Niños del siglo XXI, nuevas modalidades atencionales: “NO TODO ES ADD” Hoy en día el estatuto de la infancia difiere completamente al de otras épocas. Durante muchos años el bienestar, la prosperidad, los ideales estuvieron depositados en la figura ideal del padre. Luego de diferentes procesos históricos, culturales y sociológicos esta figura decayó. Además las configuraciones familiares actuales son diferentes, la familia nuclear tradicional ya no es el único modo de organización familiar. Actualmente los padres, madres, hijos y hermanos se dispersan en diversas figuras promoviendo, así, una actividad atencional diferente a la del pasado. Estos cambios se dieron en función de lo teletecnomediático exigiendo atención veloz y abierta a la simultaneidad y vertiginosidad, demarcando virtualmente la cercanía y lejanía. La fuerza de la orden mediática exige estar conectados, atender simultáneamente multiplicidad de mensajes. Esto puede fragmentar la disposición atencional pero también ampliarla. La exigencia de estar informados dificulta conocer y pensar. El exceso junto a la no significación de información impiden la actividad atencional pero tener al alcance variada información en tiempo real da la posibilidad de ser un emisor en lugar de un receptor, abre el campo atencional. Los contextos de la actualidad presentan aspectos negativos pero también abren muchas posibilidades saludables.Para que estas puedan desarrollarse es necesario reconocer que las modalidades atencionales se han ido modificando. Algunos de los factores posibilitadores son el mayor acceso a la información extraescolar, el aumento de la visibilidad de los conflictos, etc. Dentro de los aspectos negativos nos encontramos con la inestabilidad laboral, la hiperactividad social, la escasa visibilidad de futuro, la deslegitimación de la función enseñante de la escuela y de los adultos en general. Existe una oposición entre los modos atencionales que consideramos aun “normales” y aquellos que también dan la posibilidad de aprender. El alumno que llega a las instituciones no es el alumno que profesores y maestros esperan recibir. Esto produce el enojo en los docentes y la “desatención e hiperactividad” en lo alumnos. La escuela espera un alumno con la atención focalizada y continua pero llega un sujeto con atención dispersa y discontinua. Es importante que los actores escolares y los profesionales extraescolares ofrezcan un ambiente facilitador para que las diferentes modalidades atencionales puedan desplegarse y dejen de ser consideradas patológicas. Concluyendo, las modalidades atencionales se están transformando posibilitando así, nuevos modos diagnósticos y nuevos recursos para el enseñante, recursos que se utilizarán para ampliar el espacio atencional. La vida en la actualidad requiere cada vez más de modalidades atencionales cercanas a la dispersión creativa. Lic. Luisina Costa Gaglioti Psicopedagoga M.P. 105396 RNP. 269.383 Integrante del Forum Infancias (ex forumadd) Correo electrónico: [email protected]