INVESTIGADORES DEL CNIO DESCUBREN QUE UN GEN CONOCIDO POR PROTEGER CONTRA EL CÁNCER PUEDE TAMBIÉN FAVORECER A LOS TUMORES • Los autores, del grupo de Oscar Fernández Capetillo, han descubierto este efecto de doble filo en el gen Chk1, con un conocido efecto como supresor tumoral • El trabajo aparece esta semana en la edición en papel de Journal of Experimental Medicine Madrid, 13 de marzo de 2012. ¿Puede un gen proteger contra el cáncer y a la vez promover su crecimiento? Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto un gen con este efecto de doble filo y sospechan que debe haber muchos otros que también lo tengan. En palabras de Oscar Fernández Capetillo, jefe del grupo autor del trabajo, se trata de un gen que “hace las veces del Dr. Jekyll o Mr Hyde, ya que puede o bien protegernos de la aparición de tumores, o favorecer el crecimiento tumoral ”. El trabajo, que aparece esta semana en la revista Journal of Experimental Medicine, con Andrés J. López-Contreras y Paula Gutiérrez Martínez como primeros autores, se centra en la función de Chk1, un gen con un conocido efecto como supresor tumoral. Es lo que Fernández-Capetillo llama “un guardián del genoma, un gen que mantiene nuestro genoma libre de mutaciones y que, por lo tanto, nos protege del desarrollo de tumores”. Los investigadores querían estudiar si este efecto de Chk1 en la protección contra tumores se potencia cuando el organismo dispone de más cantidad de la proteína para la que codifica, así que crearon un ratón que en lugar de tener dos copias del gen Chk1 tiene tres. Después extrajeron y cultivaron sus células y las convirtieron en tumorales con ayuda de varios genes. Lo que encontraron no fue lo esperado: las células se volvían malignas más fácilmente cuando portaban una copia adicional de Chk1. La explicación a la paradoja es que Chk1 tiene un efecto beneficioso sobre las células sanas, pero también beneficia a las tumorales, una vez han aparecido estas en el organismo. La doble función del gen ‘Chk1’ “Al principio, Chk1 previene la aparición del tumor, ya que limita las mutaciones espontáneas que se dan en nuestras células”, dice Fernández Capetillo. “Esta es la cara de Dr. Jekyll. Sin embargo, los tumores avanzados sufren altas cantidades de daño en su ADN, y es aquí dónde Chk1 favorece al tumor disminuyendo el daño que este sufre en su genoma”, explica. Chk1 actúa protegiendo del llamado estrés replicativo, que es un tipo de daño que se produce en el material genético de las células cuando estas se dividen. Así, hay tumores que sufren de manera continua un alto número de lesiones en su genoma debido a sus altas tasas de división. “El crecimiento de este tipo de tumores puede verse favorecido por la presencia de "guardianes del genoma" como Chk1, ya que alivian en parte la carga de lesiones que padecen”, explica López-Contreras. “Este trabajo ayuda a entender por qué Chk1 se encuentra sobre-expresada en muchos tumores, cuando lo intuitivo es que sea la pérdida de este tipo de genes protectores lo que favorece el desarrollo del cáncer”, concluye este investigador. Los medios interesados en contactar con los autores del estudio o ampliar información, contactar con: [email protected]