GÉNERO Y AULA
Un análisis de la escuela “entre bastidores”, según Santos Guerra, nos lleva a
comprender que la red de relaciones, expectativas, creencias e intereses es
muy compleja y no se presenta por completo a la vista; Es necesario
profundizar en los campos del significado para alcanzar lo que realmente
sucede: “una cosa son las apariencias y otra la realidad”.
La escuela aun estando liberada de la influencia de la iglesia, continúa
transmitiendo los supuestos de la representación patriarcal y sobre todo quizás
los inscritos en sus propias estructuras jerárquicas, todas ellas con connotaciones
sexuales.
El autor nos invita a hacer reflexión de que no es posible llevar a cabo una
acción que nos conduzca a la igualdad sin la participación de todos y todas,
resaltando que no se puede excluir a los hombres la tarea de la coeducación y
el compromiso.
Hace propuestas específicas que pueden conducir la construcción de una
escuela equilibrada y justa para todos y todas, la tarea es complicada si al
igual que la tarea de enseñar, y que se aprende con base en el esfuerzo y con
un sentido cooperativo.
Los roles de género limitan a hombres y mujeres, imponiéndoles formas
específicas de sentir y vivir dictadas por la tradición. Según esta perspectiva, los
sentimientos se aprenden y las actitudes se fundamentan en ellos. Para
cambiar esta situación, es necesario transformar las creencias que las
perpetúan. Así, el cambio podría lograrse a través de una "educación
sentimental" que nos permita desaprender lo previamente aprendido.
Esta violencia se manifiesta de diversas maneras, desde la exclusión hasta la
agresión física, pasando por todas las formas de discriminación que las mujeres
han padecido. Se sostiene que la violencia no es neutral, sino sexuada, de
naturaleza masculina, ya que su origen radica en la incapacidad de reconocer
la primera diferencia: el otro sexo. Esto no implica que la violencia sea
determinada biológicamente, pero sí que está vinculada a la experiencia
histórica de los hombres y su manera de relacionarse con las diferencias.