Rapport et all, 2002, Yuill y Lyon, 2007 y Fonseca, 2009) coinciden en considerar que es una característica primaria que coincide o se amplifica con las dificultades cognitivas. A nivel neural, la anomalía más relevante está posiblemente en una disfunción de la amígdala y estudios posteriores en potenciales evocados sobre estas disfunciones han demostrado que el metilfenidato también ayuda a modular mejor las emociones. Los estudios de Albert et all (2008) demuestran que las personas con TDAH tienen muchas dificultades para controlar sus emociones, especialmente las negativas, por ello expresan mayores niveles de depresión, de agresividad, enfado o tristeza. Además son incapaces de esconder sus emociones, presentando una gran labilidad emocional e irritabilidad, tanto en niños como adultos, de ahí que para según qué paciente la atomoxetina sea el medicamento de primera elección. Según un último estudio sobre el origen de estas dificultades, Passaritti, 2010, esto es debido a una baja activación de la corteza prefrontal ventrolateral. Para terminar, los autores del artículo comentan que el estudio de las alteraciones afectivas en estas personas por la neurociencia afectiva es importante, ya que se ha demostrado que hasta un 90% de los niños con TDAH presentan además aversión a la demora y un pobre control inhibitorio, además de los síntomas conductuales del trastorno, por lo que se está estudiando si se podrán utilizar determinadas pruebas neuropsicológicas específicas que se sumarían a las de las funciones ejecutivas, para conocer mejor las deficiencias de cada persona afectada y mejorar las intervenciones, como es la motivación en el campo educativo, que se suma a la inatención dando resultados desastrosos y fracaso escolar si no se les ayuda, como puede ser un refuerzo externo constante. Conocer los déficits en los mecanismos del cerebro de las personas afectadas también hace entender por qué son tan sensibles al abuso de drogas y del efecto beneficioso del tratamiento farmacológico en la adolescencia. Un buen conocimiento de estas deficiencias ayudaría a un mejor diagnóstico de los trastornos asociados, sobre todo en depresión y del humor, y a una mejor interpretación de su relación con los déficits cognitivos que presentan. Sara Lopez-Martín, Jacobo Albert, Alberto Fernández-Jaén, Luís Carriere (Escritos de Psicología Vol. 3, nº 2, pp 17-29) news 3 El artículo Declaración del consenso europeo en diagnóstico y tratamiento de TDAH en adultos: la red europea de adultos con TDAH Abril 2010 TDAH como son factores de riesgo en el embarazo, tabaco, alcohol, otras drogas, presión sanguínea alta y estrés en el embarazo así como bajo peso al nacer y prematuridad. La falta de diagnóstico a estas edades requiere de que se recojan otros síntomas más adecuados en el próximo DSM V, y por otro lado entender el impacto de las comorbilidades (en muchos casos severas) que esconden el TDAH de base. Hay una falta de formación de los profesionales (psiquiatras y psicólogos) para reconocer los síntomas, y más cuando aparecen los problemas emocionales, que suelen ser mal interpretados, como considerarlos agresivos, perezosos y vagos. Hasta el 75% de los adultos afectados presenta un trastorno comórbido, pudiendo llegar en muchos casos hasta tres, entre ellos depresión, ansiedad, humor, sueño, personalidad y conducta así como otros del aprendizaje. A pesar de la mejora en atención en la infancia y adolescencia, hay todavía escasos servicios para adultos con TDAH. Pocos profesionales se sienten cómodos diagnosticando y medicando en estas edades. La medicación es eficaz, como demuestran muchos estudios, por lo que la misma Guía de TDAH del NICE, en Gran Bretaña, reconoce la necesidad de su uso cuando los síntomas sean evidentes, lo que ha ayudado a que en este país se incremente el reconocimiento y las ayudas a los adultos con TDAH, pero esto no ha sido reconocido por la Agencia del Medicamento europea, mucho más restrictiva. En el futuro DSM V solo se requerirá 4 de los síntomas tanto en inatención como en hiperactivad-impulsividad para los mayores de 17 años. En la lista de hiperactivad-impulsividad se incrementarán a 13 para recoger actividades o situaciones propias de adultos, así como en las de inatención, en donde se amplía hasta los doce años el inicio de la aparición de los síntomas de forma más noticiable y sigue siendo el criterio de severo impedimento el básico para considerar el trastorno, pero ahora se amplía la aparición de este impedimento hasta la adolescencia, en lugar del periodo infantil. También se considera el grupo de adultos en remisión parcial. En el año 2003 se fundó el "European Network Adult ADHD", por un grupo de 40 profesionales provenientes de 18 países europeos, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y manejo del TDAH en adultos. Este documento de consenso es el resultado de reuniones entre los años 20032009, así como información recogida en las bases de datos, y resume las conclusiones sobre el diagnóstico e intervenciones en los adultos con TDAH, que sirven tanto para psiquiatras como médicos de medicina general. En Europa ha mejorado la identificación del TDAH en la infancia y en la adolescencia, pero aún queda mucho por hacer en la edad adulta a pesar de que desde los años 70 se reconoce que muchos síntomas persisten en la edad adulta. Según un estudio de Faraone, a los 25 años, hasta un 15% mantienen todos los criterios diagnósticos del trastorno, pero hasta un 50% presentan aún síntomas significativos que afectan su vida diaria. Otro estudio, de la World Health Organization Mental Health Survey, muestra que en los del subtipo combinado los predictores de la permanencia de los síntomas en la edad adulta son la severidad de los mismos, asociación de depresión u otros trastornos comorbidos severos, adversidad social y padres con patología mental. Según los datos hasta la fecha, se cree que la persistencia del trastorno en la edad adulta es del 2-5%, siendo la más aceptada la del estudio de Kessler, del 4'4%. Los estudios de J. Halperin proponen que el TDAH está vinculado a una disfunción subcortical de inicio temprano (débil mecanismo de arousal o excitación), mientras que los mecanismos de remisión están relacionados con la capacidad de maduración de las funciones ejecutivas a medida que la persona madura. Los estudios neurocognitivos, de neuroimagen y neurofisiológicos sugieren que hay diferentes áreas del cerebro involucradas en este problema tanto en niños como en adultos. Para el grupo, la influencia de la genética es muy importante ya que muchos progenitores presentan el trastorno y no saben manejar adecuadamente las relaciones con los hijos. El riesgo de heredabilidad del TDAH explica hasta un 76% de los casos, lo que ayuda a considerar el TDAH como una condición a lo largo de la vida. El Grupo IMPACT, liderado por la Dra B. Franke, estudia la genética molecular para conocer las estructuras genéticas del trastorno y así adecuar mejor las intervenciones en niños y adultos. Factores ambientales también pueden incidir en el 4 news Los síntomas que se presentan con mayor frecuencia en adultos son en hiperactividad: inquietud interna, dificultad para relajarse, ser parlanchines, mover exageradamente dedos y pies. En impulsividad: son impacientes, actúan sin pensar, gastan impulsivamente, comienzan nuevos trabajos o parejas o buscan sensaciones al límite. Respecto a la poca atención: aburrimiento, distraídos, dificultad en tomar decisiones, poca sensibilidad al estrés, necesidad de variar constantemente. Pueden además presentar una gran variabilidad emocional, con altos y bajos, e incluso ser irascibles. Suelen presentar más accidentes que la media. Si además tienen un trastorno de la conducta, y si se le suma consumo de drogas, pueden cometer actos delictivos. En el caso de ser padres de niños con TDAH llevan peor la relación paterno-filial, y presentan menor formación por tanto menor recursos económicos para afrontar los gastos devengados del tratamiento. Respecto a género, se ha comprobado que se diagnostica más a mujeres en esta edad, habiendo 3 hombres por 2 mujeres, al contrario que en la infancia donde pasan desapercibidas, ya que suelen ir al psiquiatra por depresión (y aún así no siempre se les detecta su TDAH inicial). Para establecer un buen criterio diagnóstico se ha de iniciar por una autoevaluación de síntomas, siguiendo los criterios de ICD-10 y DSM-IV y evaluando qué síntomas persisten en la persona, aunque tengamos la limitación de que no describen los que habrían de aparecer en la edad adulta. Se necesita incorporar datos provenientes de otras personas cercanas, ya que no suelen ser buenos observadores de sus conductas. Otro dato que debería incluirse son las funciones ejecutivas en estas personas comparadas con los que no presentan el TDAH. Entre los síntomas se habría de incorporar los cambios de humor, la frustración, la sensibilidad al estrés y los enojos, además de tener mucho en cuenta el C.I, ya que uno alto ayuda a presentar mejores estrategias. En el caso de inatentos, la aparición de los síntomas con su impedimento es más tardía, pudiendo aparecer en secundaria. Se diagnostica según la severidad y persistencia de los síntomas, grado de impedimento relacionado con la autoestima, interacción social, problemas conductual y académico, así como riesgo para otros trastornos asociados. Los autores del artículo manifiestan que se debería poder tener una categoría de remisión parcial para aquellos que hubieran normalizado su conducta, excepto con algún síntoma que les proporciona aún discapacidad. Para la evaluación se requiere igual que en la infancia que los síntomas se den en más de un ambiente y que hubieran estado presentes desde la infancia, saber qué trastornos se han presentado en la familia, problemas emocionales así como otros trastornos comórbidos como ansiedad, depresión trastornos de la conducta, del espectro autista, del desarrollo neuromotor o del aprendizaje como dislexia. El abuso de sustancias es muy alto en esta población y merece una atención especial; la prevalencia entre ambos es aproximadamente entre el 45% al 55%, siendo sobre todo el consumo de alcohol y de cannabis, y en menor proporción cocaína y anfetamina. Posiblemente esto es debido a un desarreglo en el proceso de recompensa, un incremento en los riesgos psicosociales y al autotratamiento. Generalmente este abuso es mayor y de inicio más temprano en estos pacientes, pasando más rápidamente del abuso a la dependencia. Como escalas, proponen las de World Health Organisation Adult Selfreport Scale (ASRS) que está disponible en www.hcp.med.harvard.edu/ asrs.php. También está la de Brown, ADD Scale Diagnostic Form (BADDS), relacionada con las E.F, la de Conners (CAARS) y la de Wender Utah Rating Scales (WURS), que incluye trastornos asociados. También hay una guía de entrevista (DIVA), aunque no existe traducción de muchas de estas ayudas ni validación en los países europeos. Aunque no tenemos aún tests neurobiológicos o neuropsicológicos con suficiente sensibilidad para el TDAH en adultos se usa el CANTAB test, el Stop Signal Reaction Time o test de funcionamiento de las E.F, ya que para muchos su mal funcionamiento es la carencia principal en la edad adulta. El diagnóstico ha de ser diferencial, a la vez que establecer la presencia de trastornos asociados, y saber establecer qué es qué, ya que los cambios de humor pueden interpretarse como depresión, TLP o bipolaridad y en SUD no ver el TDAH que hay detrás. Siempre se ha de poder tratar todos los trastornos mentales en cada persona, especialmente cuando son severos o comenzar por el de su TDAH para ver si disminuyen los de los otros trastornos, especialmente en depresión. En el caso de adicción, se recomienda comenzar primero por tratar este trastorno, excepto que su TDAH sea muy severo, con lo que se ha de tratar ambos en paralelo. El tratamiento consiste en primer lugar en la medicación, que suele mejorar los síntomas del trastorno y los tratamientos psicosociales y psicoeducativos, que les ayudan a entender sus dificultades y plantear estrategias de manejo. Entre las áreas a mejorar están la autoconfianza y autoestima, el mejor funcionamiento a nivel social y familiar, mejora de los déficits cognitivos, en la conducción de vehículos, en una mejor abstinencia de consumo tóxico. El algoritmo óptimo sería un tratamiento que incluyera la familia, los compañeros y otras relaciones cercanas y se compondría de psicoeducación del TDAH y de los problemas asociados, farmacoterapia del TDAH y de los otros trastornos, coaching, terapia cognitiva en grupo y aislada, y terapia de familia. La psicoeducación les permite conocer las causas y manifestaciones del trastorno, con lo que les ayuda a entender el porqué de lo que les pasa a diario. En muchos de ellos, esto les facilita disminuir los problemas de relación con la familia y eliminar los sentimientos de culpabilidad e ir recuperando un entorno social saludable. En muchos casos les gusta mantener grupos de autoayuda para compartir experiencias y problemas, lo que hace que sea un campo interesante de investigación en el futuro. Respecto a la medicación es la misma que la de niños y adolescentes, principalmente estimulantes como el metilfenidato en sus diferentes modalidades, que es efectivo en un 70% de pacientes, y en segundo lugar la atomoxetina y finalmente otros no estimulantes como el bupropion, la guanfacina, el modafinil y los antidepresivos tricíclicos. darse con seguridad. Por otro lado, numerosos estudios han demostrado que el uso de metilfenidato no predispone al posterior abuso de drogas, al contrario es un buen protector y su uso en los pacientes suele disminuir con la edad a medida que elabora estrategias de manejo adecuadas. En USA existen otros estimulantes que se utilizan como medicación, como son la lis-dexamfetamina o las sales de amfetaminas, de las que en Europa se comercializan en muy pocos países. También está el oros-metilfenidato como medicación de larga acción, ya que los pacientes suelen olvidar de tomarse la medicación cuando es de corta durada (entre 2-5h) y el tratamiento se vuelve ineficaz. Este panel de profesionales pide que se ajuste las dosis a las necesidades de cada paciente, basándose en su respuesta y tolerancia, usando medicación de corta y larga duración para lograr el máximo de efecto cuando haga falta. Aunque es cierto que existe un uso recreativo del metilfenidato, en estudiantes universitarios o por padres que lo usan para mejorar su rendimiento, ello no ha de impedir ayudar a aquellos que lo necesitan para vivir adecuadamente. Otra línea de medicación está en los no estimulantes, entre ellos la atomoxetina, con una acción en las 24h, sin posibilidad de abuso, y que parece ser indicada en aquellos con trastornos asociados de SUD, fobia social, o alteraciones del humor. Una cuarta categoría serian la guanfacina o el modafinil, que están en vías de estudio y los tricíclicos como la imipramina o desipramina. Pero los efectos beneficiosos son mucho menores que en los anteriores. También puede añadirse antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del humor en caso de necesitarlo por sus problemas asociados, pero ajustando muy bien las dosis de ambos. Sólo los inhibidores de la monoamino oxidasa son incompatibles con la medicación para el TDAH. La medicación no es suficiente para que logren normalizar su vida; la terapia cognitivo-conductual y el coaching les ayudan de forma individual o en grupo a la resolución de problemas, a manejar su tiempo, a limitar su actividad a cada momento o a organizar sus finanzas, a la vez que iniciar y acabar las tareas o a hacer y mantener amigos y relaciones, a la vez que entender los vaivenes emocionales que les lleva su TDAH. En muchos casos también es importante una terapia familiar o tratamiento psico-social para mejorar su adaptación a la realidad y las demandas de la vida normal. Este panel de profesionales, amparados por la investigación reciente, no cree que un tratamiento psicoterapéutico sería realmente eficaz en aquellos casos severos o con comorbilidades sin la ayuda de la medicación y en ellos recomienda indispensable su uso, aunque considera posible que la psicoterapia pueda ayudar en los casos de remisión parcial y con alta motivación para un cambio personal. Estudios sobre medicación exclusivamente o medicación con psicoterapia, llevados a cabo por Safren o por Rostain&Ramsey demuestran que el segundo grupo presenta más mejoras que el primero. Otras áreas de investigación están en el desarrollo de las E.F como el neurofeedback o el entrenamiento metacognitivo. El panel de expertos recuerda que el coste económico y social de una persona no tratada, con otras comorbilidades de peor pronóstico, es muy alto para él y para la sociedad, por lo que creen que es importante identificarlos y darles la ayuda adecuada, lo que en términos económicos sería un ahorro considerable de accidentes, de paro laboral, de otras enfermedades, de esposos e hijos afectados por su TDAH o por heredabilidad del mismo ,así como por un largo etcétera que hace que se tenga que actuar lo antes posible. www.adult-adhd.net Varios estudios europeos a doble ciego han demostrado que el metilfenidato no solo disminuye los síntomas y conductas propias del TDAH si no que mejora la autoestima, los estallidos de mal humor, problemas cognitivos y sociales, además de cambios de humor. Como efectos secundarios está la pérdida de apetito, el insomnio, palpitaciones, dolor de cabeza, nerviosismo y boca seca. Los estimulantes pueden incrementar la tensión sanguínea, por lo que se han de controlar en aquellos con la tensión alta. No se recomienda su uso en el embarazo y la lactancia, y se recomienda mucha precaución si hay otros trastornos psicóticos. Está contraindicado en problemas cardiacos como angina y cardiomiopatía, hipertensión, arritmias, hipertiroidismo y glaucoma. Últimamente se ha comprobado que se puede medicar en pacientes con tics o con epilepsia. De todos modos, en Europa aún existe mucho estigma y desconocimiento del TDAH en adultos, por lo que en pocos países se puede medicar. Uno de los motivos de no medicar es la idea del posible abuso como droga; Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Drogas de USA (NIDA) ya demostró que este abuso se produciría según la vía de administración, siendo las formulas orales de largo plazo las que pueden 5 Espacio Adana La aplicación de programas de tratamiento en habilidades socioemocionales en los niños con TDAH ayuda a mejorar su autoestima y autoconcepto Los sujetos diagnosticados de TDAH suelen presentar problemas de adaptación a sus actividades cotidianas en los diferentes ámbitos, como el escolar, familiar, social; en las actividades cotidianas su comportamiento muchas veces sobrepasa los límites aceptados como normales. Por otro lado, su estilo cognitivo impulsivo les dificulta calcular las consecuencias negativas de su comportamiento. Esta falta de autocontrol y el comportamiento distorsionado hace que reciban más críticas negativas o castigos por parte de las personas que conviven con ellos, y que tengan mayor experiencia de fracaso. Dadas sus características, no es fácil que el autoconcepto del niño con TDAH y, posteriormente su autoestima, se desarrollen de una forma sana. El TDAH es un cuadro psicopatológico complejo que afecta a la totalidad del desarrollo psicoemocional, cognitivo y social del niño. Por este motivo, la intervención de este trastorno debe contemplar un amplio número de dimensiones. Y debe incluir todos aquellos dominios en los que el niño con este trastorno manifieste algún problema. En las últimas décadas han proliferado los programas de tratamiento que surgen del interés por mejorar la calidad de vida de la sociedad. Esta investigación, realizada por el departamento de psicología clínica y de la salud de la Universidad Autónoma de Barcelona busca ofrecer a las familias y terapeutas que se encuentran ante el reto de tratar a estos niños, una evidencia de que los programas de tratamiento a los cuales se someten cada uno de ellos, son eficaces. Partiendo de aquí desarrollamos el siguiente estudio: determinar la eficacia de un programa de habilidades socioemocionales en la autoestima y autoconcepto de un grupo de niños con TDAH. Se estudió en concreto la eficacia del programa de habilidades socioemocionales de la Fundación ADANA. Dicho programa está conformado por tres módulos: el de autocontrol, el de habilidades sociales y el de autoestima. Se seleccionaron por muestreo accidental a 22 niños de género masculino y femenino en edades comprendidas entre los 9 y 13 años, diagnosticados de TDAH y que asisten a la Fundación. Este estudio se basó en un diseño casi experimental PRE - POST sin grupo control equivalente. Los resultados de dicha investigación indican mejoras en la autoestima del grupo de niños con TDAH. Tras la implementación del programa de habilidades socioemocionales, nuestros resultados indican que el grupo de niños que se encontraba por debajo de la media de la autoestima, tuvo un aumento en su nivel de autoestima, ubicándose dentro de la media. En cuanto a si ocurren mejoras en el autoconcepto en referencia a cada una de sus dimensiones, después de la aplicación del post test, los resultados en las dimensiones de autoconcepto social, familiar, y emocional, las explicamos en un mismo grupo, ya que las puntuaciones encontradas en éstas, guardan más sentido si mencionamos que el programa de habilidades socioemocionales está estructurado bajo una serie de técnicas que trabajan estas tres dimensiones anteriormente mencionadas. En lo que respecta al autoconcepto social y familiar, en ambas dimensiones, después de la aplicación del programa, los niños refieren una mayor capacidad de aceptación, e interacción con las personas en general. En referencia al autoconcepto emocional luego del posttest, los niños presentan un significativo aumento del control de las emociones, lo que conlleva a responder de forma adaptativa a diversas situaciones de su vida. Por último, al comparar todos los resultados del pre test con el post test, se observan mejoras en algunas dimensiones anteriormente descritas, donde el autoconcepto emocional obtuvo la mayor representación. Lo que indica que con la aplicación del programa de habilidades socioemocionales basada en técnicas cognitivas- conductuales se genera una mejora a nivel emocional. Por último, es conveniente resaltar que la eficacia del programa de habilidades socioemocionales en la autoestima y el autoconcepto, podría concluirse que viene dada por la aplicación de los tres módulos que lo conforman, debido a que el aprendizaje de manejo de autocontrol y habilidades sociales, ligado al trabajo de autoaceptación que se realiza, tiene una influencia positiva en la autoestima y el autoconcepto de estos niños. Valoraciones de la primera edición del postgrado de Fundación ADANA Recomendamos Libros Coaching para quienes viven con TDAH Autora: Mª del Carmen Carballo Edita: Alfaomega Grupo Editor Argentino (2010 - 2011) La primera edición del Postgrado de especialización en TDAH, Trastornos de Aprendizaje y Trastornos de la Conducta organizado por la Fundación Adana ha llegado a su ecuador. Desde el pasado mes de octubre, 24 profesionales de diferentes disciplinas (psicología, psicopedagogía, magisterio, pediatría y enfermería) están recibiendo, cada martes y jueves por la tarde, una exhaustiva formación en los temas motivo del curso. Destinado a aquellas personas que buscan guiar y ayudar a las personas que padecen TDAH y a quienes viven con ellos. El adolescente en su mundo. Riesgos, problemas y trastornos. Autor: Dr. Josep Toro Trallero Edita: Ediciones Pirámide Hasta el momento se han abordado los dos primeros bloques: el introductorio a la psicopatología infantil y el relacionado con el TDAH. El grado de satisfacción con las clases por parte de los alumnos es elevado, ya que de las valoraciones recibidas se ha obtenido una media de 4 sobre 5. En los meses siguientes, se tratarán los Trastornos de Conducta y los de Aprendizaje. Se da una visión amplia del adolescente actual. A su vez, en enero, empezaron las rotaciones prácticas en las que los estudiantes guiados por un profesional realizan entre 40 y 50 horas de observaciones e intervenciones con niños y adolescentes con dificultades. Las prácticas se están realizando en Adana o en otros centros colaboradores. Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos del Espectro Autista en Atención Primaria Edita: Ministerio de Ciencia e Innovación Una ayuda a la toma de decisiones en la asistencia sanitaria. Disponible en www.guiasalud.es Asimismo, todos los profesionales que lo imparten, tanto los nacionalmente reconocidos en la materia encargados de presentar las master-class, como los especialistas en diferentes áreas, valoran que el grado de motivación, interés e implicación de los alumnos es muy alto. Desde Fundación Adana queremos agradecer tanto a los estudiantes como a todos los profesionales que lo hacen posible su dedicación, tiempo y esfuerzo. Os informamos que ya están abiertas las inscripciones para la 2ª edición del Postgrado ( 2011-2012). El plazo para matricularse se inicia el 15 de abril y finaliza el 5 de octubre de 2011. www.adanatraining.com Webs http://blog.baobabplanet.com/?p=685: Bobab Planet es un juego Multiplataforma virtual con el objetivo de jugar a misiones, aventuras y desafíos. www.healthcentral.com: portal general de salud. Buscar ADHDcentral.com. En inglés. Finalmente, los resultados obtenidos en esta investigación son esperanzadores en cuanto al resultado que se puede esperar de la aplicación de los tratamientos cognitivo-conductuales de habilidades socioemocionales en niños con dicho diagnóstico. http://www.universidaddepadres.es Proyecto pedagógico para colaborar con los padres durante todo el proceso educativo de sus hijos. Agenda Yuglenis R Rivas Troconis Psicóloga 3er Encuentro con un experto: Dr. Josep Toro. Barcelona. CosmoCaixa. 8 de Abril. Organiza Fundación Adana. www.fundacionadana.org 3er taller con un experto: conferencia-coloquio con el Dr. Josep Toro 3er Congreso Internacional sobre TDAH. Berlín. 26-29 Mayo. Organiza: World Federation of Attention Deficity Hyperactivity Disorder. www.adhd-congress.org Organizamos nuestro 3er "Encuentro con un Experto", en esta ocasión, con la participación del prestigioso Dr. Josep Toro Trallero, para tratar "Las conductas de riesgo en la adolescencia." Día: 8 de abril. De 18 a 20:30 h. Cosmocaixa Barcelona. II Congreso Internacional Patología Dual: conductas adictivas y otros trastornos mentales. Barcelona. 5-8 octubre. www.cipd2011.com Cursos dirigidos a profesionales y a las familias: Abril-Julio. Organizados por Fundación Adana. www.fundacionadana.org Adana organiza anualmente esta actividad con los objetivos de actualizar los conocimientos y la información, potenciar la prevención e implicar a profesionales, familias y diferentes administraciones en el conocimiento del trastorno. Dr. Josep Toro Trallero: Doctor en Medicina y Psicólogo. Profesor Emérito de Psiquiatría de la UB. Ex consultor Sénior y Jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Clínico de Barcelona. Premio "Pavlov" de la Societat Catalana de Recerca i Terapia del Comportament. Presidente de Honor de la Asociación Española de Psiquiatría de Niños y Adolescentes. Medalla y placa "Josep Trueta" de la Generalitat de Cataluña. Nombrado "Homenot Nacional" por la Fundación Avedis Dunabedian. 6 news Colaboradores Nuestro agradecimiento a Dr. Prandi, así como a: AMIGOS DE ADANA news 7